1993-04-29.EL MUNDO.EL SUICIDIO MORAL DE UN JUEZ.AGT

EL SUICIDIO MORAL DE UN JUEZ
EL MUNDO 29/04/1993 
«Garzón está muerto... ya es un cadáver, un recuerdo». Con estas contundentes palabras resumía ayer el abogado García Trevijano el clima de indignación social ante el suceso del momento. El propio interesado, desbordado por el alud de críticas desatado contra él, tenía que pedir pocas horas después «respeto» para su decisión. Pero Garzón ya no está en el ámbito judicial sino en el político y en el ámbito político sólo merecen respeto las conductas respetables. La suya no lo ha sido porque, en palabras del promotor de la Junta Democrática, «ha dilapidado un patrimonio que no le pertenecía». Este es el punto esencial: no cabe nada tan inmoral como ganar fama por plantar cara a un proyecto totalizador y poner luego ese prestigio al servicio de sus antagonistas. Haga lo que haga, nunca podrá desprenderse ya del lastre de este acto de doblez.