1975-06-21.1,10-12.DESTINO.CD
Publicado: 1975-06-21 · Medio: 1,10-12
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u m e ro 1.968 - 30 pesetas NUEVA FRONTERA SINDICAL? i El capitalismo en crisis zt Nuevo cine en Molins de Rey espana •i quema de negociaciones con otros grupos u organizaciones paralelas. En este sentido, parece que han existido prisas en c u b r ir el vacío de prestigio provocado por las recientes jomadas de lucha. El e s p í r i tu de la alianza es desplazar a las personalidades indivi duales en beneficio de los partidos y encontrar una posición de fuerza para hablar con los comunistas. La base, pues, es muy endeble y pueden surgir fricciones a la hora de concretar. So bre todo d e s p u és de que en Bruselas los socialistas históricos han acusado a la JDE de aliar la izquierda a un programa de derechas cuando lo que conviene hacer es obligar a la derecha a pactar un programa de izquierdas. Felipe González Joaquín Ruiz Giménez. Rafael Calvo Serer. el irreal madrid - josep meliá La Plataforma de Convergencia Democrática Ibérica, celebrada en un lugar cerca no a Madrid los días 7 y 8 del corrien te mes de j u n io — y tras los fracasos de las reuniones de P a r í s, Bonn y Ma d r id (2) — supongo que se reservan su adhesión á que se revise el tema de la organización confederal de la uni dad socialista y los •históricos» a que los acuerdos se tomen por m a y o r ía y no por unani midad. la negativa de En cualquier caso, ya se ve que las ausencias debidas a causas no inter nas sólo afectan a las organizaciones integradas en la JOE. Por lo d e m á s, aunque la lista de firmantes parece una sopa de letras, y puede suponer para el lector poco avisado la s ú b i ta apa rición de numerosos g r u p ú s c u l o s, no debe olvidarse que importa ahora no es el colectivo ¿ no la legiti midad de las opciones ideológicas que tales grupos plantean. En ese sentido, el espectro es bastante amplio y cubre desde la democracia cristiana, la so- cialdemocracia, el socialismo, el comu nismo disidente, algunas asociaciones laborales y los carlistas. lo que Pongan los ilegales en su sitio que voy a dar la lista de los firmantes del acuerdo: Partido Socialista Obrero E s p a ñ o l, Unión S o d a l d e m ó c r a ta de E s p a ñ a, Izquierda D e m o c r á t i c a, Unió D e m o c r á t i ca del P a ís Valenciá. Unió D e m o c r á t i ca de Catalunya; Partido Nacionalista Vasco, Organización Re^ volucionaria de Trabajadores (ORT) Unión General de Trabajadores (UGT), de Comi Comisión Coordinadora siones Obreras de Euzkadi, Consejo Consultivo del Gobierno Vasco, Rea- grupament de Catalunya, Movimiento de Euzkadi, Movimiento Comunista de E s p a ñ a, Partido Carlista y Partido So- c i a l d e m ó c r a ta Gallego. Si me dejo al guno, que conste que no es adrede. El acuerdo de principio, del que sur gió un secretariado de cinco miem bros representantes de los grupos ma- la yoritarios para poner en marcha o p e r a c i ó n, se reduce al planteamiento de « P l a t a f o r ma de Convergencia abier ta a todas las organizaciones de carác ter d e m o c r á t i c o ». No hay m á s. Ni si quiera un m í n i mo programa que ha de surgir a p a r t ir de ahora ni un es El miércoles, 11 de junio, q u e dó constituida en Madrid una «Pla taforma de Convergencia Demo ilegales, crática». Tres partidos cuyas figuras visibles son Felipe González, Ruiz Giménez y Dionisio Ridruejo, convocaron a casi treinta organizaciones de la oposición. Las ausencias fueron tan significati vas como las asistencias. Los comunis tas, los «pesepés» ü e m i s t as y los del Partido del Trabajo de E s p a ñ a, obvio es decir que todos ellos y m ás que se d i r án son ilegales, no acudieron por fidelidad al e s p í r i tu de la no menos ilegal Junta D e m o c r á t i ca de E s p a ña en la que e s t án integrados. La Unión Sindical Obrera (OSO) fa lló por un error de coordinación. Comi siones Obreras y La Comisió Coordi nadora de Forces Poli tiques de Cata lunya, por estar en curso las negocia ciones, al menos eso es lo que se ha revelado eñ la plataforma. Los Partidos Socialistas de lógico, las Nacionalidades, como es d e s p u és del desplante de los del la Conferencia Socialista PSOE fuentes p r ó x i m as a a 10 Con todo y esta endeblez, sin em bargo, queda claro que se ha estable cido una alternativa a la Junta Demo crática, pluralista, sin posiciones de privilegio para nadie y en la que el hecho s i n t o m á t i co de no formular un programa inicial supone el deseo de que el mismo sea el resultado del consenso d e m o c r á t i co de los partici pantes y no una a d h e s i ón que pudiera tener aspectos humillantes. Se ha aprendido de los errores ajenos. Lo i m p e d i rá que e s tá por ver es si esto la obligada cuota de errores propios. Por otra parte, la voluntad negociado ra (te la plataforma indica a las cla ras que la convergencia que se pre tende no es sobre el esquema presente sino sobre una confluencia integrado- ra en el futuro. Dicho en romance esto significa: 1) Que los partidos no aceptan la v ía de la Junta y que por tanto para ellos la salida no va por ahí; 2) Que no se cae en la ingenui dad de querer que la Junta se disuelva para que sus miembros organizados entren en la plataforma; lo que se pre tende es, o bien mantener una doble línea, o fundir las dos organizaciones t e n d r ía en una sola, que lógicamente o t ro nombre, y de la que s u r g i r ía la derecha y la un equilibrio entre izquierda y cuyos grandes sacrificados serian Calvo Serer y G a r c ía Trevijano; 3) Que pese a la presencia del PSOE — cuya actividad no le va a que dar m ás remedio que revisar si no quiere verse desbordada por los acon la plataforma aparece tecimientos— con un signo anticentralista, asentada sobre organizaciones con base territo rial en las nacionalidades y que si se logra la entrada en ella de los socialis mos c a t a l á n, gallego, valenciano, an daluz y balear, ello va a implicar la reconsideración de la táctica de todos los partidos que a ún se aferran al establecimiento de delegaciones sucur- salistas, y 4) Que esta misma base federal de los grupos en presencia va a exigir un esquema de organización política del Estado ajustado a su pro pia representatividad. Por ello va a ser difícil que se cometa un error de bulto tan serio como el famoso pun to 9 del programa de la Junta, y aun que é s ta es una cuestión que al ser tratada a fondo puede. ser causa de una escisión, no hay duda de que la discusión clarificará el tema y permiti rá saber hasta q ué punto es posible hacerse ilusiones en lo que respecta al deseo de a u t o n o m ía de los pueblos ibéricos. Por lo d e m á s, no se descarta que este último f in de semana los «en viados especiales» a E s t o r il hayan ha blado muy seriamente de esta cues tión. En este aspecto, el pasado sá bado el profesor R a úl Morodo, segun do de tilas del tiemismo, se referia en un articulo al hecho de que el cambio p o r t u g u és lo hubieran logra do las fuerzas armadas y « no una plataforma unitaria civil de la oposi ción d e m o c r á t i c a, política y sindical». Puede ser una casualidad o un lapsus s e m á n t i c o. Pero t a m b i én puede ser una p r o s p e c c i ón de mercado y una mano tendida. La rebelión del "bunker" sindical Don Esteban Bilbao y Eguia fue un hombre mediocre, sin pericia para di rigir las Cortes y que s u b o r d i nó a su propia incapacidad para regir un Par lamento moderno muchas de las ini ciativas que h a b r í an podido re vitali zar la C á m a r a. Pero don Esteban es taba convencido de su gran talla de tribuno y tenia una espina clavada en el alma: la gran m a e s t r ía demostrada por J i m é n ez de Asua en la dirección de los debates para la redacción de l a. Constitución de la II República. T comentaba: «Sí, un buen director de orquesta; a hi le quisiera ver yo lidian do con el tercio sindical». t é r m i n os Tercio sindical que en realidad s ó lo lo es en taurinos pero no en rigor m a t e m á t i c o. La Ley de Cortes señala que existirán «ciento cincuenta representantes de la Organización Sin dical», lo que viene a ser alrededor de una cuarta parte del total de la Cá mara. Hasta ahora, todo hay que de cirlo, el grupo sindical de las Cortes na sido mucho menos belicoso e in cordiante de lo que el s e ñ or Bilbao s u p o n ía para autojustificarse. D i ré m á s. Durante a ñ os los procuradores sindicales se han estado reuniendo fuera de las Cortes, recibiendo consig nas del mando, cerrando filas en tor no a los temas importantes, actuando a una a la hora de defender la inter vención del aparato sindical en todo lo divino y lo humano. Pero m i r en por donde, al cabo del tiempo, el bunker sindical se ha rebe lado. A t i t u lo postumo don Esteban ha acabado por tener r a z ó n. El puñetazo de Dionisio Dionisio M a r t in Sanz, con un fuerte golpe de p u ño sobre la mesa, hizo la declaración de guerra. Advirtió que si no se rectificaba los sindicatos corta rían el c o r d ón umbilical que les unía al Gobierno. Que no se lamentaran luego, vamos. Supongo que aquella no che el Gobierno t e m b ló v c r e yó ver al s e ñ or M a r t ín Sanz bajando de su «Mercedes» para agitar a las masas trabajadoras en contra de los apertu- ristas. ¿Y en total por q u é? Simplemente porque el Gobierno h a b ía tenido la o s a d ía de intentar su p r i m ir la elección por compromisarios de los concejales del tercio, ese si, sin dical. La base 4, punto 2, del proyecto de Ley de Bases de la Ley de Régimen Local p r o p o n ía que los miembros del Ayuntamiento fueran elegidos por to dos los vecinos del Municipio incluidos en el censo electoral. Los sindicatos, en consecuencia, se limitaban a la pro puesta de los candidatos, pero las lis tas d e b í an ser sometidas a sufragio universal. Y esto no les gusta a los sindicalistas. Casi cien enmiendas, d í as y días de interminable pasión, han dedicado a la defensa de su posición atrincherada. Se han dicho tantas cosas que ya se hace difícil separar el grano de la pa ja. A los sindicalistas les duele que les llamen inmovilistas. Por eso presumen Alejandro Fernández Sordo. de ser m ás aperturistas, electorales y hombres de la base que nadie. Tam bién manejan la demagogia que da gusto verlos. Pueden decir cosas como estas: «Los únicos que defienden la tesis del Gobierno son los que vienen aquí por el cauce digital» (Fujardo); «Hachazo tras hachazo quiere destruir se a los Sindicatos» (García Bibes); «Yo creo que los obreros somos ma- soquistas» (Calpe Arcusa); «La aper tura del Gobierno nació el 12 de febre ro y por tanto es una estupidez» (Gar cía Ribes); «Los periódicos de E s p a ña e s t án en manos de los enemigos dé los t r a b a j a d o r e s» ( l á z a ro Franco). Y un largo e t c é t e ra En función de esta demagogia, los sindicalistas esgrimen que no es absur do que haya personas que tengan dos o m ás votos, que ellos quieren dar el voto a Jos j ó v e n e s, que lo que se pos tula es una apertura para millonarios, que «i el fondo lo que se quiere es evitar que los trabajadores estén pre sentes en los Ayuntamientos. Sus vo ces, u n á n i m e s, han sido las únicas que han sonado. Y lo han hecho con acritud, desafiadoramente, arrogándo se el millón de votos que cada sindica lista dice tener d e t r á s. Lo malo es que cuando no se dan cuenta se les esca pa lo que en verdad pretenden. Y el Emilio Romero. s e ñ or García Ribes dice paladinamen te: «Para nosotros e s tá claro. Sufragio articulado es la elección por compro misarios». El verdadero tema de fondo Y de esto se trata. Por mucho que se revistan las cosas con la túnica de la demagogia, el secreto del sumario está a h í. Es el pataleo de una clase dirigente que puede perder el control del mecanismo electoral al tener que someterlo al sufragio directo de los vecinos. Los tiros van por a h í. Y tie nen muchas m ás derivaciones. Porque se empieza por los ayuntamientos y no se sabe d ó n de se acaba. Los pro curadores sindicales son conscientes de que si los concejales dejan de ele girse por el sistema de compromisa- 11 Un momento de las elecciones sindicales. espana ríos, ¿ p or q ué va a tener que seguirse usando dicho procedimiento para llegar a las Cortes? Su instinto de conser vación les indica que no seria lógico. Se sienten avisados. Defienden su pro pia supervivencia. Por eso ponen tanto énfasis en la a u t o n o m ía normativa de la Organiza c i ón Sindical. A u t o n o m ía que quieren ver consagrada en la Declaración X I II del Fuero del Trabajo y que a mi mo do de ver no es m is que una simple c u e s t i ón de h e d i ó. A mí me parece absurdo que nadie en este p a í s, princi piando por las Cortes, haya podido opinar sobre la forma en que deben ser elegidos los procuradores sindica les. Un tema de tanta trascendencia no puede ser regulado por normas de c a r á c t er interior. Pero los sindicalistas creen que la facultad autonormativa consiste precisamente en esto. Por eso han tratado de que las Cortes dimi tieran de su derecho a decir de mane la ra concreta c ó mo debe realizarse elección. H an retrasar, a dejar las cosas como están, y en últi jugado a ma i n ^ * " " ^» han intentado defender el cauce aun a costa de que pueda votar todo el censo de afiliados a la Organización Sindical. Pero esta línea de retirada, cubierta de afirmaciones de anticonstitucionalidad, de contrafue ro y desafuero, era demasiado t a r d ía para poder resultar m í n i m a m e n te con vincente. Y así d í as y m ás d í a s. Machacando en metal frío como suele decir el se ñ or Alcaina, g r i t á n d o le a la pared o 1 a d r á n d o le a la luna. No tienen r a z ón pero si se pusieran sus votos en una computadora g a n a r í a n. T é s te es uno de los contrasentidos del sistema or gánico. Se crean intereses que luego a c t ú an en contra de una posible aper tura. T e ó r i c a m e n t e, al menos, los sin dicales son m ás representativos que los alcaldes y presidentes de Dipu t a c i ón que defienden al Gobierno. Pe ro se da la paradoja, t a m b i é n, que un sector del Gobierno ha querido ser m ás aperturista que la clase política ofi cial, que las propias Cortes. T eso es final- de muy difícil recibo. Por eso. O m n i um C u l t u r al a F o p i n ió p ú b l i c a. S I SE NA C R I DA Ó m n k i ni CuItural,organitza i subvenciona mes d el 9 0% de t ot l'ensenyament de C a í a la per a edats escolan que es dona avui a Catalunya. Recordtm-no» que es tracta de mes de 60.000 alumnes, en milen d'aule» i centenars de centres, repartíts per tot el Principal. Volem tgttiT públicament la coi-labofadó deis socas de l'enfitat, mes de 18.000 de totes les comarques catalanes, que sense esperar cap compensado, contribueixen voluntanamenl i desinteressada a l'extensió de les tasques d'ensenyament, les quais d'un any a l'altre teñen el doble de necessitats. Per aixd Omnium Cultural, que ea aquest camp realitza una fundó pública substitutiva, s'ha adref at a tots ds Ajuntaments de Catalunya i s'ádrela a les corporadons publiques, a les entitats de crédit, a les assodadons de Iota mena, i a tots els catalans. demananMos que en la mesura de llun possibiliUts i de Uun responsabilitats fadn que no s'«orni indefínidamenl la tasca cultural i social mes urgent que (enim la aormalització dr l'enifnymmeia dei cmlmli t leí a c o ki étCaUkmrm. CoMaboreu-hí O m n i um C u l t u r al espera ei vostre suport perqué I'escola i el cátala el necessiten. ¡ Tdéta ( » 51 la ¡lengua faliava, f a ü av ÍOl ". \ rAaaadMttpcreattabm | fmimaátrmam. \ Retaleu-ko i cmie»fe> • I Ó m n i um C u l t u r al I^MoolcBfa. 20 KtMbo 319 80 58 I És una g e a t í k» de Pefletería LA SIBÉRIA 12 mente, la s i t u a c i ón ha estallado. El ministro de Relaciones Sindicales no ha podido, o no ha querido, acallar las propuestas. Y esto puede ser el motivo del prometido cambio de su •sin c a r t e r a ». El m i n i s t ro «de» p o d r ía ser m uy p r o n to un m i n i s t ro «para» las relaciones sindicales. A la hora de cerrar este n ú m e ro de DESTINO t o d a v ía no se ha producido la votación. G a n a rá el Gobierno por escaso margen. Pero no por ello aca b a rá la batalla. El tema r e n a c e rá con toda su virulencia en un largo Pleno de las Cortes que s e r v i rá para animar el cotarro político de este, por ahora, cor to e irregular verano. Pero no confun damos el ruido con las nueces. Lo único que a q uí e s tá en juego es que sigan los de siempre. Todo lo d e m ás es revisa ble. Incluso el s e ñ or Fernán dez Sordo ha dicho que a él no le gustan estos Sindicatos. Imaginen de a hí para abajo... A d e m á s, la guerrilla del «bunker» sindical es s ó lo una parte de la gran guerra de los «ultras» contra la his toria. Una crisis imprevista Hace algo m ás de una semana Emi lio Romero c o m e n zó la c a m p a ña de acondicionamiento para una minicrisis la muerte se c r u zó ministerial. Pero en el camino de las previsiones. La de s a p a r i c i ón de Herrero Tejedor abrió una nueva perspectiva al cambio mi nisterial. Lo que pudo ser un mero retoque técnico t e n d rá por fuerza aho ra una clara significación política. A~ Herrero Tejedor se le h a b ía asig nado un difícil papel: c u b r ir al Go bierno frente a la i r r i t a c i ón del «bún- ker». Toda la prensa ha afirmado que c u m p l ía su misión con prudencia y sentido del diálogo. No h a b r ía sido e x t r a ño que le hubiera dado al Movi miento-Organización una solución muy parecida a la que en su d ía p a t r o c i nó respecto del SEU. El trasvase de la militancia del aparato de la Unión del Pueblo E s p a ñ ol p a r e c ía tener este sen tido. No le conocí y nada puedo decir sobre sus condiciones personales. Me l i m i to a constatar que a veces los ca minos de la historia son sorprendentes. Un accidente de a u t o m ó v il a la altura de Adanero ha excitado una vez m ás a los santones del integrismo y les ha hecho poner sus armas a punto. Un te rreno que p a r e c ía m o m e n t á n e a m e n te apaciguado se volverá a alborotar, se guramente. S e rá difícil encontrar otro hombre que cubra este sector s in de j ar que los «ultras» acaben por do minarlo. Cartuchos de fogueo • Oído en las Cortes a un procura dor catalán, antiguo cenetista, y entu siasta defensor de los sindicatos actua les: «Cuando mi padre me habla de su R e p ú b l i ca Federal, no me fio rñ de mi p a d r e: • Un c o m p a ñ e ro de defensa suyo, canario y empleado del sector banca- r i o: «Cuando en E s p a ña p a só lo que p a só yo era h i jo de un padre, y nieto de un abuelo, ahora soy padre de hijos y abuelo de nietos». Como se ve en las Cortes se presume de «pedigree». • I n s ó l i to p á r r a fo en una declaración del historiador Gabriel Jackson (ünx- versity of California) cuyo hispanismo le lleva a pasar entre nosotros su a ño sabático. Sin comentarios transcribo lo que le ha dicho a Rosa M a r ía Echeva rría, de «La Actualidad E c o n ó m i c a »: «Bueno, no creo que quepa en Espana un totalitarismo, pero si una dictadura blanda. Y un problema que me pre ocupa y que no e s tá discutido p or mucha gente es el comportamiento de la Policía. Si pueden tener a la gente setenta y dos horas sin abogado, si pueden pegar, si pueden poner multas arbitrarias, e s tá muy claro que no se ¡ruede construir una democracia con esta forma de trato. Y esto es muy distinto del problema de m o n a r q u ía o república o dictadura. Lo importante son los derechos individuales, el res peto a individuales». libertades las ¡ J o ün qué turistas! • Algunos periódicos han publicado que la j o m a da de lucha les costó 430 millones a los comunistas. Asombra que en un p a ís con tan deficiente in- Cl historiador americano Gabriel Jackson f o r m a c i ón política haya sabuesos tan bien metidos en la clandestinidad que incluso conocen los libros de contabi lidad de la oposición. Si eso hacen en la oscuridad q ué no h a r í an si se les convirtiera en inspectores de Hacienda a plena luz del día. • .Pobre Pío Cabanillas lo que ha te nido que oír. De manera que q u e r ía cambiar el Régimen para que no lo conociera ni su padre, destruirlo por la vía de la d i n a m i t a c i ó n. Ahora ya se entiende quién era el «enano infiltra do». Aunque no sea lo mismo un ena no infiltrado que un ministro bajito. • En Madrid cuando va a haber cambio de ministros toda la clase po lítica calla. El que escribe se pros cribe, dice Fueyo. El que habla se pasa. Los silencios son s i n ó n i mo de la con dición de disponible. •