2004-02-26.LA RAZON.CATALUÑA GRACIADA AGT
Publicado: 2004-02-26 · Medio: LA RAZON
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CATALUÑA GRACIADA LA RAZÓN. JUEVES 26 DE FEBRERO DE 2004 ANTONIO GARCÍA TREVIJANO La doctrina escolástica del mal menor y la moral situacionista de la postmodernidad se explican, al límite de la imaginación, con ejemplos parecidos. Ante el verdugo encapuchado, una madre ha de elegir cual de sus dos hijos debe ser ejecutado para que el otro sobreviva. Más espantada de su propia opción que de la muerte de sus infantes, rechaza el macabro privilegio. Conmovido, el verdugo gracia al más pequeño. Y enajenada de dolor, la madre empapa con lágrimas de gratitud las rodillas del asesino. ¿Acaso soy el único español que comprende la sinceridad de las emociones incubadas en esta tragedia? Cataluña ha sido graciada por ETA. A ese nudo hecho limito mi análisis. Con independencia de que un partido catalán ha tenido la insensibilidad de pedírselo, ese gesto de parcialidad humanitaria no puede motivar sentimientos de gratitud porque no ha sido magnánimo, pero sí de alegría porque acaece sin contrapartida y no ha estado enturbiado con un horror simultáneo en otra parte de España. Si los juicios éticos y los valores morales sólo son sentimientos subjetivos de quienes los expresan, como piensan ciertos filósofos anglosajones, he de confesar que, en efecto, siento una natural alegría de que al menos Cataluña, sin que la pueda humillar un hecho clandestino, se vea liberada de la amenaza terrorista. Y si es verdad, como afirma ETA, que lo hace por respeto a los esfuerzos independentistas de los catalanes, tanto mejor. Pues entonces tendrá que hacer lo mismo con el más esforzado pueblo vasco, si no quiere padecer el disolvente riesgo de la incoherencia, siendo más dura y menos justa con su propio pueblo. Para ser consecuente consigo misma, ETA ha de suspender ahora todas las operaciones de terror en los pueblos donde algún conato de movimiento independentista mantenga la ilusión de dar a cada nacionalidad un Estado propio. El mundo político y cultural sabe que soy el más antiguo y perseverante denunciador de la inexistencia en España de derecho de autodeterminación (para secesionarse o federarse) y que siento una aversión republicana hacia el nacionalismo español. Sin embargo, ningún sentimiento y ninguna reflexión podrían impedir que manara de mi moralidad natural otra alegría semejante, si ETA anunciara que reduciría el campo del terror a las dos Castillas, Extremadura y Andalucía. Como a los demás les ha horrorizado el discriminador gesto de ETA, sería legítimo suponer que estarían encantados si se retractara y, volviendo a matar en Cataluña, pusiera al terrorismo en la situación de igualdad territorial que antes les parecía justa. El Gobierno, los partidos y todos los comentaristas o publicistas en los medios no entenderán una sola palabra, estoy seguro, de lo que estoy diciendo. Tan alejados están de la verdad, en el mundo prefabricado del poder y la fama, que la sencillez de la naturalidad les parece locura resentida o perversidad conspiratoria. Pero tan meridiano, espontáneo y sano es mi juicio moral, como oscuro, artificial y enfermizo el suyo. La mezquindad de espíritu y la demagogia en la igualdad regional, incluso para ser víctima del terrorismo, les impide percibir la novedad autodestructiva que contiene el comunicado de ETA, y que desvelaré en otro artículo. Comparado con la falta de sentimientos morales genuinos en la clase política, con la artificiosa unanimidad de criterio en los dirigentes de la opinión y con la general deficiencia de los intelectuales para formular inteligibles juicios de valor, el caso Rovira carece de importancia. Su patriotismo de partido, más fuerte que su catalanismo, le ha empujado a la deslealtad que implica toda bribonería política. Pero será un problema serio si la onda expansiva del comunicado de ETA empuja a una masa significativa de votantes hacia la lista de ERC. Menos mal que los portavoces del poder tienen fácil acceso al arsenal de insultos a ETA y Rovira y de menosprecio a Maragall y Zapatero.