2003-04-24.LA RAZON.ESPAÑA EN GUERRA SIN GUERREAR AGT
Publicado: 2003-04-24 · Medio: LA RAZON
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ESPAÑA EN GUERRA SIN GUERREAR LA RAZÓN. JUEVES 24 DE ABRIL DE 2003 ANTONIO GARCÍA TREVIJANO El presidente Bush ha zanjado la discusión mantenida aquí entre el Gobierno español y todo los grupos parlamentarios sobre la cuestión de si España está o no en situación de guerra con Iraq. El partido gubernamental sostiene que, a diferencia de Inglaterra y Australia, España no ha enviado tropas ofensivas al escenario del conflicto y que su participación se limita al ámbito de la «ayuda humanitaria». Todos los demás partidos consideran que el uso de las bases y del espacio aéreo español por los aviones estadounidenses que bombardean las ciudades de Iraq compromete a España en la guerra, acercando su posición a la de Inglaterra y alejándola de los países europeos que, como Francia, han prohibido esos vuelos bélicos sobre su territorio. Desde un punto de vista formal, como cuestión de derecho, es evidente que España no ha declarado la guerra a Iraq. Sobran las críticas jurídicas que acusan al Gobierno de haber usurpado las facultades atribuidas al Parlamento y al Rey. Tampoco es pertinente criticar al Monarca por su silencio ante una tragedia que conmueve a la opinión del mundo entero, pues esa es su función constitucional en una monarquía parlamentaria, donde no tiene el papel de árbitro, como cortesanamente se le atribuye, sino el de fiel seguidor y ejecutor de las decisiones institucionales del Gobierno. Del mismo modo que en pleno clima de corrupción la Corona no podía separarse del Gobierno de Felipe González, ni criticarlo, tampoco ahora puede distanciarse de la atmósfera bélica que insufla al Gobierno de Aznar, aunque más del noventa por ciento de los ciudadanos se oponga a esta guerra. Los republicanos no podemos caer en la incoherencia de pedir o esperar que el Rey sustituya la carencia de lucidez política en una ciudadanía que se cree dotada de instituciones democráticas, cuando carece de cauce institucional para deponer de la Jefatura del Gobierno, a un simple jefecillo de partido que se ha deslumbrado con la luz proyectada sobre el mundo por los focos del Pentágono, y mete a España, sin consultárselo, en el bando de los agresores. Pues desde un punto de vista material, como cuestión de hecho, no es menos evidente que está ayudando al desarrollo de la implementación militar de EE UU para su invasión de Iraq. En este sentido, y para procurar que cese cuanto antes este apoyo objetivo a la guerra, no se debe recurrir a la hipocresía demagógica del peligro que representa el avituallamiento de la destrucción masiva, desde o sobre España, para las poblaciones cercanas a las bases americanas o las ciudades sobrevoladas por los bombarderos. El peligro de represalias o accidente es demasiado remoto, y el egoísmo del pretexto demasiado cercano, para que puedan convertirse por sí solos en la causa de la oposición política a la ocupación de Iraq por las fuerzas armadas de los EE UU y sus dos aliados. Ésas son consecuencias inaceptables para los gobernados, efectos indeseables de una guerra, más que aceptada o aprobada, impulsada por el Gobierno español. Cuando no es posible determinar, con criterios objetivos, dónde termina la ayuda humanitaria y dónde comienza la complicidad de la cooperación necesaria al crimen bélico, es decir, para saber si España está colaborando o no a las operaciones militares de EE UU en Iraq, no hay modo más directo y certero de averiguarlo que el de plantear la pregunta al beligerante agresor y a la opinión mundial. Sus respuestas son inequívocas. Ante esta última, España emerge de repente con el rostro repulsivo de los instigadores de la muerte a distancia, sin el brillo de las corazas de los combatientes de vanguardia. Miles de millones de habitantes del planeta asocian ahora el nombre de España al de la guerra. Ante su ejército acuartelado en Florida, el presidente Bush ha manifestado con vehemencia el agradecimiento a España por el apoyo logístico que está dando a la guerra de EE UU contra Iraq. De hecho, nuestro país está en guerra.