2018-03-09.EL IMPARCIAL.CARTA A ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO RUBIO ESTEBAN

Publicado: 2018-03-09 · Medio: EL IMPARCIAL

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Carta a Antonio García-Trevijano

09 Marzo 2018

Martín-Miguel Rubio Esteban

Pero por debajo de tu polimorfa creatividad estaba tu persona, cortés, elegante,
sensible, leal y buena, dice Martín-Miguel Rubio de García Trevijano/Lanza

El autor de este artículo (derecha) describe la gran relación que mantuvo con García-Trevijano,
en primer término

La edad y un cateterismo quizás arriesgado te nos ha
arrancado de nuestro trato en este mundo sublunar,
aunque sin duda seguiremos conversando contigo,
paseante hoy de los intermundia, gracias a los más
vívidos recuerdos y tus espléndidos escritos

PRIVACIDAD

Querido Antonio:

La edad y un cateterismo quizás arriesgado te nos ha arrancado de

nuestro trato en este mundo sublunar, aunque sin duda seguiremos

conversando contigo, paseante hoy de los intermundia, gracias a los

más vívidos recuerdos y tus espléndidos escritos. Hace ya treinta años

una tesis doctoral, Estudio de los principios democráticos en relación

con el régimen de Pericles, me puso en contacto contigo. Eran los años

en que tú elaborabas el Discurso República, y tú querías romper el

cerco de la soledad que te había impuesto el sistema y tus enemigos

personales para regresar a la actividad política.

Encerrado en tu torre de marfil como uno de los abogados con más

éxito de España y disfrutador de una de las mejores bibliotecas

particulares del país, tus elaboraciones intelectuales de significado

político te empujaban cada día con más fuerza para regresar a la arena

de la política. Pensamiento político y acción política fueron en ti una

única pasión indesmayable.

Y regresaste con tu Discurso de la República, y tu columna enhiesta,

clásica y luminosa en El Mundo. Tus análisis lúcidos contra la

cosmovisión socialdemócrata que reinaba en España desde 1982 fueron

compartidos por otros intelectuales y escritores que incluso eran de

pensamiento monárquico, como Luis María Anson, que abrió el ABC a

quien pensábamos lo mismo que tú sobre la necesidad imperiosa de

instaurar en España una democracia “clásica”. Tu crítica al pensamiento

socialdemócrata, devenido con el tiempo en “lo políticamente correcto”,

es ya patrimonio de todo pensamiento liberal “fuerte”, liberal en sentido

sobre todo cervantino, aquél que se nos define tan bién en El Amante

Liberal.

PRIVACIDAD

Tu pensamiento político inspiró a buena parte – la mejor – de los

articulistas y analistas españoles, pero desgraciadamente impregnó

demasiado poco a la clase política, aunque sí la incomodó, porque el

pensamiento político de los políticos profesionales suele revelarse y

salir del “grado cero de la escritura” (Roland Barthes) merced a los

análisis y comentarios de los artículos de opinión, que traducen el

balbuciente discurso político a un discurso inteligible. Efectivamente,

se comenzó – ya para siempre – a interpretar el tartamudeante

pensamiento del “establishment” político mediante la metodología

trevijanista, lo cual llegó a inquietar gravemente a los gobernantes no

sin razón.

Interés por la filología clásica

Tu erudición siempre engalanaba tu inteligencia superior. Nuestra

amistad se fundamentaba intelectualmente en tu interés por la filología

clásica, la Democracia Ateniense y la República Romana y los

humanistas medievales y del Renacimiento, como Erasmo y su latín

elegante. Tuve el honor de asesorarte en tu gran obra Frente a la gran

mentira, en aquellas partes de la obra relacionadas con la Democracia

Ateniense y la República Romana. Para entonces yo había traducido

para Alianza Editorial la obra de Robert K. Sinclair, Democracia y

Participación en Atenas, en la que se probaban en la realidad de la

democracia clásica muchas de tus geniales intuiciones. En tus

definiciones de conceptos siempre arrancabas de la etimología de las

palabras, y en tu discurso el purismo en el uso del español es  siempre

absoluto.

Pero por debajo de tu polimorfa creatividad y polymathía estaba tu

persona, cortés, elegante, sensible, leal y buena. En mi caso, queridoPRIVACIDAD

 
amigo, tu persona y humanidad, más que tu robusto pensamiento

político, me atrajeron por completo. Y nunca olvidaré tu viaje a

Alcañices, junto a nuestro común amigo Joaquín Navarro, en el peor

momento de mi vida. No siendo del todo un trevijanista político puro,

soy un trevijanista en el sentido de amigo incondicional de Antonio

García-Trevijano, y hoy de su memoria, subyugante donde las haya. Tu

obra Ateísmo estético es el mayor acontecimiento de la interpretación

de la Historia del Arte escrita por un español desde Camón Aznar, y, por

supuesto, muy superior.

Te atacaron y criticaron

Todos aquellos que te atacaron, que te criticaron, o que te injuriaron –

incluso algún miserable lo perpetró antes que tu cuerpo  fuese

incinerado, como el de un aristócrata de la República Romana – estaban

a años luz por debajo de tus zapatos, tanto a nivel moral como, por

supuesto, a nivel intelectual. Son los cuervos mediocres y mezquinos de

España, que graznan cobardes en las tapias de los cementerios, y cuya

oscuridad y bajeza están condenadas a odiar lo excelso in aeternum.

Grande entre los grandes, sean para ti siempre gratos los intermundia,

en donde crecen asfódelos de dura espiga, y en los que puedas

conversar con tus mejores amigos filósofos. Mientras, espero yo cerca

del teléfono tu llamada, queridísimo Antonio, para comentar ambos

alguna formulación latina con mucho sabor y gozo. Aunque quizás lo

mejor sea que bebas de las linfas del Leteo y vivas con el corazón

puesto sólo en lo que no es incierto ni desasosiega, manteniendo un

gozo estable de la eternidad dorada.  Tu amigo que te quiere,

PRIVACIDAD