2005-07-14.AHORA.ENCUEROS A LA MODA AGT

ENCUEROS A LA MODA 
AHORA, 14 JULIO 2005
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
A medida que las mujeres aumentan su poden disminuye su influencia en los hombres. No por envidia de las nuevas posiciones que conquistan, ni por temor a la condición de igualdad que adquieren, sino por la feminidad y el misterio que pierden. Las jóvenes exhibicionistas, menos cubren sus cuerpos y más enseñan el vacío de sus almas. La misma sociedad que propicia el feminismo y presume de tratar por igual a los sexos, se venga en realidad de la mujer joven, disfrazándola con andrajos o poniéndola desnuda. La descompostura, en los medios, de las profesionales de la insensibilidad responde a la simpleza de sus cabezas y a la miseria de sus ambiciones. Entretienen la ordinariez porque todo lo complejo abruma los sentidos y los aturde. Aunque para los pedantes adultos sea el mejor modo de rellenar sus mentes. Hay que ser muy cultivado o muy sensible a la excelencia, para sentir el inigualable valor de lo sencillo. Y no hay la menor complejidad en las jóvenes encueradas a la moda.
La juventud no es un estado. Y su desnudez la vulgariza. Los desnudos griegos son fundamentalmente castos. En Fidias, al menos, las caras permanecen extrañas a las pasiones y movimientos de los cuerpos. El desnudo fue la primera audacia del pensamiento. Niega uno de los principios sacros de la sociedad. El pudor en el desvelamiento de lo íntimo. Antes que cualquier otra, el desnudo cumple la función de un sacrilegio. En la cara se concentra la expresión inteligible de un cuerpo vestido y carece de personalidad el rostro de un cuerpo desnudo. Las playas nudistas ofrecen caras anónimas en cuerpos familiares. El desnudo no conviene a todas las configuraciones del cuerpo humano. Aunque, si no es deforme, puede ser digno en cualquier edad, sólo es admirable en su plena juventud y en el abandono a la inocencia. Llegado el momento adecuado a una vida plena de acciones y pensamientos, las pasiones se expresan en las miradas intensas y las emociones, en la extensidad de los gestos.