1976-07-08.INTERVIU.ENTREVISTA AGT
Publicado: 1976-07-08 · Medio: INTERVIU
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ENTREVISTA A ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO INTERVIU, 8 de julio de 1976 El nombre de Antonio García-Trevijano y Forte ha llamado la atención de los españoles del país apolítico, por lo menos en tres ocasiones. Con motivo del holocausto del diario "Madrid". Por razón de las informaciones con sordina, que trascendían a propósito de la independencia de Guinea. Y en el nacimiento de Coordinación Democrática, cuando el 29 de marzo pasado se convocó una rueda de prensa en su despacho madrileño de Castellana, 106, y fue detenido junto a los señores Aguado Aguilar, Álvarez Dorronsoro y Marcelino Camacho (ver INTERVIU, número 6). Procesado como presunto autor de un delito contra la forma de Gobierno, permaneció en prisión 76 días, siendo puesto en libertad bajo fianza (tras el depósito de quinientas mil pesetas) el 12 de junio de este año. García-Trevijano, que en Coordinación Democrática aparece como "perteneciente al grupo demócrata independiente", es figura que llama la atención del desorientado observador de la calle que tras la muerte de Franco se ve sumergido en la vorágine de las siglas de los partidos en vías de formación o en camino de su reconocimiento, porque concita la animosidad de la derecha instalada y de más de un sector de izquierdas en vías de instalación. A ese observador estupefacto, a lo peor, se le ha pasado que García-Trevijano fue quien llevó a la Junta Democrática y a la Plataforma de Convergencia a unificarse en Coordinación Democrática. Y que es español que puede dar mucho juego en el periodo de transición en que estamos inmersos; y no digamos en el que pueda venir después. Por todas estas razones y la de un mejor conocimiento de su persona le traemos a esta sección. NACIDO UN 18 DE JULIO - ¿Cuándo nació? - El día 18 de julio de 1927. Tengo, pues, cuarenta y ocho años. - Es curioso la cantidad de gente que ha nacido el 18 de julio... - Sí; en España, toda la derecha. - ¿Dónde vino al mundo? - En Alhama de Granada. Toda mi familia es granadina. - ¿Está casado? - Sí. Con una francesa. - ¿Cuántos hijos tiene? - Dos hijos varones, uno de 15 y otro de 11. - ¿Es un hombre adinerado? ¿Cuál es su "curriculum" profesional? - Soy un profesional que tiene un nivel de ingresos alto. Además de mi profesión de notario y de abogado, tengo un bufete que está clasificado en el Colegio de Abogados entre los primeros de España por su nivel de ingresos. Antes del año 69 realicé dos o tres negocios empresariales, pero a partir de ese año cesé en toda actividad respecto a ellos. Soy considerado un hombre adinerado, pero no porque tenga dinero. Vine a Madrid sin ningún medio económico y empecé a ganar después de los treinta años. Todo lo que ingreso lo gasto en vivir y en la política; es decir, no hago inversiones para tener rentas. - ¿Cuál es su "curriculum" político? - Estoy dedicado a la política desde mis años universitarios. Incluso en el último curso de bachillerato en el Instituto de Granada ya tenía conciencia política, y siempre he sido y he estado en la oposición. Nunca creí en el reformismo ni en la evolución del Régimen. Siempre he estado en contra del régimen de Franco, por la vía pacífica. Llevo más de veinticinco años en la política activa de oposición. - ¿Y cuál es el "curriculum" penal? - He tenido varios procesos: el primero, por el asunto de Guinea. Tomé parte y ayudé a los trabajos que condujeron a la constitución de la independencia de ese país, y he asesorado al Gobierno que resultó elegido y como jefe de Estado al presidente Matías. El Gobierno español me hizo entonces objeto de un proceso bastante aparatoso, pero como Marías accedió a la jefatura del Estado, aquél se sobreseyó y no pasó nada. Luego he tenido otros, la mayoría promovidos por Emilio Romero; unos se sobreseyeron y otros los he ganado en la vía penal sin tener que pasar por ellos a Carabanchel. Después sufrí también multas, investigaciones fiscales permanentes, incluso he estado continuamente asediado. Y prescindiendo de las campañas de difamación que se me han hecho siempre desde la prensa del Movimiento, por el asunto del periódico "Madrid", y por lo de Guinea, también añadiré a este "curriculum" que me pide un atentado a consecuencia del cual hube de guardar cama durante 25 días. Resulté con tres costillas fracturadas y me llenaron el pecho y la espalda de hematomas. Finalmente, a causa de Coordinación Democrática, he estado por primera vez en la cárcel. Multas gubernativas las he tenido en todas las partes a donde he ido. La verdad es que en todo esto me siento discriminado: se me tolera menos, se me persigue más que incluso a los partidos marxistas. - ¿A qué cree que se debe tal persecución? - A que el régimen de Franco ha producido, por falta de libertad, una corrupción en las costumbres (morales, políticas, y de las cuales las económicas no son más que una mera consecuencia) y en la oposición, por esos casi cuarenta años de impotencia, ha originado también unos modos de producirse (oposición de salón), de palabras, verbal, retórico en los que nunca he participado. No soy un hombre que esté integrado en la clase política de la oposición. No he asistido nunca a cenas ni a círculos; he ido siempre a cosas concretas, a batallas determinadas, donde creía que tenía los medios de poder desarrollar una acción democrática. Entonces el Gobierno ha visto siempre en mí una coherencia total entre palabra y acción, y, claro, en un periodo de crisis, en un período de confusión tan grande como el actual, y en un momento de debilidad gubernamental, es mucho más peligrosa la postura moderada de coherencia total entre lo que digo y hago que no posturas que pueden ser teórica o real-mente izquierdistas y revolucionarias, pero que luego se hallan dispuestas al pacto, a la transacción y al compromiso, mientras que yo soy hombre que jamás aceptaré nada que la opinión pública y el pueblo no puedan conocer diáfanamente. - ¿Existe entonces una coherencia de la represión hacia la persona de ideas claras y concretas y posiciones lógicas, y se la persigue más que a la izquierda folklórica que sirve para alegrar la vida de la situación? - Quiero decir que, por encima de la separación que hay, entre la clase política del Régimen y la de la oposición, existen afinidades más profundas. Está claro, por ejemplo, que hoy, ante los partidos socialistas que levantan el puño y cantan "La Internacional", el Gobierno adopta una actitud tolerante; sus líderes están promocionados en la prensa, y los propios periódicos de la derecha los están cultivando. Y yo, que jamás me he declarado ni marxista ni socialista, sino simplemente demócrata, resulto más peligroso que esas declaraciones de socialismo. Hoy, el problema no está en el socialismo. Por eso el Gobierno se muestra encantado de que haya partidos y se celebren congresos socialistas; el problema actual de España no es el socialismo: es la libertad. Y yo no hablo más que de libertad. Y de libertad ahora, para todo el mundo, inmediata y sin discriminaciones. Eso es lo que el Gobierno no tolera. - ¿En cuál de estas tres facetas se ve con más futuro a corto plazo? ¿La profesional, la política o la penal? - En la penal. - ¿Y a largo plazo? - En la política. - Biográficamente, ¿cuándo nace en usted la vocación de la libertad? - Desde pequeño. Mi padre era liberal y yo he tenido la suerte de que mi padre sintiera mucha admiración por la cultura y la formación anglosajonas. Desde niño aprendí lo que era el valor de la libertad. LA OPOSICION, ENCARCELADA - Las estancias en Carabanchel, ¿son un "martirio" políticamente rentable? - Creo que hay que distinguir: para algunas personas, sí. En mi caso, no. Ha sido mucho más rentable para el Gobierno que para mí mantenerme en tal sitio. - ¿Por qué comete el sistema el error de hacer esa clase de "mártires"? - El Gobierno no comete errores. Tiene en la cárcel verdaderamente a la gente que debe de tener, es decir, a aquellos que son los líderes de partidos como el comunista, de Comisiones Obreras y demás grupos coherentes. Fíjate cómo allí no hay nadie de la oposición verbal. - Quiero decir que al poner a estos líderes en prisión, en cierta forma los "promociona"... - Eso es verdad. Pero toda medida tiene un aspecto bueno y otro malo que depende de la perspectiva con que se mire. Porque si de un lado, por ejemplo, el nombre de Marcelino Camacho es muy famoso, del otro, la persecución y represión que ha sufrido retrae a la clase obrera de hacer las mismas cosas que él, ya que no todo el mundo está dispuesto a ser un héroe. Así que, en definitiva, creo que la represión anterior ha atrasado el momento de la crisis y la actual atrasa el momento de la libertad. La represión no favorece en nada a quienes luchamos pacíficamente por aquélla. Es un error pensar que la cárcel es un trámite que se debe cumplir. Allí no hay que ir nunca. Y si se va es porque el Gobierno se empeña, no porque nosotros hagamos lo más mínimo por ir a ella. No existe, al menos en mi caso, ninguna "vocación" y si antes le he dicho que me veo con futuro en la faceta penal, es porque no estoy dispuesto a ceder en nada y también sé que el Gobierno tampoco lo está en llegar a la democracia; y como hay muchos partidos vacilantes, es lógico que me detengan para imponer un cierto temor a los demás. - ¿Tiene información, ahora, sobre las crisis de Gobierno y las presiones a propósito de su liberación? - Sí; aunque de todas formas esto es muy relativo. Ha habido gestiones. Yo me negué a que se hiciese cualquier clase de gestión para conseguir mi libertad. Pese a tal negativa no pude evitar que distintos países europeos y también en Norteamérica, a través de autoridades políticas de primer orden, se interesaran por mi libertad. Yo les estoy muy agradecido. Y niego todas las interpretaciones que ha habido, porque son falsas e interesadas, de que existiese una razón personal entre el señor Fraga y yo, que explicara mi retención. Eso no es cierto; entre nosotros no hay ni habrá nada que no sean motivos políticos; nunca habrá nada personal porque, ni le conozco ni le he tratado. No hay nada más que un antagonismo político y, repito, nada personal. Soy antagónico únicamente con las ideas políticas que representa el señor Fraga, que no son sino el autoritarismo. - ¿Qué hubo de las presiones de un grupo del Senado norteamericano sobre el Gobierno español? ¿Le son simpáticos los norteamericanos? - En primer lugar yo no puedo estar sino agradecido a quienes se hayan interesado por mi libertad. No se trata de un problema de simpatías. Conozco Norteamérica; sé el tipo de gobierno que es, y que tiene cosas admirables en su pueblo y sociedad: también las tiene muy defectuosas en su sistema de gobierno. La verdad es que aquellos senadores, más que presionar, han realizado una gestión indirecta, ya que lo que hicieron fue anunciar que en el Senado y en el Congreso realizarían una moción a mi favor y al de Rafael Calvo Serer. Eso se publicó en los boletines internos del Senado y del Congreso y pudo motivar una inquietud aquí en el Gobierno; pero no sé si fui liberado por tales presiones o simplemente por qué el Gobierno comprendió que lo que perseguía deteniéndome lo había conseguido ya, o había fracasado y no lo podía conseguir. - ¿Cómo es de cómoda la vida dentro de Carabanchel? - He tenido la suerte de que allí se había inaugurado hacía unos cuatro meses un ala nueva, la galería sexta, que es donde ahora están los presos políticos. Como se trata de un edificio recién terminado tiene sus ventajas; pero aprovecho para decir que ya están rotas las escaleras y lleno de defectos, lo cual revela que la construcción ha sido muy mediocre. Sin embargo, al ser un edificio nuevo todavía las condiciones de higiene y de limpieza son notablemente mejores que en el resto de las galerías. La cárcel es un sistema de vida muy desagradable, porque aunque uno esté dispuesto a todo, no le es fácil verse tratado como un niño o como un soldado que se ha de mover a toque de corneta. No se sabe el tiempo que se va a permanecer encerrado en la celda, se siente uno manejado como un objeto... Tengo que apuntar, no obstante, que los funcionarios fueron muy correctos y educados conmigo, y la mayoría de ellos son inteligentes, pero el reglamento y el sistema son totalmente anacrónicos, no responden a las necesidades de las sociedades modernas. Pienso que todo ese sistema de vida tendrá que ser radicalmente transformado cuando haya un sistema político democrático. EL DIARIO "MADRID" - Su nombre, para el hombre de la calle, se encuentra indefectiblemente adscrito al del diario "Madrid". ¿Qué recuerdos le trae aquella aventura? - No considero que fuese una aventura, sino una resistencia contra la intransigencia, primero del ministro Fraga, y luego la de su sucesor, el señor Sánchez Bella. No toleraban en aquella época la existencia de un periódico mucho más moderado que las reformas que propondría luego el señor Fraga antes de ser ministro. Yo no estaba identificado con la línea del periódico; el periódico era de Rafael Calvo Serer y yo actuaba solamente como abogado. Como tal defendía y tenia simpatía por el que en aquel momento propugnaba la reforma, pero nunca creí que fuese posible lo que el periódico "Madrid" pedía. Como hoy tampoco sigo creyendo posible la reforma que el Gobierno propone. Quizás el único recuerdo grato que pueda tener sea el de la solidaridad de los obreros hacia mi conducta profesional y política de defender no solamente los puestos de trabajo, sino la dignidad del periódico, de los trabajadores y de los periodistas. - ¿Qué siente cuando pasa ante la casa Hermanos Miralles, edificada sobre el solar del viejo diario? - Soy un hombre muy realista. También se han dicho muchas tonterías sobre este tema. El "Madrid" en aquel momento y bajo mi gestión agotó su patrimonio integro; vendió toda la maquinaria y los solares para poder resistir su lucha, y estuvo pagando durante cuatro meses a todos los empleados, obreros y periodistas, el sueldo y los pluses de beneficios como si estuviera abierto, hasta agotar su patrimonio. Cuando la apertura del periódico no fue posible no tuvo más remedio que vender el solar para afrontar los pagos a los acreedores e impedir una quiebra. Estoy muy contento de mi gestión; incluso la venta del solar se realizó a los precios más altos que se obtenían en aquella zona. Los acreedores se portaron muy bien también, porque incluso redujeron parte de sus créditos para que no hubiese suspensión de pagos ni quiebra. Tengo un recuerdo tan realista de la situación que cuando paso por allí no siento nostalgia. - ¿Qué posibilidades matemáticas hay de que se gane el contencioso del "Madrid" ante el Supremo? - Desde el punto de vista jurídico y de la legalidad actual y de las pruebas aportadas, más del 90 por ciento. Desde el punto de vista político, que no se debe pasar por alto, éstas se reducen de un 55 a un 60 por ciento, a favor de la sentencia favorable. - ¿La posibilidad de una influencia política cuenta bastante? Y entonces ¿no hay un Estado de Derecho? - De ninguna manera. En España no hay tal Estado de Derecho. Yo lo niego. EL GRUPO DE LOS DEMOCRATAS INDEPENDIENTES - ¿Qué es el Grupo Independiente de Coordinación Democrática? - Esta pregunta es quizá la más importante para mí en este momento. Hoy se denomina Grupo de los Demócratas Independientes. En el origen el Grupo Independiente nació como un recurso técnico para poder mantener unidas todas las individualidades que habían militado y trabajado dentro de la Junta Democrática y no pertenecían a partido político alguno. Entre esas personas las hay que son de derechas (de derechas siempre en el sentido económico, porque éstas en la Junta Democrática, frente al Régimen, eran la extrema izquierda); hay personas moderadas, conservadoras, pero que quieren la libertad total y sin exclusiones; hay otras más progresistas, de izquierdas, y también las hay de extrema izquierda. El común denominador de los Independientes era: no pertenecer a ningún partido político, elegir la vía pacífica, y postular una democracia radical sin exclusiones ni arbitrariedades, en la que sea el pueblo quien construya y decida su porvenir político. Ese denominador común fue lo que hizo que afluyeran decenas y decenas de millares de personas a la Junta Democrática. Mientras la Junta les ofrecía el organismo de participación no había necesidad de agruparlos para darles un matiz diferencial respecto a los partidos. Pero cuando se unen Junta y Plataforma, los partidos de esta última no querían que quienes no militaran en partidos estuviesen presentes en Coordinación Democrática. Entonces surgió la necesidad de crear el Grupo Independiente, que no es un partido político, y por tanto no se creaba como tal, sino para coordinar a sus individualidades con quienes estaban en la Junta Democrática. Sin embargo, la propia dinámica de la acción, y sobre todo también mi encarcelamiento, han influido en la conducta de las personas independientes. - ¿Cuáles han sido los planteamientos entre los "independientes" y los partidos de Coordinación? - Ha habido un entendimiento táctico bastante profundo entre ellos y el Partido Comunista, que en definitiva fueron los dos grupos alma de la Junta Democrática. Pero desde que existe Coordinación Democrática los independientes no comprendemos del todo la política del PC, la verdad es que le vemos unas posiciones que no compartimos. Desde ese momento nos tenemos que plantear el problema de la eficacia en nuestra acción. Por un lado, nos parece que la política del PSOE no es una política que responda totalmente a lo que espera la sociedad española en el sentido de la libertad y la democracia. Y la Democracia Cristiana y sobre todo la Izquierda Democrática de Ruiz-Giménez, igual. Les vemos unos matices que no compartimos. No me refiero a los de partido, sino al del camino común, que tenemos que seguir, que no es otro que el de conquistar las libertades. Ese camino es el mismo para todos. Los "independientes", desde que existe Coordinación Democrática, tenemos críticas serias a las actuaciones públicas, las declaraciones y las formas de posición de determinados partidos de Coordinación, y muchas más a las del PSOE, Democracia Cristiana e Izquierda Democrática, que a las del Partido Comunista. Pero también nos parece que las posiciones del PC ya no son las que nosotros hemos venido defendiendo primero en la Junta y últimamente en Coordinación. Esto nos ha obligado a celebrar dos reuniones con asistencia de representantes de toda España, y hemos decidido cambiar el nombre por el ya citado, y algo que puede ser una verdadera innovación para las costumbres y la práctica política en España: la convocatoria de un congreso en Madrid, previa celebración de asambleas y congresos en pueblos, fábricas, en provincias, regiones y nacionalidades para que en todas partes se debatan las cuestiones, se elijan compromisarios y, finalmente, se termine en un congreso que, representando a decenas de miles de personas, decida si quiere y puede o no convertirse en un partido, u otro tipo original de organización política. También cuál será su programa ideológico y quiénes han de ser sus dirigentes: es decir, todas, absolutamente todas las cuestiones. Si esto se consigue, como yo lo espero, será la primera vez en la historia política que un movimiento de envergadura es fundado con el respeto total a las normas de la democracia, yendo de abajo a arriba, y sin que un grupo de amigos que se creen muy representativos o muy inteligentes funden unas siglas y se crean así con el derecho de convocar a la población para que les sigan. Aprovecho esta tribuna para invitar a acudir a la celebración de este congreso, a todos los que sean demócratas, hombres y mujeres sin partido y que no tengan prejuicios ni dogmas. - A veces ciertas posturas de la oposición dan una determinada sensación de oportunismo... - Absolutamente. Por esa razón son partidarios de los pactos. Porque, como acabo de decir, se inventan unas siglas, se reúnen unos amigos, hacen unas declaraciones y se consideran un partido, y están deseando pactar con el Gobierno, porque es el único camino hacia el poder. Buscan el pacto porque temen lo que les pueda pasar en una auténtica convocatoria popular. - Esto es muy interesante. Los españoles de la calle tienen la sensación de que hay unos señores que con la excusa de la oposición tratan de alcanzar el poder. - Yo estoy totalmente convencido. Esa es la razón por la cual mi figura despierta tanto recelo en el seno de la política, en el Régimen y en la oposición. Y es que yo me niego a que queden estatificadas siglas, partidos, personas y valores que no tienen ahora nada que ver con la democracia, aunque sí lo tengan, y mucho, en la vanguardia de la lucha contra la dictadura. Son personas honorables, pero debe ser el pueblo quien los legitime; no ellos mismos. - ¿Se siente representativo de ese grupo? - Representativo, pero no representante. No lo soy porque los "independientes" de España no me han elegido. Pero me siento representativo, porque mi voluntad de independencia y el no querer tomar ninguna posición que pudiera no ser compartida por la base, me ha hecho que hoy sea un símbolo de los independientes. Y yo me tengo como tal. Ahora que, de ahí a creerme un líder o un jefe de ellos, es error que no cometeré. Por eso quiero ofrecer todas las influencias, todas las posibilidades de que dispongo, para que se celebren esos congresos que elijan jefes, representantes y programas, que yo aceptaré. - ¿De verdad que no aspira a ser su jefe o tal vez llegar algún día a ocupar un alto cargo político? - No. En absoluto. Aunque yo no quiero engañar a la opinión. Mi ambición es mucho mayor. Soy más ambicioso que la mayoría de los que me rodean que aspiran a ministros, jefes de gobierno, o jefes de Estado. Mi ambición es mucho mayor que todo eso. Es la de elevarme, yo mismo, con la elevación de los clases sociales que han sido discriminadas o reprimidas durante estos últimos cuarenta años. Elevarme yo mismo a condición de que sea el pueblo español quien también lo haga. Con la elevación del pueblo yo aceptaré la mía propia. De otra forma, no. QUIEN ES QUIEN - Ahora le voy a pedir una serie de pequeñas definiciones críticas sobre unos cuantos nombres. Empecemos con Francisco Franco. - Un soldado con mentalidad de cuartel y un buen representante del oportunismo de la clase media española, habituada a confundir sus valores privados con el Estado. - Juan Carlos I. - Un aristócrata. Hasta ahora no puedo juzgarlo porque no ha tenido ningún acto propio. - Carlos Arias. - Un típico funcionario del Estado y del Estado de 40 años. - José María de Areilza. - Un hombre de mundo, educado, fino, sin ninguna pasión por las ideas políticas y con el deseo de figurar permanentemente en la clase dirigente. - Rafael Calvo Serer. - Un hombre honesto. - Marqués de Villaverde. - No le conozco. No puedo juzgarlo. Pero el aspecto público que da es el de un play-boy. - Manuel Fraga. - Un bruto. - Santiago Carrillo. - Un hombre hábil. LA ULTIMA NOTA - Señor García-Trevijano: la entrevista toca a su fin. ¿Hay algo hasta el momento no dicho y que deba decirse? - Me he prometido que no intervendría en ningún acto público o privado que no mencionase a los presos políticos. Tengo de ellos un recuerdo entrañable, un recuerdo cariñoso de las personas con las que he tenido que convivir durante un tiempo tan íntimamente, como Simón Sánchez-Montero, José Unanue, un líder vasco de Comisiones Obreras, Santiago Álvarez, Romero Marín, Lucio Lobato. En cada momento, en cualquier ocasión, siempre solicitaré su libertad y la de todos los hombres que por su ideología se hallan privados de ella.