1976-10-09.MUNDO.CD VALENCIA.ENTREVISTA AGT.PRESIDENCIALISMO
Publicado: 1976-10-09 · Medio: MUNDO
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9 Octubre 1976 - N. 1894 - 50 ptas. 111111111111e, 1111•111111111111b.. 1 1111111•••••••11111111111e....._ 1111111111111111111111111111111111MMIMbe.- 111••••11•1111111111111111111111111B111111111b..- ONC 17Ilr111111.^-1 • ir ‚ 'u . 111111111111111B•1111101311111113111•1111111111111131111111111111•111b., 131111111•11111111111111111111111111•1111131101111111111•3111111111113311111111111h..- 11•3•••1r-- -11»1»11111111111111111•311111111111111•1111111111111•1121111, •••1111•1/ »Mn 1131. ¡ 'I II " 94, 111 "' '1 1111111111111111111111Mbh.- 1•31111111•11111.-,Ä-LJn._11_111_1_1116.-L_L-MIL_L_/_•••••»11113111111 11111111.111•BI •3111131•1111111••1•ZI BWV i111111113111•111PIMMIIIIIIMINIIIIIIII ••••••P' 1110"'Ir'11n11-1171 r9r1/Pnr-P7 -911111111111111111111111 a, Burne •amm ‘.• e ••••n11%. 1 "II 111111111111•111 11111111111111111 11111111111111311111•111111111111111113•111111111111111111131111111131011•1111111M111111111•111131•31 u MIM IMIIIIIIBM111111111111111113111111111111111•1111131111111111111111•1111111•1111113111131111•1111 •IIII•B111• •11111111111111221111•111131110111111111B•MMIIIIHNIMINHIBIM11111111111113 •II••1111111• 41111111 ab I 111111113111111e....L i e ‘.n91 EI k .n 1 «.r Ir ah la • 'I esäDseuete O I 11 por un régimen presidencialista García Trevijano, calificado dirigente de la oposición asegura a Julián Lago que es partidario de un régimen presidencialista en contra del sistema parlamentario que acapara la actualidad. En la entrevista, realizada pocas horas después de la última reunión de Coordinación Democrática, en Madrid, se desvelan también otros aspectos inéditos del líder, cuentas al descubierto En estos momentos en que los todavía ilegales sindicatos obreros esperan alcanzar el protagonismo de las reivindicaciones laborales desde otra perspectiva más democrática, un tema palpitante está en la calle. vtn cuánto ascienden los bienes de los actuales Sindicatos? Rafael Gómez Parra descubre en este informe las cuentas de la C.N.S. según los datos de los recientes balances de la propia institución. No 41 404Egro ...Z.1.4 % 'e ,.... .4.,.. E. Ç:*,, , • _ „A • A 9 * Z., 'te. lié,,t,;) erib*!. • i".:4s4--- i, letiottLel 3 . ; 1M12.-441t je j ,... d, ..1* - n,..., t. - 10 , . w • ..e"›. 431 n A& .. * 4 't,"%i. k's -. gIng.. to Las discriminadas tasas El reciente incremento de las tasas universitarias ha sido objeto de una fuerte contestación especialmente en los círculos más afectados, esto es, los propios estudiantes. Maite Goicoechea y Chelo Solio explican en un interesante informe la real situación económica de la Universidad. ef: ESPAÑA La huelga general en el País vasco y Tenerife, las manifestaciones de Ma- drid y el saldo resultante de un muerto más, constituyen el eje central de nuestra información. También analizamos la reunión de Coordinación Democrática en Valen- cia, así como el resurgir de la Lliga en Catalunya. Hechos políticos impor- tantes en una España cada vez más politizada. ECONOMIA Y TRABAJO Las medidas económicas anuncia- das por el Gobierno para esta semana provocan la reacción de empresarios, trabajadores y economistas. Por otra parte, la espectacular huelga de Correos aparece con unos problemas estructurales como tras- fondo, que urge resolver. Lea el análi- sis que le ofrecemos. CULTURA Una rueda de prensa telefónica con Alberti, con motivo de la exposición homenaje que se acaba de inaugurar en Barcelona, ha sido reciente noticia. También le ofrecemos un informe so- bre el cine político en Catalunya. ROM PE-HOLAS Un hombre-objeto del cine porno, la manifestación de prostitutas y los re- levos en tv., son algunos de los frívo- los temas de esta sección. INTERNAC Nuestro enviado especial a Brasil analiza el proceso de deterioro de la dictadura que se manifiesta en la crisis interna de aquel país. También le informamos de la asam- blea de la O.N.U., la presencia de Fe- lipe González en el congreso laborista inglés y la «solución Kissinger» para Rhodesia. Mundo 9-10-1976 13 Superplatajunta Valencia ¿última etapa? Coordinación Democrática y diversas instancias unitarias de las nacionalidades del Estado se reunieron en Valencia, para concretar estrategias políticas. Sin embargo, no todo van a ser facilidades en su futuro inmediato. Lluis M. Bonet i Llovet relata la situación en base a informaciones de J. Chera, Rafael Gómez Parra y Jaime Jover y tras la información de Valencia de Marisa Ortega. Reunida en Valencia durante diez horas del sábado día 25, la comisión de enlace de seis instancias unitarias del Estado español llegó, «tras detenidas deliberaciones», a «un pleno acuerdo sobre la formulación de un programa político de alternativa democrática y sobre la constitución de una plataforma común a nivel de Estado de la oposición democrática». El comunicado hecho público tras la sesión, se limitaba a adelantar esta bue- na nueva, señalando que los delegados de las distintas instancias «llevaban mandatos establecidos» por sus perma- nentes y que el misterioso acuerdo ele- vado a los respectivos organismos, «con el im de que, si merecen su ratificación, sean sometidos a la aprobación defini- tiva en una nueva reunión plenaria». A continuación, se limitaría a las habitua- les salutaciones y congratulaciones por «los progresos hacia la unidad realiza- dos desde el pasado día 4», por la constitución del Consell de les Assem- blees de les Illes, por «el espíritu de superación y de responsabilidad políti- ca que ha presidido el trabajo y las aportaciones de todas las delegaciones» y por el mensaje enviado a la sesión por las seis organizaciones del Consell de Forces de Catalunya, partidarias de asistir a Valencia. El «acuerdo», sin embargo, costó su- dores, sobre todo, a la hora de su re- dacción. La puesta en solfa de los de- bates fue tarea de muchas horas. Al final, en palabras de don Antonio García Trevijano, los escollos se salva- ron gracias a la aportación de la dele- gación canaria, que con «originalidad y sentido político», «sugirió fórmulas muy concretas que han permitido que sean no sólo compartidas por las islas sino que han servido de principio inspi- rador para encontrar la solucion comun con la delegación valenciana '.. Previa- mente, el mismo Trevijano se había avenido a «apuntar» cuáles eran las mayores dificultades para el acuerdo: «los problemas específicos que plantea- 20 ba para la unidad a nivel de Estado la delegación valenciana» y «conectar la situación peculiar del programa del Consell de les Illes con nuestro propó- sito unitario». En el caso de la Taula, como ya sucedió el día 4 en Madrid, ésta reivindicaba la Generalitat provisional desde el primer momento de la ruptura, conforme lo previsto en el quinto punto de su acuerdo constitucional. «La difi- cultad y el esfuerzo para resolverla han sido grandes — dijo Trevijano — para encontrar una coherencia entre ese programa específico con los programas específicos de las demás instancias». A su juicio — y nadie le desmintió — «he- mos encontrado la solución unitaria sin que la delegación valenciana haya re- nunciado a ninguno de sus principios». Tal vez lo más significativo de la rue- da de prensa —además de las respuestas del dirigente de los demócratas inde- pendientes, prudentemente desprovis- tas de contenido y cargadas de recursos formales — fue la alusión a las movili- zaciones de masas en varias ocasiones. Por ejemplo, al asegurar que «la oposición democrática sabe que se constituirá un gobierno provisional cuando se entre en un proceso constitu- cional y las movilizaciones lo recla- men». Los dos grandes principios salvados en Valencia — que ahora se habrán ex- plicitado con la salida a la luz del acuerdo de la comisión — fueron resu- midos así: 1) «que la oposición unitaria, en el compromiso adquirido, no discri- mina a ninguna nacionalidad, con absoluto respeto político a la igualdad de cada una de ellas». y 2): que, «com- patible con ello, es el respeto a las dife- rencias específicas de las nacionalida- des. países, islas, archipiélagos o regio- nes». En resumen, «unidad en la misma oportunidad y respeto a la configura-, m'in política que, dentro de un proceso La Taula valenciana presidiendo a Coordi- nacion Democrática e instancias unitarias de las nacionalidades del Estado. constituyente, las fuerzas políticas deci- dan». Asistieron a Valencia: Assemblea de Catalunya, representada por Josep Be- net (Assemblea Intelectuals) y Jordi Marsal (Convergencia Socialista). Tau- la de Forces Politiques i Sindicals del País Valenciä, con Caries Dols (MC del PV) y Doro Balaguer (PCE). Taboa de Galiza, con Andrés Egulbar (PSOE.) y Angel Guerrero (PCE). Coordinación Democrática, con Antonio García Tre- vijano (Demócratas independientes) y Simón Sánchez Montero (PCE). Coor- dinadora de Fuerzas Canarias, con José Joaquín Díaz Aguilar (Demócratas In- dependientes). No pudo asistir José Carlos Clemente (PCE), delegado tam- bién para la reunión. Consell de les As- semblleas de les Illes, con Nestor Torres (PCE) e Isidro Forteza (MC de les Illes). LA HISTORIA VIENE DE ATRAS Esta reunión de Valencia tuvo su precedente inmediato en la de Madrid del 4 de septiembre. Allí se acordó la formación de esta Comisión de Enlace, en la cpie a las ausencias de entonces se añadio la del Consello de Forzas Galle- gas. Lo que entonces se perfilaba de la búsqueda por el gobierno de una tregua con la oposición ahora, con los cambios en las alturas gubernamentales puede que sea más creíble. Estas reuniones de la «superplatajunta» pudieran ser la ca- nalización necesaria en una primera etapa de tanteo. Etapa que puede ser seguida por «la de verdad», de pacto con las fuerzas más a la derecha, bajo una batuta firme, que impida «veleida- des» de la ultraderecha y tenga un asentimiento, aunque sea tácito, de la izguierda «parlamentaria». Lo que im- phcaría el fin de C.D. Las comidas de Coordinación De- mocrática (CD) y la oposición no inte- grada en ella han estado, de momento, dominadas por las propuestas de crea- ción de una Comision Negociadora con plenos poderes. Intento que conlleva el abandono, cada vez más explícito, de la reivindicación de «Gobierno provisio- Mundo 9-10-1976 nal». Ni democratacristianos, ni socia- listas ni incluso comunistas del PCE, insisten sobre el asunto. Otros puntos ya no reivindicados, abandonados por los «grandes» de la oposición en su camino hacia la nego- ciación como sea, son los impuestos por el gobierno: monarquía, ejército y «se- paratismo». Cuestiones a las que añadir, casi la de la amnistía total, aún reivin- dicada verbalmente. En este terreno, la frase del hombre fuerte del PSOE, Múgica, de que »este tema sólo obtendría movilizaciones po- pulares en el País Vasco, porque en el resto prácticamente ya no hay presos políticos», sería su plasmación pública. Sin embargo, las declaraciones ofi- ciales de los políticos disimulan este panorama. Ast, José M Gil-Robles y Gil-Delgado de la FPD, declaró enton- ces a Rafael Gómez Parra que «no se ha descartado aún nada, ya que todavía no se ha hablado con el gobierno de nego- ciaciones». Pedro Bofill del PSP, que «el tema del gobierno provisional no ha si- do descartado... lo que ocurre es que cada partido lo entiende de una mane- ra», Enrique Múgica que «el gobierno que propugna CD no es un gobierno provisional, sino de amplia coalición» y Fernando Alvarez Miranda de I DC. que »la negociación con el gobierno no va a venir a través de CD sino en el pacto de a ,.iuel con los partidos más im- portantes», REACCIONES DE LA PERIFERIA Entonces, la periferia del Estado reaccionó a lo que allí se dijo. El País Valenciano, según Marisa Ortega, por ejemplo, promotor de la propuesta de añadido de la libertad de decisión por el pueblo de la forma de Estado y de go- bierno, encajó mal la negativa a su pro- puesta. Con la abstención de la Assem- blea de Catalunya (AC) por falta de mandato y la adhesión del Consello ga- llego, la propuesta, tras la «llamada al orden» publica y notoria de las centrales de los partidos a nivel estatal P. Carlista, ORT, PTE, etc., a sus correligionarios de la periferia que siguió a las exclama- ciones de Múgica «están locos», etc., no prosperó. En la Taula valenciana, sólo PSAN, PS, MC, UD y UCE continua- ron en su postura anterior. Todas estas maniobras se vieron co- ronadas con la frase del repetido Múgi- ca de »com anches. que sois una tribu de comanches». Luego, la paz y hasta la próxima reunión, ya descrita. Las otras propuestas, como se ha di- cho antes, también quedaron apagadas. Múgica, otra vez el PSOE, fue quien marcó la pauta con frase que ya en otras reuniones ha pronunciado: »las auto- nomías han de quedaren el congelador». Que es la manera de explicitar la tradi- ción antiautonomías del PSOE y otras fuerzas de «oposición» centralistas que ya iniciaron en 1931. CRISIS EN ANDALUCIA A parte otras reacciones menos es- tentóreas, como la aprobación por la AC de lo propuesto y la continuación del rechazo a su participación del Consell catalán, la misma operación en Galicia con la Taboa y el Consello res- pectivamente, y la continuación de falta de instancia unitaria en el País Vasco, en Andalucía hubo grave crisis, según co- munica Jaime Jover. Primero fue una reunión en Estepa de CD de Andalucía, en la que se acordó proponer a la CD del Estado el que »se Integre como miembro de pleno dere- cho en su comisión ejecutiva a un re- presentante de cada una de las CD de las regiones». Ello era un triunfo de la postura del Partido Socialista de Anda- lucía (ex Alianza Socialista) y del P. Carlista que, de antes, mantenía tam- bién una postura de denuncia del «su- cursalismo». Sin embargo, una nueva sesión de CDA, con grupos de dentro y de fuera de ella, rectificó los acuerdos anteriores y rechazó todo intento de constituir cualquier otro organismo unitario de la oposición andaluza». Poco después, sin embargo, en la Rueda de Prensa del 30 de octubre, las ausencias del PSOE, UGT y USO reflejaron una crisis que no es sólo fruto de la existente a nivel esta- tal sino también de la propia andaluza. Poca vida para CD, sería el resumen de esta situación. Ante todo ello, el PSA de Rojas Mar- cos ha tenido que variar su táctica. De decir que «o CDA se autonomiza de Madrid, o creamos una nueva instancia unitaria con dos grupos más», ha pasa- do, tras la reunión de Estepa, a «o CD se autonomiza de Madrid o entramos en ella y desde dentro trabajamos por una opción autonomista», según comenta- ron fuentes oficiales del PSA a nuestro corresponsal. Tras la reunión de Valencia, a donde el PSA acudió a leer una lamentación por la no asistencia allí de Andalucía, según su punto de vista, las posiciones se han mantenido, sin ninguna nueva iniciativa. Ni el PSA pasa al ataque de- finitivo, ni CD de Andalucía quiere to- lerar otro organismo paralelo de oposi- ción unitaria andaluza. EDICIONES PICAZO 3111111111 NOVEDADES: TIBURON AL ATAQUE H David Baldridge • 1111111111ON AL 111111111113E 4t401 BARRY LYNDON William M Thackeray DESPUES DE NUNCA Gregorio Javier EL CORSO Bill S. Ballinger fg., „.1 .e2e EZRA POUND (EN PRIMER PLANO) Michael Reck EL PLANETA DORMIDO William R. Burkett Jr. EN PRISION Máximo Gorki 711, POLICIA NECESITA AYUDA Whi t Masterson EL ORIGEN DEL MAL Ellery Queen distribuidos por: DISEDI17) it)110.1. Hurtado. 29 BARCELONA • 6 2124408 tels 2124200 Mundo 9-10-1976 21 (;arca I rt:N ija por un régimen presidencialista Madrid. Castellana, 106. Han transcurrido escasas horas desde que tuvo lugar le controvertida sesión de «Coordinación Democrática» del 23 de septiembre. Son exactamente las doce de la mañana del día siguiente cuando Julián Lago accedía al despacho de Antonio García-Trevijano para entrevistarle. Hay en sus palabras una mezcla de entim. iento de incomprensión política y de rabia contenida. Está todavía muy reciente la herida que el PSOE acaba de infringirle. Primero fue el veto de Enri- que Mújica quien —junto al resto de compañeros de partido y de UGT— abandonó la reunión de la «Plata- 'unta» al conocer que los votos degían a Antonio Garcia Trevijano Forte como uno de los dos re- presentantes de la instancia unitaria en la cumbre que la 4 oposición celebrara el pa- Valencia. co- municado oficial del partido socia- , lista a través cual, en luego. vino el sado 25 del pública y abiertamente, se ponía en en- tredicho la «catadura moral» del líder del llamado «Grupo de Demócratas In- dependientes» y otrora portavoz de la extinta «Junta Democratica de Espa- ña». Así analizaba el mismo el suceso: —No se trata de un enfrentamiento personal. Ha sido un enfrentamiento puramente político, motivado por di- vergencias puramente políticas. En mí no hay ni la menor enemistad, ni antipatía. ni simpatía, ni siquiera rela- ción alguna a nivel particular con el se- ñor Mujica. O con cualquier otro diri- gente del PSOE. Ellos han mantenido unas tesis dentro de «Coordinación» y yo, otras totalmente distintas. Las con- trarias. Ocurre que les ha dolido enor- memente que mi postura haya tenido mayor respaldo. Eso es todo. —¿Pero cuál fue en concreto el hecho en sí que produjo, en su opinión, la reacción de los socialistas? —Mire... Ocurrió que había que nombrar a dos personas para que representaran a «Coordinación» en Valencia. Una fue Sánchez Montero y otra yo. Pero yo no había presentado ninguna candidatura, mientras que Mújica, sí. Es decir, yo me abstuve de to- da intervención. Por otro lado, él dijo que 22 Mundo 9-10-1976 aceptaría los resultados de la votación. cosa que no fue así. Porque. cuando comprobó que no era el que esperaba. se volvió contra mí en un ataque perso- nal violentisimo. que luego tuvo tam- bién su reflejo en la prensa. —¿Puede esta tensión dificultar defi- nitivamente la pervivencia de «Coordi- nación»? —Confio en que no. El PSOE, como tal partido, no tomará decisiones apa- sionadas. Reflexionará. porque creo que no puede cargar con la responsabi- lidad de haber roto «Coordinación». En aquella reunión yo defendí desde el principio una cosa: la necesidad de lle- gar a un acuerdo urgente con catalanes, valencianos, gallegos y etcétera. Ya dije entonces que. si no. mejor era no mo- verse de Madrid. Expuse que si íbamos a Valencia tenía que ser con la concien- cia plena de asumir —esto es mu y im- portante para ustedes— las reiviridica- ciones específicamente catalanas. Sin reserva mental de ningún tipo. Y estas reivindicaciones se concretizan en: el restablecimiento del Estatuto de Auto- nomía y el reconocimiento del gobierno provisional de la Generalitat. —Sin embargo. el «Consell de Forces Polítiques de Catalunya», al igual que el 4 de septiembre en Madrid. se ha nega- do a asistir a este encuentro. —Sí, sí. Ya lo preveía y lo lamento sinceramente. Porque creo que el «Consell» está cometiendo un grave error histórico con su postura. Tengo buenos amigos dentro de él, amigos que no han querido ir a Valencia. Jordi Pu- jol me merece una gran opinión. Pero ello no quita para que piense que están equivocandose. Lo que creo es que quienes están defendiendo de verdad los intereses catalanes son aquellos par- tidos que están buscando la aproxima- ción con quienes son sus únicos aliados naturales: las fuerzas democráticas del resto del Estado. Lo demás es soñar O. lo que es peor. contribuir a alejar el problema catalán bajo la apariencia de un radicalismo nacionalista que puede resultar peligroso. —¿A usted le produce miedo el fan- tasma del separatismo? —A mi. en política, ya no me produce miedo nada Pero no so y federalista. —¿Por qué razón? —Sencillamente. porque el federalis- mo no es la respuesta histórica adecua- da a las estructuras sociales de la • éco- nomía española en general La diferen- cia de estructura económica entre An- dalucia y Cataluña, entre Galicia y el País Vasco, pongo por caso, hace impo- sible una solucion federal para todo el Estado. —¿Que defiende entonces usted? —Yo defiendo los poderes políticos, verdaderos y autónomos, para las dis- tintas nacionalidades y regiones. Y para Cataluña en concreto defiendo un régi- men parlamentario. Es decir, una gene- ralitat o asamblea elegida democratica- mente que designe un gobierno que controle los asuntos de competencia ex- clusivamente catalana, tanto política como económica. Todo esto dentro de un contexto a nivel de Estado plasmado en un régimen presidencialista. Esto. que en cualquier país del mundo lo en- tenderían, aquí parece que nadie lo en- tiende. Y por eso la oposición no ha ofrecido todavía una alternativa consti- tucional. Porque todos sus partidos, casi sin excepciones, continúan repitiendo los viejos tópicos del sistema parlamen- tario. Creen que no hay mas sistema representativo que el parlamentario cuando no es así No hay que confundir sistema representativo con sistema par tidista ;"- an — Y se confunde . --Claro que se confunde. Y este, precisamente. es el fruto que se está re- cogiendo de la incultura política de es- tos cuarenta años de dictadura. Yo lu- cho por la democracia, yo lucho porque existan partidos. pero aspiro a un siste- ma concorde con un estado moderno e industrial De ahí que defienda el siste- ma presidencialista frente al sistema parlamentario. ¿Que ocurre? Pues, na- da. Que la oposición y el Gobierno es- tán hablando de lo mismo: del parla- mento. Los partidos son libres de hacer lo que quieran. Pero en «Coordina- ción», gracias a mi presión, hasta ahora no ha habido ningun documento en el que se hable de parlamentarismo. Esa es mi batalla. Mi insistencia es poder ofre- cer a España una constitución de nues- tros días, un sistema presidencial mo- derno, con una cámara legislativa con yerdadero control, con una democracia autentica en la que participen los obre- ros. En definitiva, un modelo que evite ejjamentable espectáculo de todas las constituciones precedentes, incluso la de la República del 31, que eran consti- tuciones de la clase gobernante y nunca fueron constituciones del pueblo. —¿Pero usted qué es: de derechas o de izquierdas? —Yo no soy de derechas ni de iz- quierdas. Y menos de centro por que el centro en política no existe. No soy de derechas, evidentemente. Pero tampoco soy de izquierdas en su sentido tradi- cional. No soy socialista, no creo en el principio de la autodeterminación, no Y AHORA , YA NO NOS PLATAJUNITAMOS CONT40._ Mundo 9-10-1976 23 e he hablado nunca de nacionalizar la ,1 banca, ni tan siquiera de la necesidad de 1 • una reforma fiscal y estoy a favor de la iniciativa privada. Procuro ser un hom- , bre moderno que recoja las aspiraciones del pueblo. Por eso no estoy en ningún partido. Porque ningún partido está defendiendo las necesidades que ac- tualmente tienen los españoles. Para mi, la preocupación por mantener la pro- ducción económica es esencial y mis análisis históricos están basados en el estudio de las verdaderas estructuras. Mi objetivo es construir una alternativa que mejore la situación económica de España, que la lance de lleno al futuro. Para eso estoy luchando, para eso me he preparado y para eso he dedicado toda mi 'ida. —¿Tiene ambición de Poder? —Quisiera responderle sinceramente a su pregunta. El político que diga que no tiene ambición de Poder es un aven- turero o un farsante. La política es im- posible sin esta condición. Pero ¡ojo! hay dos clases de ambiciones: la mez- quina, que yo nunca he tenido ni tendré jamás, en la que el político hace el desierto a su alrededor, no deja que surja competencia y aue salean otros líderes porque busca el cargo. Y hay otra, noble y &enerosa, que va indefec- tiblemente unida a la ambición de un grupo o sector. En este sentido, mi am- bición es más grande que la de ningún otro de los personajes políticos con los que hablo, porque mi ambición es ele- var a todo el pueblo español, a todos los pueblos de España. Y yo no me elevaré si no me elevo con ellos y sucumbiré si ellos sucumben. —¿Hasta qué punto sería capaz de sacrificar su porvenirpor su ideas? — Hasta las últimas consecuencias. Cuando yo digo libertad para todos, si hay uno que no tenga libertad prefiero estar encerrado. Cuando digo que asu- mo el hecho nacional catalán, significa que estoy dispuesto a cualquier sacrifi- cio por ser consecuente con ese com- promiso. Soy el más moderado en «Coordinación», pero es posible que sea el más extremista en cumplir al pie de la letra lo que mantengo en «Coordina- ción». —¿Considera que hay partidos den- tro de ella que tienen sobre la mesa dos barajas?. —Yo no permitiré que por mis pala- bras se resquebraje «Coordinación» poniendo en mi boca juicio de valor que nunca he hecho. Y que han sido el texto para el ataoue inverosir Jus- to que el PSOE 1 ';";' He afir- mado y los repito que cm los partidos de «Coordinacion» tienen que poner su conducta de acuerdo con su conciencia o su conciencia de acuerdo con su con- ducta. Con lo cual no afirmo nada que pueda ser ofensivo a ningún grupo que se sienta aludido. Ni les llamo oportu- nistas ni les acuso de doble juego, fíjese usted. Lo que sí les digo es que resulta imposible hacer hoy una declaración y al día siguiente otra en sentido distinto. Eso crea confusión en la opinión públi- ca. Lo único que pido es coherencia, pero coherencia histórica, coherencia objetiva, coherencia política. — • Usted está en contra de que la oposición negocie con el Poder? — Eso no es verdad. Yo siempre he apoyado la negociación con el Poder. Pero no se puede negociar con un Go- bierno que no te respeta. Y para que te respete hay que tener fuerza. De ahí que yo sea partidario de las movilizaciones pacificas populares, que son las que han arrancado la poca tolerancia que hay y la miniamnistía. Pero negociar no sig- nifica ceder en lo fundamental. Se po- drá negociar el cómo, el cuándo y el con quién se hace la ruptura, pero nunca el contenido de la ruptura. Yo he hecho mis análisis, puedo equivocarme. Que me lo digan, pero no que me insulten. No exijo que los demás partidos de «Coordinación» piensen como yo. No. no. Deseo que haya posiciones contra- rias a la m'a, pero racionales, explica- das. De ahí que lo que esté reclamando sea que haya una postura inequívoca en todos. Entre lo que afirman y lo que hacen, entre lo que explican desde «Coordinación» piensen como yo. No, desde fuera de «Coordianción». Entre lo que declaran hoy y lo que declararán mañana. —¿A usted no le puede nadie acusar con el dedo de incoherente? —¿A mi? ¡No! Absolutamente nadie. Ni en mi vida privada ni en mi vida pública. —¿No le molesto si le hago una pre- gunta? —No me molesta. —¿Por qué hay partidos de izquier- das que están atacándole por lo que di- cen ellos hizo usted en Guinea? —En primer lugar, de izquierdas no es nadie que ataca a un demócrata. Probablemente todo parta de la propa- ganda que Emilio Romero inició contra mí en 1967. El alto honor de mi vida ha sido haber contribuido a la indepen- dencia de Guinea. Asumo la responsa- bilidad histórica de mi actuación. Vol- vería a repetirla. La difamación es grave por parte de quien la inicia. Yo lucho solo. No tengo ayuda exterior detrás de mi. Las razones de estos ataques que lanzan partidos que incluso se llaman revolucionarios son muy profundas y espero algún día contestar con toda do- cumentación, con toda rigurosidad, con toda claridad a esta cuestión. No hay nada que la opinión pública no deba saber de este asunto y por eso he pedido al Gobierno que levante la «materia re- servada». Es muy fácil atacar a un hombre que no puede defenderse desde el silencio. Nadie se preocuparía de mi, nadie se preocuparía de saber cuál ha sido mi conducta en Guinea, si no estu- viera en la posición política que man- tengo desde hace veinticinco años. No sé qué delitoyude haber cometido allí, ni político ni económico, ni de ningún otro tipo. —¿Sigue siendo amigo del presidente Macías? — Sí. Siento un gran respeto y amis- tad por el presidente Macías y creo que la campaña difamatoria, en la que se habla entre otras cosas de un genocidio que nunca ha existido, se debe a la con- veniencia de ciertos sectores españoles colonialistas que quieren ocultar el pa- sado y el presente de Guinea. —¿Ha leído usted un informe de una llamada Alianza Nacional de Restaura- ción Democrática que habla sobre su actuación en aquella República? —Todo eso forma parte de un grupo de estudiantes que estaban viviendo en España becädos, gastándose el dinero, sin estudiar y repitiendo curso tras cur- so. Había quienes llevaban incluso diez años en un mismo curso. Pues bien, cuando llegó Macías a la presidencia mantuvo las becas el primer año, pero, al repetir nuevamente, en el segundo se las retiró. Ahora se han convertido en enemigos acérrimos de Macías y no ha- cen otra cosa que inventarse toda esta clase de carroña contra él y contra mí y contra Guinea. —¿Cuánto hace que no va por allí? —Tres años, aproximadamente. En primer lugar, por la intensidad del mo- mento político en España y en segundo porque estoy sin pasaporte desde hace dos. —Se decía que usted viajaba con pa- saporte diplomático guineano. —Esa es una broma infantil. Sola- mente he salido de España sin pasapor- te en una ocasión: cuando tuve que acompañar a mi hijo a París para que fuera operado de un brazo y lo hice con un permiso expedido por la Dirección General de Seguridad. ¿Cómo va a darme un pasaporte diplomático gui- neano Macias, que es un presidente se- rio y honorable, a mí que soy up.ciudá- dano español? Yo le digo .,que hablaré en cuanto pueda. —¿Con nombres y apellidos? —Sí, sí. Tengo derecho de explicar a la opinión que' ha sucedido realmente y acabar con todas esas infamias que contra mi persona han lanzado los ene- migos de la libertad y de la democracia, aunque algunos de ellos se hagan pasar por defensores de la libertad y de la democracia. 24 Mundo 9-10-1976