2003-02-10.LA RAZON.CONSTRUCTIVISMO INTERNACIONAL AGT

Publicado: 2003-02-10 · Medio: LA RAZON

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CONSTRUCTIVISMO INTERNACIONAL 
LA RAZÓN. LUNES 10 DE FEBRERO DE 2003
ANTONIO GARCÍA TREVIJANO 
A partir de la Nueva Política Económica de Lenin (1922) el arte revolucionario cambió de orientación y de escenario. La mayoría de los artistas, plegándose a la consigna «sóviets y electricidad», desarrolló con originalidad el diseño industrial y la expresión de belleza tecnológica en la producción de objetos en serie. Las grandes figuras de la izquierda revolucionaria, Malevich y Tatlin, se refugiaron en la enseñanza, sin evitar por eso la posterior proscripción estalinista, que los declaró enemigos del pueblo. Kandinsky y los hermanos Gabo emigraron a Alemania. 
   Pero dos artistas polivalentes adaptaron el misticismo de la pintura suprematista de Malevich al productivismo tridimensional requerido por la nueva política soviética, y de esa síntesis nació el constructivismo internacional. Esos dos artistas fueron Rodchenko y El Lissitzky. Éste se hizo portaestandarte oficial del arte soviético, des- de 1923 a 1939, y coordinador del movimiento constructivista europeo, en Berlín, Dresde, Hannóver (donde conoció los productos «merz» de Schwitters), la Bauhaus de Gropius en Weimar y el grupo socialcalvinista De Stijl en Holanda.
   El propio Malevich pidió a Lissitzky en 1919 que aplicara el estilo suprematista a la escultura. El célebre arquitecto comenzó con una serie de pinturas geométricas parecidas a las de Mondrian, pero con distancia o movimiento espacial entre planos y líneas, como base de partida para la creación de objetos «Pruns», abreviatura de «Pro-unovis», que en ruso significa «en favor de lo nuevo». Su aplicación de la teoría de los planos a la fotografía no sólo inspiró al más importante fotógrafo del siglo XX, Moholy-Nagy, sino a los directores de cine Meyerhold (ejecutado en 1940) y Eisenstein, cuyas películas fueron prohibidas. 
   En 1922, Lissitzky organizó una exposición en Moscú de 600 obras constructivistas. Y ese mismo año las llevó a la Galería van Diemen de Berlín. En 1923 instaló sus objetos «Pruns» en la Gran Exposición de Arte de Berlín. Luego creó el «Gabinete abstracto» como Museo provincial de Hannóver (destruido por los nazis) y el Pabellón soviético para la exposición de Colonia de 1928, como muestras de lo que llamó «museo vivo». No hubo artista importante en Europa que no admirara a este diseñador de ciudades ideales, urbanizaciones vertiginosas y bloques de vivienda en altas construcciones cubistas, pese a que desde 1930 era arquitecto jefe del Parque Central de Cultura y Recreo de Moscú. El artista que puso reparos izquierdistas a la NPE de Lenin, no los puso a la tiranía derechista de Stalin. 
   El Lissitzky publicó además la revista «Gegenstand» en colaboración con Ilya Ehrenbourg, para exponer la necesidad de la izquierda proletaria de transformar el expresionismo patético de las primeras manifestaciones del arte revolucionario, ancladas todavía en los ideales burgueses de la belleza, en un constructivismo sistemático de nuevas estructuras artísticas en todos los órdenes de la existencia humana. 
   «Prun comienza en la superficie, avanza hacia la maqueta espacial y de ahí pasa a la construcción de todos los objetos de la vida cotidiana. Va más allá de la pintura y sus artistas, y más allá de la máquina y el ingeniero. Pasa a estructurar el espacio y fragmentarlo, sirviéndose de elementos de todas las dimensiones, y construye una nueva figura de la naturaleza que, además de versátil, sea uniforme». 
   No obstante, la contribución artística del constructivismo soviético a la arquitectura, urbanismo, ingeniería, cinematografía y diseño industrial de la modernidad capitalista, su influencia en la pintura y la escultura, ha sido peor que nefasta, por dos simples razones que nadie de buena fe negará. El constructivismo las somete a una ideología de poder o de utilidad mercantil, privándolas de la autonomía espacial que necesitan, en tanto que expresiones universales de dos tipos de arte autosuficiente.