1987-03-06.DIARIODLERIDA.EL GRAN CEMENTERIO DE LA TRANSICION EMILIO ROMERO
Publicado: 1987-03-06 · Medio: DIARIODLERIDA
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DiARlC DE LERIDA Viernes, 6 marzo 1987 U F l i N Í ON DE - Por EMILIO ROMERO El gran boletín «Euroletter», que realiza y coordina e\ grupo Eurofórum, es una de las bue- nas aportaciones periódicas pa- ra el seguimiento de la realidad po'ítica. En su último número publica un relato sobre los per- sonajes políticos que han que- dado fuera de marco, y que constituyen un cementerio es- pectacular de nombres. Se trata de dirigentes .políticos que nau- fragaron con su propio partido, como el caso de Ucedé; o polí- ticos que estuvieron en eï Par- lamento, y ya no están; hasta conspiradores que ya parecen antediluvianos y no ha pasado más que una década; a los que hay que añadir los desapareci- dos por muerte natural, y que fueron bien significativos, como PIÑAR, ENTRE EL MITIN Y EL SERMON PILAR URBANO Blas Piñar acaba de fletar algo que «supongo» es un partido político, aunque se presenta bajo una denominación extraña: Fren- te, con todas las connotaciones belicistas o beligerantes y de vo- cación oponente y a la contra que esa palabra contiene, y Nacio- nal, con la carga acaparadora y totalizante que entrana autob?"t.- zarse así. Me parece bueno que en España haya un Blas Piñar en acti- vo... si es para liderar, dentro del bastidor constitucional y en el marco del juego democrático, a un segmento social quizá más amplio de lo que imaginamos. Y digo esto porque Alianza Popu- lar que, en apariencia, podría ser la formación política más perju- dicada con la irrupción de FN, a pronto plazo se beneficiaría si soltase en esa dirección cierto caudal de militancia incómodamen- te refugiada en AP y que no sólo viene lastrando a este partido, sino que le impide expandirse hacia territorios políticos de centro. Es decir: lo que AP pierda en militantes, adultos o jovencitos de Nuevas Generaciones, cuyo buen sitio es FN. lo ha de ver multi- plicado en votos populares y gratificado en garbo de modernidad y en agilidad para trazar sociedades pre o poselectorales con otras fuerzas de centro y centro-derecha que hasta ahora le eran prohibitivas. En este sentido, bienvenido sea el «blaspiñarismo., si tiene la virtud que en Francia ha tenido el «lepenismo»: situar a «cada mochuelo en su olivo». A sabiendas de que piso un terreno que puede no agradar, voy a entrar en algo de más calado y que me ha dejado... de un aire. Piñar, al presentar su «Frente Nacional», hizo un llamamien- to a sus seguidores «para reconstruir la Europa de la cristiandad». En su mitin-arenga, el notario madrileño invitaba a Europa a «vol- ver en sí misma» y «a volver a Cristo» para así entrar «en una época de prosperidad y desarrollo». No era malo el mensaje, pero sí era desafortunado convertir la tribuna de mitin político en púl- pito de soflama religiosa. De modo que. oído lo dicho, tengo legí- timo derecho a deducir que Blas Piñar lo que acaba de fundar es un movimiento de tinte «confesional». Y ahí tuerzo el gesto. Cada cosa tiene su sitio y cada institución su propio fin. Ni están los púlpitos de los templos para predicar política ni los partidos pue- den erigirse en expendedores de verdades trascendentes o en mo- ralizadores sociales o en cruzados de la fe. Eso o es suplanta- ción o es clericalismo. Y. aun con la mejor intención, mal se sirve a la Iglesia vistiéndose de misionero crismático cuando no se tiene ni esa misión ni ese carisma. Recientemente hablaba yo con el cardenal Angel Suquía so- bre este asunto. No me resisto a transcribir sus palabras: «Los partidos —me dijo— no deben ser confeslonalmente católicos. Y eso lo hemos dicho los obispos con bastante claridad en nuestros documentos públicos. Pero aún voy a precisar más. Un partido no es «confesional» porque lleve el nombre de católico o de cristia- no. No es cuestión de llamarse tal o cual. Es confesionalmente católico el partido que cree que sólo en su seno se realiza ple- namente, en lo político, la fe de la Iglesia. Se erigen con el mo- nopolio exclusivo y excluyénte del sentir de la Iglesia, y piensan que ellos lo expresan mejor que nadie. Y eso ni es así ni quere- mos que sea así. En cambio, bien llegados sean cuantos católicos, actuando a título personal o desde partidos llamados de inspira- ción cristiana, intervengan e influyan en la vida pública con una conducta coherente con su fe. Pero... ¡nada de partidos propia- mente "confesionales!"». Y todo esto lo caso con la duda que expuse al principio, cuando ante el nombre de Frente Nacional me quedaba en sus- penso, sin saber si lo que Blas Piñar fletaba era o tío era un par- tido. Un partido ha de rechazar tanto la tentación «totalitaria» co- mo la «confesional», porque ambas llevan a la funesta pretensión de convertirse en garantes y administradores de la felicidad, el bien y la verdad. Es decir: en «salvadores». Y me parece que por ahí va FN. Torcuato Fernández Miranda, Enrique Tierno Galván, Joaquín «jrdrr.gues y Juan José Rosón. La re. ación que hace «Euro.et- ter» es üe una gran ocurrencia histórica. Solamente el Partido Socialista carece de mártires, o de desaparecidos, hasta la fecha LOS QUE REDACTARON LA CONSTITUCION ingreso en Siete fueron los ponentes del texto constitucional, pero cua- tro de ellos no están en ej Par- lamento y que son éstos: José Pedro Pérez Llorca, Gabriel Cis- neros, Gregorio Peces Barba y Jord" Solé Tura. Pérez Llorca fue quien realizó, como el mi- nistro de Asuntos Exteriores, la OTAN. nuestro Gregorio Peces Barba fue presi- dente del Congreso en la prime- ra legislatura socialista. Gabriel Cisneros fue siempre un gran comentarista político, aspiró a ser un superviviente de; naufra- gio de Ucedé y no fueron justos con él en Alianza Popular. Y Jordi Solé Tura, comunista ca- talán. está ahora mismo en nin- guna parte, escribe artículos sa- gaces y está en la Universidad de Barcelona como catedrático. Pero los tres restantes de aque- lla Comisión son Manuel Fraga, Miguel Herrero v Miguel Roe? Manuel Fraga es diputado, pero se marchó del liderazgo de Alianza Popular y está fuera de toda actividad en el partido. Miguel Herrero perdió la elec- ción de sucesor de Fraga y apa- rece en el hemiciclo como testi- go de la política y de la Histo- ria Y Miguel Roca sigue siendo diputado, pero tuvo aquel gran tropiezo de la operación refor- mista, y todavía anda con mu- letas en la política nacicmatl. LOS PRECURSORES En los tiempos inmediatamen- te anteriores a la restauración democrática hubo dos persona- jes célebres que pasaron inme- diatamente al olvido: fueron Ra- fael Calvo Serer y Antonio Gar- cía Trevijano. Fueron los auto- res de la «operación política pe- riódico «Madrid» y miembros activos de la Plataforma Demo- crática, con Santiago Carrillo, Vidal Beneyto y algimos más. Santiago Carrillo dejó también el liderazgo del Partido Comu- nista, después de tantos años en el exilio, y ahora ni siquiera es diputado. Hasta una revista fa- mosa le ha hecho cronista de las sesiones parlamentarias, pa- ra que no le asfixie la nostalgia. También jugó un papel muy importante, en el paso de un tiempo a otro tiempo, el carde- nal Vicente Enrique y Taran- cón, quien hace algún tiempo está fuera también de sus obli- gaciones activas. Una gran per- sonalidad política es la de An- tonio García López. Fue el más activo conspirador de aquellos tiempos predemocráticos, en co- laboración con Dionisio Ridrue- jo, y sus ideales son los que se llevan ahora: la socialdemocra- cia. Pero enseguida se fue de la política y está en sus obliga- ciones profesionales. EL GRAN NAUFRAGIO Pero el gran naufragio fue el de UCD. Este es un cementerio impresionante. No aparecen en los vicepresidentes la política que fueron con Adolfo Suárez y con Leopoldo Calvo Sotelo, y que son Fuentes Quintana, Fer- nando Abril y Juan Antonio García Diez. Y no están tampo- co José Luis Leal, Ignacio Ba- yón, Carlos Busteto. Ortega y Díaz Ambrona. Arias Salgado, Antonio Fontán. mientras que un personaje básico de la tran- sición. que fue Rodolfo Martín Villa, no está en el Parlamento, aunque aparece en uno de los partidos m o d e s t os dé la situa- ción actual. El profesor Jimé- nez de Parga .solamente aparece en los periódicos, y con actitud crítica, como en los viejos tiem- pos. y Rafael Ca'vo Ortega aso- nia en e' partido de su amigo Adolfo Suárez; pero estos dos antiguos ministros de Trabajo y profesores tampoco están en el Par'amento. Finalmente, los supervivientes del centrismo o de la derecha se agrupan en partidos peque- ños, aimque separados, y no constituyen ninguna preocupa- ción como alternativa de poder. Adolfo Suárez no tuvo otra co- sa que dos diputados en la le- tiene gislatura del 82; ahora diecinueve, frente a aquellos 168 que tuvo en sus dos legislatu- ras. Una personalidad interesan- té. la dé Iñigo Cavero, y que fUe tres veces ministro, apare- ce oscuramente en e] partido democristiano de Oscar Alzaga. y allí mismo otros dos ex mi- nistros apenas son notados por la opinión pública nacionafl y tuvieron actuaciones relevantes, como José Maïiuel Otero Novas y José Luis Alvarez. Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Go- bierno tras el golpe militar del 23-F ni siquiera pudo salir di- putado por Madrid, y ocupó un escaño porque se marchó al Consejo de Estado LandeHno Lavilla. La historia de este últi- mo personaje es espectacular fue uno de los autores de la Ley de Reforma Política y mi- nistro, y luego líder del partido y presidente del Congreso de Diputados, y ahora aparece des- terrado. voluntariamente, en urta alta funciótt técnica dei Conse- jo de Estado. Todo este mtmdo. y otros que no menciono por no hacer esta lista demasiado lar- ga, fueron los que trajeron la democracia, y además los res- ponsables de una Constitución con su modelo de Estado, su 'délo económico y social, su mode'o de sociedad, y su mo- Jelo de poder. Y ahí están sus cadáveres, y sus vidas políticas humildes los que sobreviven. L·L PSOE, SIN CEMENTERIO El PSOE apan^-ió en el apo- geo de su gloria en 1982. .Sola- mente hay que registrar una gran víctima, aunque voluntar ria: la de Luis Gómez Llorente. Hasta los críticos los tiene den- tro, pero sin poner en riesgo al partido. Su inteligencia de con- quista del poder, y de su con- ^ervac=ón ha sido grande. Aho- ra mismo pasa por algunos ries gos y que son, principalmente estos dos: el de UGT respecto á !a política económica y social del Gobierno socialista. Y el de los graves problemas del Go- bierno en política- exterior y en otros asuntos graves que se re- fieren a La gobemabilidad del la país. Sobre el palacio de Moncloa hay más tormentas que en el pasado. También es origi- nal lo siguiente: el PSOE tiene algunos cadáveres, pero figuran como «cadáveres vivos». Es me- jor dar sus nombres un poco más adelante. U gran diferen- cia con los cadáveres efectivos de la derecha es que s^n cadá- veres ejercientes. campos de Sinceramente, instalación social lo qu^ nuccrde es esto: e] socia'ismo fue siem- pre un grai. movimiento ideoló- gico con e: objetivo de conquis- tar el poder y cambiar la socie- dad. Los personajes de los va- la derecha nos -avanzados o rezagados— tie- nen una tradición de ambición la de vanidad en el poder '-3 nparte de ellos tienen r¿ali- 7-ada su se mueven diestramente en la ¿ons Piración de salón y nunca han e.ercido 'a redención de nadie o el desafío de la calle. Los so^ c-a.istas son una fuerza de ocu- pación. Sus adversarios —hasta ahora— han sido tránsfugas de un lado a otro de la política, y de ésta a vidas resueltas v en pasiones brillantes, de la bu- bufetes. La historia de la dere- cha española desde la iTitima rocracia. de la empresa o de los c a se política del ge-neral Primo de Rivera hasta estos últimos tiempos, ha sido, en ocasiones abracadabrante. Hazte socio de la Gruz Reja- No te cruces de brazos. i fi Cruz Roja Española Para contactar con nosotros llama al teléfono (973) 24 50 49. Lérida.