1996-05-05.LA VANGUARDIA.AZNAR

Publicado: 1996-05-05 · Medio: LA VANGUARDIA

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18  LA VANGUARDIA

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DOMINGO,

 5 MAYO 1996;1]

III’’;0]

Fernández Díaz  será el brazo derecho de Rajoy

El  dirigente del PP catalán, nuevo secretario de Estado de Administraciones Territoriales

CARMEN DEL RIEGO

MADRID.  — Cuando Aznar  todavía  no ha

hecho  públicos los nombramientos  de los mi-
u istros de su primer gabinete, las quinielas so-
bre  quiénes ocuparán  las secretarías  de  Esta-
do,  los  segundos  niveles  de  la  Administra
ción,
 Jorge
 han  empezado  a  rellenarse.
Fernández  Díaz será, con  toda  probabilidad,
el  dirigente  del PP  de Cataluña  que  ocupará
un  puesto de mayor rango en el nuevo Ejecuti
vo.  En la dirección nacional del PP se da como
seguro  su nombramiento  como  secretario  de
Estado  de Administraciones  Territoriales,  en
el  ministerio que dirigirá  Mariano  Rajoy. Fer
nández  Díaz ha trabajado  con Rajoy en los ú!
timos  años  todos los temas  relacionados  con
las  comunidades  autónomas.  Rajoy  también
podría  llevarse a otro catalán  a su ministerio.
Francisco  Marhuenda,  que  dejará  su  escaño
en  el Parlament,  será nombrado jefe  del gabi
nete  de  Rajoy con  rango  de director  general.
Los  nombramientos  se producirán  el martes.
La  secretarías  de  Estado  que  parecen  más
seguras.  además  de  la  de  Administraciones
 son  las que  dependerán  de  los
Territoriales,

Aparicio, que firmó  por el PP los
pactos de Toledo, se per fila como
responsable de la Seguridad Social
y  López Valdivieso, como director
de  la Guardia civil

dos  vicepresidentes  del  Gobierno  de  Aznar.
En  el área  económica,  Rato  tendrá  a  su lado
como  secretario  de  Estado  de  Economía  a
Cristóbal  Montoro,  y como  secretario  de  Es
tado  de Hacienda,  a Juan  Costa. La tercera  se
cretaría,  la de Presupuestos,  la ocupará el has
ta  ahora director  de asuntos  económicos de la
CEOE,  José  Folgado.  También  parece  muy
probable  el  nombramiento  de  Juan  Carlos
 que  fue el  firmante  por  el  PP  del
Aparicio,
pacto  de  Toledo, corno  secretario  de  Estado
de  la Seguridad  Social,  dependiente  del  Mi
nisterio  de Asuntos Sociales. También  dentro
del  área económica,  José  Manuel  Fernández
Norniella  se perfila como secretario de Estado
de  Comercio,  dependiente  del  ministerio  de
Industria,  Energía y Turismo.

-

 La  vicepresidencia  que  ocupará  Francisco
Alvarez  Cascos contará con  dos secretarías  de
Estado,  la de  Relaciones  con  las Cortes,  que
ocupará  el actual secretario de Estudios y Pro
gramas  del PP, José  María  Michavila;  y lade
Comunicación,
 cuyo titular  será  Miguel An
gel  Rodríguez.  La  portavocía  del  Gobierno,
en  contra  de lo que  sucedía hasta ahora,  no la
ocupará  ni el ministro  de  la Presidencia  ni el
secretario  de  Estado  de  Comunicación.  Será
una  de  las cuatro  ministras,  según  dijo  ayer
Aznar.  Probablemente  Esperanza  Aguirre, ti
tular  de Educación  y Cultura.

El.Ministerio  de  Asuntos Exteriores conta
rá  también  con  dos secretarías  de  Estado,  la
de  relaciones con  la Unión  Europea,  para  la
que  se baraja  el nombre  de Ramón  de Miguel,
que  fue director  general  de Energía de  la Co
misión  Europea  cuando  Matutes  era comisa
rio  europeo;  y la de.Cooperación  Internacio
nal  e Iberoamérica,  que  muy probablemente
recaerá  en Fernando  Villalonga, un diplomá
tico  que en la actualidad  es consejero  de Edu
cación  de la Generalitat  valenciana.

Mayor  Oreja,  que  como  ministro  de  Inte
rior  tiene  la intención  de  que  en  su departa
mento  sólo haya  una secretaría  de  Estado,  la
de  Seguridad,  ha pensado  en  Santiago  López
Valdivielso,  portavoz de Defensa del PP, para
la  dirección  general de la Guardia  Civil.

En  el  nuevo  Gobierno  de  Aznar  también
tendrán  rango  de  secretario  de  Estado  el di
rector  de  su gabinete,  que  será Carlos Arago
nés,  así como el secretario  general de la Presi
dencia,  Javier Zarzalejos.  Dentro  de la reduc
ción  de  altos cargos  que  propugna  Aznar,  se
pretende  que  las secretarías  de Estado  no su
peren  el número  de  15, aunque  parece  claro
que  habrá  una  de Educación,  y otra en el Mi
nisterio  de Defensa..

Aznar  extiende el  brazo desde su escaño  del Congreso para estrechar la mano de uno de los diputados que le  felicitaron

De  la química a la fisica

Aznar jura hoy como presidente del Gobierno ante don Juan Carlos

MÁRIUS CAROL
Barcclona

Felipe  González y  José  María

 de  Shakespeare:

Aznar  son  dos  personajes  de
tragedias
González  es  Romeo,  Aznar  es
Hamiet.
 El  primero  es  un  se
ductor  capaz de hacer emocio
nar  a Kohl  hasta  las lágrimas en  su 65 ani
versario.  El segundo  es  un  hombre  que  se
pregunta  si entrará  o  no en  la historia,  que
esta  es la cuestión.  No es sólo un problema
de  encaje con el estereotipo del andaluz sim
pático  y  del  castellano  sombrío,  sino  dos
maneras  de ser y de entender  las relaciones
humanas.  En cualquier  caso, González supo
ganarse  la  confianza  del  Rey mucho  antes
de  ser presidente, a pesar de su republicanis
mo  de boca pequeña  del PSOE. Aznar llega
rá  al palacio de la Moncloa cuando  la quími
ca  entre el líder conservador  y el Rey ha me
jorado
 de
reticencias  pasadas.

 notablemente,

 después

La  afirmación  de  monarquismo  y los vi
vas  al  Rey  de  la  noche  electoral  causaron
sorpresa  en  la España  de la  periferia.  Estas
referencias  al dirigirse  a  sus simpatizantes
pareció,  a  los ojos de  muchos, una  manera
de  restar credibilidad  a los republicanos  de
derechas  que  han  aparecido  en  este país  a
medida  que la relación  entre  la Corona  y el
Gobierno  socialista parecía fluida y estable.
Jaime  de  Capmany,  director  de “Epoca”  y
columnista  de  “ABC”, ha  puesto  de  mani
fiesto  su republicanismo  desde su brillante  y
reaccionaria  pluma. Y Guillermo  Gortázar
y  Federico  Jiménez  han  mostrado  sus  tics
republicanos.  Aunque es un dato  poco rele
vante,  sorprendió  ver  tantas  caras conoci
das  de la derecha en la presentación  de un li
bro  sobre la República  escrito por  Antonio
García  Trevijano,  el 20 de octubre  de  1994.

El  propio Aznar  se habría quejado en una
reunión  con  sus colaboradores,  en otoño de
1994,  de  que  el Rey  no  mantuviera  con  él
contactos  periódicos  cuando  era  el  repre
sentante  de  más de ocho  millones  de votos.
A  su juicio, esa normalización  de relaciones
debería  producirse  para  que  una  audiencia
no  se interpretara  siempre como algo extra
ordinario  y noticiable.  El presidente  del PP
consideraba  que  Felipe  González  y Narcís
Serra  podían  estar  entorpeciendo  esta rela
ción  e  incluso  elucubró  sobre  la  antigua
amistad  de  Fernando  Almansa,  jefe  de  la
Casa  del Rey, con  Mario  Conde,  como  un
elemento  en su contra.  Aznar había mostra

El  líder del Partido Popular
ha  intensificado el último año su
relación con el Rey, con quien
mantenía  un trato poco fluido
del  que se había lamentado

do  un cierto disgusto por esa relación desen
cajada  durante  la visita  de  los reyes de  los
belgas. Tras la cena de gala ofrecida en el Pa
lacio  Real, el  19 de  septiembre  de  1994, y
mientras  tomaban  el café, don Juan  Carlos
tuvo  que  llamar a Aznar  por dos veces para
presentarle  a Alberto II. En la segunda, el te
niente  coronel ayudante  que se dirigió al po
lítico  popular apareció  nervioso.  El sobera
no  le comentó  a Aznar cuando,  finalmente,
se  acercó:  “Hombre,  José  María,  pensaba
que  no  querías  venir”  y  Aznar  respondió:
“Señor,  es que no sabía si me llamaba en son
de  paz o no”.

A los pocos días de verbalizar ante un gru
pode  colaboradores  la queja sobre la escasa

relación  entre el jefe de la oposición y la Co
rona,  el rey Juan Carlos recibía en audiencia
a  Aznar.  Era el 3 de noviembre  de  1994. La
audiencia  no figuraba en  la agenda  de la se
mana  y el Monarca  estuvo  muy  afable. Lo
cierto  es que  desde el  verano  no hablaban
largo  y tendido  en el palacio de la Zarzuela.
Sin  embargo, el actual equipo  de la Casa del
Rey  ha hecho todo lo posible para que la co
municación  entre don Juan  Carlos y Aznar
fuera  más fluida.  Es indudable  que  cuando
la  química  no funciona,  puede  hacerlo la fi
sica.  En este sentido,  los contactos  más es
trechos  mantenidos  en  los últimos  meses
han  sentado las bases para una  relación que
forzosamente  habrá  de ser más estrecha.

Los  despachos  semanales  del presidente
del  Gobierno  con  el jefe del  Estado  deben
servir  para  que  ambos  dirigentes  se conoz
can  mejor. En estos trece años, González no
sólo  ha demostrado  su lealtad, sino también
su  sensibilidad.  La carta  que  envió  a  don
Juan  Carlos, cuando  murió su padre,  emo
cionó  a la familia  del Rey. El propio  Monar
ca  leyó en  voz alta a los suyos el texto escrito
a  mano  que  le envió González  y que le tocó
la  fibra.  Aznar  es  un  hombre  agradable,
aunque  le falta esta capacidad  de conectar.
Sin  embargo,  todo se aprende,  incluso en el
mundo  claustrofóbico  de la Moncloa.

El  Rey  ha  manifestado  a  los portavoces
de  los partidos  representados  en  el  Parla
mento,  durante  sus recientes audiencias  en
la Zarzuela,  que el pacto supone un compro
miso  histórico  entre  el nacionalismo  cata
lán  y el centroderecha  español.  Algunos de
los  interlocutores  han tenido la sensación de
que  don  Juan  Carlos  confía  más  en  Jordi
Pujol  que en el propio Aznar, aunque  ha va
lorado  el control  de  la situación  que  ha  de
mostrado  durante  las  últimas  semanas
quien  hoy jurará  ante él como nuevo  presi
dente  del Gobierno.