1976-11-18.LINEA.DICHO Y OIDO LAVERN

Publicado: 1976-11-18 · Medio: LINEA

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Ayuntamiento de Murcia — Línea, 18/11/1976, página 3

DICHO y OÍDO ) Monseñor Guerra , Campos, obispo de Cuenca, me ha envia do una ateritia carta en la que desmiente haber recibido trato preferente y prioritario por par te del nuncio. Monseñor Guerra Campos, al igual que los demás Obispos, recibió una circular .di rigida, a todos I los miembros de lá Conferencia Episcopal, con el siguiente texto:' «Por encargo del i'eñor cardenal presidente y pa ra sti 'información, tengü el ho-.,nor de enviar, a V. E; copia de la carta de S.. É. el cai-denal Bag uio, prefectoi de la Congregación para Obispos, referente al há bito eclesiástico, que le fue re-.niitida ppi el -señor nuncio de • Su. Santidad eii España». Fecha de la caria, 27 dé enero de 1976, Monseñor . Guerra 'Campos reci bió la carta el 2'de octubre de 1976,' casi nueve meses, después. ' Y sobre el tema diremos lo oí-, áo':. entre ' las jerarquías eclesiás ticas de . Madrid que visitan Ro ma, todo un vicario ha tenido que hacerse deprisa y corriendo tina nueva sotana, puesto que, la que tenía de cuando era joven, por la falta de uso, íe- había que dado muy estrecha y < no. era la protocolaria para ,yer al .Papa. . . El encargado de Prensa de la Embajada de Cjuinea reunió a ni;'is, de veinte'~pci'iodistas para ;]ecr un extenso comunicado del . embajador de su país en España. En dicho texto , queda lirhpia e • Inmaculada la figura del aboga do' Antonio García Trevijano, quien redactó una constitución y asesoró al presidente Macías por pura filantropía. Otra cosa es que se deje a Ips periodistas ir a ver lo qué pasa en Guinea, lér testigos de esas ejecuciones públicas reconocidas por el fun cionario guiíicano, indagar ; sobre flüiénes gozan de privilegios • y dónde va el dinero que se ob-' tiene en un país en. el-.que la' libertad brilla por. su ausencia, Y .también, el lugar al que han IdQ muchos rnillones de dólares para los negros y que fueron a -otras, niaños por ser la. colonia «ui)' coto privado de los que mandaban». Ahora, nos entera-' mos los blancos, ¿cuándo se en terarán • los'negros? El- reverendo padre Martín Vi-SÍ1;^S. [., sé. declara bisexual en ana entrevista firmada y rubri^ cada. que pretende publicar en «u primer número la revista «Prir •é», versión castellana. La pré- • '«entación sé realizará en Bocca-:cio el próximo día 7 a "«bom bo .y- platillo>>, con Itíás desp'elo-tadas y, como es natural, nume rosos «maricas», 'dado el nuevo mercado abierto, por Martín Vi-gil. .En la portada, y 'si la cen-•urá nos - lo deja, esta revista tensacionalista sacará a un co nocido personaje 'con aditivos al go irónicos. La -tauromaquia es ciencia peligrosa. ' Y a Camilo. B e s t o declarándose demócrata cristiano.. • A' noventa millones ascendió Í( pedido por Antonio García revljanq a «Blanco y Negro», levista que publicó unas infor-ínaciones y luego se arrugó. f, ttds María Ansón recibirá el Ihomenaje de la Peña Valentín ¡él próximo día 24. La situación W* difícil para' Félix Fernández. non más las solicitudes de per-lonalidadei que quieren asistir a «te acto «fue asientos pueda te ner el restaurante que con tanto acierto regenta. 'V,, cómo no, ha-ntf política de la buena, de .la j|oe no queda en palabras y sí •e ve en realidades. ^ LAVERN Ahora, con la reforma política en el telar de las Cortes, se está cuestíoñaneip el sisteiha electoral. Este es us factor téc nico de naturaleza propiamente institiicioñal, cuya acción —advierte el profesor Duyerger^ ha podido ser resumida en ferma de tres leyes sociológicas, definidas en 1946: 1.") El es crutinio mayoritario a una sola vuelta tiende, a crear el' hipar-tidisníio. 2.°) Lá representación proporcional tiende al multi-partidismo. 3.°) El ei^crutinio mayoritario á dos vueltas tien de a un multipartidismo mitigado por las alianzas. Estas le yes han sido discutidas, a veces, hasta apasionadamente, pero nunca puestas en tela de juicio. , ' ^BID] EL RE&MÍN mimcTúRAí En "ABC" de ayer¡ Gonza lo ÍF^rnández de la Mora defen. día por enésima vez el sufragio mayoritario, en base a las razo nes siguientes: a) El escrutinio mayoritario tiende a reducir el número de partidos, lo cual es altamente riecesarib en un país (jüe acaba de producir casi me. dio millar dé siglas, b) Lá gfa-ve situación socioeconómica re quiere un • Gobierno estable y fuerte, lo cual sería muy impro bable si tuviera que. formarse mediante una coalición de nu merosos partidos, c) La atomi zación partitocrática impósibili. tarlá .el funcionamiento de la democracia inorgánica que aho ra vamos, a ensayar de huevo y conduciría, á la alternativa: dictadura del proletariado, ó dictadura nacional, d) Él sufra gio mayoritario es de muy fácil comprensión para los electores, mientras que el proporcional íle. ga a revestir gran complejidad matemática y administrativa y permite la manipulación de Jos. • vptos por la oligarquía partito-crética, lo cual es poco recol mendable para un país qu'e'eril • saya la fórmula inorgánica.' •"Admito —concluía Fernández de la Mora— que haya defen-• sores de buena fe del sufragio -proporcional para la España de • hoy, pero me- temo/QUé haya-algunos que • lo hacen ' porcjué desean que el' intento inorgáni co .'desemboque en el caos, y ¡otros . porque, prefieren ^•que• su :grupúsculo salga a flote, aunque e' Estado quede a la deriva".^ ;:. Si pensamos en que el papel,: exacto de uñ régimen electoral, A talta"de Unas cuántas intervenciones, el gran te ma casi está listo para sentencia. Las expectativas,' di vididas: rnientras José Antonio' Girón nó lo ve claro («^a cosa está confusa», dijo), otros señores procuradores •están por el sí y porque .salga el sí. Pero una gran 'parte del interés no estuvo, aye'r en el hemiciclo, que tuvo más escaños vacíos de los que merecía el mo-:mentó, sino en los pasillos. En el hemiciclo se defen-,' dían las enmiendas. En los pasillos se negociaba. Todo, • bajo el. signo de la urgencia, de una gran carrera contra reloj, "de unas prisas insospechadas, porque mañana ya es hoy, y.la hora de la votación no se puede retrasar. ¿Qué cuáles son las impresiones concretas? Me re mito a la columna de ayer;- la batalla está .en la abs tención. Además del grupo parlamentario -de Acción Institucional, podrían apuntarse a esta fórmula los' gru pos parlamentarios de «Alianza Popular», caso de que no prosperé su iniciativa de' sistema. mayoritario. Esto 'quedó bastante claro después de las palabras de Cruz' Martínez. Esteruelas, su portavoz parlamentario. 'Y que damos,;'-entonces, en lo que" veníamos diciendo desde, hace varias semanas: que toda la reforma puede pasar sin rozar el larguero, pero el • sistema electoral puede echarlo todo al suelo y abocarnos, de hecho, a una situación de ruptura. Cuando algitien le decía a Blas Pinar que estaba trabajando a favor de la oposición, no se equivocaba. , Pero vamos a intentar, desentrañar un poco esta ccraplicadísimá madeja de los .sistemas, electorales. ¿Por qué el interés, de <<Aliariza ..Popular» en el mayorita rio? Me parece, qiie la razón es clara: en una pugna es el de un acelerador o el de un freno, veamos cómo se maní-fiesta al respecto el gran poli, ticólogo francés que hemos cita do. Opina Duverger que,el es. crutinio mayoritario (a una so; la vuelta) tiene^ un doble efec to: en primer lugar, levanta un obstáculo a la pasible aparición dé un nuevo partido, bien que este obstáculo no sea infran. queable (papel de freno), y,,en segundo lugar, tiende a la. eli minación del partido o de los partidos más. débiles, en el ca so de que haya más de dos (pa. peí de acelerador). • La representación proporcio nal desempeña un papel exacta-, mente contrario. Es decir, que íno frena el desiarrollo dé los nuevos partidos, ¡sino qué los registra pasivamente, confirién, dolés a veces una importancia que no tienen, como ^si fuera una caja'de resonancia o tin sis-mógráfoi. Para remédiar-este úl-. timo d fectp rarainente se,apli ca —observa Duverger,— este Bisteraa- íntegramente; en. gene- • ral," la' representación propor-.^cionál se consigue por diversos ' procedimientos m a y-o r itarios: atribiicióh local de los restos, obligación de reiiinir un cierto •porcentaje de .votos'para partí-cipar en la distribución de los escaños," etcétera. ' • Más dé cuatrocientas siglas (la famosa y espesa sopa de íe-'-,tras) cobijan: deii'tro de su, pró-i)ia intemperie a • otros tantos grupúsculos políticos que,- cual los "maletillás", esperan, "uña oportunidad", puestos á "inveri--tar bajo una carpa ideal de to-das. -las bondades,- podríamos" acudir a un imaginativo' arbll trismo:. formar las primeras ' Cortes por el sistema'proporcio nal, a "tuniba abierta", para " que éstas fiíeran, como á juicio de Fernández de la. Mora eos- . • tiene utópicamente Nemesio Fernández-Cuestaj .'.'im modelo., a esQala. rediicida de la."España, real:, es decir^ recoger todas las . corrientes; poli ticas presentes de la forma , más fidedigna • posi ble ".-Mas tan pronto cómo di chas -Cortes hubieran acabado su tarea constituyente, decre-' tar su disolución " y convocar elecciones generales según "el modelo del sufragio mkyoríta--rio, a fin de emiJroar el país hacia el siempre soñado ideal del bipartidismo. Pero se me ocurre que, otra vez, vamos a tener que echar mano de cierto impagable con sejo del llorado maestro D'OM: los experimentos, con gaseosa... Ul O planteada en las-urnas entre la derecha, y la izquierda, ganaría la primera por muchas razones que no vi.erien al caso mencionar. El propio Martínez Esleruelas decla raba recientemente en iel'diario «Arriba» a -losé Ca-véro que en unas elecciones la derecha arrastraría entre un sesenta y un setenta por ciento del- censo. Habría una mayoría clara y, por lo mismo, la formación ' dé Gobicr.ho' no ofrecería dudas. . ¿Y por qué quiere lá ponencia —o él Gobierno— el sistema proporcional, aimque sea con correctivos? Pues, supongo, por una mínima atención al panorama real del país, con un pluralismo y una'pluralidad de. opciones que muy. difícilmente se pueden resumir en dos, por muchos milagros que queramos hacer. .Ahora . mjsmo está sobre el papel el tema del pacto. Ayer varios grupos que van 'desde la Democracia Cristiana al Partido Socialista Popular insistían; en ¿1 mismo tema. ¿Cree alguien posible que se pueda llegar a ese pacto • si nó se buscan unas condiciones, un escenario, unos protagonistas? No van^ a' ser, obviamente, los que están en los periódicos solamente. Hay que darles a todos la oportunidad de que les respalden.los -votos para que . puedan ser' interlocutores, válidos con los poderes pú blicos. De lo contrario, seguiremos siempre en el círcu lo vicioso en el que hasta ahora nos hemos movido. FERNANDO ONEGA COlMiVMiA No soy hombre de bares, pero tampoco soy hombre que des deñe los bares. De tarde en tar de, a poco, tiempo que se ten ga, surge la ocasión de hacer gasto ante. la barra .del bar y tapear. como Dios manda, con-, firmando con ello • aquel . dicho de nuestras abuelas,;, las pobres, que sentenciaban de está , ma-pera: «Los bares son. la perdi ción • de los arroces». Estamos tan habituadpsi a ellos, que las tapas o bocaditos que con tanta profusión .exhi ben los establecimientos del ra mo, nos.parece algo absoluta mente natural. Sólo cuando "sali- . raos de España y recorremos . ciudades extranjeras, nos perca-tainos' dé que, con' excepción de los toros, ninguna otra costiim-, bre conío ésta de compa»:ir el.< aperitivo con* una fajita. de sal-í' chichón —^por ejemplo— resulta ' tan éspañolísima; y nacional. Si.' bien es cierto que la pintoresca Andalucía aspira coii ciertos de rechos al liderato ~del taperío, no Ip es menos que el sobrio Norte, tan distinto y tan-distan te, - no . le. anda muy a, la . zaga ai alegre. Sur en lo que a tapas se refiere. .Y lo mismo ocurre en el Este y el Oeste. Pienso que los nuevos tiempos amenazan de muerte a este sim pático y '>a la vez contraprodu--cente picotear virguerías gastro nómicas. Si España acaba adap tándose a los- horarios, euroneos, las tapas ' morirán . irremisible mente. Habremos de desayunar fuerte a las siete o las ocho de. la mañana, cosa que ahora ho rroriza a los estómagos. celtíbe ros, muy dados a contentarse a estas horas absurdas con un ca-felilo. con o sin el aditamento t lácteo, dejando para un. par o ) más de horas después la. opera-( ción de ingerir. algo más sólido. 1. ocasión pintiparada ésta para que I tomemos en- consideración por ) primera vez durante la ¡ornada ) las sabrosas tapas, que tos espa-I ñoles vuelven a degustar aiites [ de la sólida comirV' del medio-} día y durante la segunda mitad. I de la tarde. , y Ningún español que se estime se atreve a echar cuentas sobre I el ahorro que le supondría p'res-I cindir del tapeo. Elimina casi ! cualquier cosa antes: el cine, las vacaciones, el periódico yi lo I que haga falta. Pero las tapas no. Sin tapas no hay vino; ni.] cerveza, ni vermouth,' y -sin lo do eso sabido es^ que apenas queda nada que «alga la. pena. Está escrito —¡y muy bien es crito, cielos!— el libro de la I gastronomía ' murciana («Murcia, ' entre bocado y trago», .de |. García Abellán), y también el ) de las tabernas locales («"Taber-' I ñas de Murcia», de J. García '- Martínez y M. Muñoz Barbe-rán, también espléndido, así que I se impone completar lo que pu diera' ser una interesante trilo gía con: «El Libro de la buena tapa». Ahí está la idea para, las pujantes plumas .locales.. EV te ma es amplio, y la investigación apetitosa como pocas. . Aunque, eso sí, hpy que darse prisa. Que Europa está ahí, sin tapas que llevarse al aperitivo.... , ^ iHabráse visto 'desaboríos...! BALDO