2003-12-27.EL MUNDO.EL ABOGADO DE LOS GRANDES PROCESOS DE LA DEMOCRACIA JESUS PALACIOS

Publicado: 2003-12-27 · Medio: EL MUNDO

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EL ABOGADO DE LOS GRANDES PROCESOS DE LA DEMOCRACIA
OBITUARIO. JOSE MARIA STAMPA BRAUN 
EL MUNDO. SÁBADO, 27 DE DICIEMBRE DE 2003. 
JESUS PALACIOS
 De 'El Lute' a Rumasa, de Pinochet a Segundo Marey, estuvo presente en los grandes juicios de los últimos 25 años 
En las últimas semanas fue perdiendo la costumbre de vivir y empezó a sentir la presencia de la muerte. Hace un mes ingresó en el Ruber aquejado de una dolencia renal que derivó en un infarto y en un desplome progresivo de su organismo. Como Pitágoras fue mortal por sus temores e inmortal por sus deseos, pues pocas vidas habrán sido tan fecundas como la de Stampa Braun. Pasará a la Historia con el calificativo de «el abogado». Sencillamente. Universal por sus casos, brillante por su ejercicio, insuperable por su oratoria. Podría haber formado parte del mundo grecolatino y emulado Las Filípicas de Demóstenes o Las Catilinarias de Cicerón. Pero el suyo fue el siglo XX de España.
Stampa nació en la primavera de 1925 en Valladolid, en pleno recorrido corto de la dictadura de Primo de Rivera. Vivió su infancia en la II República y la Guerra Civil entre Zarauz y Valladolid. Ya en sus estudios primarios en el colegio francés Lacome empezó a apasionarse por el significado de las palabras, en tanto que su abuelo, Leopoldo Stampa, diputado y primer teniente de alcalde, trataba de inculcarle su ejemplo liberal republicano.En sus estudios de bachillerato fue el mejor alumno y concluyó Derecho con matrícula de honor en todas las asignaturas y premio extraordinario. Profesor ayudante del catedrático Juan del Rosal, hizo su tesis sobre Las ideas penales de Séneca, lo que ya indicaba una gran vocación literaria, humanística e histórica que fusionaba apasionadamente con el Derecho penal. Sin embargo, él hubiera querido ser diplomático y viajar por el mundo con un sentido profundo de aventura.
Becado en París a comienzos de 1946, conoce a Miguel Maura y a Fernando de los Ríos en el Colegio de España. Asignado a la cátedra de Historia del Derecho, escribe artículos para El Norte de Castilla sobre la vida mundana parisina al tiempo que sigue de cerca el juicio de Nuremberg, en el que como juez de Francia actuaba Henri Donnedieu de Vabres, catedrático de la Sorbona y profesor de Stampa. En 1949 y 1950 hace dos cursos de Derecho en el Colegio de San Clemente de Bolonia (Italia), donde llega a exponer una tesis sobre el delito de infanticidio por la que obtiene una puntuación de 110, Cum Laude. En aquel grupo de escogidos coincide con Raimundo Basols, Pablo Lucas Verdú, Francisco Vaquero, Manuel Fernández Alvarez y Evelio Verdera, quienes también destacarán en sus desciplinas.
Cátedra en Granada
A los 27 años consigue la Cátedra de Derecho Penal en la Universidad de Granada, en la que -simultaneándola con el ejercicio activo de la abogacía- permanecerá 17 años, hasta 1970. Si Valladolid fue la cuna de Stampa, Granada fue el epicentro de su desarrollo profesional y Madrid su culminación. Casado con Adela Casas, la novia vallisoletana de toda la vida, el mismo año que sacó la cátedra (1953), Granada será también el eje de su vida familiar. Allí le nacen cinco hijos de este primer matrimonio, José María, Macarena, Cristina, Jesús Alvaro y Gonzalo. El primero y el último siguieron sus pasos.
Miembro del Tribunal de lo Contencioso, conferenciante multidisciplinar, autor de numerosos tratados de Derecho penal -Introducción a la ciencia del Derecho Penal, El delito de infanticidio, El Fraude procesal en el negocio jurídico fiduciario y Las ideas penales de Séneca, entre otros muchos-, Stampa llega a ser secretario de la Universidad de Granada. Como abogado es tan hiperactivo que lo mismo defiende a estudiantes procesados por injurias al jefe del Estado que hace de hombre bueno en la querella del notario García Trevijano contra el diario Pueblo de Emilio Romero y un por entonces joven redactor José María Carrascal.
Ya en Madrid se presenta en diciembre de 1973 a las elecciones del Colegio de Abogados en la candidatura de Antonio Pedrol Rius, que literalmente barre a la de Joaquín Ruiz Jiménez. Y comienzan a lloverle los casos más famosos y relevantes que harán de José María Stampa ser «el abogado», sin más. El atraco al Banco Atlántico perpetrado por miembros de ultraderecha; el caso Xyladecor, una querella por el incendio de una casa en la que aparecían varios ex ministros implicados; el caso del Aceite de Redondela, donde habían desaparecido cuatro millones de litros de aceite de la Comisaría de Abastecimiento y Transportes almacenados en Reace; el caso Sofico, el asunto Matesa; y Rumasa, en diversos procedimientos.
En 1976, Stampa defendió a Vidal Beneyto, miembro de la Junta Democrática. En el 78 se haría cargo de la defensa del teniente coronel Tejero por la intentona de la Operación Galaxia. Y en el caso Atocha ejercería la acusación privada contra los asesinos de los abogados laboralistas. Pero sin duda fueron legión los personajes populares, periodistas, escritores, empresarios, financieros e instituciones que reclamaron sus servicios. Lola Flores y sus problemas fiscales; Antonio, el bailarín, por blasfemia; el príncipe Zourab Tchokotoua, acusado de estafa. José María Martínez de Irujo, Pelayo Ros, Jorge de Bragatión, Tessa de Baviera, El Cordobés por un asunto de paternidad; el catedrático García de Enterría en el caso Palazón por evasión de capitales. Concha Márquez Piquer, Espartaco Santoni, Norma Duval, El Lute, Gunilla von Bismarck, Ana Obregón, Luis Miguel Dominguín, Tita Cervera, Sara Montiel, Luis María Anson, Francisco Umbral, Antonio de Senillosa, José Luis de Vilallonga, Alfonso Ussía, Pilar Urbano y un largo etcétera. En el proceso por el secuestro de Segundo Marey, defendió al ex secretario de Estado Julián Sancristóbal.
De 'El Nani' a los GAL
Por un compromiso personal del por entonces decano del Colegio de Abogados, Antonio Pedrol Rius, Stampa asumió la defensa de Rafael Escobedo por el crimen de los marqueses de Urquijo; también llevó los casos del incendio de Alcalá 20, el de Banca Catalana y a Carmen Salanueva por la compra de papel del BOE. Actuó en el caso Nécora, en el de la desaparición de Publio Cordón y El Nani, en el de Juan Hormaechea, en el de KIO, en el caso Banesto y finalmente en la defensa de Pinochet, detenido en Londres por mandato de Garzón.
Tras el fallecimiento de su mujer Adela Casas, Stampa se volvió a casar con Pilar Jalón, con la que tuvo un nuevo hijo, Bruno. Seguidor apasionado del Valladolid, sobre el que no se cansaba de decir que era la cuna del fútbol moderno, la directiva del Valladolid le hizo entrega unos días antes de fallecer de la medalla de oro del 75º aniversario del club. Con ella pidió ser enterrado. Y así reposa en el panteón familiar de la Sacramental de San Isidro de Madrid.
En los últimos tres años y a medida que fue liberándose de los temas de despacho, Stampa dictaba sus memorias. Al sobrevenirle un infarto, repetía en plena crisis en la UCI: «Ya sé lo que es morirse». Al objeto de transmitirle ciertos ánimos, su hijo José María y quien esto firma le comentamos que ya vería cómo lo superaría y comenzaría sus memorias con este episodio. «Sí», respondió, «las empezaremos con mi esquela». Una vez más tuvo razón.
José María Stampa Braun, abogado, nació en Valladolid el 6 de marzo de 1925 y falleció en Madrid el 25 de diciembre de 2003.