2004-02-19.LA RAZON.EUROPA UNA DIFICULTAD DE SER AGT
Publicado: 2004-02-19 · Medio: LA RAZON
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EUROPA UNA DIFICULTAD DE SER LA RAZÓN. JUEVES 19 DE FEBRERO DE 2004 ANTONIO GARCÍA TREVIJANO La idea de Europa se encuentra en una dificultad de ser. El significado de esta expresión es difícil de captar en el idioma español. Pues parece indicar algo diferente de la simple dificultad de existir o estar en el mundo, como una sola entidad política. Pero en la lengua francesa, esa clase de dificultad ontológica ha sido utilizada para describir situaciones que ponen en peligro la persistencia en su ser de personas, instituciones o ideas. Cuando la leí por primera vez me fascinó por su escueta elegancia y quise saber si respondía a algo profundo o era una de esas sorprendentes sonoridades lingüísticas que hacen parecer más inteligente la literatura francesa. En su origen tuvo un significado preciso. Cuando el sobrino de Corneille, Fontenelles, estaba agonizando le preguntaron qué sentía. «Comme une dificulté d être», respondió. La brillante frase del moribundo tuvo fortuna. No sólo expresaba la dificultad física de los últimos suspiros, sino que vaticinaba la muerte individual como solución social a la dificultad de la vida para permanecer en el ser personal. La psiquiatría de la depresión y la ideología nacionalista se basan en el supuesto de un ser moral permanente, que la biología del cambio celular, y el oportunismo de la adaptación al medio ambiente y al modo de vida social, contradicen. La dificultad de ser tomó otros vuelos filosóficos cuando Benjamin Constant dijo que los Estados modernos padecían una enfermedad, «la dificulté d être», que desconocían los antiguos. El creador del liberalismo continental no identificó la causa de su misterioso diagnóstico. Podemos imaginar que se refería a la dolencia que luego han sufrido todas las Restauraciones. El malestar cultural de la nostalgia. La agonía de revivir un pasado muerto. Chateaubriand la situó no tanto en la «dificultad de ser» del Estado restaurado, desconocida en los anteriores a la Revolución, como en la respiración artificial que pide la Restauración de lo antiguo, aunque solo sea para disolver las emociones que trajeron las ideas nuevas desterradas. Esa «dificulté d être» era el secreto encanto del romanticismo y la oscura fuente de la «impossibilité d être» que condujo a la apología del suicidio. La rebelión juvenil de mayo del 68 expresó la última protesta de la imposibilidad de ser de la utopía romántica. Al final de ese año, un ensayo de Pierre Emmanuel centró en Baudelaire la toma de conciencia de la «dificulté d être» del romanticismo, y de la «raison d être» de la modernidad en tanto que necesidad de creación de novedades espirituales que eviten el recreo del pasado o la americanización de la vida europea. En la UE se está produciendo la dificultad de ser de los procesos de síntesis de realidades históricas contrapuestas. No me refiero ahora al elemento nacionalista que se perpetúa en la unión. Pues esa contradicción política, dentro de la primacía dinámica de la comunidad económica, no tiene fuerza constituyente y se superará en un futuro no demasiado lejano. Lo grave, lo que puede convertir la dificultad de ser en una verdadera imposibilidad, es la contradicción entre lo antiguo y reaccionario, es decir, la permanencia de la restauración del espíritu de Weimar en los Estados de Partidos, y lo moderno o creador, es decir, la novedad espiritual de la comunión de los Estados europeos. La dificultad de ser está en la Europa de los Partidos y no en la de los Estados. El pluralismo de éstos puede transformarse en democrático. El de los partidos, por su propia naturaleza oligárquica, jamás. Sin sacarlos del Estado y devolverlos a su lugar propio, como elementos esenciales de la sociedad política, no será posible que la democracia formal controle el poder monetario y económico de Europa, con un ejecutivo elegido por la ciudadanía europea y un legislativo de diputados, sin mandato imperativo de los gobiernos o partidos nacionales.