1996-11-24.ABC.EL GRAN OLVIDO MARQUEZ REVIRIEGO
Publicado: 1996-11-24 · Medio: ABC
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44/ABC NACIONAL DOMINGO 24-11-96 El Burladero EL GRAN OLVIDO Por Víctor MÁRQUEZ REVIRIEGO Cuaderno de notas EL PORTERO Sería largo de explicar cuya sea la causa, pero sí un efecto de ella y de otras tantas cosas pare cidas a ésta. El otro día en la pu blicación del adelanto abeceda rio del hbro de Díaz Herrera e Isabel Duran, aparecía aquí un epígrafe atroz: «De la tritura dora al crematorio». Se trataba de la destrucción y quema de documentos más o menos com prometedores para el futuro (imperfecto casi siempre, pues él futuro nunca está acabado). Pero ésa es una explicación particular del hecho. En lo más general, se trata de la destruc ción de la memoria, del olvido completo de todo lo pasado. Por que cuando no existe ese preté rito se puede actuar en el pre sente sin lazos con él, con una libertad de acción total. Des pués de todo esa fue la muy útil receta que el propio Suárez aplicó en la transición y que los copartícipes con él en la tarea aceptaron por muy conve niente. Con lo cual resulta que a Suá rez le han dado hoy la misma medicina que él usó en sus días de ayer, cuando fue el hechicero de la gran ceremonia. La pó cima de la transición fue la am nesia (que tiene la misma raíz que amnistía) y que por lo visto crea adicción, y una vez usada hay que seguir aplicándola in definidamente. En este otoño de hoj'as y de libros, me acaba de llegar «Frente a la Gran Men tira» de Antonio García-Trevi- jano, todavía sin leer. No sé si la forma más piadosa de men tira no será el olvido precisa mente. No es que bordeen la inso lencia. Es que están en eUa, en la completa avilantez. Los nacionaUstas catalanes y vas cos han confundido la defensa de unos derechos constitu cionales con la pose sión monopolizada de la verdad política y, por ello mismo, de su interpreta ción. Han logrado que el funciona miento del Estado, ese concepto que niega la Nación con mayúsculas, se con vierta en una eterna provisionaUdad sin respiro. Son los aduaneros de España, como en el siglo XK lo fueron los carlistas con los visi tantes que bajaban por las llana das de Álava. Nadie pase sin ha blar al portero. Es el título de un artículo de Larra. El naciona lismo periférico es el portero, el portero que nos han dado los errores e impremeditaciones de don Adolfo Suárez, el de la glo ria tardía, el de los homenajes continuos, el de la «tabla de que sos», el de las diecisiete auto nomías que pretendieron igua lar a las Españas y sólo consi guieron poteciar los insaciables «hechos diferenciales». Vivimos la hora plenaria, las doce en el reloj del espíritu co marcal. España, lo que de ella queda, tiene que pagar peaje to dos los días. Un precio de mer cado negro para que dejen go bernar a Madrid. Pero gobier nan ellos, los comarcales. Han COMO la actualidad política se trasladó a Barcelona este fin de semana, los cronistas de sociedad se entretuvieron en comparar a las dobles parejas Anguita y Ribo, por la iz quierda y Aznar y Pujol, por la derecha. Una pregunta que se hacían era la siguiente: ¿Se llevan mejor Aznar y Pu jol que Ribo y Anguita? Estos días parece que ha re sultado más cálido, o menos frío, el encuentro de la pareja de izquierda que la de derechas. Al menos en su principio, Anguita Adolfo Suárez y Ribo estaban vacunados con tra la discordia y andaban tan en el cielo de la concordia, o de lo concordante, que el coordina dor de Izquierda Unida recurrió a la crítica de música, acaso ce lestial, y habló de lo bien que le sonaba el texto de la gente de Ribo (su música) y también dijo que estaba en sintonía con él. Pujol y Aznar se reu nieron en una biblio teca, pero no para leer textos, sino para repa sar hechos. No fueron lo suyo músicas celes tiales, sino cuestiones terrenales. El único del ámbito de Aznar y Pujol que aquella noche del viernes estuvo en el cielo fue Adolfo Suá rez, al que los españo les someten ahora a una especie de canoni zación a plazos y en vida. Si el político de la transición no fuera hombre dado a olvidar pasados agravios, po dría preguntarse hoy: ¿cómo es posible que tanta gente me quiera ahora tanto y hace quince años yo no pu diera darme cuenta de eso porque todos me de jaron solo? Por Lorenzo CONTRERAS puesto el arancel por las nubes. El arancel político con su expre sión social y económica. Y fiscal, por supuesto. ¿Para qué enume rar? Digamos sola mente que en los úl timos días, casi en las últimas horas, han lanzado dos ob- servaciones desa fiantes. En realidad, dos avisos o adver tencias. Una en Bar celona, por parte del «Ubu president», que el señor Aznar ha encajado sin pes tañeo, otra desde el País Vasco, por par te de José Antonio Ardanza, el amo, «lehendakari», la voz ya se sabe de cuál. En la capital de Cataluña, cuando el presi dente del Gobierno español se las prometía felices, Pujol ha ca lificado de «ingenuidad» que su hipotecado socio dé por estable el «pacto de investidura», ese acuerdo que «iba» a garantizar la «gobernabilidad» hasta las próximas elecciones generales. Le ha dicho a su huésped central que se vaya con cuidado, así, li teralmente; es decir, que hay que pagar el peaje cotidiano y sus inesperados complementos, los que surjan. de su Y acababa el «molt honora ble» de condicionar decisiva mente la elección para la presi dencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Y había es tado a punto de arbitrar a su gusto el futuro de la minería del carbón, sin el menor reparo so cial. Y tiene en sus manos la autonorma- ción fiscal. Y. va a de terminar, con sus es casos votos, una nueva y más irritante reforma del mercado de trabajo. Más lo que venga. Que vendrá. ¿Y qué decir de Ar danza, el portero de Vitoria? En vez de mostrar mala con ciencia por la negli gencia de la Ert- zaintza, a propósito del secuestro de Del- claux, su falta de cola boración con las Fuer zas de Seguridad del Estado, dice que es el Estado, su fuerza re presentante, quien tiene que supeditarse a la primera. De la autonomía a la soberanía. Y a ca llar. ¡Y a pagar, leñe! ABC (Madrid) - 24/11/1996, Página 44 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.