2004-01-20.LA RAZON.FACTOR ITALIANO AMADEO DE FRANCHIS
Publicado: 2004-01-20 · Medio: LA RAZON
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OPINIÓN OPINIÓN OPINIÓN OPINIÓN OPINIÓN 10 8 8 8 8 LA RAZÓN LA RAZÓN LA RAZÓN LA RAZÓN LA RAZÓN MARTES, 12 - III - 2002 LUNES, 11 - III - 2002 MIÉRCOLES, 13 - III - 2002 MIÉRCOLES, 13 - III - 2002 MARTES, 20 - I - 2004 ALMAS DEL NUEVE LARGO CARTAS AL DIRECTOR Gibraltar B ravo por la «Canela fina» sobre Gibraltar y bravo por partida doble. Primero por la tesis del se- ñor Anson que comparto totalmente. La única sali- da es tratar a los ingleses, perdón británicos, a su es- tilo y no ceder ni un milí- metro, o mejor dicho, una línea de pulgada, para que nos entiendan, que hasta en el sistema de medidas son especiales. Pero bravo también por tener la ga- llardía de reconocer que Franco tuvo, al menos, un ministro inteligente, don José María Castiella. José Antonio M. Pons Barcelona La cuarta vía de Zapatero E l socialismo ha tendi- do siempre, desde ha- ce más de un siglo, a la semejanza entre los seres humanos, españoles o no. Para ese fin ha contado siempre con dos herra- mientas importantes como son la economía y la justi- cia. Dineros suficientes y leyes iguales para todos han sido siempre los dos grandes motores del so- cialismo político, al me- nos hasta que apareció en escena José Luis Rodrí- guez Zapatero, el inventor de las agencias tributarias regionales y los tribunales supremos cantonales. Si la llamada «tercera vía» de Blair ya era sospechosa, la cuarta o quinta de Zapate- ro es directamente impre- Respeto a la Copa del Rey Creo que acierta el co- lumnista de LA RA- ZÓN Julián García Can- dau, en su artículo «Fraude», sobre la Copa del Rey de fútbol (publi- cado el pasado día 8 de enero). Cuando pagamos por un espectáculo con determinados protagonis- tas, queremos ver a esos protagonistas. No vale que el director de la obra «rote» a los primeros ac- tores en función del lugar de representación. La gente quiere ver a las es- Morgan, Norma Duval o Arturo Fernández. El Real Madrid ha de contar, como dice su pre- sidente Florentino Pérez, con los mejores futbolis- tas del mundo, pero para jugar en todas las compe- ticiones y en todos los campos. Si hay demasiados partidos oficiales o so- bran competiciones, de- núnciese ante los orga- competentes, nismos abogando los directivos por unos torneos serios y racionales. Pero basta de engaños. José Luis Gardón Madrid trellas de los contratos millonarios en Madrid, en Eibar o en Lérida, llá- mense las figuras Lina sentable en unas eleccio- nes generales occidenta- les. Antonio López Sabiñánigo (Huesca) Economía gubernamental A provecho una recien- te información para que vean cómo las cifras de la marcha económica del país, habitualmente to- madas literalmente de no- tas de prensa oficiales –me pregunto si los periodistas están para transcribir–, son engañosas y susceptibles de interpretación al gusto. Si quieren, falsas. Un tercio de los inmi- grantes legales (¿son ilega- les las personas?) está da- do de alta en la Seguridad Social. Gran logro, dice el Gobierno. No, gran fraca- so: los otros dos tercios son explotados. Pero los nacionales no andamos mejor: los suel- dos de los «nuevos» em- pleos son de risa, con coti- zaciones que no aseguran ningún futuro; el pluriem- pleo es cada vez más co- mún; la temporalidad nos ha supuesto una reprimen- da europea. Simplemente echen un vistazo a las ofertas de empleo de este diario: se les caerá el alma a los pies. A mí se me cae a diario; este año Hacien- da me hará devolver la cuenta-vivienda: no aho- rro. Suben las pensiones, nos dicen esos pomposos anuncios televisivos que el Gobierno paga con nuestro dinero, llamados «publici- dad institucional». Falso: las pensiones se actualizan para compensar el poder adquisitivo comido por la inflación que no quieren controlar. Una paga de cuatro duros para conten- tar a nuestros mayores. El triste hecho es que tres de cada cuatro pensiones no superan los 600 euros y una los míseros 300. Aunque no se lo crean, uno de cada cinco médicos está en paro, mientras otros tienen varios puestos. Y Cáritas lleva varios años contabilizando más y más pobres, más excluidos: ocho millones. ¿Adónde vamos? José Luis Herrero Ruiz Algorta (Vizcaya) España va bien A unque solamente sea para impresionar a Estados Unidos, aprove- chando su presencia en tan noble imperio, las palabras CAIN del presidente Aznar vi- niendo a decir que en Es- paña no existe la pobreza y que la misma ofrece el mercado más dinámico de la zona euro con más de 43 millones de personas con alto poder adquisitivo son realmente de agrade- cer. Máxime hoy, que ya tenemos prácticamente ol- vidado que «España va bien». Martí Mancilla Granollers (Barcelona) Factor italiano A mi regreso después de las fiestas de fin de año, he leído el artículo de Antonio García Trevija- no, publicado el día 29 de diciembre de 2003, por el periódico LA RAZÓN. El artículo en cuestión dedica a Italia un análisis histórico superficial y dis- cutible, incluso en lo refe- rente al desarrollo unitario de este país en el siglo XIX, y en un «crescendo» que culmina en verdaderas calumnias en cuanto a la contribución de Italia a Europa, en el pasado y en el presente. Le confieso mi profun- do estupor por el hecho de que LA RAZÓN, que es de los más prestigiosos de España, haya tenido a bien acoger un artículo de tan escasa responsabilidad y redactado con expresiones gratuitamente insultantes y denigrantes dirigidas a otro país, además un país del calibre histórico y po- lítico de Italia. Amadeo de Franchis, embajador de Italia Madrid Aviso a los lectores Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 30 líneas. Es imprescindible adjuntar fotocopia del DNI. LA RAZÓN se reserva el de- recho de publicar estas car- tas, así como de resumirlas o extractarlas. No se devolve- rán los originales no solicita- Precios de LA RAZÓN en el extranjero Alemania Bélgica Francia Portugal Reino Unido USA Italia Holanda Suiza Grecia 2,05 €. 2,00 €. 2,05 €. 1,32 €. 1,21 £. 2,50 $. 1,75 €. 2,00 €. 3,40 €. 1,45 €. Precio en España los sábados: PVP del pe- riódico, 0,8€; PVP de la revista QMD, 1,2€. Precio especial (50% de descuento) revista más periódico, 1€. POR JOSÉ LUIS ALVITE UN COCHE DEPILADO V arios días fuera de servi- cio me convencieron de la necesidad de moderar mi dieta, calmar mis hábitos noctámbulos y dormir con las manos cruzadas sobre el pecho para ahorrarle trabajo a los mu- chachos de la funeraria. Mi apa- rato digestivo ya no es lo que era. La saliva me seca los labios y con el mórbido sudor de estas últimas noches, dice mi madre que por la mañana el dormitorio olía a caza. Un amigo médico que me echó un vistazo con la ropa puesta está convencido de que la extremaunción es el úni- co exceso que me puedo permi- tir. También me recomendó más ejercicio físico. Y me advirtió que si no cambio mis hábitos de vida, tendré el mismo futuro que si me tratase el fisiotera- peuta de la momia de LLeenniinn. Una de esas terribles noches con dolor de intestino, llevaba tres días sin comer y tenía tanta fiebre, que al final de las náuse- as sólo podría haber vomitado un charco de sudor. La postra- ción me había afilado el rostro y las uñas me crecieron tanto, que mi hijo le comentó a su ma- dre que mis pies parecían renos. Esa noche soñé que en mi ex- trema delgadez necrológica, a mi cuerpo le quedaba apenas si- tio para el esqueleto de mi ca- dáver. Cualquier cosa me senta- ba mal en el estómago. Como se estaban poniendo las cosas, se me pasó por la cabeza que al fijarme una dieta de superviven- cia, el médico incluso acabaría por prohibirme los besos con lengua. Un poco de reposo le viene bien a mi vida, sobre todo pen- sando que para que te publiquen una novela, los editores esperan algo más que un cuadro clínico interesante y que en tu aliento literario el peso de la ginebra sea inferior al del pensamiento. A mi vida le conviene algo de sosiego y de orden. Habré de reducir el ritmo de mi actividad nocturna y centrarme en lo ele- mental. Mi vida promiscua no me habría pasado factura si mi aparato digestivo hubiese esta- do a la altura de mi aparato emocional. Dicen que supri- miendo los símbolos se superan las tentaciones. Por eso creo que para romper con mi adicción a las mujeres, lo primero será de- pilar el coche...