2003-12-15.LA RAZON.FRACASO DEL TRATADO CONSTITUCIONAL AGT
Publicado: 2003-12-15 · Medio: LA RAZON
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OTRAS RAZONES OTRAS RAZONES OTRAS RAZONES 34 16 16 LA RAZÓN LA RAZÓN SÁBADO, 20 - IV - 2002 SÁBADO, 20 - IV - 2002 LA RAZÓN LUNES, 15 - XII - 2003 OTRAS RAZONES FRACASO DEL TRATADO CONSTITUCIONAL L lamar a las co- ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ sas políticas por su nombre es casi imposible. Lo hacemos con las co- sas físicas y las indi- viduales porque ya están constituidas, es decir, delimitadas y definidas. Lo que Adam podía hacer, llamar por su nombre a las plantas y anima- les que poblaban la Tierra, también lo he- mos logrado nosotros gracias a la ciencia. Que comenzó siendo una tabla de clasifica- ción taxonómica. Lo que Adam no hizo, nombrar y clasificar las cosas sociales, tam- poco lo hacemos todavía. Estas cosas no son lo que parecen. Y no hay ciencia o filosofía que nombre la realidad social por encima o por debajo de sus apariencias. Aprendimos a distinguirlas no por lo que son, sino por lo que no son. Y ahí estamos todavía. ¿Qué ha fracasado en Bruselas? ¿La Constitución política de Europa? Eso ni si- quiera estaba proyectado. Si nos atenemos a lo que el movimiento constitucionalista definió con esa palabra, desde su nacimien- to en el XIX y su culminación en el primer tercio del XX, lo que ha fracasado no ha si- do un proyecto de Constitución europea, que regulara las relaciones entre poderes se- parados de un Estado Europeo al que diera nacimiento, sino el pacto intergubernamen- tal de un Tratado constitucional sobre los asuntos comunes que ya están constituidos materialmente. Pese a este fracaso formal, y tal vez a causa del mismo, en Bruselas se ha dado un paso de gigante en la constitución material de Europa. Se ha aprobado por unanimidad, incluso por Gran Bretaña y España, el des- arrollo militar del germen de ejército euro- peo, independiente de la OTAN, creado por Francia, Alemania y Luxemburgo, como re- acción a la falta de voluntad de independen- cia en otros países europeos, frente a la po- lítica exterior de EE UU, escandalosamente manifestada en la innecesaria guerra de Iraq. Los medios de comunicación y el Gobierno de España tratan de ocultar o disminuir la importancia de este acuerdo militar, porque apenas hace unas semanas aquí se ridiculi- zaba la alianza de Francia con Luxemburgo, comparándola con la de Aznar y Bush. Resulta significativo que los dos gobier- nos responsables del fracaso político de la UE en Bruselas, el español y el polaco, se- an subproductos residuales y emergentes de la última dictadura fascista y la penúltima dictadura comunista. Resulta significativo que estos dos gobiernos pretendieran obte- ner, contra la esencia del principio demo- crático, mayor números de votos de blo- queo, contra las decisiones mayoritarias, que el correspondiente a su número de habitan- tes. Resulta significativo que estos dos go- biernos sean los favoritos (caballos de Tro- ya) de Bush. La Presidencia europea de Berlusconi ha sido más ridícula que perniciosa, más cómi- ca que dramática. Escribiré sobre la condi- ción subordinada del factor italiano en la formación del espíritu europeo y sobre la importancia de los países del Benelux en to- dos los intentos de unificación de Europa. Y no me olvidaré de lo que todos olvidan, de la presencia, por ausencia manifiesta, del factor ruso en la con- cepción política de la unidad europea. Tam- poco hay que esperar nada positivo de la próxima Presidencia irlandesa. Esta na- ción, dividida a causa de sus distintas reli- giones eclesiásticas, no puede ser motor espiritual de uniones políticas aún más complejas. En las próximas semanas seguiré anali- zando las raíces históricas que impulsaron a la Convención, presidida por la petulante incultura de Giscard d’Estaing, a suprimir el cristianismo del innecesario Preámbulo de la Constitución. Para comprender esa barbarie desde el punto de vista de la cultu- ra laica, y evitar confusiones ideológicas, abordaré la cuestión trascendental, que a muchos parecerá escandalosa, de la impo- sible identificación del humanismo con el cristianismo. La mejor teología católica y protestante demuestra que donde hay Reli- gión revelada, o creencia en el misterio de la Redención, no hay ni puede haber huma- nismo. AAnnttoonniioo GGAARRCCÍÍAA TTRREEVVIIJJAANNOO «A tiempo y destiem- po» se titula el último libro de Adolfo Sánchez Váz- quez, que hace pocas semanas ha sido pre- sentado en la Casa de América de Madrid. Acertado título porque Sánchez Vázquez ha sido un pensador marcado por el duro tiem- po de su vida, pero emergiendo sobre él, so- bre los avatares del oleaje momentáneo de la historia, para mirar, siempre, al luminoso norte de la realización humana, en una nue- va sociedad. Y por ello sus consideraciones son tan oportunas como «intempestivas». Inició su trayectoria vital, en los años trein- ta del pasado siglo como poeta y, al par, co- mo militante comunista. En esta unión en que la lucha por un mundo mejor resplandecía con toda su grandeza estética en tantas figuras co- mo Miguel Hernández, Alberti, Neruda, Ce- sar Vallejo. Y «derrotado pero no vencido», como Don Quijote, conoció el exilio mexica- no, cuajado de nombres gloriosos, como uno, entre ellos, de sus miembros más jóvenes, pe- ro también más creadores y más ilustres. Y allí trató de clarificar las raíces de su compromiso, de convertir en rigor intelectual AL GARETE LA SOLIDARIDAD A cabamos de ver que el «gobierno de izquierdas» que atribuimos al pacto tri- partito catalán no es tal. Y, desde lue- go, está muy lejos de ser socialista. Pues que se sepa, instituir la solidaridad ni es socialista ni es de izquierdas. Y eso es lo que quiere hacer, con «su» modelo fiscal y los privilegios que ya han anunciado, el trío ansioso de poder que le va a dar el relevo a CiU. Tampoco este tripar- tito es «la voluntad de las urnas» como se dice, pues resulta que son los convergentes quienes ganaron en la votación. Está claro que no van a engañar a muchos, pero al menos con uno lo han conseguido. A Zapatero le ha pillado Ma- ragall y ha logrado que diga cosas como que cada presidente autonómico proponga su mo- delo fiscal sin acordarse al parecer del pacto al que llegó el PSOE al respecto. Zapatero ha di- cho también que no en- tiende cómo el PP critica el pacto cuando el trío ca- talán representa a un mi- llón y medio de catalanes. Por lo menos ya sabemos que cuatro y medio no es- tán representados. El PSOE anda tan desviado que los que están que trinan son la gente de verdad socialista y de izquier- das. Lo más alucinante del caso es que todavía no se ha enterado de que el poder en Cataluña lo va a ejercer Esquerra y no el PSC. Maragall no sólo es su tapadera. Y lo malo es que con todo esto, su discurso nacional, solidario, o sea, el com- portamiento propio de un partido socialista, se ha ido al garete. LLuuiissaa PPAALLMMAA REBOREDO Y SAÑUDO las intuiciones y senti- mientos que animaban su voluntad de rebeldía ante la injusticia de la sociedad. Y para lo- grarlo profundizó en el marxismo. Antes de él, no habían surgido im- portantes pensadores marxistas en España, como los que habían florecido en otras tierras No los había alum- brado el movimiento obrero y revolucionario español, más caracterizado por su heroica combatividad, por su lucidez ante las amena- zas del fascismo, en que sus hombre y muje- res se «levantaron antes del alba», como es- cribió London, que por su vertebración teórica. Ni en las aulas académicas que fre- cuentó Sánchez Vázquez en la II República encontró los instrumentos conceptuales que ardientemente buscaba para iluminar su re- beldía y su esperanza de otro mundo. Tampo- co en México, salvo en Eli de Gortari y en Wenceslao Roces. Pero, trabajando funda- mentalmente como un autodidacta, Adolfo Sánchez Vázquez captó y expuso en su filo- sofía de la praxis lo más medular del marxis- mo. Frente al determinismo cientificista, des- arrollado desde la socialdemocracia alemana hasta Althusser, y frente a la escolástica «me- tafísica» –aunque este término repugnaría a sus defensores– del Diamat, construyó su «fi- losofía de la praxis». Parte en ella de la visión del ser humano creador y libre, llamado a le- vantar su mundo estético, técnico, noético, so- cial, frustrado, empero, en la alienación y en la explotación de las sociedades de clases. In- corpora, así, la filosofía de la praxis la crítica de la historia, desde sus bases económicas, es- pecialmente la del modo de producción capi- talista. Y muestra la posibilidad «racional» de su superación, no como un término asegura- do por la dialéctica histórica sino como resul- tado de un esfuerzo, cuyo fracaso nos puede llevar a la barbarie, que estamos viviendo, o a la destrucción de la humanidad. «A tiempo y destiempo» es una recopila- ción de trabajos muy diversos en que esta fi- losofía de la praxis aborda los más variados temas, desde el arte y la literatura a la filoso- fía y la política, con la crítica del llamado «socialismo real» y el análisis de la actual si- tuación del mundo que su transformación de- be enfrentar. Y lo que en otros libros es yux- taposición eventual, en éste se convierte en singular mérito. Pues ofrece al lector una vi- sión, al par, sintética y amenamente variada de la amplia obra de Sánchez Vázquez, tan unitaria en sus ideas centrales como rica en los temas que enfoca. Permite apresar su nú- cleo central y su diversidad de proyecciones. Representa, entonces, una incitación para la detenida lectura de este pensador, si el lector no la ha realizado. Es un acierto la inclusión de escritos bio- gráficos que nos abren el panorama de nues- tra convulsa historia a lo largo de más de me- dio siglo y nos hacen percibir algo siempre importante, la vida que subyace a la obra de un autor. Un autor con quien desde hace ya más de medio siglo he tenido la fortuna de mantener una profunda amistad, un rico in- tercambio de ideas, y compartir el ideal de «ese otro mundo» que como nos dice Sán- chez Vázquez anheló desde su juventud. CCaarrllooss PPAARRÍÍSS