1995-12-04.EL MUNDO.CLINTON APOYA LA CORRUPCIÓN EN ESPAÑA AGT
Publicado: 1995-12-04 · Medio: EL MUNDO
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CLINTON APOYA EL MUNDO. LUNES 4 DE DICIEMBRE DE 1995 ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO La Guerra de Bosnia ha puesto de relieve que Europa, por sí sola, no tiene fuerza política ni militar para imponer la paz dentro de sus fronteras. Mientras que EEUU, pese a no tener potencia económica para ello, sigue con capacidad de «persuasión» para dictarla en cualquier lugar fuera de las suyas. Clinton suspende el pago de salarios a centenares de miles de funcionarios civiles y dota de medios financieros a una tropa de intervención militar en Europa. EEUU necesita ayuda moral y material de sus pupilos europeos para cumplir la misión de gendarme del mundo, sin tener que vestir uniforme imperial ni sufragar todos los gastos. Por ello ejecuta sus decisiones militares a través de empresa multinacional concebida para contener al comunismo, y que ahora sirve de instrumento a la política de intervención de EEUU en los asuntos europeos. Clinton visita España cuando se van a cumplir cien años desde la guerra de Estados Unidos contra Europa, según la interpretación que dio Paul Valery a la Guerra de Cuba. Conmemoraremos la crisis del 98, la del hundimiento del Maine por los servicios secretos americanos para culpar a España y despojarla de los restos de su imperio, con un ministro español y socialista a la cabeza burocrática de la gran empresa bélica americana. Es una satisfacción poder recibir al presidente de EEUU sin resentimiento histórico por la desgracia española que trajo tal afrenta a la verdad, por parte de la razón americana de Estado. Y nunca será bastante nuestra gratitud por el combate que libró la libertad americana contra el fascismo europeo. Pero todavía es pronto para olvidar el apoyo de EEUU a la dictadura de Franco y al establecimiento de la actual oligarquía de partidos, que ha impedido la instauración de la democracia en España. Clinton debe saber, por ello, que lo sucedido al belga Claes le puede suceder perfectamente al español Solana. No porque sean tipos parecidos, que tal vez lo son, sino porque ambos responden a un mismo patrón de hombres de partido corrompido, y a un mismo modo de entender los «negocios» de Estado. La corrupción institucional del Estado de partidos es inconcebible en corrupción belga y española no son fenómenos personales, sino de grupo y de clase política. Sin separar los poderes en el Estado es inevitable la delincuencia política en los gobiernos. Tan admirable es la democracia en EEUU, como condenable su apoyo a la corrupción en los gobiernos de la partitocracia. El nombramiento del ministro español de Asuntos Exteriores, para desempeñar el cargo de secretario general de la OTAN, implica un claro apoyo del presidente Clinton al Gobierno corrompido del que forma parte el señor Solana. La euforia con que ha sido festejado el nombramiento, entre los partidarios de la corrupción y del crimen de Estado, parece la de pueblerinos agraciados con el «Gordo» de Navidad. Pero el nombramiento tiene su lógica. Era difícil encontrar un ministro europeo que no se hubiera opuesto alguna vez, en algún aspecto, a la política exterior de EEUU, y que no tuviera capacidad de discrepancia o de opinión personal ante la política diseñada por otros. La función no podía ser desempeñada ni por una persona tan inteligente que se atreviera a definir por sí misma el interés preferente de EEUU, ni tan tonta para pensar que el cargo otorga poderes decisorios. Solana parece responder a la docilidad que de él se espera. ¡Como hace menos de diez años! cuando le dijeron que «lo bueno para la OTAN era lo bueno para España». Sólo el que se ha equivocado, y cambiado de opinión según el viento del poder, ofrece seguridad y confianza a los poderosos. No hay mayor solidez en la lealtad política que la nacida del oportunismo sin talento. Por ello es tan ridículo que el partido de Fraga finja celebrar la noticia como si se tratara de un triunfo de España. ¿Lo fue el de Claes para Bélgica, o el de dos holandeses para Holanda?