1994-10-16.EL MUNDO.EL GATAZO, LOS TESTIGOS, OPOSICION Y REFORMA AURORA PAVON

Publicado: 1994-10-16 · Medio: EL MUNDO

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EL GATAZO, LOS TESTIGOS, OPOSICIÓN Y REFORMA 
EL MUNDO, 16 DE OCTUBRE 1994. PAG. 16
AURORA PAVON
Los jueces de la corrupción no se atreven a llegar hasta el final y los testigos de cargo no se atreven a declarar 
Nadie quiere declarar contra el ángel exterminador. Los banqueros desfilan con trajes azul Neguri por la antesala del juez Marino Barbero para declarar sobre el «caso Filesa» que no tienen nada que declarar, nada que decir que no lo sepa todo el mundo y nada que ellos quieran o puedan confirmar. El «caso Filesa» va a ser para el prestigio del Tribunal Supremo lo que fue el «caso Rumasa» para el prestigio perdido y no hallado del Tribunal Constitucional. El procedimiento abreviado en curso incluye como única brevedad la lista de inculpados del PSOE, de la que se han extraído los nombres de la plana mayor, Guerra, Benegas, González, los cerebros y máximos responsables de la operación.
Los filósofos del felipismo decían que en la Grecia clásica había sueldos de corrupción y que en la Italia de Silvio Berlusconi, que ya tuvo su huelga general, pasaba igual con la Democracia Cristiana del «jibone» Andreotti, cardenal «in péctore» de la DC, o el partido socialista de Bettino Craxi, cuyas esencias guarda en lingotes de oro la guardia suiza de la banca internacional. Sí, en Italia pasan muchas cosas, como en Francia acaban de pasar en el Gobierno de Edouard Balladur.
La diferencia estriba en que en Italia y Francia están las cárceles plagadas de políticos corruptos y en España no. Aquí no se mueve nadie y, a lo más, a los amigos del poder en la cárcel sólo les dan un chapuzón. Que se lo pregunten a Paulino Barrabés, o a don Mariano Rubio, o a Amedo y Domínguez. O al propio Luis Roldán que campa a sus anchas por medio mundo con la amenaza a flor de lengua y enseñando en la bocamanga, en las entrevistas furtivas y en la carta al presidente, un as: «Si me encarcelan tiro de la manta».
Esto es lo importante de la cuestión: Los jueces de los grandes casos no se atreven a llegar hasta el final y los testigos de cargo no se atreven a declarar, convertidos en una especie de «testigos de Jehová», que adoran al líder González como si fuera un Dios, y lo temen por lo que a ellos les pudiera pasar. ¿Cuántos jueces y testigos de cargo podrían haber inculpado a González de corrupción y prevaricación? 
De la judicatura hay que hablar del Tribunal de Cuentas (Filesa), del Constitucional (Rumasa), del Supremo (Filesa), de la Audiencia Nacional (GAL) y de todo el escalafón que se vio enredado en algún asunto mayor.
El gatazo tontiastuto
 de los testigos, repasemos: Todos los condenados por los crímenes de los GAL, los inculpados de Filesa, los implicados en Ibercorp y en el reparto de los «fondos reservados» de Interior, más los que conocen las andanzas de los servicios secretos. O los beneficiarios y cómplices de sus repartos, entradas y salidas en medios de comunicación, o quienes saben las trampas y ventajas de las campañas electorales (véase ahora la financiada por Filesa en 1989). O los que mueven hilos y envían mensajes a jueces y cargos de la Administración.
El gatazo de mirada tontiastuta, gordinflón, castrado y satisfecho de González, tal y como lo definió Ferlosio, y casi como se define él cuando recuerda los años pasados desde el Congreso de Suresnes hasta el día de ayer: «No me arrepiento de nada», encontró en las enseñanzas Ninja de Deng Tsiao Ping el pensamiento sobre el que construyó su salvación ideológica. «Gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones».
Y él, felino monclovita que duerme con un ojo abierto junto a los bonsáis, no ha dejado ningún roedor. De Suresnes, Redondo, Castellano, Galeote, Guerra, Múgica, no queda ni uno vivo a su alrededor. Se los fue merendando, desayunando, cenando, uno a uno o de dos en dos. De la oposición Suárez, Calvo Sotelo, Landelino, Fraga, Hernández Mancha, Carrillo, Iglesias, tres cuartos y mitad de lo mismo. De su guardia ilustrada, la gente guapa o «los marianitos de la Moncloa», lo mismo que a los demás. Vean a Mariano Rubio, Mariano Boyer, Mariano Soto, Mariano de la Concha, Mariano Solchaga y alguno más. ¿Dónde están los marianitos? En la panza gordinflona del gatazo. Donde también están aquellos banqueros que iban por el monte solos, Conde y Ruiz Mateos. En el cementerio de La Moncloa no cabe un alfiler.
Aznar quiere ser David
Y, ¿quién nos libra del dragón? ¿Acaso es José María Aznar el paladín Sigfrido, o lleva el pequeño líder del PP en el zurrón la honda certera de David?. Me temo que no. Es cierto que muerto el gato se acabó la rabia y que el templo felipista se caería sobre el conjunto de los filisteos, y puede que también de los españoles, como una plaga postrera. Caerían todos, guerristas y renovadores, felipistas y polanquistas. Pero primero hay que organizar la montería a los compases del «Gato Montés» y cazar la fiera, lo que está por ver. Los testigos de cargo de sus andanzas felipistas, corruptoras y abusadoras, no se atreven a declarar. Y Roldán se llevó la manta y duerme con ella bajo las estrellas en algún paraíso tropical. Y si no hay testigos de cargo, ni hay un juez ¿quién nos queda?
Pues muy sencillo, Anguita y Aznar. De manera que ¡todos fuera! dejadlos solos al califa de la barba luenga y al bajito del bigote charlotín. Hagan más sitio y no se arremolinen, ¡esfúmense! minorías molestas que restáis votos por la izquierda y la derecha a quien nos puede librar del gato dragón de la cueva monclovita.
Así claman ilusos quienes no ven mas posibilidad en la crisis española que el posibilismo de Anguita y Aznar. La pinza por la derecha y por la izquierda, con Guerra como cáncer interior comiéndole al monstruo las entrañas.
Por eso le riñen a Ruiz Mateos si presenta a Matanzo por Madrid, o a Mario Conde si sigue intentando lo del «tercer partido», o a Gil y Gil por lo de Marbella y cercanías. Y ¡ojito con el PIE! de concejales y alcaldes de pueblos de Gabriel Camuñas, que eso tampoco se puede consentir. Al señor Aznar hay que dejarle solo. Hay que quitarle de en medio la CEDA regional del PAR, UV, CC y UA, para que él solito tenga a mano todos los votos del centro derecha y pueda gobernar. Bastante tiene el hombre con PNV y CiU, como para que le salgan más competidores. Aznar necesita una España a su tamaño para triunfar.
El es, frente al gatazo, ¡Superratón! y no quiere ni consiente competencia. El señor Aznar es tan valiente que no se atreve a presentar una moción de censura, ni a decir que no a los consensos de la reinserción y del nuevo reparto institucional.
No se atrevió con Maastricht, ni siquiera a denunciar los abusos del poder en el reparto de los canales de televisión, por si le cae Telecinco en el zurrón, ni el monopolio de Prisa ni los acosos a la libertad de expresión y a los periodistas que denuncian la corrupción. No, Aznar, Superratón, no quiere pelear de verdad, ni tiene un proyecto político global de reformas democráticas.
Aznar vive de los destrozos del gatazo. De sus errores y de las denuncias de la prensa. O ¿acaso nos va a contar don José María que el deterioro español se arregla con su sola llegada al poder, y que la corrupción, el control de la libertad de expresión, la falta de representatividad, la ausencia de democracia y el desprestigio institucional, todo esto se arregla con él? ¡Y un jamón!
Hacen falta más arredros, más ideas y un proyecto político frontal y alternativo al régimen felipista para triunfar y reformar lo que hay que reformar. Menuda broma la de llamar, a estas alturas del fracaso institucional, electoral y de la corrupción, a los «padres de la Constitución» para que apadrinen la reforma constitucional del Senado.
No sobran políticos, faltan ideas. Hace falta una crítica política, ideológica y cultural al régimen actual, al postfranquismo, a esta eterna transición. Y reconocer lo que aquí no hay de democracia y lo que falta de libertad. Y en ese sentido y no en otro, para abrir este debate, constituye una excepcional aportación el libro de Antonio García Trevijano, «El discurso de la República», que se presentará este jueves en el Paraninfo de la Universidad. Un ensayo político e ideológico sobre la España actual. Un documento que explica y da a entender cómo hemos llegado a todo esto y por dónde se puede salir de esta situación.
El que fue fundador y presidente de la Junta Democrática, perseguido y encarcelado por el franquismo y luego marginado y calumniado por el PSOE, vuelve por el camino de las ideas a dar su versión sobre el momento español. La identidad española, el hecho nacional, los nacionalismos, la autodeterminación, la libertad política, la servidumbre voluntaria, el miedo de la izquierda, la corrupción y la reforma constitucional, son los temas de su brillante reflexión. El campo de las ideas sobre las que, después de tantos años de transición inacabada y de involución felipista, se puede y debe reconstruir, con sus variantes y distintos enfoques ideológicos, el camino de la democracia y el fin de la corrupción.