1976-09-09.1,10-12.DESTINO.PLATAJUNTA

Publicado: 1976-09-09 · Medio: 1,10-12

Ver texto extraído
, del 9 «115 de  inpMiwfcii  da 1976 

L^aaro Z-«32 — 40 peMtas 

4 

^ 

L  OTOÑO  CALIENTE 

i 

podría  haber  llevado  a  decir  que  se 
ba  de  la  reunión  más  importante  de  li ] 
toria  de  la  humanidad. 

El  largo  camino  de  la  rupt 

No  quisiera  pecar  de  cínico.  La 
del  día  4  estuvo  precedida  por  un 
clima  emocional  ante  el  que  era  difícil  L 
tirse  no  beligerante.  La  misma  víspera l 
da vía  se  discutía  sí  el  diálogo  con  las L 
cíonalídades  se  reconduciría  al  plenario i 
la  Platajunta  o  a  su  Comisión  Permi 
te.  El  tema  de  la  influencia  no  parltu 
del  PCE  estaba  constantemente  como 
amenara  de  que  sus  objetivos  de  partid 
perfectamente  respetables,  se  antepuslerr 
a  otros  objetivos  que  en  principio  hay 
considerar 
tan  perfectamente  dignos 
respeto  como  aquél.  La  nota  del  PSDC| 
las  declaraciones  de  su  portavoz  en el 
tido  de  que  ¡¡existe  la  posibilidad  de 
el  Consell  se  rompa»  son  perfectos 
nenies  de  esta  tensión.  Con  todo,  creo 
el  proceso  unitario,  incluidos  los 
de  meditación  forzados  por  quienes  no i 
síeron  asistir  a  la  reunión  del  EuroW 
ding,  ha  rodado  con  una  cierta  suavid 
y  con  Innegable  altura.  La  recomposid 
de  intereses  tan  diversos  es  realmente i 
complicada  y  sólo  con  gran  habilidad | 
mesura  se  puede  evitar  el  cisma  o la 
gatada.  Ese,  a  mí  modo  de  ver,  ha  sido j 
aspecto  esencial  de  un  proceso  en  el  que  I 
prudencia  y  la  seriedad  han  acabado 
imponerse  de  forma 
contado,  además,  con  el  acompañan 
psicológico  de  una  orquesta  de  tantos 
trunientos  que  a  cualquiera  le  ganaba I 
sensación  de  que  si  no  se  lograba  dar i 
impresión  de  entendimiento  y  de  cap* 
dad  para  la  superación  de  diferencias, 
imagen  de 
resultaría  seii 
la  oposición 
mente  comprometida.  En  estas  coorde 
das,  por  fortuna,  se  ha  logrado  una mo 
ración  que  coloca  el  tema  de  la  negó 
unitaria  en  una  vía  realista  y  presentad 
No  ha  habido  Gobierno  en  la  sombra, | 
lo  menos  todavía,  ni  parece  que  pasar  i 
los  esponsales  a  la  ratificación  de  los 
promisos  vaya  a  ser  fácil.  Pero  me  da 
impresión  de  que  existen  las  bases W 
ello.  Sobre  todo  porque  las  fuerzas  centn 

indiscutible.  Se  H 

EL  IRREAL MADRID 

Platajunta 

De las catacumbas 
al plato 

Se  ha  logrado,  en  la  cumbre de  Madrid, 
una  moderación  que  coloca  el  tema 
de  la  negociación  unitaria  en  una vía 
realista  y  presentable. 

Josep  Meliá 

la  historia.  Al 
parecer,  ha  comenzado  exactamente  el 
día  4 de  septiembre  de  1976. 

Acabamos  de  estrenar 

El  señor  García  Trevijano  lo ha  pues 
to  de  manifiesto  con  unos  aires  de  neo 
tríuníalismo  emocionantes.  Con  el  mismo 

optimismo  con  que  los  escolares  dedicá 
bamos  nuestros  ejercicios  de  redacción  a 
asegurar  que  el  día  de  la  primera  comu 
nión  había  sido  el  más  feliz  de  nuestras 
vidas,  el  señor. García  Trevijano  no  ha  du 
dado  en  afirmar  que  el  4  de  septiembre 
la  fecha  más  importante  de 
de  1976  es 
«toda»  la  historia  de  España.  «Es  —ha  di 
cho—  la  reunión  más  importante  que  el 
pueblo  español  ha  tenido  en  toda  su  his 
toria.  Considero  que  el  acuerdo  no  tiene 
otro  antecedente  más  que  el  firmado  en 
1867 con el pacto  de  Ostende.» 

Y  que  conste  que  no  hubo  rueda  de  pren 
sa.  Si  la  llega  a  haber,  tal  como  se  había 
anunciado,  quizás  el  optimismo  unitario 

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í 

Representantes  de  Coordinación  Democrática  e  Instancias  unitarias  del  Estado  español,  reunidos  en  el  Hotel  Eurobulldlng de  Madrid:  el plato. 

10 

españa 

han  logrado  evitar  el  martillazo  de 

rsorpresa. 
fu  filosofía  de  la  plataforma  unitaria  no 
n¡te  dudas.  «O  pactamos  entre  todos  o 
no  pacta  nadie»  —había  declarado 
antes  el  señor  López  Raimundo.  Y 
._quin  Ruiz  Jiménez,  en  el  acto  inicial  de 
! reunión,  dijo:  «En este  instante  de  quie-
del  Estado,  la  unidad  de  la  oposición 
un  factor  fundamentalísimo  para  llegar 
[io democracia.  La  negociación  con  el  Go-
Lrno.  caso  de  que  sea  posible  llegar  a 
taá,  sólo  podrá  mantenerse  seria  y  eficaz 
mente  si  la  oposición  está  unida».  Leído 
.  revés  eso,  dice  exactamente  lo  que  si-
e:  tSólo  una  oposición  unida  y  discipli-
puede  negarse  a  aceptar  la  democra-
que  el  Gobierno  nos  ofrece  si  no  exis-
i  reglas  iguales  para  todos  y,  por  su-
¡uto,  no  se  legaliza  al  Partido  Comu-
üta: 
I Esa,  en  definitiva,  es  a  mi parecer  la  gran 
¡alalia  que  se  está  librando  en  los  actúa 
momentos.  El  Gobierno  está  presionan 
para  lograr  la  entrada  en  el  juego  re 
lormista  de  los  partidos  de  la  oposición 
comunista,  incluso  a  costa  de  ame-
ar  al  PSOE  con  la  no  autorización  de 
congreso,  y  los  comunistas  están 
lo 
ndo  que  no  entre  nadie  si  no  entran 
s.  ¿Es  previsible  que  cambien  estas 
liciones  operativas?  Pienso  que  hoy  por 
una  negociación  formal  para  la  rup 
es  casi  imposible.  Lo  que  puede  exis-
es  un  diálogo  interior  fiara  que  se  dé 
verde  o  no  al  paquete  de  las  reformas, 
cambio,  la  estrategia  unitaria  se  forta-
considerablemente  de  cara  a  la  acep 
ción  de  las  vías  electorales  que  el  Go 
bierno  proponga.  Esa  es  el  arma  que  tina 
siclón  unida  tiene  en  su  mano  para  ha-
saltar  cualquier  sistema  que  bloquee 
aspiraciones.  Lo  que  está  por  ver,  en 
nbio,  es  si  ese  plante  colectivo  resulta 
oslble  o  no.  E  incluso  si  sería  más  posi 
para  los  intereses  de  la  democracia 
una  participación  constituyente,  des ti-
a  a  ensanchar  los  cauces  y  acabar  el 
nbio  constitucional.  Pero  ésa  es  otra 
itión. 

oposición  y los  secretos 

[No nos  ha  gustado,  a  los  periodistas,  que 
nbién  la  oposición  nos  diera  con  la  puer-
en las  narices.  Uno  se  ha  cansado  tanto 
escribir  contra  las  puertas  cerradas  del 
nsejo Nacional que no  podía  imaginar  que 
spués  de  tanto  tiempo  de  pedir  «luz  y 
quigrafos»  la  oposición,  quisiera  celebrar 
menos  que  la  reunión  más importan 
• de la historia de  España  lejos  de  la  mira-
de  los  informadores.  Pero  como  esta 
os  pasando  de  una  concepción  materia-
Bu,  neomandsta,  de  la  historia,  a  una  de 
aro  signo  voluntarista  y  neomacluhania-
'  no  hay  que  extrañarse  de  que  estas  co 
ocurran.  Al  fin  y  al  cabo,  como  dijo 
de  los  protagonistas  del  suceso,  aque-
era  pasar  de  las  catacumbas  al  pla-
Y  una  evolución  tan  precipitada  acaso 
lulere  pasar  por  la  cámara  de  descom 
pon  de la puerta  cerrada. 
JTnalmente,  como  se  sabe,  la  prensa  pu-
asistir  a  la  reunión  de  la  mañana;  es 
^if.  a  los  discursos  de  los  delegados.  Se 
'cerró  el  paso,  por  el  contrario, a  la  ver-
•dera  negociación.  La  reunión,  pues,  se 
'o  Por  criterios  de  Consejo  de  Ministros 
«  que  por  normas  de  Parlamento.  La 
^ión,  a  mi  modo  de  ver,  fue  política-
•«e  comprensible,  pero  no  por  ello  deja 
nt»?rf  lnoportuna.  Cualquiera  es  capaz  de 
mí  ?r  <lue  hay  muchas  cosas  en  la  ela-
wación  de  un  plato  tan  sofisticado  que 
SJ**0  agradables  de  cara  a  la  opinión 
"uca.  O  que  incluso  se  prestan  a  ser  re-

5»  U 
OPCSC10M QUlERt-
UfíSLflR  COK)  G OT 

que. tm 'cornt" 

U / JA  " S I M A* 

vueltas  y  agitadas  con  intenciones  de  todo 
tipo.  Es  tan  innegable  que  no  voy  a  tra 
tar  de  negarlo.  Pero  la  oposición  trata  de 
dar  una  alternativa  al  poder.  Por  eso  no 
puede  caer  en  sus  propios  vicios.  Ni  la 
comodidad  ni  el  deseo  de  evitar  mayores 
problemas  pueden  servir  de  explicación  pa 
ra  retirar  de  la  circulación  un  material in 
formativo  que  resulta  imprescindible  para 
la  comprensión  de  los  hechos.  Lo  cierto, en 
cualquier  caso,  es  que  uno  lamenta  que 
la  reunión  más  importante  de  toda  la  his 
toria  del  pueblo  español  se  haya  podido 
celebrar  sin  que  las  cámaras  de  televisión 
hayan  registrado  el evento. 

Pero  estas  cosas,  como  el  propio  len 
guaje  híbrido  y  ecléctico  de  la  nota  que 
sustituyó  a  la  prevista  conferencia  de  pren 
sa,  son  la  prueba  de  la  suspicacia  que  exis 
te  respecto  de  que  puedan  surgir  protago 
nismos  poco  convenientes  o  de  que  se  pro 
nuncien  palabras  inoportunas  que  rompan 
el  equilibrio  tan  difícilmente 
logrado.  El 
ejercicio  de  artesanía  que  supone  unir  plan 
teamientos  no  sólo  dispares,  sino  incluso 
incompatibles,  sólo  se  puede  lograr  en  una 
gran  economía  de  testimonios.  No  vaya  a 
ser  que  vuelva  la  Pasionaria  a  decir  que 
sólo  el  PCE  es  capaz  de  aglutinar  a  la  opo 
sición.  Además,  no  hay  que  olvidarlo,  los 
noventa  y  cinco  delegados  que  asistieron  a 
las  ocho  horas  de  la  jornada  legal  de  tra 
bajo  de  la  oposición  en  el  Eurobuilding, 
no  representan  a  toda  la  oposición.  Apar 
te  del  Consell  de  Forces  Polítlques  de  Ca 
talunya,  de  los  nacionalistas  vascos,  de  los 
partidos  moderados  o  de  derecha,  que  for 
malmente  estuvieron  ausentes,  hay  una  se 
rie  de  fuerzas  que  pese  a  ser  muy  impor 
tantes 
sólo  estuvieron  representadas  en 
forma  de  artistas  invitados.  La  comisión 
de  enlace  propuesta  en  Madrid,  por  consi 
guiente,  no  constituye  el  final  de  un  reco 
rrido,  sino  el  inicio  de  una  senda  en  la 
que  los  pasos  más  difíciles  todavía  se  han 

de  dar.  Todo  lo  cual,  desde  luego,  no  le 
ha  impedido  decir  al  señor  García  Trevi-
jano  que  «este  pacto  de  hoy  es  más  repre 
sentativo  que  el  de  San  Sebastián,  ya  que 
en  aquél  no  estaba  representada  la  clase 
obrera.  Desde  este  mismo  momento  co 
mienza la ruptura  negociada». 

Las  propuestas  unitarias 

El  diario  «Ya»  —que  aunque  los  minis 
tros  de  la  Santa  Casa  están  perdiendo  in 
fluencia  política  sigue  siendo  el  periódico 
oficioso  de  la  situación—  plantea  al  día 
siguiente  de  la  cumbre  de  la  oposición  el 
siguiente  asunto:  A  corto  plazo,  la  pregun 
ta  más  inmediata  a  hacer  es:  «¿Hasta  qué 
punto  la  oposición  prestaría  un  concurso 
liberales  del  Gobierno  para 
a  las  fuerzas 
vencer  en  la  batalla  democrática?  No  es 
ningún  secreto  que  ni  todo  el  Gobierno 
es  igual  de  liberal,  ni  todas  las  fuerzas  ni 
instituciones  del  Régimen  desean  la  demo 
cratización».  En  función  de  ello  le  piden  a 
la  oposición  que  se  defina. 

El  «ukasse»,  a  estas  alturas,  es  realmen 
te  ocioso.  Si  la  oposición  ha  hecho  algo 
en  toda  su  vida  es  definirse.  Se  ha  defini 
do  tanto  que  algunos  de  sus  virajes  tác 
ticos  serian  difíciles  de  explicar  a  un  pú 
blico  poco  versado  en  las  dificultades  de) 
terreno.  Pero  de  lo  que  no  hay  ninguna 
duda  es  de  que 
la  oposición  ha  dicho 
una  y  otra  vez  lo  que  piensa  y  lo  que  pide. 
Que  sea  inviable  conseguirlo  todo  es  otro 
tema.  Pero  para  ello  el  que  se  tiene  que 
definir  es  el  Gobierno.  Para  que  haya  ne 
gociación  es  preciso  que  existan  dos  pro 
posiciones.  Al tratar  de  conciliarias  se  pue 
de  producir el entendimiento. 

La  oposición,  en  la  reunión  del  día  4,  se 
ha  movido  en  todo  instante  en  un  terreno 

11 

realista.  Grandilocuencias 
triunfalistas  al 
margen,  sus  planteamientos  son  sensatos 
y  se  ajustan  al  siguiente  esquema:  1)  Re 
conocimiento  implícito  de  «los  poderes  tác 
ticos  del  Estado»  y.  por  tanto,  convencí 
miento  de  que  el  camino  de  la  ruptura  pasa 
por  la  negociación  con  el  Gobierno;  2)  Cot-
vencimiento  de  la  conveniencia  de  que  la 
negociación  sea  llevada  por  la  oposición  de 
forma  unitaria  y  pública:  3)  Creación  del 
organismo  imprescindible  para  efectuar  tal 

Más  claro, pues,  no  puede  estar.  Y  si este 
Gobierno  quisiera,  y  sobre  todo  pudiera, 
ir  a  una  democracia  auténtica  y  total,  no 
deberla  tener  inconveniente  en  dar  un  paso 
al  frente,  puesto  que  también  la  oposición 
ha  dado  uno  y  ha  aceptado  que  el  Gobier 
no  es  el  interlocutor  que  representa 
los 
poderes  tácticos  del  Estado.  Hoy  por  boy, 
que  quede  reiterado  otra  vez  más, los  obs 
táculos  para  la  negociación  no  son  de  tipo 
formal,  sino  de  fondo.  No  es  el  pacto, 

provisional  en  el  que  la  Monarquía 
site  toda  la  autoridad  necesaria  para' 
gran  salto  hacia  adelante  que  ahora  se pn 
cisa 

la  Platajunta,  Praga  quis 

Cada  vez  es  más  obvio,  sin  embargo, qg 
Gobierno  y  oposición  son  dos  lineas  pan 
lelas  y  no,  como  seria  deseable,  vecton 
que  intentan  encontrarse  en  un  lugar 
espacio  político.  Algo,  desde  luego,  hen 
avanzado.  Seria  mendaz  ocultarlo, 
se  constituyó 
evitar  a  toda  costa  que  el  esbozo  de 
que  ahora  ha  sido  ya  ensayo  general 
todo  siguiera  hacia  adelante.  De  las 
tenciones  que  se  produjeron  cuando 
dinación  Democrática  salió  a  la  luz, a 
tolerancia  que  ha  existido  para  la reuoU 
del  salón  Hermitage  media  un  abisma 
cluso  los  inspectores  de  policía  les  dijen 
a 
los  promotores  que  estaban  allí 
protegerlos,  y  sea  o  no  verdad  que  la 
misión  del  jefe  superior  de  Policía  ha 
nido  algo  que  ver  con  los  criterios 
dos  respecto  del  acto,  es  evidente  que' 
los  modos  se  ha  dado  un  paso  serlo, 
cual,  en  resumidas  cuentas,  demuestre 
al  Gobierno  no  le  falta  buena  voluntad, 
que  lo que  le falta  es  fuerza. 

ü na  vez  más,  por  tanto,  es  obligado 
ferirse  al  paralelismo  que  pueda  existir 
tre  el  momento  presente  y  la  época 
ga.  Fraga,  con  sus  errores,  trató  de fon 
lecer  al  Gobierno  en  perjuicio  de  una  m\ 
dad  de  la  oposición  que  daría  un  cierl 
predominio  al  interés  de  los  comunisl) 
de  no  quedar  descolgados  del  tren  de 
orático.  Este  Gobierno,  en  cambio,  ca 
de  elementos  para  evitar  la  demanda, 
no  está  en  condiciones  de  satisfa 
Cuando  se  le  agradezcan  los  servicios pn 
tados  se  le  aplaudirá  su  buena  fe.  Pero  i 
se  le perdonará  su ingenuidad. 

Porque  después  de  haber  perdido 
tiempo  precioso,  el  Gobierno  no  puede 
lerar  ahora  los  trámites  de  la  reforma ; 
dar  la  impresión  de  que  quiere  tranqu 
zar  a  los  ultras  adelantándose  a  las 
vindicaciones  de  la  oposición.  Las  pris 
que  estos  días  están  conociendo  los 
pachos  de  Madrid  serán  malas  consejeras] 
Como  las  brujas  de  Salem,  soplarán 
oído  exorcismos  condenatorios  y  velocida-l 
des  anatematizadoras.  Suárez  podrá  muy| 
pronto  parafrasear  un  discurso  de  un 
africano:  «Cuando  se  produjo  la  crisis ts-t 
tábamos  ai  borde  mismo  del  abismo.  D «| 
de  entonces  hemos  dado  un  gran  paso  ht-f 
da  adelante».  • 

ios  líderes  de  la  Plalajunta  ampliada  podrían  negociar la 'ruptura  pactada-. 

negociación:  para  ello  se  constituye  un  co 
mité  de  enlace  que  formulará  un  proyecto 
de  articulación  unitaria  a  nivel  de  Estado, 
de  las  instancias  de 
la  oposición  demo 
orática;  y  4)  Apertura  de  un  proceso  cons 
tituyente  para  la  ruptura  democrática  en 
base  a  cuatro  puntos:  libertades,  tema  sin 
dical,  amnistía  sin  exclusiones  y  autono 
mías. 

tantas  veces  propuesto  por  Areilza,  lo  que 
suscita  problemas,  sino  su  contenido.  Y 
de  la  misma  manera  que  se  vio  que  la  am 
nistía  no  podía  ser 
también  se  ha 
visto  que  la  democracia  no  podía  ser  para 
todos.  Es  en  vista  de  esta  limitación  de 
las  facultades  del  Gobierno  como  la  nego 
ciación  es  inviable  y  sólo  se  podrá  asu 
mir  cuando  exista  un  Gobierno  fuerte  y 

total, 

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