1995-05-15.EL MUNDO.EL EJEMPLO DE SEGORBE AGT

Publicado: 1995-05-15 · Medio: EL MUNDO

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EL EJEMPLO DE SEGORBE
EL MUNDO. LUNES 15 DE MAYO DE 1995
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
La causa actual de la República está en la conquista de la democracia política, que no tenemos, y en la unidad de la conciencia nacional, que la inercia monárquica disuelve. La República se ha identificado con la libertad política de los ciudadanos y con el equilibrio de la relación estatal en las regiones dominadas por movimientos subnacionales. La causa de la Monarquía, que no está en el honor ni en la tradición, reside en el privilegio de los partidos y de los nacionalismos periféricos, en la inmoderación de las ideologías que la necesitan y en la moderación de las corrupciones en que se apoya. Son ideologías inmoderadas las que nos hacen creer que tenemos una democracia social para poder denegar la democracia política, y las que proclaman la autodeterminación para negar la conciencia española. Hablar de Monarquía es hablar de privilegios y de corrupción de las conciencias, de ausencia de ideales y de dominio de intereses materiales. La Monarquía se enlaza con la corrupción irreversible del Estado de partidos y con la propensión a la soberanía del nacionalismos vasco-catalán. Todos saben que la lógica de la corrupción y del nacionalismo pondrá en crisis a la Monarquía. 
Por razones de supervivencia personal o dinástica, la Corona se verá obligada a transformar la actual oligarquía de partidos en una democracia moderna, impulsando la reforma electoral en favor del diputado de distrito, y la sustitución del Gobierno parlamentario por el presidencial. Pero es probable que lo intente cuando sea demasiado tarde. Los titulares del poder son los últimos en enterarse de la gravedad de las crisis que los amenazan. Nada hay tan opiáceo para los poderosos como la adulación sistemática. Se equivocan los que todo lo fían a la popularidad de los reyes, y no digamos a la lealtad de los partidos. La primera es voluble como el aire levantado por los primeros calores. Los partidarios del poder nunca defienden a lo que decae. La segunda no conoce límites a la infidelidad cuando se trata de conservar sus posiciones a costa del que cae. Hemos visto lo que sucedió a la muerte del dictador. Lo mismo sucederá cuando la Monarquía sufra los embates del monstruo corruptor y separatista que ha crecido a sus pechos. La clase intelectual carece hoy de principios. Ante el riesgo de verse alejada del poder, defenderá la República como si no la hubiera abandonado. 
No estoy diciendo que la República presidencialista, que es la única deseable, esté ya situada en el horizonte de la acción. Pero el impulso tomado por el movimiento republicano en los últimos meses, sobre todo en la juventud universitaria, se proyecta hacia un momento decisivo de esplendor de la verdad y de la libertad. Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona celebrarán el próximo día 17 un referéndum testimonial sobre Monarquía o República. En ayuntamientos de la Comunidad Valenciana y la Rioja se presentan a las elecciones municipales listas de candidatos bajo el signo de la República. Y en uno de ellos, el de Segorbe, acudiremos un nutrido grupo de escritores, artistas, estudiantes, empresarios, obreros y profesionales, no para proclamar la República, como se ha escrito con más gracia que tino, sino para apoyar una lista que se ha comprometido, si gana, a dar a las minorías el derecho de formar comisiones de investigación y control de la mayoría. El ejemplo de Segorbe, donde la televisión comarcal se hará amplio eco de la campaña en favor de la única lista democrática, sólo tiene un valor de testimonio de la reacción de la opinión cuando a ella llega la posibilidad de elegir, sin riesgo, una alternativa de verdad republicana.