1976-02-15.ANDALAN.ENTREVISTA AGT

Publicado: 1976-02-15 · Medio: ANDALAN

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pERiODICO  Q U I N C E N AL  ARAGONES 

n.  83 

15  de  febrero  de  1 9 76 

Precio:  20  pros. 

ESPAÑA 
DEVALUADA 

Ni  saneamiento  de 

la  economía  ni  reforma 

fiscal.  La  primera 
medida  concreta  del  ministro  de  Hacienda  ha  sido  devaluar  la  peseta. 
Meses  y  meses  de  constantes  subidas  de  precios  habían  conseguido 
que  las  exportaciones  españolas  disminuyeran  peligrosamente.  Para 
intentar  aumentarlas  y  frenar  las  importaciones,  y  puede  que  hasta 
para  compensar  los  efectos  de  la  fuga  de  unos  capitales  cuyos  due 
ños  no  debían  verlos  muy  seguros  en  España,  el  primer  Gobierno  de 
la  peseta  cuando  escasamente  habían 
la  Monarquía  ha  devaluado 
transcurrido 
incumplido  plazo  que  a  sí  mismo 
se  marcó  ei  vicepresidente  Fraga.  Puede  que  la  balanza  de  pagos 
mejore  a  corto  plazo,  pero  de  puertas  adentro  es  seguro  que 
la 
medida  va  a  originar  nuevas  alzas  de  precios  mientras  que  los  sala 
rios,  faltaría  más,  siguen  congelados.  La  carestía  de  la  vida  conti 
nuará  y  mientras  la  mayoría  de  la  población  española  ya  a  verse 
afectada  por  ella,  una  exigua  minoría  recogerá 
los  beneficios  de 
ésta  y  otras  medidas  similares:  la  oligarquía  que  hoy  sigue  deten 
tando  el  poder. 

los  dos  meses  del 

Pero  no  sólo  la  peseta  se  ha  devaluado.  Las  esperanzas  de  tími 
das  reformas  que  se  concibieron  con  las  primeras  declaraciones  de 
los  nuevos  ministros,  también  se  han  depreciado.  Porque  se  han  su 
primido  algunos  artículos  del  Decreto  Antiterrorista,  pero  sólo  algu 
nos.  Porque  pacíficas  manifestaciones  pro - amnistía,  que  sigue  sin 
concederse,  se  disuelven  por  la  brava.  Porque  de  las  reformas  legales 
que  puedan  proponer  un  Girón,  o  un  Primo  de  Rivera,  líbrenos  Dios. 
En  una  situación  semejante,  la  alternativa  democrática  aparece 
como  la  única  fórmula  válida  para  alcanzar  una  situación  económica 
más  justa,  y  para  satisfacer  las  ansias  de  libertad  mayoritariamente 
expresadas  por  el  pueblo  español.  Una  alternativa  que  no  puede 
venir  desde  posturas  reformistas,  que  en  el  fondo  sólo  buscan  man 
tener  las  cosas  como  están,  sino  de  las  clases  populares  y  sectores 
democráticos.  En  esta  perspectiva,  la  unidad  de  todas  las  fuerzas 
de  la  izquierda  se  manifiesta  como  una  necesidad  urgente,  porque  la 
división  y  el  enfrentamiento  dentro  de  la  oposición  sólo  beneficia  a 
quienes  tienen  el  poder. 

LECCIONES 
DE  UNA 
GUERRA 
amblláll  da  la  palabra 
a  los  agricultores  en 
páginas  centrales 

c i ne 
e s p a ñ ol 

IMPERIO 

DEL 
A LA 
PORNOGRAFIA 

(Página  16} 

Quién  m a n da 

en 

I s p a n a? 

(Página  13) 

DE1 0 
AGON 

(En  páginas  3  y  5) 

Información  sobre  el  pleno  de 
e n t r e v i s t as  con  A n t o n io  García  Trevijanc  y  S i m ón  Sánchez  M o n t e ro 

la  — i l e g a l—  Junta  Deocrática  de  A r a g ó n,  y 

í 

«El  problema  principal  con 
respecto  a  la  sucesión  se  plan 
tea  en  la  salida  del  período  de 
absolutismo  y  despotismo  más 
completo  que  España  haya  te 
nido.  Pues  ni  Felipe  II  ni  Car 
los  I  ni  los  demás  Austrias  ni 
los  Borbones  han  conocido  el 
absolutismo  que  conoció  Fran 
co.  Pasar  de  un  absolutismo 
la 
completamente 
Historia  de  España ..»  (Salvador 
de  Madariaga  a  «Cambio  16»). 

inaudito  en 

«Si  Fraga  quiere  ser  Cánovas 
y  no  Caetano,  Arias  quiere  ser 
sólo  Arias.  El  hombre  del  12  de 
febrero,  del  15  de  junio  y  ahora 
del  28  de  enero,  es  el  mismo 
político  fiel  a 
la  continuidad, 
que  es  su  fuente  de  poder,  y 
a 
los  estímulos  y  condiciona 
mientos  de  la  clase  política  de 
la  cual  procede.  Don  Carlos 
Arias,  el  político  del  Régimen 
que  se  proyecta  a  sí  mismo co 
mo  administrador  y conservador 
de  una  herencia  política,  pre 
fiere  identificarse  con  esta  ima 
gen.  Desaparecido  el  jefe  indis-
cutido,  arbitro  y  creador  de  la 
legalidad,  el  presidente  del  úl 
timo  Gobierno  de  Franco  no  se 
identifica  con  el  estadista  que 
presidiría  el  difícil  período  de 
transición  desde  un  Régimen 
autoritario  a  uno  pluralista  y 
democrático,  sino  con  el  políti 
co  que  se  siente  obligado  a  en 
contrar  justificaciones  ante  una 
oposición  a  la  democratización, 
institucionalmente 
atrinchera 
da».  (Guillermo  Medina,  en  «In 
formaciones»). 

Creer o no creer 
(en la democracia) 

Sí  Arias  fuera  un  converso de 
la  democracia, hasta  cabría  ima 
ginar  una  sibilina  maniobra  con 
sistente  en  ese  discurso  a  las 
Cortes,  impresentable  en  cual 
quier  otra  parte,  como  origen 
de  críticas  feroces  que 
luego 
exhibir  ante  los  inmovilistas  a 
modo  de  apoyo  moral  para  una 
política  diferente,  evidenciando, 
ante  la  minoría,  la  insuficiencia 
de  unos  propósitos  alicortos. 
Pero  Arias  —Director  General 
de  Seguridad,  Ministro  de 
la 
Gobernáción,  en  momentos  en 
los  que  el  Régimen  no  se anda 
ba  con  chiquitas  en  lo  tocante 
a  la  represión  como  único  sis 
tema  de  encauzamiento  y  opor 
tunidad  para  ta  «participación» 
de  los  discrepantes—  no  apa 
rece  como  hombre  dispuesto  a 
creer  en 
la  democracia,  sino 
—quizás—  a  tolerarla.  En lo  que 

DEL ABSOLUTISMO A LA DEMOCRACIA 

por  José  Juan  C H I C ON 

15  DIAS  DE  ESPAÑA 

realmente  cree,  sigue creyendo, 
es  en  el  franquismo,  absolutis 
mo  por  excelencia, el  más  inau 
dito  de  la  Historia  de  España... 
etcétera-

Su  discurso  en  las  Cortes  fue 
y 
mayoritariamente 
con  dureza.  No  gustó 
tono, 
ni  los  lopicos,  ni  las amenazas, 
ni  la  ambigüedad,  a  la  mayoría 

criticado 

usándose  con  tanta  generosidad 
malintencionada  como  falta  de 
rigor,  no  puede  extrañar  que 
«Arriba»  moteje  de  revoluciona 
rios  y  extremistas  a  quienes 
pensamos  que  en  el  paso  del 
fascismo'  a  la  democracia  falla 
la  continuidad,  hay  una  quiebra. 
La  reconciliación  no  se  llama 
amnistía.  «La  campaña  pro-am-

5 1,  5 0V QM-MJW;. 

Í > P £ - RO 

f i . MO 

Z S E R Z OI 
< 

Diumentge  català 

de  quienes  se  pronunciaron  so 
bre  él.  Sin  embargo  hubo  a 
quienes  sí  les  pareció  un  pro 
grama:  «Dos  peligros  acechan 
al  programa.  Son  los  de  siem 
pre:  el  inmovilismo  reacio  a  to 
do  cambio  y  los  afanes  revolu 
cionarios  extremistas  aue  ors-
inviable.  Estos 
tenden  hacerlo 
últimos  inventaron  como  fórmu 
la  la  ruptura...».  En  un  país  en 
el  que  los  adjetivos  han  venido 

nistía  es de  inspiración  marxista 
y 
tiene  por  objeto  confundir 
y  debilitar  a  la  sociedad  espa 
ñola  arrebatándole 
la  paz  que 
nuestro  pueblo  consiguió  tras 
denodados  esfuerzos, y  en  cuya 
defensa  debemos  comprometer 
nos 
los  españoles  pro-
mocionando  un  orden  social 
más  justo».  Por  eso  la  Junta  Na 
cional  de  la  Confederación  de 
la 
Combatientes  se  opone  a 

todos 

campaña.  Otra  vez  el  lenguaje 
enmascarando  razones.  ¿Y  no 
sería  más 
justo,  en  el  orden 
social,  que  salieran  de  la  cár 
cel  quienes  están  allí  por  el abo 
minable  delito  de  ser  discre 
pantes,  políticamente,  en  un 
Régimen  que  ha  ejercido  el 
despotismo  más  completo  que 
España  haya  tenido,  etc.?  (Y,  si 
como  Fraga  aseguraba  al  perió 
dico  «Sud  Ouest»,  son  única 
mente  500  —quinientas  familias, 
quinientas  biografías  martiriza 
das,  cada  segundo  de 
libertad 
secuestrada  multiplicado  por 
quinientos  reductos  de  vida— 
¡qué  poca  confianza  en  la  fuer 
za  de  las  propias  Ideas,  si  hay 
que  tener  reducidas  por  la  fuer 
za  las  Ideas  de  los  otrosí). 

Asamblea 
constituyente 

Fraga  siguió  haciendo  decla 
raciones  para  el  extranjero. 
Cuatro  grandes  grupos  políticos 
piensa  que  se  decantan  en  el 
presente-futuro  español:  1)  los 
franquistas;  2)  los  liberales-de 
mocracia  cristiana  (no  es 
lo 
mismo  pero  el  ministro  del  In 
terior  cree  que  estos  últimos 
cebarán  haciendo  buenas  mi 
gas  con  los  liberales);  3) 
los 
socialistas;  y  4)  los comunistas. 

Los  primeros  van  ya  unién 
dose.  Una  plataforma  de  25  per 
sonalidades  del  asociacionísmo 
político  han  empezado  a  fun 
cionar  de  cara  a  esa  vuelta  a 
la  reunificación.  (Don  Juan  de 
Borbón,  en  su  secuestrada  en 
trevista  de  hace  un  año,  luego 
publicada,  hacía 
referencia  a 
que  el 
invento  asociativo  era 
como  darle  la  vuelta  al  calcetín 
de  la  Unificación.  Lo  decía  más 
fino,  pero  lo  decía). 

La  democracia cristiana ha ce 
lebrado  Congreso  por  vez  pri 
mera  de  modo  público.  Y  sin 

¡ i m l a l á ii 

3 

rodeos,  en  su  declaración  final, 
.se  habla  de  cosas  que  nada 
tienen  que  ver  con  el  conti 
nuismo  —luego  la  ruptura  em 
pieza  justo  en  cuanto  se  aban 
dona  el  estricto  campo  de  los 
franquistas,  porque  también  los 
liberales,  aún  los  donjuanistas, 
están  por  la  ruptura—.  «La  con 
vocatoria  de  un  referéndum  en 
las  presentes  circunstancias  no 
puede  sustituir  a  una Asamblea 
Constituyente  que  elabore  un 
texto  constitucional  de  acuerdo 
con  la  voluntad  popular.  La elec 
ción  de  esta  Asamblea  Consti 
tuyente  ha  de  hacerse  median 
te  sufragio  universal,  directo  y 
libertad  de  actuación 
secreto, 
de 
los  partidos  políticos,  sin 
discriminación  de  ninguna  clase, 
y  establecimiento  á  nivel  de  los 
países  y  regiones  de  órganos 
provisionales  de  autogobierno  y 
de  control  de  democratización, 
integrados  por  los  representan 
tes  de  los  partidos  políticos». 

Dictadura 
ni ia del Proletario 

La  'Confederación  Socialista 
—partidos 
regionalistas  socia 
listas,  Incluyendo  al  P.S.A.  más 
P.S.P.—  se  reúne  en  Madrid  fos 
días  31  y  1.  Sigue  trabajando 
por  la  unidad  del  socialismo  y 
hace  un 
llamamiento  en  ese 
sentido. 

En  cuanto  al  Partido Comunis 
ta  organiza  una  rueda  de  prensa 
en  Madrid,  también,  el  día  28. 
Cinco  portavoces  autorizados 
del  P.C.E.  rechazan  en  nombre 
de  su  partido  el  principio  —que 
calificaron  de  «stalinista»—  de 
la  dictadura  del  proletariado, 
pronunciándose  por  «una  vía 
española  hacia  el  socialismo, 
caracterizada  por  la  democracia 
y  el  pluripartidismo»,  y  critica 
ron  el  hecho  de  que  en  los  paí 
ses  socialistas  sólo  exista  el 
Partido  Comunista. «El  PCE da-
be  ser  juzgado  por  lo  que  dice 
y  hace  y  no  por  lo  que  sucede 
en  otros  países».  Los comunis 
tas  españoles,  no  quieren  que 
exista  ninguna  duda  sobre  su 
posibilidad  de  homologación  con 
Italianos.  Sin 
los  franceses  o 
reglón, 
embargo,  en  nuestra 
únicamente  «El  Noticiero»  infor 
maría  sobre  el  tema,  con  titula 
res  en  primera  página. 

«Por  favor»  que  es  una  revis 
ta  muy  serla  y  de  semántica  y 
de  subconsciente  colectivo  de 
las  dos  Españas  sabe  un  rato 
había  sacado  una  portada  es 
pléndida:  «Teta,  sí.  Carrillo, no». 

A N T O N IO  García -Trevijano,  independiente  y  presidente  de  la  ilegal. Junta 
Democrática  de  España,  y  Simón  Sánchez  Montero,  del  Comité  Ejecu 
tivo  del  P. C. E.  y 
también  miembro  de  la  Junta,  estuvieron  en  Zaragoza 
los  dias  9  y  10,  asistiendo  a  actos  políticos  de  gran  importancia,  como 
recogemos  en  otro  lugar.  ANDALAN  habló  con  estos  dos  políticos. 

Antonio 
GARCIA 
TREVIJANO 

—¿Cómo  se  llegará  a  la  ruptura 

democrática? 

—Mediante  un  proceso  de  movi 
lización  pacifica  de  sectores  de  po 
blación  cada  vez  más  grandes,  has 
ta  que  desde  abajo  se  imponga  la 
necesidad  del  gobierno  provisional 
el  cual  pactará  con  el  Ejército. 
te  merece 

la 
¡dea  de  un  posible  pacto  poder-opo 
sición  democrática? 

—¿Qué  opinión 

—La  oposición  democrática  no 
pretende  hoy  ser  reconocida  legal 
mente  como  oposición,  no  busca  su 
derecho  a  la  existencia  legal  çomo 
tal  oposición,  lo  que  busca  ess  de 
finitivamente,  el  poder  político.  Por 
ello,  es  completamente  ingenua  por 
parte  del  poder  actual  la  idea,  de 
un  posible  pacto  con  la  oposición, 
por  tratarse  de  dos  antagonísT^S; 
mutuamente  excluyentes.  Lo  que  si 
está  dispuesta 
la  oposición  çs  a 
asegurar  el  no  revanchismo  y  ia  ga 

rantía  de  los  derechos  y  libertades 
públicas  a  los  que  hoy  representan 
el  poder  político  del  Estado. 

—¿Piensas  que  todas  las  fuerzas 
democráticas  ven  en  el  PCE un  alia 
do  honrado? 

—La  palabra  honradez  tiene  en  el 
ámbito  políticos  dos  sentidos,  co 
mo  honestidad  intelectual  u  obje 
tiva.  En  este  sentido  no  creo  que 
nadie  dude  de  la  sinceridad  objeti 
va  del  Partido  Comunista  de  Espa 
ña.  Pero  hay  otro  aspecto  de  la  ho 
nestidad  que  se  refiere  al  aspecto 
subjetivo,  en  cuanto  a  la  fidelidad 
o  lealtad  a  las  alianzas  estratégi 
cas  o  tácticas  con  otros  partidos 
políticos.  En  este  sentido  hay  to 
davía  unos  cuantos  partidos  políti 
cos  que  atribuyen  al  PCE  un  ma-
quiavalismo 
táctico  que,  para  mí, 
no  refleja  más  que  un  verdadero 
complejo  de  inferioridad  de  quienes 
esgrimen  este  temor.  Yo  solamen 
te  puedo  dar  fe,  aunque  sólo  sea 
como  notario  excedente,  de  que  la 
lealtad  del  PCE  a  la  Junta  Demo 
crática  de  España  y  a  los  partidos 
integradas  en 
y  . fuerzas  políticas 
eJJé,  ha  sido  tan  nítida  como  la  que 
el  PCE.  ha  recibido  de  dichas 
for-
mdefones. 

h a b la 

la 

j u n ta 

—El  reformisme  fragista,  ¿es  ca 
paz  de  arrancar  el  poder  al  «bun 
ker»? 

— f s ía  pregunta  viene  retrasada 
en  el  tiempo.  Es  una  pregunta  his 
tórica,  no  actual.  Fraga  y  Arias  re 
presentan  y  quieren  lo  mismo:  El 
pseudoreformismo  del  Estado. 

Simón 
SANCHEZ 
MONTERO 

—La 

ruptura  democrática,  ¿supo-
no  algo  de  un  día  0  un  proceso  en 
el  que  de  alguna  manera  estamos 
ya? 

—La 

ruptura  democrática  es  un 
hecho  político  consistente  en  rom 
per  con  la  legalidad  y  las  institucio 

legalidad  y  unas 

nes  actuales*  y  el  establecimiento 
de  una 
institucio 
nes  democráticas.  Pero  eso  sólo  es 
posible  como  culminación  de  un  pro 
ceso  que  denominamos  acción  de 
mocrática  nacional,  en  el  cual  esta 
mos  ya  inmersos. 

—¿Ves  posible  a  plazo  muy  corto 
la  constitución  de  un  organismo  uni 
tario  que  incluya  a  la  Junta  y  a  la 
Plataforma? 

—Sí.  Lo  veo  posible  en  plazo  bre 
ve.  Creo  que  pronto  existirá  un  ór 
gano  único  de 
la  poposición  en  el 
que,  posiblemente,  no  sólo  estarán 
las  fuerzas  de  la  Junta  Democrática 
la  Plataforma  sino  otras  como  el 
y 
partido 
de  Garrigues 
Walker. 

demócrata 

—El  problema  de!  regionalismo  y 
de  nacionalidades,  ¿suele  suponer 
un  problema  grave  entre  los  compo 
nentes  de  la  oposición  democrática? 
—No  creo  que  el  problema  regio 
la  realiza 

nal  dificulte  gravemente 

la  unidad  de  la  oposición. 
ción  de 
En  ese  aspecto,  como  en  todos,  las 
diferencias  pueden  ser  superadas. 

—¿Opinas  que  el  bunker,  al  torpe 
dear  el  reformisme.  Impedirá  defini 
tivamente  la  alternativa? 

—Me  parece  que 

la  cuestión  no 
está  bien  planteada  en  la  pregunta, 
pues,  en  mi  opinión,  el  problema  po 
lítico  fundamental  no  está  planteado 
hoy  entre  los  reformistas  y  el  bun 
ker,  sino  entre  el  continuismo  de  la 
dictadura  con  un  ligero  retoque  seu-
dodemocrático  —que  es  lo  que  pre 
tende  el  bunker  y  los  reformistas,  a 
pesar  de  las  diferencias  que  hay  en 
tre  ellos—  y  el  establecimiento  de 
un  régimen  democrático  mediante  la 
ruptura,  que  es  lo  que  pretende 
la 
oposición.  El  reformisme  no  es  una 
alternativa  sino  una  forma  de  con 
la 
tinuismo.  La  única  alternativa  a 
dictadura  es  la  democracia,  estable 
cida  de  una  vez  y  para  todos,  sin 
exclusiones.