2017-05-05.ALERTA DIGITAL.CARTAS DESDE COLOMBIA CARLOS ARTURO CALDERON MUÑOZ
Publicado: 2017-05-05 · Medio: ALERTA DIGITAL
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CARTAS DESDE COLOMBIA: HERMANOS INTERCONTINENTALES ALERTA DIGITAL. 05/05/2017 CARLOS ARTURO CALDERÓN MUÑOZ http://www.alertadigital.com/2017/05/05/cartas-desde-colombia-hermanos-intercontinentales/ Las líneas que se encuentran ante los ojos del amable lector en estos momentos fueron enviadas de manera simultánea a Alerta Digital, Democracia Nacional y Rambla Libre, pero antes de hablar de estos personajes de la realidad identitaria española me veo obligado a hacer algo que odio con toda mi alma, hablar de mí. Yo, quien les escribe, no soy católico, de hecho no me gusta ninguna de las corrientes espirituales provenientes de Abraham; soy mestizo, de ascendencia blanca y café, el General Franco, aunque en términos generales fue un gran estadista, no es santo de mi devoción y lo considero parcialmente responsable del caos que azota a Europa hoy en día. No me gustan las fiestas bravas, adoro a los recortadores y me fascina la idea de huir de una estampida de toros embravecidos, pero matar a una criatura por el puro gusto de hacer espectáculo se me hace de salvajes; el que se enfrenta al toro es un gladiador sumamente valiente, pero el sacrificio de esa vida sólo satisface deseos de sangre. Soy colombiano, por extensión sudaca cómo muchos dicen allá. La primera vez que encontré el portal de AD, desconfié de esos anuncios de tarot y el sentimiento se fortaleció cuando vi los videos de un joven Armando Robles hablando en favor de Israel y justificando las ofensivas contra los palestinos. Aún así, después de que una molesta persona me insistiera que debía escribir y de sentirme identificado con el hispanismo tan auténtico de AD les envié un pequeño texto. Ha pasado más de un año desde entonces, a pesar de que en varios aspectos represento símbolos radicalmente opuestos a la cosmovisión de este medio y a pesar de que en AD colaboran soberbios intelectuales como Roberto Centeno, el Padre Calvo, el señor Trevijano, José Román, el desaparecido Sigfrido y comentaristas como Loreley, la redacción siempre le da un espacio a mis artículos sin importar lo pésimamente escritos o infantilmente argumentados que han sido. Acá en Colombia existe la broma de que yo soy la cuota multicultural para que no los acusen de xenofobia. Obviamente es un chiste, pero sigo sin entender el que le den tanta importancia a la opinión de un anónimo más. AD es un espacio donde el amigo musulmán de don Armando puede hablar en La Ratonera cuando quiera, no porque el señor Robles esté de acuerdo con él, sino porque es su amigo (algo tan extraño hoy). Por cierto, escribí un artículo con el único propósito de divertirme con la histeria del señor Ziane y no volví a saber de él. Lástima. Escucho con mucha frecuencia Más que Palabras y La Voz de Europa (salvo por las ultimas 3 semanas en las que el tiempo no me ha dado tregua). Cómo nota aparte, me encanta el trabajo de Cristina Martín, señores Manuel y Miguel, por favor no la interrumpan tanto. Estoy de acuerdo con los parámetros de la lucha de Manuel Canduela y muchos de sus compañeros, ni se imaginarán que aquí hay madres que rezan por los encausados de Blanquerna. He intentado comunicarme con los miembros de DN pero no he recibido respuesta, quiero creer que están tan ocupados que les ha sido imposible responderme. Aunque lo más probable es que desconfíen de mí por ser un colaborador de AD. Por lo pronto quiero que sepan que admiro su trabajo, tanto que junto a un compinche les hemos pirateado algunos diseños de camisetas publicados en Keltibur y nos hemos estampado unas iguales. Soy una persona pobre, apenas gano dinero para ayudar a mantener la precaria situación de mi familia, así que pagar por un producto en euros y luego hacerlo traer a mi país no está dentro de las posibilidades. Sin embargo, sepan que llevo con orgullo mi camiseta del Cid, incluso a lugares llenos de comunistas en donde ese chistecito me puede ganar un cuchillo en la yugular. Enrique de Diego nunca me ha agradado, jamás me ha hecho nada ni tengo razones objetivas para que no me caiga bien; de hecho Rambla Libre está haciendo un trabajo decente (aunque tiene mucha publicidad). Supongo que es una reacción inconsciente, pues su aspecto físico (barba y cabello) es de la misma estética de los conservadores colombianos que tanto me hostigan y maltratan. Sé que es una inmadurez de mi parte pero así está la cosa. No sé el motivo de su salida de AD y de su actual colaboración con DN, pero para los efectos prácticos de estas letras de bits me es irrelevante. ¿Por qué les digo todo esto? Bueno, la verdad es que cada día hay más blogs, páginas de Facebook, foros y demás en donde hermanos de Puerto Rico, México, Ecuador, Chile y la Argentina replican mis escritos en AD. Miles de reacciones y comentarios, miles de personas que al igual que yo están convencidas de que somos hermanos y nuestro destino es común. Mis sueños solitarios de unificar América en un frente de justicia social amparados en nuestro mito han resultado no ser tan quijotescos. Hay miles que se sienten igual de desposeídos que yo, pero hasta ahora no sabíamos de la existencia de esa gigantesca voz que en nuestra sangre nos lleva hablando desde que naciéramos. Hoy estoy convencido de que podemos construir poderosos pilares en ambos lados del Atlántico, sobre los cuales mantener viva la llama de occidente en este oscuro siglo que se nos viene encima. Estoy convencido de que podemos ser luz, eso se ha podido dar porque en AD, sin ni siquiera conocerme, porque al día de hoy todavía no me han visto la cara, me han dado un espacio para que mi entender de la hispanidad, de nuestra esencia, se exprese en la torpe redacción de mis letras. Nunca me han visto y desde siempre me han tratado como un hermano. Ustedes, con sus loables esfuerzos por su patria y a pesar de estar enemistados entre sí, están siguiendo el juego del destino para que los hermanos vuelvan a trabajar juntos. Trabajan con pasión para despertar a los españoles y por efecto colateral están inspirando a los hispanos de todo el hemisferio. Tomando prestadas las palabras de Facundo Cabral debo decir que los de Podemos, FARC, neoliberales y demás hispanos traidores son mis hermanos, ¡Unos hermanos jodidos! Pero hermanos al fin. Aunque ahora es un deber combatirlos para salvar la hispanidad, al final de esta guerra, cuando nos quitemos los disfraces de esta obra cósmica que representamos en el teatro de la vida, volveremos a estar en paz. Tendrán que pagar por lo que han hecho, pero me aseguraré de que el final de la contienda sea el restablecimiento del amor fraternal. Si estoy dispuesto a eso después de los embates del destino debo insistir, por tradición hispánica de pelear con molinos, en la reconciliación de facciones del identitarismo (O patriotismo como diría Loreley). Me han dolido mucho los ataques que se han hecho ustedes desde sus espacios digitales. No me gustan nada sus escaramuzas pero esa es la realidad. No me gustan porque al mismo tiempo que los corazones exiliados de desconocidos a lo largo de la América hispana se apoyan gracias a la oportunidad que me ha brindado AD, ustedes, qué están tan cerca y se pueden hablar, prefieren gritarse. José L. Román tenía razón en una de sus columnas, cuando las personas se entienden los corazones se acercan y les basta con un susurro para comunicarse, así estén al otro lado del mundo; cuando el entendimiento se rompe, los corazones se alejan y las personas se gritan para cubrir esa distancia, así estén frente a frente. Sé que estos párrafos no tendrán mayor repercusión en su sentir, véanlos más como una declaración de mis intenciones, de la misma forma que ganaré la redención para esos hermanos que nos están traicionando, lograré que los hispanos enemistados, como ustedes, se vuelvan a entender y los gritos ya no sean necesarios. Sé que suena súper infantil, pero es lo que sacan por dejar escribir a niñitos que se criaron viendo a Goku y Naruto, pero peor aún, leyendo El Quijote. En el momento en que recupere la cordura me muero, como un loco puro soy libre por siempre. Así que por esa bella mujer inexistente que nunca me amará, los magos que me persiguen y todos los que de mí se ríen, tengan por seguro, Armando, Manuel y todos los anónimos invadidos por la desesperanza en este mundo hispano, que seremos luz en medio de las tinieblas, que las flores volverán a nacer y una belleza nueva emergerá. Un mundo en donde los hermanos como ustedes no se tengan que volver a pelear. Eso lo lograré, en esta vida o en la otra. *Desde San Bonifacio Ibagué, Colombia.