2005-07-08.AHORA.EL PRIMER HOMOSEXUAL AGT

EL PRIMER HOMOSEXUAL 
AHORA, 8 JULIO 2005
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
La discusión sobre el sexo de los ángeles no era tan bizantina como se supone. El franciscano Duns Escoto, cuando comienzan los primeros brotes del amor a la belleza en Italia, cuando ya no hay remedio al mal causado por la patrística durante un milenio, lo aclaró todo. El pecado de Satán no fue de orgullo. De un acto de pura volición sólo puede emanar concupiscencia. Su pecado no podía ser más que de lujuria. Al conocer la perfección de su belleza, Lucifer se puso a desear la única superior a la suya. No por amor al Creador, sino por amor y complacencia de sí mismo. Rechazado en su incestuoso deseo, se rebeló contra Dios. Caído en desgracia, se precipitó sobre la tierra con legiones de ángeles endemoniados, para poseer la belleza y el poder que no había logrado en el cielo. La mujer bella era sospechosa de estar concebida o poseída por el diablo. El arte cristiano estaba obligado a producir fealdad. El lugar de unión de la espiritualidad amorosa y el instinto erótico, sin peligro de lujuria satánica, sólo podía ser el amor homosexual. La mística meció su cuna. El jardín donde brotó el amor ideal de Dante estuvo abonado por mil años de imperio de su idea más pura: el amor gótico a la imagen de Jesús.
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El contrapunto a la homosexualidad de Lucifer no estuvo, por eso, en el amor carnal de un hombre a una mujer, sino en el amor imposible, es decir, en el amor ideal. Dante fue su cantor. Se enamoró en Florencia de Bice Portinari, una niña rica de siete años. El Homero y Platón del cristianismo, buscó la pureza erótica en un amor ideal a la belleza. Un día encontró a Beatriz en un banco de una Iglesia. Para verla sin mirarla, puso sus ojos en otra dama que se interponía. Beatriz se apercibió y lo interpretó mal, le negó el saludo. Dante nos dirá luego que la dama era la filosofía. Pero este no era el fin, sino el comienzo de la alegoría. Entre la razón humana y la verdad revelada en los ojos de Beatriz, se interpuso la filosofía en busca de la verdad demostrada. Y triunfaron los ojos de Beatriz.