1999-09-17.EL MUNDO.GARZÓN DICE QUE GORDILLO Y GÓMEZ DE LIAÑO MIENTEN
Publicado: 1999-09-17 · Medio: EL MUNDO
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GARZÓN DICE QUE GORDILLO Y GÓMEZ DE LIAÑO MIENTEN Y ÉSTE SE QUERELLA CONTRA ÉL EL MUNDO. 17/09/1999 Página, 10 AGUSTIN YANEL MADRID.- El juez Baltasar Garzón criticó ayer con dureza a su colega y ex amigo Javier Gómez de Liaño, a la esposa de éste (María Dolores Márquez de Prado) y al fiscal Ignacio Gordillo, cuando declaró en el Tribunal Supremo como testigo. Tan graves fueron sus acusaciones, que el magistrado Gómez de Liaño anunció que va a presentar contra Garzón una querella por calumnias y una denuncia por falso testimonio. Pocas veces, probablemente nunca hasta ahora, se había vivido en la Sala Segunda del Supremo una escena con tanta tensión: Garzón contestaba, como testigo, a las preguntas de la fiscal Márquez de Prado; ésta actuaba como abogada defensora de su marido, el juez Gómez de Liaño, sentado a su derecha; los tres habían sido grandes amigos hace dos años, en la Audiencia Nacional, y ahora ni siquiera se dirigen la palabra. Gómez de Liaño, a quien se está juzgando por tres supuestos delitos de prevaricación que habría cometido cuando investigó el caso Sogecable, dijo el lunes que Garzón le acusó de ser «demasiado débil» por no haber encarcelado a Jesús Polanco y a los demás querellados en ese asunto, todos ellos dirigentes de la televisión de pago Canal Plus. Eso motivó una pregunta de Márquez de Prado, y una rotunda respuesta de Garzón: «Esa conversación no existió», aseguró. Pero Garzón no se quedó ahí, sino que narró con detalle las conversaciones que mantuvo con Gómez de Liaño sobre la querella de este asunto, que le correspondió investigar por reparto. Y en ese momento se produjo la primera de sus sorprendentes revelaciones. «Volviendo de desayunar Gómez de Liaño, usted y yo, usted comentó: "Van a tener que hacer el paseillo por las escalinatas de la Audiencia Nacional" [en referencia a los directivos de Sogecable, cuando tuvieran que ir a declarar]. Y usted añadió: "Vamos a hacer la revolución judicial de la Audiencia Nacional, para acabar con este sistema corrupto y con el felipismo». Márquez de Prado esbozó una sonrisa, que no pasó desapercibida a Garzón: «Sí, sí, lo tengo anotado, no sonría», comentó él. Ayudar a un compañero Garzón también negó que él hubiera intentado ayudar a los querellados (en contra de lo que han declarado Gómez de Liaño y el fiscal Ignacio Gordillo), o que tuviera mucho interés en este caso. «En absoluto», dijo. «Si había algún interés era que mi compañero [Gómez de Liaño] no se diera de bruces en el suelo». Con total rotundidad, y en un tono que aparentaba enfado, Garzón concretó las siete conversaciones personales y las cuatro telefónicas que él mantuvo con Gómez de Liaño después de que llegara el caso Sogecable. Márquez de Prado.- ¿No es cierto que, en mi despacho, usted dijo que los directivos de Sogecable estaban muy preocupados? Garzón.- No es que no quiera recordar esa conversación, es que lo que usted está diciendo es falso, es mentira. Y usted lo sabe. A preguntas de Horacio Oliva, abogado de Polanco, Garzón dijo que, el día que la Audiencia anuló el secreto que Gómez de Liaño había mantenido sobre el caso, fue a verlo para darle ánimos. Lo encontró muy alterado y, según explicó, Gómez de Liaño le dijo: «La Sala [que revocó el secreto] ha prevaricado. Bacigalupo [uno de los magistrados que ahora le juzgan] y Auger [presidente de la Audiencia Nacional] están al sueldo de Prisa, hacen dictámenes para ellos». Garzón le dijo que esas acusaciones eran una barbaridad, y que si no citaba su fuente no podía decir eso. También indicó que Gómez de Liaño pidió por teléfono al fiscal Ignacio Gordillo que solicitara por escrito la continuación del secreto sumarial, que es uno de los delitos por los que ha sido procesado. En respuesta a otras preguntas, el juez Baltasar Garzón dijo que es normal decretar el secreto sobre una investigación, y que un juez también puede adoptar medidas cautelares como impedir que un imputado salga de España sin su permiso, tal y como hizo Gómez de Liaño con Polanco. Esos son dos de las acusaciones contra Gómez de Liaño. APOYO Felipe González, «regenerador» de encinas MADRID.- En respuesta a una de las preguntas que le plantearon ayer, el juez Garzón elogió la buena mano que, al parecer, tiene el ex presidente Felipe González con el cultivo de los árboles, y no sólo los famosos bonsais de La Moncloa. Garzón dijo que en la primavera de 1993, cuando acudió a una finca del Icona llamada Los quintos de Mora, donde el entonces presidente del Gobierno le fichó para que se presentara a las elecciones generales en la lista del PSOE, Felipe González estaba allí «regenerando encinas, que es algo que hace muy bien». También hizo varias referencias a la teoría de la supuesta conspiración de hace unos años, entre algunos jueces, el PP y varios medios de comunicación, para desbancar al PSOE del Gobierno. Dijo que una vez advirtió a Gómez de Liaño de que tuviera cuidado con el abogado Antonio García Trevijano, «porque era una persona con la que había que tener cuidado». También desveló que no quiso asistir a una cena organizada por el periodista Jaime Campmany (quien presentó la primera denuncia sobre Sogecable). Le llamaron para que acudiera, junto con Gómez de Liaño, con la fiscal Márquez de Prado y con el juez Joaquín Navarro, pero puso una excusa para no acudir. Después, el juez Navarro le dijo: «Menos mal que no has ido, porque ha sido absolutamente alucinante. Ellos [Gómez de Liaño y Márquez de Prado], dijeron que tenían que autoinmolarse».