1995-06-05.EL MUNDO.DERECHA SUSTANTIVA Y ADJETIVA AGT

Publicado: 1995-06-05 · Medio: EL MUNDO

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DERECHA SUSTANTIVA Y ADJETIVA
EL MUNDO. LUNES 5 DE JUNIO DE 1995
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
A Julio Anguita 
Una de las confusiones mas extendidas, desde que el crecimiento de la riqueza comenzó a ser utilizado voluntariamente por el Estado como motor determinante del cambio social, es la que afecta a la distinción entre derecha e izquierda y a la consideración del centro como idea política autónoma. Antes de la Revolución francesa no se usaron metáforas espaciales para situar a los partidarios de los ricos o de los pobres en el escenario de la acción política. Una circunstancia escenográfica hizo llamar de derechas o de izquierdas a los que se sentaron a la diestra o la siniestra de la mesa presidencial de la Cámara posrevolucionaria, al modo como se llamó montañeses o llaneros a los Convencionales de la Revolución por el lugar, alto o bajo, que ocuparon en el hemiciclo. La confusión se hizo mas espesa cuando la ideología socialista popularizó la creencia de que la división derecha-izquierda expresaba políticamente la división de las clases sociales en burguesía y proletariado. Este criterio hizo que, con el desarrollo del sector terciario, apareciera el centro como la aspiración política de las clases medias. Y ya no hay partido con vocación de gobierno que deje de apoyarse en una indefinida ideología de centro. 
La ideología centrista no se ha derivado del mundo de las ideas, por lo que no se puede definir, sino del mundo de las jefaturas, y por eso se puede describir. Salvo la democracia institucional, que es omnicomprensiva, las ideas que prescriben la ordenación política de una comunidad, por ser dictados de la razón para disciplinar el pluralismo social, han de ser extremas para ser racionales. La idea liberal, la socialista, la fascista o la comunista son exageraciones intelectualmente represivas de  representaciones inteligibles, aunque parciales, de la sociedad, son completamente ajenas a la moderación, que sólo es un rasgo de  síntesis no es una idea más moderada que la tesis y  ideas políticas sólo pueden ser, por ello, de derechas o de izquierdas. En cambio, todos los gobiernos, por ser dictados de la prudencia sobre la propensión a la rebeldía de sus oponentes, han de ser de centro si pretenden ser razonables. El centro es una necesidad táctica gubernamental. Incluso las dictaduras totalitarias han gobernado desde el centro de su abanico social de poder. Es ley universal. Si un jefe de gobierno o de partido no tiene a su derecha y a su izquierda partidarios que componer y adversarios que combatir, ha de inventar conjuras desestabilizadoras para ser el centro imaginario de la relación de poder. 
La ideología de centro es usada por los partidos gubernamentales para captar la ancha franja del electorado que vive de espaldas a  lugar de esforzarse en comprender las razones de la indiferencia y responder a ellas, esos partidos prefieren diluir, en un «marais» ideológico, la idea particular que los diferenciaría, para abrazar y hacer suya, la causa conservadora y pantanosa de la indiferencia política. Por eso son de derechas todos los partidos que se dicen de centro. Ahí se ve que no hay diferencia significativa entre la derecha sustantiva, que encarna el PP y la derecha adjetiva que dirige y corrompe al Partido Socialista. La idea política de centro, por ser ideología de la nada, no tiene necesidad de ser intelectualmente construida ni explicada. Y como recurso moral a la moderación de la voluntad de poder, el centrismo aparece como ideología cuando, por estar mitigada la lucha de clases, ya no es necesario. La virtud está en el término medio si, y sólo si, hay extremos opuestos que mediar. El consenso elimina toda posibilidad de que algún partido ocupe el centro de la moderación ideológica. El centro no existe cuando está en todas partes. El crimen de Estado y la corrupción del Gobierno socialista, junto al radicalismo nacionalista, han sido, por ello, los extremismos que han centrado a la derecha sustantiva de Aznar.