1995-03-06.EL MUNDO.EL COMODÍN AZNAR AGT

Publicado: 1995-03-06 · Medio: EL MUNDO

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EL COMODÍN AZNAR
EL MUNDO. LUNES 6 DE MARZO DE 1995
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
La vuelta de Roldán ha iluminado como relámpago en noche cerrada la podredumbre del régimen. Lo que no había logrado la progresiva insinuación de la verdad ocultada, el reconocimiento público de que esto no es una democracia, lo ha conseguido un apoteósico minuto de solemne falsedad en los modales de gobierno. ¿Quién se atreve ahora a sostener que la «mentira Belloch» es sólo abuso personal del poder y no modo institucional de asegurar la falta de control del Gobierno? La calurosa solidaridad con Belloch, Vera y Galeote proclama que la mentira, el crimen y la extorsión son factores políticos cuya impunidad es condición constitucional de Gobierno. El miedo a la responsabilidad política y judicial de la verdad, el temor a perder las situaciones de privilegio logradas con la corrupción, están bien seguros de encontrar refugio en la obvia necesidad del futuro Gobierno de perdurar, por su propio interés, en el engaño político. Y lo mejor, para que los gobernados se hagan la ilusión de que todo cambiará sin necesidad de cambiar nada, es atribuir en exclusiva la catástrofe nacional a Felipe González, y no a la disposición particular de unas leyes políticas que no permiten derrocar, sin elecciones, a un Gobierno tiránico. 
Es propio de la libertad política, en palabras de Montesquieu, la «facilidad para deponer a quien hemos dado un poder tiránico». Y no hay mayor evidencia actual que la ausencia de esa facilidad entre nosotros. Pase lo que pase de monstruoso en el Gobierno, debemos esperar el término de la legislatura para deshacernos de González. Tenemos que aceptar, tan sosegados como Pujol, un amo malo que puede ser cambiado algún día por un amo bueno, porque al parecer no debemos liberarnos de la servidumbre voluntaria. Los medios de comunicación comienzan a prepararnos, como a la muerte de Franco, para que parezca más prudente sustituir la Justicia por el acomodo de los malhechores en la continuidad del régimen de impunidad de  como el cinismo felipista dice que lo importante es tener a Roldán en la cárcel, sin mirar el modo fraudulento como el Gobierno y el fugitivo pactaron la entrada en ella, la imprudencia antifelipista nos hace creer que lo importante es echar a González como sea, incluso sin cargos judiciales y dando el mismo tipo de poder sin control a Aznar. Cuando lo decisivo para el porvenir no es que se vaya González sino el modo justo de hacerlo. De lo contrario será el deshonor nacional, la victoria de la injusticia, la impunidad del crimen, el premio al lucro ilícito. Ese es el valor que dan al comodín Aznar los reyes y figuras de la baraja española. 
En un sistema que no admite otra renovación que la de acomodar el mal en la falsa esperanza de un Gobierno sin personalidad, arraigará con fuerza la desesperación de los gobernados. Sin reforma democrática del criterio electoral y de la Constitución son insolubles los problemas que plantean la inconsciencia, la inmoralidad y la incompetencia de la clase política engendrada por el Estado de partidos. No es imaginable que el partido de los Fraga, Martín Villa, Ruiz Gallardón y Aznar pueda, quiera o se atreva a acometer la superación de las causas institucionales que aniquilan la conciencia nacional, hacen imposible la formación de la libertad política y anulan las posibilidades de crecimiento con el auge de la deuda pública y de la economía especulativa. Tal vez sea inevitable que el oportunismo agote sus posibilidades en la derecha, como ya lo hizo en el centro y en la izquierda, antes de que el sentido de futuro y la necesidad de verdad y de decencia se impongan en la sociedad con un enérgico movimiento político hacia  la Historia enseña que, si ningún elemento dinámico del Estado toma parte en el movimiento de circulación de las élites generacionales y de la voluntad de resistencia al despotismo, el agotamiento del oportunismo deja vía libre al cambio revolucionario del sistema institucional.