1974-02-11.DIARIO16.DON JUAN

Publicado: 1974-02-11 · Medio: DIARIO16

Ver texto extraído
Inquietudes de  don  Juan

Las inquietudes de Don  Juan o Don  Juan y la fuerza de la dinastía. Una polémica
en  dos  actos  con  prólogo  y  sin  epílogo.  Por  una  parte,  Rafael  Calvo  Serer,
incondicional  de  Don  Juan  de  Borbón,  defendiendo  la  candidatura  del  hijo  de
Alfonso  XIII.  Por  otra  parte,  algunos  grupos,  que  aprovechan 
la  ocasión
para  demostrar  su  "antimonarquismo".  Don  Juan,  inquieto  por  el  futuro  de  su
hijo,  y  el  Príncipe,  en  medio.

El  rumor  está  en  la  calle  y  se  afirma  que  la  polémica  no  beneficia  a  la

solución  Juan  Carlos.

Lo  único  cierto  del  rumor es  que  la ley  que  podría  completar  la Sucesión en
favor  del  infante  Felipe,  hijo  del  Príncipe  Juan  Carlos,  aún  no  ha  salido.  Los
círculos  monárquicos  dicen  que  debe  asegurarse  este  paso,  porque  en  caso  de
que el Príncipe  desapareciese  sin  jurar su cargo  estaríamos  como  estábamos,  con
España  como  Reino,  pero  sin  un  Rey  seguro  y  con  Sucesión.  Y  habría  que
empezar  otra  vez  la  construcción  del  edificio  para  después  dejarlo  todo  atado  y
bien  atado.  Podríamos  estar  como  estábamos.

Los  observadores  atentos  de  las  polémicas,  los  gestos  y  las  actitudes,  dicen
que  todo  puede  haber  servido  para  dar  un  empujón  a  la  ley  que  completaría
la Sucesión,  aunque  este  epílogo  no  lo  esperasen  ni Calvo  Serer ni  "L'Express".

La  historia  comenzó,  no  podía  ser  de
otra forma,  el Día de Reyes. Dicen  que
se  concibió  en  Estoril,  se  desarrolló
en  París  y  estalló  en  Madrid.  El  Día
de  Reyes,  Epifanía  para  la  Iglesia,
e¡  Príncipe  con  su  esposa  en  Londres
y  cumplido  el  protocolo  de  la  Pascua
Militar  en  el  Palacio  de  El  Pardo,  se
fue  a Estoril  a  pasar  la  jornada  con  su
padre,  como  todos  los  años.  Recién
nombrado  el  gobierno  Arias  Navarro
y  tras  los  decisivos  días  del  atentado,
la  visita  tradicional  no  tenía  más  mis-
terios.  "No  había  gatos  encerrados  en
esta  consulta  lógica  de  Juan  Carlos
con  Don  Juan,  especialmente  tras  la
muerte  de  Carrero",  nos  dice  un  mo-
nárquico  legitimista,  militante  ahora
en  las  filas  de  Juan  Carlos.

Los problemas  vinieron luego, cuan-
do  ya  el  Príncipe  estaba  en  Madrid.
Entre  el  20  de  diciembre  y  el  Día  de
Reyes  pasaron  por  "Villa  Giralda"
los  de  siempre  o  quizá  algunos  más,
debido  a  los  momentos  decisivos  que
estaba  viviendo  el  país.  Estuvieron
Joaquín  Satrústegui,  Antonio  Fontán,
Javier  Vidal,  Rafael  Calvo  Serer,  qui-
zá  el  ex  ministro  Pedro  Sáinz  Rodrí-
guez,  que  suele  pasar  las  Navidades
en  Portugal...  La  mayoría,  antiguos
consejeros  del  Conde  de  Barcelona
que  suelen  visitarle  por  esas  fechas.
En  la  cena  del  31  de  diciembre  pro-
bablemente  hubo  algunos cubiertos  de
más, ya que la situación política  no era
para  menos...

Lo  cierto  es  que  Estoril-74  comen-
zó  a  levantar  rumores  e  inquietudes.
Se  hablaba  de  una  reunión  del  Con-
sejo  privado  de  Don  Juan,  el  equipo
técnico  de  cerca  de  un  centenar  de

10 /CAMBI016

personas,  a  los  que  el  Conde  de  Bar-
celona  solía  consultar  sobre  determi-
nados  problemas.  Pero  la  verdad  es
que,  como  diría  días  después  Don
Juan,  el  Consejo  estaba  disuelto  y  él
no  tenía  intención  de  resucitarlo.

El  silencio  y  el  cartero
del  Rey

El  Consejo  ("no  es  una  camarilla
o  una  escolta  clasista  o  señoritil",  se-
gún  su presidente,  José María  Pemán),
formado  por  financieros,  catedráticos
de  Universidad,  periodistas,  altos  fun-
cionarios,  militares,  economistas,  em-
presarios...,  había  sido  disuelto  por
el  propio  Don  Juan  tras  la  designa-
ción  de  su  hijo  como  sucesor de  Fran-
co  a  título  de  Rey.

Desde  ese  momento,  Don  Juan  cre-
yó  oportuno  retirarse  prudentemente  y
guardar  de  nuevo  silencio,  como  silen-
cio  o  indiferencia 'había  adoptado  casi
siempre  hacia  él  la  prensa  española.
("Al  rey —decía  uno  de  los  boletines
de  la  Secretaría  del  Consejo  privado
del  Conde  Barcelona  hace  poco  más
de  diez  años—  se  le  muestra  poco  y
parcialmente,  como  si  fuera  peligroso
que  los  e s p a ñ o l es  supieran  cómo
es...")

A  partir de  la  "instauración  monár-
quica",  de  la  aprobación  por  las  Cor-
tes  de  la  nueva  monarquía,  basada  en
los  Principios  que  hicieron  posible  el
Alzamiento,  Don  Juan,  tras  anunciar
que  ninguna  responsabilidad  le  había
cabido  en  esa  instauración,  opta  por
un  silencio que rompe  en contadas  oca-
siones  y  sólo  para  justificar  su  postu-
la
ra... 

("percibo  claramente  cómo 

opinión  nacional  'ha  comprendido  y
aprueba  los motivos de  mi  actitud  per-
sonal").  Ya  hace  algo  más  de  un  año.
con  ocasión  de  la  festividad  de  San
Juan,  en  Estoril  y  tras  un  discreto dis-
curso  de  Don  Juan,  en  el  que  hablaba
de la autentificación  de  las leyes  políti-
cas  españolas  y  de  la  vocación  europea
de España,  estalló la primera  "gran  po-
lémica"  de  la  instauración,  iniciada,
como  esta  segunda,  por  Emilio  Rome-
ro,  el  cartero  del  Príncipe  y  del  Rey.

Y  vamos  por  la  segunda

Y  vamos  por  la  segunda.  Tras  el
paréntesis  de  enero  en  Estoril  y  las
supuestas  conversaciones  Don  Juan-
Calvo  Serer,  "L'Express"  asegura  que
el  Conde  de  Barcelona  prepara  una
discreta  entrada  en  la  escena  política.
Aprovechando  una  invitación  a  una
cacería  que  todos  los  años  se  celebra

N.º  117 /  11-2-74

cerca de  París en  enero,  el Conde Bar-
celona  mantiene  una serie de  contactos
políticos.  Contactos  que,  según  otras
versiones,  se  prolongan  a  nivel  mi-
nisterial,  aprovechando  la  "coinciden-
cia  cinegética".  Se  trataría  de  la  pri-
mera  etapa  de  una gira  por  algunos de
los nueve países de la Comunidad Eco-
nómica Europea. Don Juan, entre otras
personas,  habla  con  Van  Schendeil,
secretario  del  Movimiento  Europeo.

En  este  caso,  París  bien  vale  una
cacería.  Pero  en  este  caso,  en  París,
en  los  círculos  afectos  a  la  embajada
española,  la  cacería  produce nerviosis-
mo  e  inquietud.  Nerviosismo  aumen-
tado  por  las  afirmaciones  de  "L'Ex-
press",  firmadas  por  Edouard  Bailby,
uno  de  los  mejores  especialistas  fran-
ceses  sobre  España.

El  rumor  identifica  a  Rafael  Calvo
Serer,  ex  presidente  del  Consejo  de
Administración  del  diario  "Madrid"
y  antiguo  miembro  del  Consejo  pri-
vado,  y  a  Antonio  García Trevijano,

notario  excedente y  activo  organizador
de  contactos  políticos  en  Madrid  du-
rante la estancia de Don  Juan en  1968,
como  fuentes de "L'Express". Los dos
han  coincidido en  París  con  Don Juan.
Casi  simultáneamente con  la aparición
de  "L'Express",  Don  Juan  departe en
París,  en  el  hotel  Meurice, con  cinco
corresponsales  españoles  en  la  capital
francesa.  Se trata de  una  audiencia pri-
vada  (quizá  para  contrarrestar  el  ner-
viosismo  y  para  disipar  la  inquietud
que  en ciertos círculos  oficiales  ha  pro-
ducido  el  artículo  del  semanario  de
JJSS),  en  la  que  Don  Juan  niega  la
preparación  de  una  gira  política  eu-
ropea.

El  misterio  del  récord

Terminada  la  puntualización,  acce-
de  a  abordar  algunos  puntos  de  la

N.°  117 /  11-2-74

política  española.  Están  presentes  el
sobrino  de  Calvo  Serer,  que  ha  hecho
de  intermediario de  la  audiencia, Mi-
guel  Ángel  Gózalo,  de  "ABC";  Ra-
fael  Conté,  de  "Informaciones";  Fran-
cisco  Basterra,  de  la  agencia  Efe;  Fe-
liciano  Fidalgo,  de  la  agencia  Logos,
y  Javier  Martínez  Reverte,  de  "Pue-
blo".  Don  Juan,  acompañado  de  su
ayudante  el  coronel  Lacour,  advierte
que  habla  "off  the  record",  es  decir,
no  para  publicar.  Algunos  correspon-
sales  hacen  un  informe  confidencial
para  sus  periódicos.  Todos  respetan
el  pacto.  Pero  veinticuatro horas  des-
pués,  el  informe  confidencial  que  el
corresponsal  de  "Pueblo"  envía  a  su
periódico  aparece  en 
las  sucesivas
ediciones  de  éste.

"La  audiencia duró  veinticinco mi-
nutos  —nos  declara  uno  de  los  asis-
tentes—  y  Don  Juan  habló  en  con-
fianza,  con  normalidad,  como  siempre
se  expresa  cuando  tiene  una  audien-
cia  con  españoles.  La  entrevista  se
desarrolló  en  pie  y  la  mayoría  de  los
asistentes  no  le  dimos  mayor  impor-
tancia."

A  "El  Alcázar"  se  le
ve  el  plumero

Pero  cuarenta  y  ocho  horas  des-
pués  del  "pisotón 
informativo"  de
"Pueblo",  el  ataque  viene  desde  las
páginas de "El  Alcázar", órgano de la
Hermandad  de  Defensores del Alcázar
de Toledo.  "Hispano" (seudónimo que
se  atribuye  a  un  conocido  periodista)
habla  de  "un  conde  a  la  caza  de  bru-
jas".  El  Conde  es  el  de  Barcelona,  la
caza  la  de  París  y  las  brujas  parecen
representar esa monarquía liberal  y de-
mocrática  que  defienden  algunos parti-
darios  de  Estoril.

El  artículo  de  "El  Alcázar"  es  un
ataque  a  Don  Juan  propio  de  los años
cincuenta,  un  ataque a  las monarquías
tradicionales  y  un  recuerdo  de  que  la
única  monarquía  posible  es  la  del
Príncipe  don  Juan  Carlos.

Según  Gabriel Cisneros,  se  trata  de
"uno  de  los  más  lamentables desaho-
gos  en  forma  de  artículo  que  se  haya
asomado  contemporáneamente  a  las
páginas  de  la  prensa  española",  ya
que  detrás  de  él  hay  "contumaces  ac-
titudes  de  hostilidad  hacia  la  persona
del  padre  del  Príncipe don  Juan  Car-
los,  actitudes  tras  las  que  puede  sos-
pecharse  sin  temeridad  una  apenas
encubierta  reticencia  hacia  la  decisión
de  las  Cortes  españolas  de  aceptar  la
propuesta  del  Caudillo  de  España  de
proclamar  sucesor, a  título  de  Rey, en
la  Jefatura  del  Estado  a  don  Juan
Carlos  de  Borbón  y  Borbón".

El  artículo  aparece  un  jueves  y  se
comenta  en  el  Consejo  de  Ministros
del  viernes.

El  oráculo  dixit

Y  ese  mismo  viernes,  Emilio  Ro-
mero,  el  organizador  de  la  primera
polémica,  el  inspirador  de  esta  segun-
da,  el director  del  diario  "Pueblo"  re-
aparecería,  tras  un  esporádico  silencio,
para opinar sobre  "lo de  París".

La  posición  del  Conde  de  Barce-
lona,  según  él,  está  motivada  por  su
alejamiento  del  país y  por  la  defectuo-
sa  información.  Calvo  Serer  y  Trevi-
jano  son"  conspiradores  galdosianos"
y  son  "absurdas" 
las  inquietudes  y
preocupaciones  de  Don  Juan  por  su
hijo,  "injustificadas  y  que  deben  ser
miedos  y  ambiciones que  le  soplen  al
oído".  A  todo  esto  "ABC",  el  órga-
no  monárquico  por  excelencia,  ca-
llado.  Tras  dos  días  de  meditación,
replica  al "triste  artículo"  del Alcázar.

El segundo  acto

El  segundo  acto  se  desarrolló  en
París.  Teatro:  Le  Monde.  Artista  in-
vitado:  Rafael  Calvo  Serer.  Título  de
la  obra:  "¿Juan  Carlos  después  que

LAS  DECLARACIONES
DE  DON  JUAN
"No  tengo  ambiciones  personales,
pera  estoy  al  servido  de  España.
Yo  creo  que  la  monarquía,  de  llegar,
llegaría  sin  referéndum,  pero  habría
que  hacerlo  después.  No  he  recons-
tituido  mi  Consejo  privado.  No  lo
voy  a  reconstituir.  La  interpretación
de  "L'Express"  se  adelanta  a  los
acontecimientos,  va  por  delante  de
mí.  No  hay  gira  política,  lo  que
pasa  es  que a  mí  me gusta  moverme
y,  además,  me  entrevisto  con  perso-
nalidades  políticas  a  las  que  conoz-
co,  pero  sin  el  sentido  de  "L'Ex-
press".  Creo  que 
la  muerte  de
Carrero  Blanco cambia  todos los pre-
supuestos  de  la  política  española.  El
Príncipe  no  ha  tenido  nada  que  ver
con  esta  crisis  del  Gobierno.  En  los
veinte  días  que  han  seguido  a  la
muerte  de  Carrero  el  pueblo  español
ha  dado  muestras  de  madurez  polí-
tica.  Et  ejército  ha  demostrado  que
no  es  político.  ¡Dios  me  libre  de
tener  contactos  con  comunistas!  No
creo  en  las  autonomías  regionales.
Por  lo  que  respecta  a  los  partidos
políticos,  me  preocupa  poco  la  for-
ma  que  quiera  dársele  al  sistema.
Me  interesa  más los  derechos  huma-
nos,  el  derecho  de  asociación..."

Don  Juan, por último, expresa una
inquietud:  "la  vida  de  mi  hijo  es
pieza  clave  para  la  continuidad' del
sistema".

(De  "Pueblo")

11 /  CAMBIO16

su  padre?"  Argumento: Con  la muer-
te de Carrero  se abre una  nueva etapa
de  la  historia del franquismo. Los  dos
hombres  que  han  luchado  por  la  so-
lución  Juan  Carlos,  Alonso  Vega  y
Carrero,  han  desaparecido.  El  ejerci-
cio independiente  de la  función dinás-
tica es instransmisible. La elección  está
entre  la  continuación  del  Régimen  y
la  restauración  de  la democracia. Don
Juan garantizaría  las libertades  demo-
cráticas  y  sería  el  "rey  de  todos  los
españoles".  Llegado  el  momento,  el
Príncipe  debería  dejar  el  sitio  a  su
padre.

Simultáneamente, L'Express se  pre-
gunta  sobre la  posibilidad  de una  mo-
narquía  presidencial  para  España,  y
sólo  consigue de  Don  Juan  una  afir-
mación  ya  conocida:  "Yo  no  he  re-
nunciado  aún  a mis derechos  a la  Co-
rona.  Derechos,  por  otra  parte,  ina-
lienables."

El  diario  Ya,  normalmente  equili-
brado  en  su  lenguaje,  y  que  hasta  el
momento  no  ha  dicho  esta  boca  es
mía,  irrumpe en  la  escena calificando

"EL ALCÁZAR» Y LA
CAZA DE  BRUJAS
"El  vespertino  "El  Alcázar"  pu-
blicaba  el  pasado  jueves  un  triste
artículo  que  era  sólo  una  agresión
personal  a  mi  español,  ejemplo  ad-
mirable  de  patriotismo  en  las  más
difíciles  circunstancias.

El  panto séptimo  de tes  Principios
Fundamentales  del  Movimiento  es-
tablece  precisamente  cotas  forma  de
Gobierno  en  España  "La  monarquía
tradicional,  católica y  representativa"
que  en  1966  fue  votada  en  el  refe-
réndum  de  la  Ley  Orgánica  por más
del  90  por  100  de  los  españoles,
¿qué  insinúa  entonces  "El  Alcázar":
que  aquel  referéndum  estovo  ama-
ñado?  ¿O  es  que  tal  vez  el  colega
confunde  el  número  de  sus  lectores
con el de los partidarios de la  monar-
quía  tradicional?  A  esos  sí,  a  los
lectores  de  "El  Alcázar" sí  que  con-
viene  cuidarles  con  extrema  delica-
deza  para  que  no  se  constipen,  dada
la  rareza  del  espécimen.

Otro  colega  vespertino,  "Pueblo",
manifiesta  su  preocupación  por  el
"hecho  lamentable  y  revelador de  la
presencia  a  su  lado  (al  lado  de  la
persona  agredida  por  "El  Alcázar")
de  esos  dos  conspiradores  galdosia-
nos,  Rafael  Calvo  Serer  y  Antonio
García  Trevijano".  Estos  señores  ni
estuvieron  presentes  en  la  audiencia
privada  a  tos  corresponsales  españo-
les  (audiencia  concedida  "off  the re-
cord",  para  no  publicar  nada),  ni  si-
quiera  estuvieron  presentes  en  el
hotel  mientras  se  celebraba.  Fueron
recibidos, en oirá ocasión, como  tan-
tos  españoles  residentes en  París. Li-
gera,  sorprendentemente 
ligera,  nos
parece  la  información  de  "Pueblo".

"ABC"

de  "pirueta irresponsable"  la de Calvo
Serer  en  Le  Monde,  descalificando  al
periódico  parisino,  llamando  "cejijun-
to"  y "enredador" ai articulista y  con-
fiando  en  que  el  nuevo  gobierno,  en
vida del Jefe del Estado,  dé los "pasos
necesarios  en  el proceso de  institucio-
nalización  que  en  su  día  permita  al
Príncipe  ser cuanto el señor Calvo Se-
rer  pide  que  sea  el  futuro  rey,  pero
por  donde puede  y  debe  serlo".  Algo
así  como  eliminar  las  inquietudes  de
Don  Juan.

Pueblo  lo  ve  ya  "todo  claro".  In-
formaciones  asegura,  por  su parte, que
Don  Juan  "no  se  está  reservando  pa-
ra  hacer  su  aparición  en  el  momento
oportuno".  Según el periódico, el tema
se ha  desquiciado porque  "nadie  pien-
sa  seriamente  en  este  país  que  Don
Juan  pudiera  algún  día  reclamar  el
trono  de  España".

El  Alcázar,  más  moderado  tras  su
primera  embestida, dice  que  la  conti-
nuidad  es irreversible,  que  se trata  de
una  instauración  y  que el  Príncipe  de
España  ha  proclamado  con  su  pru-
dente  conducta  y  patriotismo  que  la
elección  hecha  por  Franco  no  estaba
equivocada.

A  A B C  le parece  "original  y  pro-
bablemente  intransferible"  el  artículo
de  Calvo Serer.  El  futuro es el  Prínci-
pe,  "y  el futuro  de España  es  algo de-
masiado importante para  entregarlo  al
juego  intrascendente  de  quienes  no
acertaron  nunca a  jugar  con  la  reali-
dad".

Cuando  ya  la  marea  va  cediendo,
desde Nuevo Diario,  otro  monárquico,
éste  antiguo partidario  carlista,  procu-
rador en Cortes y Consejero  Nacional,
se  considera  ofendido  con  El Alcázar
a  propósito  de los  monárquicos  tradi-
cionalistas.  Una  inquietud  a  sumar.

UN  CONDE
A  LA  CAZA
DE  BRUJAS
"El  Conde  de  Barcelona  acaba
de  romper  en  París,  de  manera  un
tanto  estrambótica,  un  prudente  si-
lencio  que  habría  permitido  a  mu-
chos  acallar  el  recuerdo  de  anterio-
res  y  penosas  extroversiones  políti-
cas.

¿Qué  va a cazar  el Conde de  Barce-
lona  en  Europa?  Mal  asunto  que  se
lance por Europa a la  caza de brajas
en  un  instante  en  que  las  ratas  del
albañal  político  vuelven  a  la  super-
ficie,  ansiosas de  la  depreciación  del
remo,  a  cuya  jefatura  está  llamado
su hijo por las leyes  constitucionales.
El  Conde  de  Barcelona  parece  no
haberse  percatado  de  algunas  reali-
dades  bastante  simples  y  enterizas.
En España  apenas si hay unos pocos
"monárquicos  tradicionales",  a  quie-
nes conservamos como  oro  en paño,
cuidándolos  con  extrema  delicadeza
para que no  se  constipen,  pues dada
la  rareza  del  especimen,  no  es  cosa
que la polución política arramble  con
sos  últimos  vestigios.  El  coto  de
Doñana  de  la  "monarquía  tradicio-
nal"  debe ser preservado en beneficio
del  Derecho  Político.

Una  vez  que  las  previsiones  de  la
Ley  de  Sucesión  recayeron  en  el
Príncipe, el  conde de  Barcelona  que-
daba  reducido  ante  las  leyes  consti-
tucionales  y  ante  el  pueblo  a una
mera  posibilidad de  candidatura  para
el  caso  de  que  aquél,  por  una  pi-
rueta imprevisible del deslino, no  lle-
gase  a  reinar.

Si, como na dicho en París el  Con-
de  de  Barcelona,  está  al  "servido
de  España",  el  mayor  servido  que
podría  hacer  es  el  de  callarse  y  de-
dicarse  de  verdad  a  la  caza  depor-
tiva y  a  sus andones  náuticas,  lar-
gando  amarras  del  turbio  espacio en
el  que  hace  su  reaparición,  como  si
para  él,  pese  a  la  madurez  de  su
edad,  no  fuera  aleccionadora  la  ex-
periencia  de  sus  devaneos  anterio-
res."

Habla  el  duque

Con  los  ánimos  ya  calmados,  Al-
fonso  de  Borbón,  duque de  Cádiz,  es-
poso  de  la  nieta  de  Franco,  hijo  del
hijo  mayor de Alfonso XIII, Don  Jai-
me, el que abdicó en Don  Juan,  aclara
públicamente  que  el futuro de  España
es  su  primo el  Príncipe  Juan  Carlos.
La  polémica  ha  quedado  zanjada
por  ahora. Sólo  queda la  petición  pú-
blica  hecha  por  Alfonso  Ossorio  en el
Club  Siglo XXI,  entre aplausos:  "Si el
criminal atentado que recientemente ha
ensangrentado  nuestras  calles  —son
sus palabras— nos ha  llenado  a  todos
de  preocupación,  pienso  que  mentes
más preclaras que la mía pudieran  pro-
fundizar  sobre  este  tema  para  que  Su
Alteza  Real  el  Príncipe  Juan  Carlos
de  Borbón  pase  a  ser  sucesor  a título

"Hispano", en "El Alcázar".

de  Rey  simplemente  a  término o  pla-
zo cierto  indeterminado, lo  que supon-
dría que, con esta limitación temporal,
estaría  a  todos  los  efectos  instaurada
la Corona  y que los  derechos  de  aquél
serían  absoluta  y  terminantemente
transmisibles  desde  ahora  a  su  hijo
Don  Felipe  de  Borbón."  Una  inquie-
tud  menos.

Don Juan  ha  vuelto  a  Estéril  y  no
hay  continuación  de  la  'gira  política
europea.  Queda una  carta  del  coronel
Lacour  dirigida  al  director  de Pueblo
afirmando  que  las  declaraciones  de
Don  Juan  eran  of the record y  que  la
transcripción  aparecida  en  el  periódi-
co  sindical  no  eran  para  publicar...
Una  inquietud más.

A.D.

12 /  CAMBIO16

N.º 117/11-2-74