2005-04-25.AHORA.EL FACTOR EUROPEO AGT

Publicado: 2005-04-25 · Medio: AHORA

Ver texto extraído
EL FACTOR EUROPEO
AHORA, 25 ABRIL 2005
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
La sociología no ha explicado por qué la igualdad de oportunidades deriva en Norteamérica del individualismo y en Europa del socialismo. Sin partir del fracaso de la Revolución, no es posible entender que el motor de la historia europea haya sido la igualación social y no la libertad política, como en EEUU. Sin la antítesis entre democracia material o social y democracia formal o política, es decir; entre igualdad y libertad, la historia europea sería pura obra de un atajo de locos o perversos. Europa se distingue por la importancia que la cuestión social ha tenido en la formación del espíritu común de sus naciones. La libertad política no fue encontrada por ellas. Los federalistas americanos la pusieron en práctica. Pero la Revolución francesa la ignoró. Puso a Rousseau por encima del “anticuado” Montesquieu. Lo moderno no era garantizar la libertad colectiva, sino igualar la riqueza individual.
La cuestión social surgió en Europa cuando los pobres dejaron de ser una institución orgánica, objeto de caridad parroquial, para convertirse en elemento mecánico de la producción industrial, objeto de explotación económica. La antigua pobreza-mantenida se sustituyó por la nueva miseria-producida. El movimiento igualitario de las masas proletarias produjo fenómenos originales que tipificaron a Europa: cooperativismo, socialismo utópico, guerra cartista, revoluciones del 48, rebelión de la Comuna, sindicalismo, anarquismo, socialismo, laborismo, comunismo, partidos de clase y revolución soviética. La errónea creencia de que las revoluciones sociales eran producto de la extrema miseria, motivó que la burguesía gobernante rompiera el principio liberal de la neutralidad del Estado con legislación de derechos laborales. Del liberalismo, sin pasar por la democracia, nació la social-democracia. Un ideal antiyanqui porque la pobreza, fruto del fracaso personal o la culpa individual, debe acudir a la caridad como en la Europa anterior a la Revolución francesa.