1994-09-18.ABC.ENTREVISTA MARO CONDE
Publicado: 1994-09-18 · Medio: ABC
Ver texto extraído
Entrevista Mario Conde «En la intervención de Banesto fue decisiva la convicción del Sistema de que yo iba a entrar en política» «En noviembre de 1993 un ministro del Gobierno me reveló el porcentaje de votos que obtendría en unos comicios y hasta me dijo que mi participación activa en política podría ser buena» Renuncio a adentrarme en el terreno de los números y la conta- bilidad bancaria -el "agujero", JP Morgan o la manera de gestionar la Corporación Industrial- porque en él es obvia mi posición de inferiori- dad y mis pequeños escarceos son respondidos con andanadas de calibre grueso que no estoy en condiciones ni de evaluar ni, mucho menos, de contestar. Escojo, pues, la vía de la política, el sentido común y la lógica, en un intento desesperado de dilucidar si, como se deduce de la lectura de "El Sistema", habré vivido hasta ahora encaramada a una gigantescca higuera o si, por el contrario, mi interlocutor habrá urdido en su mente toda esta fantasmagórica trama en un intento de justificar lo injustificable. Y en ese empeño, la primera pregunta se impone: -¿Por qué no escribió "El Sistema" antes de la intervención? ¿No cree que, en ese caso, las denuncias que formula en su libro habrían sido mucho más creíbles? -Tal vez, pero cuando uno está en la presidencia de un banco tiene una serie de limitaciones y ha de cuidar no sólo de sus intereses, sino de los de los accionistas. Bastante hacía entonces con escri- bir una parte del Sistema con hechos, como mis críticas a la polí- 14/_A,B..Q. El Sorolla que cuelga a sus espaldas, muy a tono con el decorado del amplio salón familiar, me da una primera pista: el golpe dado a su economía puede haber sido duro, pero dista bastante de ser fatal. Y otro tanto ocurre con su aplomo. Impecable en su traje de fino paño, pese a lo avanzado de la hora, perfectamente engominado, sonriente, cortés, extraordinariamente locuaz y hasta algo seductor, como él ha sido siempre y corresponde a todo buen triunfador, Mario Conde sigue siendo Mario Conde, como si nada hubiese cambiado, como si aquel día de Inocentes de 1993 no hubiera sido sino una broma de mal gusto, como si su nombre no hubiese sido proscrito de todas las lis- tas de éxito en las que había sido entronizado. Él, desde luego, no se considera un fracasado. ¿Víctima? Sin duda -de un Sistema implacable y todopoderoso que es descrito y desmenuzado en las casi cuatrocientas páginas del libro que acaba de"escribir- y víctima inocente, por supuesto, aun- que dispuesta a pelear. tica económica del Gobierno o mi entrada en medios de comunica- ción. -¿No le parecía tan malévolo ese Sistema mientras estaba en él; ganando mucho dinero, por cierto? -Me pareció siempre fatal y, en cuanto a mi carrera, la he hecho siempre en contra del Sistema. Antes de llegar a Banesto, lo único que tenía era una empresa llamada Antibióticos, que nada tuvo nunca que ver con el Sistema. Una vez que llegué a Banesto fue cuando empiezan mis contactos con él, y siempre en su contra: desde la oposición de Mariano Rubio a mi entrada en el Consejo de Administración, pasando por la OPA del Banco de Bilbao que apo- yaba toda la comunidad financiera, y las presiones del Gobernador para que accediera a la misma, hasta la reacción ferozmente con- traria a la Corporación Industrial o el trabajo de todo el Sistema para destruir la fusión con el Central. la creación de ¿Coherencia o imprudencia temeraria? -Si hay algo en lo que todos los banqueros con quienes he hablado coinciden es la convicción de que el oficio de banquero exige mucha prudencia, serenidad y llevarse bien con el poder, esté quien esté en el poder... Es decir; que uno no puede ser un rebelde y ser banque- ro a la vez. ¿No se habrá equivoca- do usted de profesión? -Esa es una demostración de cómo funcionan las cosas en nues- tro país. Seguro que si habla con un banquero inglés no le dice que uno de los requisitos de su oficio es llevarse bien con el poder. El poder es quien debe llevarse bien con los banqueros, porque quien manda es la sociedad. Pero aquí se han sub- vertido los términos. Y no son sólo DOMINGO 4B-9Í9 ABC (Madrid) - 18/09/1994, Página 14 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. los banqueros, lo mismo les ocurre a la mayoría de los empesarlos. -Entonces, y dando por buena su teoría ¿no ha sido usted muy imprudente con su actitud de "insumisión", sabiendo que se jugaba no sólo su dinero, sino el de sus accionistas? -No. El que se ha jugado el dinero de los accionistas ha sido el Banco de España. Fíjese que usted está acep- tando que si un señor es insu- miso con el poder le intervie- nen... -Estoy dando por buenas sus tesis únicamente a efec- tos del debate... -Eso es una barbaridad y es la verdad, pero es lo patológi- co del Sistema. Lo grave es que se acepte lo patológico como normal y, para mí, decir que la primera obligación de un empresario es llevarse bien con el poder es patológico. -No. Su primera obligación es dar beneficios a sus accio- nistas. -Exacto. Y yo nunca jamás sospeché que la reacción del poder ante un planteamiento de este tipo fuera la interven- ción, máxime estando con nosotros un banco de la cate- goría de JP Morgan. Pero esa es la realidad. Lo curioso es cómo en nuestro país damos por bueno lo patológico. -No estoy de acuerdo. Yo, de hecho, estoy en una profe- sión que cuadra bastante bien con la rebeldía frente al poder. No soy banquero y mi primera obligación no es dar benefi- cios a mis accionistas. Por eso le pregunto: Si uno cono- ce ese Sistema y sabe en qué terreno se mueve ¿no es imprudente perseverar en esa actitud? -No señor. Es coherente. Yo estoy absolutamente seguro de que habría tenido muchísimas más facilidades por parte del Banco de España y de la Administración si no hubiera sido crítico con el poder, pero da la casualidad de que no entiendo así el final del siglo XX. Además, cuando he criticado la política económica del Gobierno lo he hecho en defensa de mis accio- nistas y de mi propio dinero, por- que si las cosas van mal para un país, van mal para todos. ¿Eso me puede haber costado algún dinero? En una determinada etapa; sin duda, lo que nunca llegué a sospe- char es que iban a intervenir Banesto y sí la intervención no está justificada, quien ha causado el daño no he sido yo, sino quien ha intervenido. -Podía haber dimitido de la presi- dencia de Banesto y haber formula- do todas las denuncias que apare- cen en su libro mucho antes ¿no? -Sí, sin duda, y si preguntara a V; ¿% t: ' i~' i *V-:\ • •, .* •' ' '•••••'f* -Entrevista fracaso, favorable a las tesis gubernamentales en materia de Unión Europea, favorable a Mariano Rubio en los momen- tos iniciales del escándalo Ibercorp, favorable a las tesis del Sistema en las fusiones a que antes me he referido, etc, etc. Pero yo no reniego ni renegaré de mis relaciones con Polanco. También le digo que nunca jamás he pedido nada de "El País". -De su libro se desprende que desconfía de la honesti- dad profesional del actual gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo. Una vez más, ¿por qué no expuso en su día alguno de los graves argumentos que aparecen en su libro, como por ejemplo que Rojo estaba al tanto de todo el asunto Ibercorp antes de que se hiciera público? -Eso es cierto. ¿Por qué no lo denuncié antes? Porque no se pueden denunciar cosas dé ese tipo desde dentro de la Banca. -¿No se puede hacer un informe confidencial al Ministro de Economía o al presidente del Gobierno? -¿Al ministro de Economía? me parece ingenuo pensar que un informe al señor Solchaga tuviera alguna efica- cia, siendo como era él un miembro destacado de ese Sistema: ¿Al presidente? tal vez si hubiera hablado con él las cosas hubieran sido de otro modo; pero un presidente de un banco no es un denun- ciante. Lo lógico, le repito, habría sido que me fuera, pero... -¿Por qué salva a Felipe González de toda responsabi- lidad en el asunto de la inter- vención? «Si se hubiera hecho con otros Bancos el mismo análisis que se hizo con Banesto, aplicando los mismos criterios, la situación no hubiera sido cualitativamente distinta» algunos de mis amigos íntimos sabría que eso es exactamente lo que yo pensaba que tenía que hacer. Lo que ocurre es que los • señores de JP Morgan me obligan a firmar un documento en el que se pone como condición "sine qua- non" para su inversión el que yo me quede al frente y que invierta. En esa situación, yo elijo el banco e invierto en él mi dinero, tomado a préstamo, por cierto... -Por cierto, ¿ha devuelto ya ese préstamo? -Todavía no. Espero que suban un poquito más las acciones. Polanco, Rojo, Solchaga, González -A estas alturas y después de lo que ha ocurrido ¿se puede denun- ciar ese presunto Sistema sin citar prácticamente más nombre que el de Mariano Rubio? -Se pueden hacer reflexiones sobre España sin hacer descalifica- ciones. Pero es que, además, sí hay nombres y apellidos: en mi libro digo que todos los banqueros han sido nombrados por el Banco de España, digo que el grupo Prisa constituye el pilar esencial del Sistema en los medios de comuni- cación social. -¿Por qué entonces no denunció en su día esas connivencias, en lugar de cultivar sus relaciones con Jesús, Polanco? -Cuando hablo de la pertenencia del grupo Prisa al Sistema me refie- ro a algo mucho más sutil, como la postura de sus medios de comuni- cación sistemáticamente favorable a la política económica del Gobierno, a pesar de su evidente -Porque estoy convencido de que le presentaron la situa- ción en un tono dramático que no dejaba lugar a la vacilación. -¿En su opinión, González no forma parte de ese Sistema que rige los destinos financieros del país? -Está de alguna manera secues- trado por él. -¿Cómo va a llevar once años en la presidencia del Gobierno secues- trado y sin enterarse de lo que tra- man su ministro de Economía y su gobernador del Banco de España? ¿Es que es tonto? -Desde luego, si algo no es Felipe González, es tonto. Pero es que los sistemas de poder funcio- nan y en este país carecemos por completo de centros de inteligencia alternativos, ajenos al Sistema. Si usted me pregunta ¿Cree usted que el presidente conocía los com- portamientos de Mariano Rubio y la actitud de Carlos Solchaga en rela- ción con Banesto? Mi respuesta es no. -¿Le consta que ignoraba lo que AB-C/-T5 ABC (Madrid) - 18/09/1994, Página 15 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. Entrevista- ocurría con Rubio e Ibercorp? -Yo creo que sí, que lo ignoraba y yo no le dije nada porque no tenía la suficiente confianza. -¿No será que ahora le defiende porque no quiere quemar todas sus naves? -¡Pero si lo que está de moda es atacar a Felipe González! -¿Solbes y Rojo también están en el Sistema? -Es evidente. El cuarto poder -Aparte de sus críticas a la políti- ca económica del Gobierno y su negativa a comprar Ibercorp, qué factores provocaron, a su juicio, una interevención "política", como usted la define? -Yo creo que fue determinante nuestra presencia en medios de comunicacin social. -¡Pero si su entrada en Antena 3 determinó la salida de todas las voces criticas con el poder que allí había! -Yo sé que mi entrada en Antena 3 TV no sólo no fue bien vista por el Gobierno, sino que se trató de parar, como se intentó y se consi- guió parar el acuerdo con Godo en la radio y la Vanguardia. -Entonces ¿por qué salieron de la casa todos los profesionales críti- cos? -Desde luego, yo no tenía ningu- na intervención en la dirección de Antena 3. Era un accionista y que- daba al margen de esas decisiones. -Pues se lo digo sinceramente: la interpretación que hicimos muchos profesionales de esos aconteci- mientos es que usted estaba haciendo un favor al Gobierno al acallar esas voces y estaba com- prando tiempo para solucionar sus problemas en el banco. -¡Pero por Dios, Isabel! Antena 3 en aquel momento no tenía mucha audiencia. La impresión que reinaba era que no iba a durar. -No tendría mucha audiencia, pero sí influencia. -En un sector que, por definición, con Antena 3 o sin ella, no votaba al PSOE. -Si eso .era así ¿por qué iba a importarle al Gobierno que usted entrara en la empresa? -Porque sí me metía, y de hecho me meti, en la linea conceptual y programática, en defensa de la libertad de mercado, de la transpa- rencia, etc, etc. -¿Es cierto que prometió ayuda para El Independiente a Pablo Sebastián y después no sólo no se la proporcionó, sino que ni siquiera quiso atender sus llamadas? -Es falso. El Independiente surgió entre otras cosas con dinero mío, de Mario Conde, porque me pare- ció un proyecto interesante, pero después no funcionó y llegó un momento en el que no se pudo poner más dinero. Pero que quede claro que el dinero era mío, no de Banesto. -¿Cree que el PP y, en concreto, José María Aznar, no le ayudaron a 1 6 / A BC «Yo sé que tendría que haber dimitido de la presiden- cia de Banesto mucho antes, para denunciar el Sistema, pero los seño- res de JP Morgan me obligaron a quedarme como condición para invertir» evitar la intervención, ni la condenaron después, por- que le consideraban una amenaza? -Yo sé lo que hicieron. Sobre las motivaciones, no tengo opinión. -¿Alguna vez alguien desde dentro del PP le ha invitado a ponerse al frente del partido? -Hace años, sí, antes de que estuviera Aznar" al frente. Después, no. -¿Le ha hecho usted algo alguna vez al actual líder del PP? -Que yo sepa, no. -¿Ha tenido la tentación de meterse en el partido? -No. -Pero no descarta meterse en política... -¿Y por qué tengo que descartar nada? Sin embar- go, ya he dicho anteriormen- te que ahora mismo no es una prioridad. -¿Por qué no me revela el nom- bre de alguna de las personas o "ángulos", como usted dice, que le han instado en más de una ocasión a "lanzarse al ruedo"? -Porque no puedo. Porque son personas que están en el mundo de la política, o de la empresa o de las finanzas o del periodismo... Algún día lo escribiré. -¿Alguien le ha ofrecido alguna vez entrar en el PSOE? -No. -¿Le tienta alguno de los partidos existentes? -Ahora no estoy en eso. -¿Le tienta fundar un partido polí- tico? -En estos momentos, no forma parte de mis prioridades. -¿Puede usted convertirse en un émulo de Berlusconi? -Yo creo que cada país tiene sus respuestas e Italia ha dado una res- puesta a la italiana que a mí me parece buena. Yo conozco bien el país, era buen amigo de Raúl Gardini, con quien mantuve muchas conversa- ciones, y sé que también en Italia existe un Sistema... «Creo posible y hasta probable que la Justicia anule el acto de intervención, y la ley dice que cuando la ejecución de una resolución es imposible, se sustituye poruña indemnización» 1 t s f JkkkJt' * lis itg* -i, £ " * í 'i j fí*>r-V * * •ir t 1 il'* 1^ "•' t • \-/\:"' r t • *, * * * * *! '. Í. V' Jú * * '*' 1 *•* 1 •, «Felipe González está de algún modo secuestrado por el Sistema, pero no es tonto: es que en España carecemos de centros de inteligencia independientes» -Del que Gardini era pieza importante ¿no? -¡No! Él estaba enfrentado al Sistema. ¡Si llegaron a negarle el proyecto de fusión de su empresa! -Entonces ¿por qué se suicidó cuando le implicaron abiertamente en el proceso "manos limpias" por corrup- ción? -Habría que saber si se suicidó de verdad. A mí me extrañaría mucho, porque era un hombre tremenda- mente vitalista. -Desde su teoría del Sistema ¿Cree usted que la intervención hubiera podido deberse al temor que suscita- ba entre determinados esta- mentos el que decidiera lan- DOMINGO 18-9-94 ABC (Madrid) - 18/09/1994, Página 16 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. Entrevista zarse a la política y convertir- se en el Berlusconi español? -Que estaban convenci- dos de que yo iba a entrar en política es un becho que me consta, porque me lo dijo un ministro del Gobierno, cuyo nombre no le voy a dar, quien también me reveló el porcentaje de votos que obtendría en unos comicios, y que llegó a decirme que mi partici- pación activa en política podría ser buena... -...ParaelPSOE, claro... -No, para el país. En aquel momento, entre noviembre y diciembre de 1993, es cuando más pre- siones recibo para entrar en política con carácter inmediato, y tampoco le voy a decir por parte de quién. Ahora, respondien- do a su pregunta, le diré que estoy convencido de que en el proceso de toma de deci- sión de la intervención y de negati- va a aceptar nuestro plan para Banesto, esa convicción fue un ele- mento decisivo. -¿Y han conseguido apartarle de una carrera política? -El tiempo lo dirá, pero no pode- mos olvidar la teoría del efecto "boomerang". Hasta ahora, lo que sé es que intereso y que mi libro se vende muy bien. -Se dice que-usted solía manejar buenas encuestas... -Sí, pero ahora no. • -¿Conoce a Antonio García Trevijano? -He hablado con él una vez en mi vida y no para conspirar. -¿Ha visto a Alfonso Guerra después de la intervención? -He tenido con él un encuentro casual. -Eran buenos amigos antes? «Todavía no he pagado el crédito que solicité al BCH para acudir a la última ampliación; estoy esperando a que suban un poquito las acciones de Banesto» son los 600.000 millones de "aguje- ro" que su gestión provocó en Banesto, según la última Junta de accionistas... -Otros hechos: el propio gober- nador dice efdía 30 que eso no es así. En cuanto a la Junta de Accionistas ¿qué Junta? Si concu- rre a ella el 0,4 por 100 del capital social distinto del Banco de Santander y algunos de los que intervienen tienen 50 acciones y uno una. La Junta es el Banco de Santander. -¿Usted por qué no acudió? -Porque es más fácil impugnar los acuerdos de una Junta no asis- tiendo que asistiendo, y nosotros -Las dos cosas son falsas. Nunca jamás he hablado con Solchaga de Antibióticos ni he hecho tal promesa. Nunca jamás he recibido la menor ayuda de nadie para Antibióticos. No existía ningún pacto de caballeros; los propietarios eran dueños de vendef a quien les diera la gana. -¿Es ético participar como accio- nista en una empresa de seguridad y concederle contratos con cargo a Banesto, desde la presidencia del banco? -Primero, yo no sabía que la empresa estaba trabajando con el banco. Segundo, si la adjudicación se produce tras concurso público y «A los banqueros la intervención no les ha costado nada, o, si no, busque en la cuenta de resultados de este año si hay una salida que ponga "para Banesto" -Hombre, la amistad es un senti- miento distinto, pero tenía con Alfonso Guerra una buena relación y hemos reflexionado alguna vez sobre los problemas del país, incluso coin- cidiendo en algunas ocasiones. Ibercorp y otros "agujeros negros" -¿Filtró usted a la Prensa el Dossier Ibercorp? -No. Lo lógico es que, si lo hubiera tenido, lo hubiera filtrado antes de la intervención. -De hecho, las primeras informa- ciones son de 1992. -Y yo me enteré de ellas por la Prensa. -¿Se ha vengado de algún modo de Mariano Rubio, como él preten- de? -No. Lo que le ha pasado a Mariano Rubio es que ha habido una serie de hechos, que le afec- tan, que son ciertos. -También hay una serie de hechos que le afectan a usted y DOMINGO 18-9-94 vamos a impugnar todos los acuer- dos que nos afectan, siempre que no perjudiquemos los intereses de los accionistas. -¿Cree usted posible que la Justicia revoque la intervención? -Creo posible y de hecho proba- ble que se anule el acto de inter- vención por emplearse en él un procedimiento inaceptable. Lo que no considero posible, ni busco, es que se retrotraiga la situación. Pero la ley dice que cuando la ejecución de una resolución es imposible, se sustituye por una indemnización y yo confío plenamente en la Justicia. -No voy a meterme en un terreno en el que usted me supera amplia- mente, pero tengo alguna curiosi- dad: ¿Es o no es verdad que empezó su carrera en Antibióticos vulnerando un pacto de caballeros que prohibía la'venta unilateral de una de las partes a uno sólo de los socios y mintiendo después a Solchaga respecto a su intención de vender la empresa una com- pañía extranjera? con todas supuesto que es ético. las garantías, por -¿Es un buen negocio vender el edificio central de Banesto propor- cionando un crédito al comprador y luego alquilárselo a ese comprador pagando un jugoso alquiler por ocuparlo? -Así funciona el mercado inmobi- liario en Estados Unidos. Nosotros anunciamos que íbamos a vender el edificio porque teníamos otros dos inmuebles y nos salia muy caro mantenerlos. El alquiler iba a man- tenerse sólo durante el tiempo que tardáramos en trasladarnos. -¿Estaba el banco en condicio- nes de hacer a la Universidad Complutense las generosas dona- ciones que, según algunas voces malévolas, le valieron el doctorado "honoris causa" -No se dio nunca una sola pese- ta a la Universidad Complutense. La conjura de los banqueros -Eñ una ocasión me dijo usted que apoyo o cariño son cosas que se dan con facilidad, pero que el dinero no se suelta así como así. ¿No le resulta extraño, entonces, que los bancos de este país estu- vieran dispuestos a desembolsar cerca de 200.000 millones de pesetas para tapar un' agujero ine- xistente, según usted, simplemente para desembarazarse de un perso- naje incómodo? -El Fondo de Garantía de Depósitos compra las acciones a 400 pesetas y se las vende al Santander a 800. A los banqueros no les ha costado nada, o, si no, busque en las cuentas de resulta- dos de este año a ver si hay alguna salida de gastos que diga "para Banesto". Pero, además, es que el modelo funciona al revés. Yo estoy seguro de que hay bancos, como el Hispano, que se enteran de la intervención el día 28 de diciembre. -Pues Amusátegui la ha justificado públicamente. -Y es muy libre de hacerlo. No olvide el concepto orteguiano de que cada uno es él y sus circuns- tancias, con lo cual uno puede tener que tener una opinión... ¿Usted cree que ante un hecho de esta'envergadura un banquero se puede negar? -O sea, que todos los banqueros están en el Sistema... -No les queda más remedio. En España no hay verdadero poder económico privado. -¿Hay o había hace unos meses otros bancos con problemas simila- res a los de Banesto y que no son o han sido intervenidos porque sus presidentes se han mostrado más dóciles? -Sinceramente, si se hubiera hecho, con otros bancos el mismo tipo de análisis que se hizo con Banesto, aplicando los mismos cri- terios, es probable que la situación no hubiera sido cualitativamente distinta. Isabel SAN SEBASTIAN A B C/ 17 ABC (Madrid) - 18/09/1994, Página 17 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.