1976-05-13.DESTINO.EL CONTRATAQUE DEL REY MELIA
Publicado: 1976-05-13 · Medio: DESTINO
Ver texto extraído
iBarcelono, del 13 al 19 de mayo de 1976 Lmero 2 015 - 40 pesetas I I' i >. 1 1 ! I i i I EL IRREAL MADRID españa El c o n t r a a t a q ue d el R ey La Insolencia histórica y el tono destemplado de las palabras de Arlas contrastan con la respuesta de la Corona a la política del momento actual. J o s ep M e l iá Gil Robles ha mdo el primer miembro é\ oposición que se ha entrevistado con « r L a respuesta del Rey al discurso de Car los Arias ha sido magistral. Allí donde el presidente del Gobierno fulminaba a la oposición integrada en la Platajun invitando ta, don Juan Carlos respondía a uno de sus dirigentes y conversando du rante una hora y media con él. La cosa, desde la posibili dad de que Gil Robles sea nombrado pre sidente del Gobierno, como algún insensa to ha insinuado. Pero por lo menos es un signo de que en las alturas también exis te un claro contraataque contra la ortodo xia tridentina del franquismo del presiden te Arias. luego, no llega a rozar La Corona necesitaba dar esta respuesta. La insolencia histórica y el tono destem plado de las palabras de Arias podían arras trar a la Monarquía. Por eso, de alguna manera, se hacia preciso que las cosas que darán en su sitio. Y poco a poco las co sas comienzan a quedar en su sitio. Frente a la versión anacrónica de un Departamento de Estado (Kissinger) que cree todavía que Arias es el artífice de la democratización posible, la gran prensa mundial comienza a calibrar el verdadero protagonismo del Rey. El «Washington Post» habla de una voluntad de desmontar paso a paso la dic tadura. Y «Le Monde» afirma que el Rey desearía acelerar el programa de reformas. La conmoción que tales afirmaciones pro ducen en el «establishment» es tan eviden te que al ministro de Información y Turis mo se le descompuso la cara cuando José ta La prensa mundial comienza a calibrar el gran protagonismo del Rey. Oneto le gastó la broma de que este mar tes volvía a Madrid Amaud de Borchgrave. La ceremonia de la confusión ¿Ha llamado el Rey a Felipe González? EH sábado un columnista del diario «Arri ba» afirmaba que en el transcurso de la nueva semana el Monarca recibirla en au diencia a «un socialista nada histórico». Po reca_ cas horas después, como guante, Francisco Rústelo afirma» "| llcia que «Felipe González no ira a zuela mientras haya miembros °e * ción en la cárcel». Simultáneanienw. dem, Tamames y Triana sallan de cel. El Ministerio de la Gobemaoj"^ más aún el rizo al separar las rea lidades inherentes al intento de en una manifestación y las <lerivaX¡L»i cho de haber intervenido en la c o ^ ^ j. j de la Platajunta. Gracias a todo eiw - la iiKP»fh>*' paradoja de que en el ato que los tres citados sallan en 11- el Juzgado de Orden Público nú- uno confirmaba el procesamiento de ¡ida Trevijano, Camacho, Aguado y Al- rez Dorronsoro. Por si no fueran bastan ¡ contrasentidos, Nicolás Redondo era con por el Tribunal Supremo por per er al PSOE. 7 es que, nos guste o no, 1 tolerancia tritura cuando entra en juego j gu lógica implacable, el mecanismo de legalidad. Y quizá por ello, con sus de- ciones y sus divergencias de rumbo, el im agrama reformista ha acabado por la convicción de que hace falta un do transitorio para salir del sistema or y configurar una verdadera etapa la negociación i «a etapa intermedia, que haga posible I mínimo horizonte de libertad para que grupos políticos reales se manifiesten, ir dirigidos los pasos más signifi cambio democrático. A ttivos dados últimamente desde el poder. |iSe dico —afirma el diario "Informacio- f— que incluso algunos miembros de la ación estarían dispuestos a pactar un de reformas presidido por el Rey ! diera paso a un periodo constituyente.» i estas materias, de todos modos, la es dón se hace extraordinariamente di- Que Josep Pallach o Heribert Barrera con Fraga no tendría demasiada sig- ción si no fuera que el contenido de afirmaciones divulgadas por sus inter- ores reflejaba un planteamiento algo positivo que el que se desprendía de rieres contactos con otros miembros de | oposición. Me han dicho, además, que a le no le hace ninguna gracia que quen en el mismo platillo que a Arias lia hora de degollar las reformas. Uno ] sus fieles me contaba que Praga aceptó arse de administrar el orden públi [para realizar el cambio, no para boico "o. Y la pesadumbre prohibida por la loración de sus gestos seria la causa de [relativa decepción que se advierte en la i promesa de que en el mes de mayo retirarse a pescar. Seria ésta, tára la causa de que ahora el horizonte [Batería de conflictividad aparece más dejado; Praga hubiera jugado muy fuer- Hjf» que la reforma parlamentaria re mínimamente creíble. Lo que ha Tido de puertas adentro en esta materia |ne escapa. Pero los últimos siete días «do escenario de una violenta batalla " dos grupos del Gobierno. Y si al fi- llegado a una solución de com- _* está claro que éste se ha produ- a mucha distancia de lo que habían i tos propuestas presidenciales al COTÍ 1 <« Ministros del pasado día 29 de abril. tónuismo o cambio relativo tiene una "Prendo que todos ustedes, como un "w. estén también confusos por la ba- Penodistica en tomo al sistema bica- rf ^ guerra de informaciones y con- fácil. "ormaciones • todo. Si Martin Camero no pudo «"a palestra tras el penúltimo Con Ministros, no fue, a buen seguro, *« tratara de una reunión extraor • n ie porque las posiciones estaban r"¡J" y no se habla llegado a un acuer- I T e S í ^ r t o. A partir de ahí. los pro lectura =«aaos mayores de la Administración "ra^er'¡n a romper el secreto oficial lo ¡r" los documentos de trabajo bus iQUe r, reJacción que tenía obligadamen Vr . P ^ u t í r s e. Me costó mucho con e| d ^ n 0s diplomáticos extranjeros de A u m e n to que se daba por apro hado ni siquiera había n*g*An a estar es crito. Pero lo que ocurre es que Arias qui zá midió mal su fuerza. Creyó que le seria más fácil que el Consejo de Ministros acep tara sin discusión su proyecto de transfor mación del sistema orgánico, pero man te niendo intactos sus fundamentos y sus pro cedimientos indirectos de elección. Y el Con improbable, sejo se le revolvió. No sería pues, que tras la audiencia concedida a Gil Robles, el Rey se hubiera visto precisado a intervenir. E sa es, a mi modo de ver, la explicación más consecuente con esa danza de notas y las agen contranotas que han mantenido cias informativas y que tanto desasosie go han causado en los medios políticos y diplomáticos. No es que el Gobierno qui- Hace ya muchos años que vengo diciendo que la única condición que el Ejército pondría para respaldar el cambio demo crático sería que la reforma se hiciera des de la legalidad y no contra ella. Pero Fran co dejó las cosas muy atadas y no es sen legalidad dictatorial y cillo reformar una cripto fascista, cuyos fundamentos respon lugar, a la imposible qui den, en último mera de evitar el cambio. De ahí que a veces el ritmo zigzaguee y las jugadas se detengan al borde del área sin llegar a con sumar el gol que reclama la afición. Pero todo tiene una explicación. De ahí ese do ble condicionamiento a que me referia El de evitar un enfrentamiento en bloque con tra los Inmovilistas, que detendrían cual quier ataque global a sus privilegios, cuan- 4 Fernandez Miranda entró a degüello contra el bunker. siera o debiera controlarla. Es que por vía la fomentaba. Y gracias a ello, indirecta según las palabras de Paco López de Pa blo, se ha «llegado a una solución de com promiso que pero que puede resultar útil si permite lle gar hasta las elecciones generales legisla Uvas de mayo de 1977». lógicamente será transitoria, ¿Util? Habría que decir que según y có mo. Depende en gran medida de cómo se plantee el referéndum. Tal como les decía hace quince días, el reformismo ha llegado a su etapa final. El paquete de reformas está completo. Lo que en cambio no se ouede ni siquiera admitir a beneficio de inventario es la afirmación de Carlos Arias le que esta reforma hará innecesarias otras posteriores. Nada de eso. Porque la refor ma ofrecida, precisamente, se presenta cada vez más como una bomba de trillta para hacer saltar los restos del sistema perso palista, de la concepción autocrática del po der. De ahí sus ambigüedades y sus cobar días. Pero en función de ello, al propio tiempo, las infinitas posibilidades que con tiene si se saben jugar a fondo los resor tes que van a existir para que el pueblo logre desplazar a la clase política franquis ta y arrebatarle su pretensión de conver tirse en heredera del pasado. Las timideces de la reforma, a tenor de ello, obedecen a un doble condicionamien to que no se ha podido o querido evitar. do lo que se les pide, por el contrario, es que den vía libre a las reformas propues tas, y el de efectuar una ruptura progre siva en lugar de efectuarla de una sola vez. Está claro, en este orden de cosas, que se ha intentado recortar todo lo que se ha podido. Pero que han existido límites a la la capacidad de digestión de tolerancia, a la clase política Y esos limites han obli gado a quienes hacían la reforma a plan tearles, a quienes están en la Cámara por via sindical, municipal o corporativa, la exis lencia de un horizonte que les permitirá sobrevivir. Se ha querido salvar el proble ma filosófico, aunque sometiendo la peri pecia a sufragio universal. Con lo cual, a fin de cuentas, se les hará callar. Pero, en cambio, esta misma estrategia se ha que dado sin argumentos para ofrecer una al ternativa a quienes no tenían más res pal do que el dedo omnipotente del dictador. Porque, como dice la publicidad de la Te lefónica, «el camino más corto se hace COTÍ el dedo». Y por este motivo los «cuarenta principales» van a sobrevivir en una pri mera fase. Es el precio que se ha tenido aue pagar para que el Consejo Nacional del Movimiento no le ponga luz roja, al in tentó de modificar las Leyes Fundamenta les. El principio de «sálvese quien pueda» parece haber sido la única máxima fiable aue ha regido en este inquieto periodo que * ahora termina 11 españa la filosofía que T precisamente por ello fue tan estimu lante ver al señor Fernández Miranda en trando a degüello contra el bunker. Cuan do el presidente de las Cortes afirmó que la Cámara no habla sido pensada para una responsabilidad como la que ahora cargaba sobre sus espaldas, estaba haciendo un ba inspiraba el Ré lance de reforma gimen. 7 cuando añadió que era imprescindible y que él quería servir la por su lealtad al pueblo expresada en su lealtad al Rey, se hubiera podido cor tar el silencio glacial con que sus dardos iban dando muerte a muchas nostalgias. Es el lenguaje que el bunker necesita. El que lo anonada y empequeñece. El bunker sólo se resigna ante el poder. Como no es más que un fleco de su omnipotencia, se re signa ante el ejercicio de la autoridad. Me la cas incluso se está violentando para dar en trada a la palabra «partidos» en el articula do de la futura ley. Y aun el inquieto pro curador vasco Manuel Escudero Rueda quie re plantear una intervención que tenga co mo punto crucial el reconocimiento legal de los partidos. Con lo cual, en resumidas cuentas, la homologación de la vida política con la realidad saldría extraordinariamente enriquecida. Por último, y eso no parece una utopia después del recital de Fernández Mi randa, Fraga les declaró a cuatro grandes periódicos que las reformas que tienen en estudio las Cortes serán aprobadas. Queda por saber, desde luego, qué harán los grupos políticos cuando la Ley de Aso elaciones quede aprobada si no queda claro el tema del Partido Comunista. Pero a mi me da la impresión de que en este terreno se En e/ referéndum, el pueblo se pronunciará sobre la reforma. en materia del derecho de asociación i ca fuera confiado a dicha institución, aparte de todo lo dicho, se va imp la tesis de que el proyecto tiene muchcñ aprovechable. Y que, en la práctica, ba todos los prejuicios, o casi todos, . hicieron abortar la deforme criatura del ] Ututo de Asociaciones Políticas del miento. Si se repasa la historia, en efecto, se1 que los temas verdaderamente tabú fu entonces la pervivencía del Movimiento," expresa aceptación de los Principios ~ mentales, la intervención inoportuna e in_ licada del Consejo Nacional, el requisito ( las veinticinco mil firmas y la necesidad i que las asociaciones funcionaran en un i mo de quince provincias, lo que deja fuera de combate la mera posibilidad fundarlas en el área de las nacionalidades] comprometidas con su problemática y i raciones colectivas. Todo ello ha de cido en el proyecto Fraga y si bien es'l tan te lo que se podría mejorar, tampoco ( cuestión de decir que deja las cosas tal ( mo estaban. Por este motivo, el horizonte del mes i junio adquiere verdadera virtualidad, vez que si los partidos comienzan a fu nar antes del referéndum la consulta se i mará y tiene más probabilidades de < zar se correctamente. El cauce legal que I Junio puede entrar en juego no será lo perfecto que algunos desearíamos, puede ser un revulsivo considerable que las cosas se pongan en su sitio y se i be lo qua se tiene que- acabar. Lo más i cil del asunto, probablemente, será que I guien se atreva a dar el primer paso. encantó, sobre todo, cuando alguien le dijo las Cortes que él hacia al presidente de martingalas con el Reglamento. «Todo lo que sé -lo he aprendido de ustedes. Lo que pasa es que a veces los discípulos aven tajan a sus maestros.» Pensé que alguien se levantaría. Pero no. Se limitaron a callar. Los partidos, en junio Fraga les dijo a Pallach y a Barrera que los partidos funcionarían en junio. Lo ha re petido Gabriel Cisñeros en Canarias. Martin Camero ha añadido que los partidos juga interna y en la mecánica rán en electoral de las dos Cámaras. La ponencia dsl proyecto de Ley de Asociaciones Pollti- la vida sstá produciendo un considerable viraje ha cia el pragmatismo. Y que los partidos se preocupan menos de las formas que de usar la legalidad como trampolín para favorecer si verdadero camino hacia la democracia y la libertad. Gracias a todo ello, oreo apreciar que el juicio que merece la Ley de Asociaciones es bastante más positivo que en un primer mo mento. Algunos, incluso un considerable sector de las Cortes, querrían que el Go bierno interviniera menos decisivamente en su autorización y control. Y confian, ahora que ss ha dado el paso decisivo de configu rar un verdadero Tribunal de Garantías Constitucionales como Sala Especial del T r i bunal Supremo, que el control de legalidad El Vía Crucis de Montejurra El vía crucis del país, de todos modos, I rece que quiere seguir. Lo de Monteji ha sido triste y doloroso. En otro lugar ( sste número se lo contamos. Montejuml sido una pequeña reproducción a escala I nuestra capacidad para la guerra civil idiota, loco, capacidad pura y simple de < garramiento y de intolerancia. Ante « espectáculos ae valora más todavía la non pina de la libertad. Y ae reafirma uno fflj necesidad de buscar fórmulas suaves evitar balances irreparables y cóleras i ñas en personas acostumbradas a Imi su voluntad fanática a golpes de pisto!»-1 D E X T I NO Boletín de suscripción Si le interesa recibir el semanario en su domicilio recorte este boletín y mándelo debidamente | cumplimentado a esta Administración: Consejo de Ciento, 425, 5." planta. Barceiona-9. D ON CALLE DE se suscribe o DESTINO cuya suscripción pagará en cuotas: TRIMESTRALES SEMESTRALES ANUALES 364 pesetas 728 pesetas 1.456 pesetas número puerta piso Las suscripciones para el extranjero serán recargadas con el importe del franqueo correspondient a cada país y deberán ser como mínimo anuales. de de 19 J