1997-04-21.EL MUNDO.ENTELEQUIA PARA FUTBOLEROS AGT
Publicado: 1997-04-21 · Medio: EL MUNDO
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ENTELEQUIA PARA FUTBOLEROS EL MUNDO. LUNES, 21 DE ABRIL DE 1997 ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Hace mucho tiempo que las palabras políticas, a fuerza de usarlas mal, perdieron su capacidad de expresar la noción que las trajo al mundo. Gastado por la propaganda, vaciado de sentido por la impropiedad o la ignorancia de políticos y periodistas, cargado de gentileza o de malevolencia para sosegar o soliviantar el ánimo público, el vocabulario referente al poder, al Gobierno y al Estado ya no sirve, ni se utiliza, para comunicar ideas sino para anularlas. Sin aristas ni contrastes definitorios, las ideologías contrarias se hacen compatibles. En el consenso de la clase dirigente, se cree en algo y su contrario al mismo tiempo. Insensible y deformado, nutriéndose de su idiotismo, el lenguaje político insensibiliza y deforma el doblepensar y el neohabla de Orwell. Saber y no saber. Ser consciente de toda la verdad que se oculta, mientras se elaboran las mentiras oficiales. Reducir el lenguaje a lo estrictamente indispensable para pensar el pensamiento de palabras son el argumento. El delito de pensamiento deviene imposible. Y como en las sectas, el idioma político se convierte en un formulario. Los analfabetos de Albiac, los inventores de la brutal gramática del «por consiguiente», pontifican oracularmente a los sectarios de la verdad intelectual (Prisa) y de la izquierda moral (PSOE): Gobierno liberal-comunista. Anatema enigmático de moral en las buenas conciencias de asesinos y ladrones de fondos reservados. Escándalo comercial en los cobradores de comisiones tangenciales. Escándalo político en los gobernantes de la reacción provocadora de huelgas generales. Escándalo cultural en los concesionarios de privilegios y quebrantadores de depósitos en garantía. Escándalo ideológico: descodificador universal para la televisión de pago. Entre la premisa (una ley que duda entre monopolio o duopolio en la televisión de pago) y la conclusión (un gobierno liberal comunista), hay la relación causal que existe entre las querellas a los administradores de Canal Plus, por aparentes delitos económicos, y un ataque a la libertad de expresión del grupo Prisa. Campaña de propaganda para alinear en orden de combate, ¡junto al magnate izquierdista!, a la intelectualidad que calló el crimen de Estado y de partido. Ni liberal (por intervencionista en el mercado) ni comunista (por alentadora del beneficio capitalista), esta ley define el marco de la lucha por el control del mercado televisivo entre dos grupos sin la menor diferencia ideológica. Los ricos dueños de Canal Plus pertenecen a la misma categoría que los socios de Telefónica. Ambos grupos defienden el mismo régimen político y el mismo sistema económico. La misma dominación oligárquica de la vida pública. Ambos pertenecen a la derecha de hoy. Es decir, a la derecha concesionaria. No a la derecha industrial. Ambos patrocinan respectivamente a un partido conservador. Pero cada uno lo hace a su manera. Aquí está su única diferencia. Distinta valoración de las modas y los modos culturales de satisfacer una misma ambición de poder y de dinero. El grupo de Prisa lo hace, en favor del felipismo que lo enriqueció, como Ministerio de la Verdad y Progreso, al modo orweliano del doblepensar y neohabla. Pedantería rudimentaria. Imbecilidad supina de grupo de Telefónica lo hará, en pro del aznarismo que lo promociona, como Ministerio de Moral y Cultura, al modo del educacionismo estatal. Espectáculo de lo vulgar y de lo estéril. Inteligencia supina de la imbecilidad. ¿Proyecto progresista de Prisa contra proyecto conservador liberal comunista? Entelequia para futboleros.