1993-05-16.EL MUNDO.CONTESTACION AL SEÑOR TAMAMES AGT
Publicado: 1993-05-16 · Medio: EL MUNDO
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CONTESTACION AL SEÑOR TAMAMES EL MUNDO. 16/05/1993. Página, 23 ANTONIO GARCIA TREVIJANO Debo precisar las dos cuestiones políticas que surgieron, involucradas con mi nombre, en el último debate de «La Clave». El señor Punset, tras describir la antidemocrática identidad del poder gubernamental y el poder representativo, que caracteriza a nuestro régimen, propuso para remediarlo la elección del ejecutivo por sufragio directo de los ciudadanos. El señor Márquez Reviriego, al apoyar la propuesta, comentó que la había discutido conmigo. En efecto, defiendo esta tesis desde hace más de veinte años. En otro reciente debate de «La Clave», para probar la voluntad democrática, y no solo liberal, de Don Juan, hablé del proyecto constitucional de monarquía presidencialista que preparé para él. Proyecto que el profesor Duverger, consultado por el Conde de Barcelona, consideró coherente, viable y democrático. El profesor Tamames respondió al señor Márquez que tal proyecto era «una idea aberrante». No es extraño en un cortesano del poder que busca desde siempre un ministerio. Lo que define a este profesor, mejor que su oportunismo insuperable, es su frívola temeridad intelectual. Para descalificar al presidencialismo, como forma democrática de gobierno que puede superar la actual oligarquía de partidos, acudió al ejemplo de Francia y a la autoridad de renombrados pensadores. El ejemplo no fue pertinente. Y a los autores, por lo que dijo de ellos, se comprendió enseguida que no los ha leído. Hasta los niños saben que Francia tiene una forma de gobierno parlamentaria. El presidente de la República, elegido por sufragio directo, no tiene libertad para designar al primer ministro. Confunde, el catedrático, la forma de Estado con la forma de Gobierno. Más grave aún. Tras equiparar el valor de las leyes sociales de Marx con el de la ley de la gravedad de Newton, recurrió a Platón, Hobbes, Bodino, Danton, Montesquieu y Michels para relativizar la democracia y justificar el régimen actual. Pero cometiendo tantos errores como palabras pronunció. 1.- El colaboracionista Platón escribió su célebre utopía totalitaria en alabanza de los espartanos, vencedores de la democracia ateniense. Colaboró también con el tirano de Siracusa para platonizarlo y fracasó. 2.- El Leviatán fue concebido, como la madre de Hobbes a su hijo, bajo el pánico a la Invencible de los españoles y el terror a la guerra civil, para que un poderoso soberano asegure la vida de los súbditos a cambio de la renuncia a sus libertades. 3.- Bodino escribe La República mucho antes que el Leviatán, para fundar la soberanía no sobre la fuerza, como Maquiavelo y Hobbes, sino sobre la amistad. 4.- Danton no tiene ninguna doctrina política. La idea de que el enemigo del pueblo es el gobierno, por lo que han de ponérsele barreras, procede de los federalistas Madison, Hamilton y Jay. 5.- Montesquieu terminó su «Espíritu» antes de la Revolución y no tuvo influencia en ella. La separación de poderes procede de Locke. Montesquieu solo habla de la balanza o equilibrio del poder. 6.- Michels no publicó su obra en 1914, sino en 1911 en alemán y 1912 en italiano. El título no fue «Los partidos políticos», sino «La sociología del partido político en la democracia moderna». Es imposible leer este libro y sostener, como hizo Tamames, que los partidos oligárquicos por dentro pueden hacer una política democrática hacia fuera. El profesor Tamames puede decir y hacer lo que le venga en gana, ser un mundano y no un serio intelectual, colaborar con Fraga durante el franquismo puro o con Santiago Carrillo en la clandestinidad, fundar partidos con unos discípulos, manipular a los ecologistas, ingresar en el CDS y ofrecerse ahora a Aznar para ministro. Lo que no puede hacer sin exponerse a una severa corrección es lo que ha hecho: llamar fascistas a los demócratas que proponemos la abstención. Además de la falta de honestidad intelectual que semejante brutalidad implica, era plenamente consciente de que le estaban preguntando con reiteración sobre «la abstención que preconiza Trevijano». Su respuesta, alineándome en unas desconocidas siglas que identificó como fascistas, revela la clase de respeto que siente por las opiniones que pueden dificultar el desarrollo de su oportunismo. Lástima que su insulto animara a otro contertulio a añadirle, si cabe, más imbecilidad. La petición de abstención, dijo, ¡es un fraude!, porque se pretende con ello apropiarse de la abstención técnica. ¿Para qué? A ver si se enteran de una vez. El voto es un derecho político y en consecuencia no puede ser un deber cívico. Porque es un derecho y porque la esfera de su aplicación pertenece a la sociedad política y no a la civil. No puedo votar en blanco porque las reglas de juego no son democráticas y porque la ley electoral no me permite elegir nada. Si votara en blanco reconocería la legitimidad de un sistema electoral que reproduce necesariamente la oligarquía política.