1994-11-27.FARO DE VIGO.ENTREVISTA AGT ROGELIO GARRIDO

Publicado: 1994-11-27 · Medio: FARO DE VIGO

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ENTREVISTA A ANTONIO GARCIA-TREVIJANO
FARO DE VIGO. 27 NOVIEMBRE 1994
PERFILES CLUB FARO
ROPGELIO GARRIDO
Brillante, díscolo, irreductible, vehemente, apasionado, polémico, arrogante, vanidoso y sincero hasta el escándalo, Antonio García Trevijano tiene más vidas que un gato. Veinte años después de que en la Transición fuese difamado, censurado y vetado, vuelve a la carga fiel a sus mismas ideas: en España no existe una democracia, sino una oligarquía de partidos; es necesario reformar la Constitución y el sistema ele; el Estatuto de Autonomía conduce a la desintegración; España necesita una república presidencialista. Convencido de tener las claves del futuro, espera, impávido, a que llegue su hora.
ESPAÑA SE GOBIERNA DESDE BACELONA 
Si se realiza una consulta popular hoy, ¿la sociedad española votaría República o Monarquía?
El 80% votaría Monarquía y el 20%, República. Pero es como si en tiempos de Franco se hace un referendo libre preguntando “Franco, sí o no”, el 80% diría si y el 20% diría no. Si no hay un periodo previo de libertades, de discusión y de debate, el pueblo vota siempre a lo ya establecido.
¿Habrá monarquía dentro de 25 años?
 Yo creo que no, y no porque haya desaparecido Juan Carlos, sino porque la Monarquía no ha arraigado en España. Juan Carlos tiene una buena imagen, pero el problema de la Monarquía es que no puede resolver los gravísimos problemas que acucian a España, como la corrupción y la pérdida del sentido de la unidad nacional y del Estado.
¿Le pediría a Don Juan Carlos que tuviera una mayor presencia en la vida pública y política?
¡Ah, no! Yo a la Monarquía no le pido nada. Yo soy republicano.
¿Se considera el último o el primero de los republicanos?
Soy el primero. La República, que será inevitable en España, no puede ser un enlace ni con la Primera ni con la Segunda, sino que tiene que ser una República moderna, completamente diferente, presidencialista, con un sistema moderno de participación política, con garantías constitucionales, es decir, algo que no tuvieron las anteriores. Por eso le respondo radicalmente: creo que, de ser algo, seré el precursor, en las ideas al menos, de la futura República.
¿Por qué hablar de República hoy? ¿Por oportunismo, por afán de polemizar, por necesidad?
Desde luego, soy consciente de que sacar un libro con el título "El discurso de la República" es provocador, pero mi intención no es provocar. Yo estoy convencido de que el actual estado de partidos está hundido y de que el hundimiento de este régimen —que puede tardar un año, dos o tres o cinco— arrastrará consigo a la Monarquía. Por eso, he querido que exista la alternativa republicana. Trato de evitar que en España suceda lo mismo que en Italia: que al hundimiento de un régimen le suceda un Berlusconi.
En su opinión, ¿cuántos países del mundo gozan de un sistema democrático?
Estados Unidos, Inglaterra y Canadá. En Francia existe una cuasi democracia, porque la reforma de De Gaulle se quedó a medio camino.
¿Y en los demás qué hay?
Una farsa democrática absoluta. Nuestras democracias son una creación hecha por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, que inventaron el Estado de Partidos, amparándose en el nombre y el prestigio de la democracia, para tener un apoyo en Europa contra el comunismo. Si n guerra fría, esto no tiene sentido ninguno.
Por eso defiende que el pecado original de nuestro sistema político actual se halla en la Transición.
Claro que sí. En aquel momento, yo mantuve que no había peligro de guerra civil, ni peligro de golpe de estado, porque el régimen franquista estaba fundido, y sólo teníamos que esperar para reconocer todas las libertades simultáneamente, crear un gobierno de concentración nacional y a continuación abrir un periodo constituyente en el que decidir nuestra forma de estado y de gobierno. Por eso, digo que lo que hay en España hoy no fue producto de la voluntad de los españoles, ni siquiera producto de los poderes españoles, sino que lo decidió Norteamérica, Kissinger en concreto, y Alemania que convencieron al Rey para imponernos un régimen a su medida.
¿Quiere decir que nuestra Monarquía parlamentaria fue diseñada por Washington y Berlín?
No es que lo diga, lo sé.
De haberle escuchado en la Transición, ¿qué habría hoy?
Una República presidencialista no centralista, con parlamentos autonómicos en Galicia, País Vasco y Cataluña.
Usted es un firme defensor del presidencialismo...
...Es que si no hay presidencialismo no hay democracia.
¿Se presentaría a la Presidencia de la República?
Creo que no. No tengo vocación de administrador.
Se habla de felipismo, pero si Aznar estuviese doce años en el poder, ¿hablaríamos de aznarismo?
Estoy seguro. Yo jamás he definido la Transición como el felipismo. Felipe González es un producto de la Transición y nunca la causa. Es más, Felipe es un producto de la corrupción de las instituciones, nunca la causa de la corrupción. Por tanto, puedo asegurar que con Aznar continuará la misma corrupción y el mismo abuso de poder que hay hoy, aunque él tenga la voluntad de hacer lo contrario.
Da la impresión de que Aznar está repitiendo los mismos pasos que dio el PSOE en los años 80.
Exactamente los mismos, por eso actuará igual que González, es decir, controlará los jueces, al Parlamento y a la prensa. Aznar quiere acabar con el González de hoy, pero para ese está haciendo lo que González hizo antes.
¿De verdad cree que el nacionalismo catalán está poniendo en peligro la unidad nacional?
El nacionalismo es un movimiento parásito. El nacionalismo necesita vivir enquistado en el Estado, arrancar incompatibilidades, pero siempre oponiéndose a Estado.
O sea, que usted está seguro de que el pacto CiU-PSOE está perjudicando al resto de España.
Eso es evidente. Por ejemplo: el problema más grave que tiene España, además del paro, es la corrupción. Pues ese pacto impide que se investigue la corrupción en Madrid y en Barcelona. Punto.
Pero el PP también lo ha impedido, como se ha visto en el caso Hormaechea.
Naturalmente, es que todos participan del mismo juego porque saben que sin corrupción no podrían gobernar. Y es que lo más terrible de la corrupción es que en España es factor de gobierno. La clase política española es muy incompetente. ¿Por qué? Porque no está elegida libremente por los ciudadanos, sino por los jefes que premian a los más torpes, a los que valgan menos, a los que no les puedan hacer sombra. Y esta clase política produce una clase gobernante que provoca la incompetencia.
Hace unos días Pujol hablaba de peligro de confrontación civil. ¿A qué cree que se refería?
Sólo quería asustar. ¿Por qué? Porque tanto él como González temen perder el poder y que se someta a revisión unos mandatos llenos de corrupción. Por eso quieren asustar al pueblo español y que éste crea que está en peligro la paz y los siga apoyando.
¿De verdad cree que el pueblo español es tan lerdo?
Sí, lo creo. Ha dado pruebas de que es bastante ignorante en materia política.
¿Desde dónde se gobierna España, desde Madrid o Barcelona?
Hoy desde Barcelona.
Desde el momento que le permiten hablar con tranquilidad en cualquier foro de opinión, ¿no cree que la democracia todavía late?
La lumbre de la democracia no está apagada. Todavía hay un rescoldo sobre el que la Transición ha querido echar tierra pero las esperanzas democrátlcas que nacieron bajo la dictadura no están totalmente sepultadas.
¿Le recomendaría a Aznar que presentase la moción de censura?	
Sin duda alguna, aunque la pierda, porque es la única oportunidad que tiene de responder a la crítica que todo el mundo le hace: que carece de programa político.
¿Lo tiene?
Sí, lo que sucede es que no lo dice porque es el mismo de Felipe González.
¿Le ha pedido alguna vez el PP consejo o apoyo?
Jamás. El PP es mi enemigo congénito, porque es el heredero del franquismo. Y el único símbolo que queda de la lucha contra el franquismo soy yo.
¿Cuántas personas hay en España con su claridad de ideas
Uy, entre los intelectuales, ninguno. Periodistas, sí hay algunos, sobre todo entre los más jóvenes.
¿No teme que le tachen de egocéntrico, vanidoso, arrogante, de tener el monopolio de la verdad?
(Trevijano se ríe) No me Importa nada.	Estoy en la soledad política desde hace muchos años, y, aunque últimamente ya no lo esté tanto, si una persona no se afirma constantemente en sus opiniones, nadie le tomará en serio.
¿Cuándo fue la última vez que reconoció en público haberse equivocado?
Hace 16 años, cuando creía que el Partido Comunista nunca pactaría entregarse totalmente a cambio de la legalidad. Y ahora me estoy preguntando qué error estaré cometiendo, porque son demasiadas las personas que se acercan a mí. Demasiados oportunistas.
¿Usted cree que los jóvenes de hoy sienten sus ideales?
Yo veo que los jóvenes son los que han recogido el ideal de la democracia, y para eso tienen que vencer a la generación de sus padres, cínica, oportunista, y enlazar con la de sus abuelos, que es la mía.
Se le reprocha haber redactado la Constitución de la Guinea del dictador Francisco Macías. ¿Se arrepiente?
No, estoy muy orgullo de ella. La volvería a redactar otras mil veces. La Constitución que yo redacté para Guinea es infinitamente más democrática que la actual española. ¡Ya quisieran los españoles tener la Constitución que yo hice para Guinea! Sin embargo, mi Constitución no estuvo ni un minuto en vigor en la Guinea de Macías, sino la que redactó Herrero de Miñón.