1976-03-20.BLANCO Y NEGRO.ENTREVISTA AGT

Publicado: 1976-03-20 · Medio: BLANCO Y NEGRO

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ENTREVISTA A ANTONIO GARCIA-TREVIJANO
BLANCO Y NEGRO, 20 MARZO 1976
En su despacho de Castellana, 106 Don Antonio García-Trevijano tiene colgados, sobre el tapiz granate de las paredes, los retratos de dos padres de la Reforma, Lutero y Melanchthon. Los pintó en 1546 Lucas Cranach, justo dos meses antes de la muerte del primero y un año después que comenzara en Roma el Concilio de Trento. No han salido de su hierática perplejidad Es como si, sarcasmos de la Historia, anduvieran cumpliendo condena de destierro en este país, que fue, no hace tanto, martillo de herejes, espada de Roma y luz de Trento.
A don Antonio García-Trevijano, presidente hoy de la Junta Democrática de España, la definió en diciembre de 1971, don Emilio Romero como notario excedente, abogado activo y político barojiano, experto en revalorización de solares, antiguo consejero político con vistas a los negocios de la programada Suiza africana y capitalista, conocido de circulación bancaria, a propósito de dos "affaires": la descolonización de Guinea y la suspensión del diario Madrid. 
—El cierre del periódico Madrid obedeció a razones exclusivamente políticas. Los supuestos defectos en la inscripción fueron solo un pretexto. El entonces ministro de Información y Turismo Sánchez Bella, dio un ultimátum a don Rafael Calvo Serer. presidente del Consejo de Administración, para que dimitiese al director don Antonio Fontán y pusiera en su lugar a don José María Alfaro, ex embajador en Argentina. Era la materialización de la postura del ministerio, desde Fraga Iribarne a Sánchez Bella, frente a la línea editorial del periódico, que era de centro y reformista. Que proponía, acatando la legalidad vigente, determinadas reformas para acercarse a la libertad y a la democracia. Es curioso que las hostilidades partieran de Fraga, que hoy ha venido a declararse de centro y reformista.
—¿No lo era usted también entonces?
—No: yo siempre he estado contra la dictadura. He creído que el centro es un concepto político inexistente y que no se puede reformar una estructura de poder desde dentro de ella misma. Mi intervención fue exclusivamente profesional y consistió en defender a mi cliente frente a las injerencias del Gobierno: frente a las pretensiones de la Organización Sindical, que, a través de don Emilio Romero, intentaba apoderarse del periódico mediante un contrato de arrendamiento, y también frente a un pequeño grupo de periodistas que pretendía quedarse gratuitamente con la cabecera del periódico. El comportamiento de la empresa me atrevo a calificarlo de ejemplar, sobre todo después de ver lo ocurrido con la empresa editora de «Nuevo Diario. No sólo pagó los sueldos íntegros con pluses y horas extras, a todos los trabajadores durante cinco meses después del cierre, sino que, ante la imposibilidad de que periódico volviera a aparecer liquidó su patrimonio, pagó a sus acreedores y cifró la indemnización legal máxima para sus trabajadores. Abonando además una indemnización extra de carácter voluntario.
— ¿Volverá a salir el Madrid?
—Está muy próxima la sentencia del Supremo en el contencioso administrativo, que la empresa interpuso contra el Gobierno, y tengo muchas esperanzas de que esa sentencia sea favorable. En cualquier caso, don Rafael Calvo Serer sigue teniendo la titularidad de la cabecera y, en el momento que lo juzgue conveniente, puede volver a solicitar la inscripción en el Registro.
—Cambiemos del terreno profesional al político. ¿Cuál ha sido su intervención en la formación de la Junta Democrática de España?
—Existe un gran desconocimiento en la opinión pública, salvo en los sectores politizados, sobre el origen, el contenido y los propósitos de la Junta Democrática. Su origen está en la búsqueda de unidad de las fuerzas de la oposición al régimen y su conexión con las fuerzas reales que están produciendo la transformación social y económica de España la operación consistía en sentar las bases de la unidad entre determinados sectores industriales de mucho peso en la vida económica del país y las organizaciones de los trabajadores, las Comisiones Obreras. Esta fue la primera piedra del edificio. La muerte de Carrero Blanco me llevó más tarde a continuar el proyecto para evitar que, a la muerte de Franco, la convivencia española pudiese estar enfrentada a un vacio dramático, fuente de nuevos conflictos. Carrero representaba el punto de equilibrio entre la burocracia del Régimen —del que él era el primer burócrata— y los sectores capitalistas, principalmente la tecnocracia de los hombres del Opus Dei, que desde 1957 tenían en sus manos el control del aparato económico del Estado. Con la muerte de Carrero, el Estado franquista entra en descomposición y el equilibrio roto intentará Arias recomponerlo con la figura de Herrero Tejedor. La operación es imposible. Era el momento de ofrecer a la burguesía un pacto con la clase obrera.
—Según algunas informaciones aparecidas en la Prensa. las personalidades Integradas en la Junta, encabezadas por Calvo Serer y usted, estarían formando un partido político.
— No es una información exacta. No se trata de formar ningún partido. En las relaciones que se mantienen entre la Junta Democrática y la Plataforma con vistas a la unidad se nos ha criticado en el sentido de que no era admisible la presencia de personas que no pertenecen a partidos u organizaciones. Entonces, los independientes hemos decidido actuar coordinadamente y pronunciarnos con un solo voto. El único programa que tenemos es el de la Junta, y dentro de este grupo hay decenas de miles de ciudadanos, desde la derecha inteligente a la extrema izquierda, que por distintas razones no pertenecen a ningún partido.
—¿Cuáles son las razones de su independencia?
—la clave está en la importancia que tiene para mí la conciencia de Estado. Noción muy distinta de la razón de Estado y de la conciencia del Estado. Es muy difícil adquirir esta conciencia de Estado desde una posición de partido. Desde las guerras napoleónicas hasta hoy no ha habido en España ningún partido político, ningún movimiento ni desde luego, ninguna figura política que tuviera conciencia de Estado. Cánovas, que es el personaje que más se cita, no fue —como tampoco lo es quien lo cita— un "hombre de Estado", sino un hombre del Estado. Para la derecha progresista y democrática y para la izquierda en general —para el movimiento obrero—, el concepto de la conciencia de Estado puede ser un concepto mucho más diáfano que el concepto nacional: no enmascara la conciencia de clase y se limita a convocar a izquierda y derecha para la construcción de un Estado que pueda ser utilizado como instrumento de administración pública y de dirección y control de la economía. Del mismo modo que las clases obreras, en la primitiva concepción anarquista, consideraban a la maquina como un enemigo y ahora aceptan la concentración industrial, del mismo modo podría aceptarse hoy al Estado fuese ese gran aparato de producción, cuidando de su desarrollo y administrándolo en beneficio de sus intereses de clase, siempre que esta utilización hubiera resultado de elecciones libres por la mayoría de la población.
—¿En qué posición quedarían las nacionalizaciones en esta hipótesis?
—Estoy en contra de un Estado federal, como proponen el equipo de la Democracia Cristiana o el P.S.O.E al incluirlo dentro de la alternativa democrática. La única forma de conseguir un Estado aparentemente neutro, que pueda ser utilizado por fuerzas progresistas o conservadoras, es desvinculando el aparato estatal de la oligarquía financiera. La separación del poder del dinero del poder del Estado. Esto no quiere decir que esté en contra de las nacionalidades. Considero necesario que la alternativa democrática se realice al mismo tiempo a nivel del Estado español y de las nacionalidades vasca, catalana, gallega. Hay una solución política inmediata, el estatuto de autonomía. Luego, durante el proceso constituyente, la síntesis de un presidencialismo a nivel del Estado y un parlamentarismo a nivel de las nacionalidades o regiones autónomas puede ser una solución viable.
—¿En qué consiste la ruptura democrática?
—Mi primer, y más grave preocupación en este momento es la de asegurar el carácter pacífico del proceso de cambo de la dictadura a la democracia. Corrijo, hoy no estamos bajo una dictadura, porque no hay un dictador. Estamos bajo el mismo régimen de la dictadura, administrado directamente por la misma oligarquía que detentaba el poder durante la dictadura. La forma actual es una oligocracia. Para preservar el carácter pacífico de este proceso y para tomar las precauciones necesarias con el fin de que no se produzca en España un clima prebélico o de descomposición de la convivencia social existen dos proyectos el reformista del Gobierno y el de la ruptura —o alternativa— democrática de la oposición. De los dos proyectos, la propaganda, la mayor parte de la Prensa, la diplomacia y ciertos círculos políticos internacionales han elegido por hoy el proyecto de reformas, basándose precisamente en la preocupación que a mí me embarga; preservar el carácter pacífico del proceso. La reforma es presentada como el proyecto más lógico y prudente de llegar a la democracia gradualmente a través de etapas. Y, sin embargo, el proyecto de reforma es exactamente lo contrario. Es el camino más difícil, más penoso, más violento y más irresponsable para establecer la democracia.
—Palabras mayores
—Sí, pero mayor es su desatino. Pretende nada menos que institucionalizar la discriminación y la desigualdad entre los españoles. En este sentido es una provocación objetiva a la violencia. Por otra parte, las masas populares, los sectores marginados de la vida pública no pueden mostrar un grado de confianza y credibilidad suficiente a quienes durante cuarenta años han sostenido dogmáticamente la antidemocracia y han reprimido las libertades, aunque hoy empleen un lenguaje literalmente distinto. Más coherentes y, por tanto, menos peligrosas son las posiciones de extrema derecha. La prueba de que la reforma conduce directamente a la violencia son los sucesos de Elda, Vitoria. Tarragona, Basauri. Si el Ayuntamiento, la Diputación, los Consejos de trabajadores y empresarios toman una posición pública contra la actuación de las fuerzas gubernamentales, no puede caber la menor duda de que la responsabilidad del ministro de la Gobernación es la más grave y que por razones de alto interés nacional conviene que sea destituido. Todavía estamos a tiempo de conseguir la libertad y la democracia por vía pacífica y es urgente hacerlo antes de que el clima se deteriore más. Esta alternativa consiste en el reconocimiento de todas las libertades políticas en un solo acto, sin discriminaciones ni exclusiones.
—Sin exclusiones, es decir, con todos los partidos políticos. Incluido el comunista y los partidos revolucionarios. ¿Es así?
—El Partido Comunista Español es un partido independiente de Moscú —condición que no se da en la facción de Lister, a quien han querido instrumentalizar en contra del P. C.—. En segúndo lugar, es un partido democrático. Quiero decir que son intolerables los ataques y la exclusión del P.C. del juego democrático por parte de los únicos totalitarios que en España hemos conocido los totalitarios del régimen. En cambio, son lícitas y pertinentes las dudas y las criticas que hagan desde la oposición, y unidos con el P. C, los verdaderos demócratas.
—¿Qué relaciones existen entre los grupos de la Junta Democrática y los de la Plataforma?
—Continúan las conversaciones para llegar a un entendimiento. Aunque hoy sólo existen dos opciones el reformismo o la alternativa democrática, ciertos partidos dentro de la Plataforma, aun participando del concepto de ruptura, de hecho vacilan aún respecto a la táctica gradualista de la reforma. Yo sé que no se trata de tácticas subjetivamente oportunistas para conseguir una esfera de poder en la reforma. Afirmo el carácter y la conducta inequívocamente democráticas de estos grupos. Ocurre que son grupos que creen que se hace camino al andar y como ellos andan democráticamente, consideran que el camino que trazan es democrático. Hacer camino al andar es una hermosa idea poética, pero una falsedad política, porque sólo se hace camino al andar cuando se anda encaminado. Por ejemplo, la participación en las elecciones municipales que se anuncian es andar por el camino de régimen, y el resultado inmediato es la desunión de las fuerzas democráticas. Hasta ahora sólo han dicho que si se dan las condiciones de libertad total, sin exclusión de ningún partido, ellos participarán. Es un planteamiento hipotético imposible de verificar.
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Ni Lutero ni Melanchthon han esbozado el menor gesto al oír hablar de reformismo. El tiempo se ha encargado de devaluar los conceptos, pero es que hay reformas que se escriben con minúscula.
M. P. C.