1996-11-01.GENERACION XXI.ENTREVISTA AGT
Publicado: 1996-11-01 · Medio: GENERACION XXI
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ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO - FRENTE A LA GRAN MENTIRA GENERACIÓN XXI. 1 NOVIEMBRE 1996 CRISTOBAL COBO Y PACO OBRER Antonio García-Trevijano presenta a GENERACIÓN XXI, en exclusiva, su último libro, "Frente a la gran mentira" (Espasa-Calpe). Esta original obra rompe con todo el pensamiento político europeo de este siglo, esbozando una teoría pura de la democracia que, además, pretende incitar a la acción. Próximamente el libro será presentado en el Paraninfo de la Universidad Complutense. P: Ha vuelto a escribir un libro para la acción R: Totalmente. Este es un libro avocado a la acción. P: ¿A quién le corresponde la acción política que usted propugna? R: Corresponde sobre todo a aquéllos que trabajan en la investigación de la verdad, es decir, periodistas, jueces, abogados, científicos, todo el que por su vocación o su profesión está en la verdad y a la fuerza militante, que es la juventud y, entre la juventud, los estudiantes. P: Está usted apelando a que una minoría, mediante la libertad de acción política, cree un nuevo poder constituyente que establezca la democracia para todos. Eso recuerda al elitismo... R: Yo diría que sí. Soy elitista por la libertad igual que lo eran Friedrlch, Locke y como lo han sido todos los revolucionarios, y yo no tengo la culpa de que a dos tercios de la población le importen tres cominos la libertad. P: En la libertad de acción, ¿qué papel le corresponde a nuestra generación? R: Cada dos generaciones culturales, 30 años aproximadamente, en la historia se demuestra que se produce un movimiento en que la juventud es protagonista o bien participa de una manera emocional, vital o existencial... La última fue la del 68, pero si pasamos antes, en el 38 fue la gran crisis de la guerra, fue la juventud la que estaba muriendo y combatiendo; pero es que en el año 8 fue la gran crisis de la sociedad europea, y en España la del 98, pero es que antes está la del 68, que es la Revolución Gloriosa... No falla. P: Entonces, ahora nos tocaría en el 98... R: Claro, ése es el hecho histórico. Hay una explicación, la teoría de Pareto, la circulación de las élites. Cuando se produce un cambio político la generación que lo protagoniza ocupa el poder, y ocupa todos los puestos en la sociedad, como ocurrió aquí en la Transición. La generación siguiente se encuentra que son sus padres culturalmente y lo aceptan, y todavía no sufren las consecuencias muy gravemente. Pero la siguiente generación rompe porque no tiene porvenir ninguno... No es casualidad que en el año 98 se va a dar además el fenómeno de Maastricht, que empezará en enero y que provocará una crisis enorme. ¿Y quién puede romper? Ya en el 68 se vio que la clase obrera había perdido protagonismo y que fueron los sindicatos los que pararon a los jóvenes. Pero yo, lo que insisto en mi libro, es que no podemos cometer los errores que cometió la juventud en aquel momento. Por ejemplo, se decía "la Imaginación al poder", confesando que el movimiento no es político, que no tiene una teoría, que no tiene una estrategia y que es incapaz para ocupar el poder. Si no, no pediría la imaginación al poder, eso no es imaginación, es una confesión de impotencia. El 68 fue una crítica a la alienación de la sociedad, pero no del Estado... No tocaron al Estado, no tenían alternativa política. Yo lo que propongo a la juventud es que remonte contra la corriente infectada por la posmodernidad y por la Guerra Fría y por los eclecticismos, hasta volver a recuperar lo natural, a los instintos, confiar en los instintos. P: ¿Frente a la gran mentira? R: Sí. La gran mentira es presentar como democracia y como libertad política lo que es una pura oligarquía y libertades civiles. P: ¿Y no hay una oligarquía financiera? R: Sí, pero esa oligarquía financiera, si está reforzada por la oligarquía política, es indestructible. P: ¿Cree que predomina lo político sobre la economía? R: Absolutamente. P: Desde la izquierda se dice que usted se queda en meros cambios formales... R: Es normal que se me haga esa crítica si todavía se cree en la validez del marxismo. Yo en mi libro respondo que la democracia política no garantiza la democracia social, pero la oligarquía de partidos garantiza que jamás puede haber una democracia social. Yo quiero romper la oligarquía de partidos para hacer posible la democracia social, a través de la democracia política... P: Cuál es su definición de democracia? R: Se puede definir como el gobierno constitucional, representativo y responsable que la libertad instala como régimen político en el Estado, separando el poder legislativo y el ejecutivo, asegurando la independencia de la autoridad judicial y apelando y estableciendo la apelación al pueblo como garantía institucional de la libertad política. P: Lo que hay actualmente, ¿tiene algo que ver con ese concepto de democracia? R: No. El poder político y el legislativo no están separados. Eso no lo digo yo ahora. El propio Montesquieu dice que si un cuerpo legislativo designa de su seno un comité para que gobierne, no hay separación y no hay libertad política. No hay independencia en la autoridad judicial porque está nombrada o bien por el legislativo o por el ejecutivo, o por los dos. Y tampoco hay en ningún país europeo la institución de apelación al pueblo en garantía de la libertad política. P: Su libro habla del escollo de la Revolución francesa... R: Sí, porque hay una gran mentira en la Revolución francesa que he desvelado en mi libro. La Revolución francesa nunca se propuso conquistar la libertad política, ni la democracia. La mentira de la Revolución francesa es que se movilizó por los derechos naturales, por los derechos del hombre. Algo que se moviliza por algo anterior al Estado (y los derechos naturales son anteriores al Estado), no tiene naturaleza política. Y el mayo del 68 francés repite el error de la Revolución francesa. Se preocuparon de reformar la monarquía para que el pueblo estuviera presente en la legitimación, pero al gobierno lo designaba el rey. Esa es la Monarquía constitucional y después, al matar al rey, se unieron los dos poderes y acabaron con las posibilidades de democracia. P: Y cómo explica ud. que un sistema como el inglés no haya roto con la tradición R: Porque Inglaterra tiene una tradición de libertad. En Inglaterra basta que llegue la república y ya la tiene. Allí los electores son de distrito, lo tienen todo, no les falta más que la república. P: ¿Y el caso americano? R: Es que ésos tienen democracia. No es perfecta porque les falta la apelación al pueblo, pero tienen el "impeachment", que funcionó bien con Nixon. P: Entonces ¿Ud. aceptaría el sistema americano? R: Mañana mismo. Hombre, los jueces no, porque no podemos trasplantar el sistema judicial americano aquí. Aquí tenemos que partir de lo que hay y mejorarlo. P: Se ha dicho que su libro es una síntesis de Rousseau y Montesquieu... R: Sí, porque Montesquieu trata el tema de la libertad política desde la perspectiva del que manda, y dice que si se dividen los que mandan y entre ellos hay celos, los que estamos debajo estamos tranquilos, pero eso implica que el poder no pertenece a los que obedecen, sino a los que mandan. Y da una idea genial para que no nos molesten demasiado los que mandan. Rousseau no acepta ese prejuicio y dice que la libertad tiene que partir de los que obedecen. Rousseau es un revolucionario porque no admite que la obligación política pueda tener una legitimación diferente de aquél que obedece. Yo sigo el pensamiento de Rousseau hasta que se desvía, a la hora de construir el contrato social. Y cuando comete el error, vuelvo a Montesquieu y sigo su investigación, y ése es mi libro. Es la primera vez que se hace, y a eso yo le llamo teoría pura de la democracia, aunque en realidad yo soy empírico y estoy más cerca del pensamiento anglosajón. P: En su crítica a la partitocracia ¿qué autores le han influido? R: Yo creo que la experiencia. No conozco ninguna crítica sistemática a la partitocracia. De la experiencia de la Junta Democrática yo vi que a los partidos no les interesa más que el poder. P: ¿Qué acogida espera que tenga su libro por parte de los docentes? R: Procurarán ignorarlo, porque supone dejar aquello en lo que han creído en 30 o 40 años, es dejar a sus autores, todo eso se viene abajo. P: ¿A qué tiene miedo la juventud? R: Al paro, no tienen más miedo a que si se rebelan, los mayores no les den trabajo... La única manera de perder el miedo es si les tienen miedo a ellos, entonces verás cómo cambia la situación. P: Pero la juventud no se mueve... R: Lo que le han vendido los partidos a la juventud no es nada, es viento. La juventud tiene que esperar una oportunidad histórica que creo que ha llegado. ¿Por qué escribo mi libro ahora? Porque antes presentía que me iban a tomar por un loco. ¿Por qué ahora y no hace dos años? Porque hace dos años no había fracasado Aznar. P: ¿Y no cree que la situación puede derivar hacia un turnismo como en la Primera Restauración? R: Sí, si no lo impedimos. La respuesta está en mi libro, en el capítulo de los escollos a la libertad. Lo probable es que esos caballeros de la dominación interrumpan la libertad de acción del pueblo con un pacto que impida la apertura del proceso constituyente. La gran amenaza es la dictadura de partidos. P: ¿No cree que es difícil que este mensaje llegue a un joven? R: La democracia no es una idea, son realidades inmediatas, y si la juventud no se moviliza es una generación perdida y no tiene nada que hacer. El ideal de la democracia coincide con su interés generacional. Yo combino la convocatoria de los ideales con la inteligencia de los intereses. ¿Es que se puede ser digno viviendo en medio de la mentira? P: Suponemos que invitará a todos los estudiantes a la presentación de su libro... R: Es lo que quiero. El acto se celebrará casi seguramente en el Paraninfo de la U.C.M., en la calle San Bernardo y próximamente se concretará la fecha. • A QUEMARROPA Preguntamos a Antonio García-Trevijano qué diría a los universitarios comprometidos... A la militancia católica… R: La Iglesia, de todas las instituciones españolas, es la que mejor se ha portado durante la Transición, es la que menos provecho ha sacado en el reparto, es la que con mayor dignidad se ha portado. La religión es un sentimiento muy cercano al sentimiento político. Una conciencia religiosa no puede permitir y vivir en el mundo de la corrupción y de la mentira hereditaria, y tiene que romperlo. Recomiendo que lean a Edgar Quinet. A los que militan en partidos políticos representativos para intentar transformarlos desde dentro... R: Ilusos. Nada se cambia desde dentro. Eso se sabe en la antropología, después del estructuralismo, de todos los estudios... Se sabe que para que una estructura cambie tiene que chocar con otra. A los que trabajan en corporaciones universitarias, como delegados, etc R: Que lo esencial en la juventud es que adquiera conciencia de su personalidad de estudiantes en el mundo actual. Los estudiantes son una fuerza política de primer orden y no lo saben. Y no pueden dejar que les manejen los partidos. A los que creen en las ideologías… R: Que piensen por sí mismos, a partir de su instinto natural. A la llamada Izquierda alternativa, R: Tienen el mismo defecto que el 68, como el feminismo. Fracasaron por una falta de conciencia política... A los nacionalistas de todo signo… R: Los nacionalistas, si quieren ser demócratas, tienen que comprender que el nacionalismo deja de tener sentido si triunfa. Para comprender que el nacionalismo es una ideología falsa, basta que se pongan en la hipótesis de que triunfa. Si triunfa, ya se acabó. O te conviertes en imperialista o tienes que disolverte. A los mitómanos R: Esos que se vayan a los psiquiatras. A los que pasan de todo de manera militante… R: Hoy tienen motivos. Si yo no tuviese un ideal político realizable también pasaría de todo. Esos son más inteligentes. No se equivocan en la realidad. Ellos no votan porque ven la mentira, pero no ven que contra la mentira hay algo que se llama verdad de los hechos. A los que esperan que un grupo les dé una visión del mundo. R: Les digo que si conozco tu secta, tu banda o tu partido, me adelanto a tu argumento, ya lo conozco. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA POR ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO SOBRE TEORÍA DE LA DEMOCRACIA Maquiavelo, "La década de Tito Livio". Montesquieu, capítulos 9 y 11 de "El espíritu de las leyes". Rousseau, "El contrato social". Tocquevllle, el primer tomo de "La democracia en América". Benjamín Constant, algunos opúsculos pequeños de sus obras políticas, como "Fragmentos", y "La usurpación". Locke, el segundo ensayo del constitucionalismo. Cari Friedrich, “Teoría y realidad constitucional".