1991-02-02.EL INDEPENDIENTE.CORRESPONDENCIA ENTRE GUERRA Y PODER AGT

Publicado: 1991-02-02 · Medio: EL INDEPENDIENTE

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CORRESPONDENCIA ENTRE GUERRA Y PODER
EL INDEPENDIENTE, 2 FEBRERO 1991 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
Las novedades que presenta este conflicto bélico, respecto a los que tuvieron lugar a primeros y a mediados de siglo, son excelentes marcadores de las mutaciones operadas en la composición y funcionamiento del poder estatal. Las preguntas clásicas, sobre quién lo tiene y en qué consiste, presuponen que el poder no ha cambiado desde que la fuerza física del hombre natural fue supeditada a la fuerza legal del hombre artificial que es el Estado. Pero la permanencia de una misma pregunta no implica la necesidad de una misma respuesta. Cada época cultural descifra el misterio del poder, capaz de que unos hombres envíen a otros a la muerte, según la idea que se hace, y el nivel de conocimiento que tiene, de las cuestiones sociales.
Una sola fuente de poder político, la Presidencia de Estados Unidos, delimita el escenario bélico y el grado de participación de todas las naciones en la guerra del Golfo. Una sola fuente de poder cognitivo, la electrónica y la informática, define la estrategia y la táctica de la destrucción militar. Una sola fuente de energía, el petróleo, da sentido y coherencia sistemática a una economía política de despilfarro. Una sola fuente de conocimiento, la televisión, manipula y dirige las emociones de la opinión pública mundial.
Estas cuatro singularidades de la guerra del Golfo, paralelas a las que han caracterizado el final de la guerra fría y el desmoronamiento del imperio soviético, reflejan los cambios operados en la composición del poder occidental a finales del siglo XX. La moral, la religión, las organizaciones obreras, la cultura de los intelectuales, antes incorporadas a las instituciones de poder y de oposición que determinaban el orden político, quedan ahora marginadas del sistema de dominación que hace la ley del mundo, y la guerra periférica, para revitalizar y reproducir, sin patriotismo, su nueva estructura de poder. Por esta razón, el Papa, la jerarquía católica, los sindicatos obreros, los intelectuales marginados, los periodistas independientes y los jóvenes hedonistas son las únicas fuentes de oposición a esta guerra injusta, en la que la clase política de Europa ha vuelto a dimitir de lo que se esperaba, sin fundamento, de ella.