2001-05-09.LARAZON.ENTREVISTA AGT
Publicado: 2001-05-09 · Medio: LARAZON
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ENTREVISTA A ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO LA RAZON. 9 MAYO 2001 A LA CONTRA AMILIBIA Cree que el servilismo es la pasión más extendida, que el pueblo está dominado por la palabrería, que es un rebaño cuyos pastores son los aparatos de los partidos, que todo lo que es digno y noble está reprimido, que el consenso es contrario a la democracia. García Trevijano, republicano contumaz, lo hostiga todo en su libro «Pasiones de servidumbre». Pasiones de servidumbre. ¿Servir también puede ser una pasión? -El servilismo es la pasión más extendida. Es la pasión de no decidir. -Por el título de su libro, alguien pensará que es un catálogo de vicios de criados... -No va lejos. Son los vicios de los que se dejan dominar. El pueblo español perdió la virilidad en la Guerra Civil. ¿Individualista? No, gregario. -Parece que ahora es sumiso... -Sí, y encuentra placer en la sumisión. -Ni que fuera masoquista... -No es masoquista porque no tiene inteligencia para descubrir eso como placer. Es un rebaño. Nadie profundiza. Están dominados por la palabrería. -¿Y quién es el pastor de tal rebaño? -Los aparatos de los partidos. -Hablemos de las pasiones que están en su libro... -Analizo veinte pasiones que son propias de la transición, otras clásicas del poder y las que son reprimidas. Todo lo digno y noble está reprimido. -¿La pasión de la Transición? -La principal, la pasión de corromperse. -¿Qué pasión nuestra ha cambiado más? -El orgullo ha desaparecido. Hay vanidad, pero orgullo no. -¿Y la más importante pasión que nos han quitado? -El ideal. Un pueblo sin ideal es un pueblo muerto, un vegetal. -Hablemos de las pasiones del poder... -Son las mismas que las de Grecia, pero la forma del Estado cambia las pasiones del poder. Ahora, en esta oligarquía de partidos que vivimos la nueva pasión es el consenso. Los oligarcas han inventado el consenso para no destruirse entre ellos. -Pues el consenso sólo merece flores y aplausos... -Ya, pero es lo más contrario a la democracia. -Usted ya no está entre los que aspiran al poder, ¿verdad? -Jamás he aspirado. Yo he luchado por la libertad, pero sin as pirar nunca a un cargo. Es algo que siempre me ha parecido ridículo. Quizá por ser orgulloso. -Quizá por eso es un poco más libre... -Claro. El secreto de la libertad está en no esperar nada ni querer nada. Sólo aspiro a la verdad. -Me imaginaba que le hubiera gustado ser presidente de la República en el exilio... -Es algo que me atribuyen, pero también me parece tan ridículo. -Fue gran amigo del Rey cuando aún era príncipe... -Sí. Pese a la diferencia de edad (yo tengo unos diez años más que él) sentíamos una simpatía mutua, salíamos con las mismas chicas y todo eso. Un chiste -Le gustaba al entonces príncipe su coche deportivo, un magnífico Pegaso... -Cierto. Siempre le gustó correr y yo se lo dejaba. Era muy simpático. No le he vuelto a tratar desde que Franco le nombró su heredero. -Una vez le preguntó Don Juan Carlos: «¿Y qué he de hacer cuando sea Rey?» Y usted res-pondió: «Meterme en la cárcel». -Así fue. Se rió mucho. Creyó que era un chiste. -Curiosamente, usted fue a la cárcel años después... -Sí, entré en la cárcel después de morir Franco, en marzo del 76. El Rey envió a visitarme a Chema Muñoz, un hombre de su confianza, para que me dijera que estaba consternado, que todo era cosa de Fraga y que no podía hacer nada de momento. Le contesté a Chema: «Ya le dije yo que tenía que hacerlo». -¿Ser republicano en España es como ser torero en Birmania? -No. Sucede que hay pocas personas que se atrevan a decirlo, hay miedo; pese a todo, en las encuestas ya sale una proporción importante de republicanos. Pero tampoco me creo eso, creo que en este país no hay republicanos ni monárquicos. Sólo hay oportunismo. -La pasión del oportunismo...