1975-11-07.LAVOZDGALICIA.ATENTADO

Publicado: 1975-11-07 · Medio: LAVOZDGALICIA

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t. _ -y \ yuu&■? ir m'W¿Xr/'S Vri*r r>, ^-í .'.'%■*&& )E‘ra%tí£Es&| t$$'á4v- ^SjSbf.€£ká‘m■*w ^FUNDADO POR DON JUAN FERNANDEZ LAT0RREDIRECTOR: FRANCISCO PILLADO RIVADULLALa Coruña, viernes, 7 de noviembre de 1975 Año XCIV.— N.° 30.283.— Ejemplar, 8 ptas.El diario de mayor tirada de Galicia, según control oficiad de fiÉtfjpÉn. Q-bmgioii ■aiüianiBHOY PUEDE SER EL DIA CRITICOLA “MARCHA VERDE”, UNAS 200.000 PERSONAS, ACAMPADA ANTE EL PRIMER CAMPO DE MINASaaaaaaaHassan casi tiene permiso j para atravesarlo, a fin de que pueda salvar su tronoPero después de este punto, bsfuerzas españolas rechazaríanla invasión por f“™0i□todos los medios 1a a a a a a a •a a a a a a a a a a a a aíaaaaaaSaaaaaaaÜk¡Pasajeros y carga para el buque «plus ultra», en la plata.1 FORMA INSTALADA EN LA PLAYA DE EL AAIUN EN ESPERA DEL EMBARQUE. LA EVACUACION DE PERSONAL CIVIL SE LLEVA A CABO ININTERRUMPIDAMENTE.— (CIFRA GRAFICA).Parece decidido a eludir una confrontación con el Ejército español(En pág. 41)aaaaaaaaaaaaaaAPALEADOS POR DOS ENMASCARADOS, EN MADRIDLOS AGRESORES, ARMADOS CON PISTOLAS, DISPARARON Y ARROJARON BOMBAS DE GASES LACRIMOGENOS ANTES DE MARCHARSE:’No me cabe duda de que pertenecen a la extrema derecha", dice García Trevijano, una de las víctimas(En pág. 15)SE MANTIENELA GRAVEDADDE FRANCOPero ha comenzado a disminuir la cifra de urea (En pág. 14)Las primeras §vice-gobernadoras | de Estados Unidos §I OS estados de Kentucky y de Mississlppí ■ han elegido mujeres para el cargo de vice-gobernador (Lieutenant Governor), por primera vez. A la izquierda, Theima Stovall y, "a la derecha, Evelyn Gandy, nombradas en Kentucky y Wlississippi, respectivamente.U3PI - CIFRA)i -iiEL CONSEJO DE SEGURIDAD ENVIO A HASSAN UN URGENTE REQUERIMIENTO PARA QUE DETUVIESE LA MARCHANueva reunión del alto organismo de la O.N.U.(En pág. 42) ::viernes» 7 de noviembre de 1975Sa te ©AliciapáginaMADRID, 8.—(De. nuestra Redacción, por C. PLAZA),Seis abogados y un periodis . ia venezolano han sido apa­leados a primeras horas de la tarde de hoy, jueves, cuando dos enmascarados penetraron en el despacho en que aqué­llos se encontraban reunidos, y tras amenazarles con pisto­las les obligaron a tirarse al suelo. Los dos enmascarados, que apenas si pronunciaron palabra, una vez que l°s abo"' gados y el periodista estaban : en el suele, comenzaron a maltratarlos salvajemente con Instrumentos cóntudentes que al parecer portaban. Al entrar en la habitación dispararon hacia una estantería, para amedrentar a los presentes y produjeron algunos desperfec­tos.Todos los abogados habían sido convocados previamente por teléfono; a solicitud del periodistas del diario «Nacio­nal» de Caracas, que preten­día mantener una rueda infor­mativa con ellos sobre el mo- menf o político español. Asi fue. ron llegando al despacho del abogado don losé Manuel Mu­ñoz Salvadores, poco después de la una de la tarde, los le­trados Jaime Cortezo, Eurico de la Peña, Figueroa, Solís y Gar­cía Trevijano.FRACTURAS V DISLOCAMJENTOSAI periodista, cuyo nombreLa agresión aseis abogados de JVladNclUNA DE LAS VICTIMAS SUFRE TRACTURA DE BRAZO, OTRA TIENE UNA HERIDA EN LA CABEZA Y GARCIA TREVIJANO DOS COSTILLAS ROTAS• Fueron obligados a tirarse al suelo* y golpeados salvajamente con una maza de armas* El ajeniado se produjo cuando mantenían unan informativa en el despacho de uno de los letren estos momentos aún desco­nocemos, los asaltantes del despacho le produjeron al pa­recer rotura de un brazo, mien iras que el señor Muñoz Salva, dores tuvo que ser atendido en urgencias de la Ciudad Sani­taria «Francisco Franco», se­gún nuestras primeras infor­maciones, a causa de - una fuerte herida que presentaba en la cabeza. Hubo también varias roturas de costillas y diSlocamientos. Cuando los dos enmascarados concluyeron su acción terrorista, antes de abandonar las dependencias donde se halla instalado elReside, por temporadas, en La CoruñaEurico de la Peña: «Es la más grave agresión que so comete contra abogados))despacho del señor Muñoz Sal. vadores, arrojaron varias bom. bas de gases lacrimógenos. Era tal la cantidad de humo que las bombas llegaron a producir, que los vecinos del inmueble llamaron a los bom­beros, creyendo que se trata­ba de un incendio. Acudió también la Palicia, requerida por los abogados víctimas del salvaje suceso, pero en aque­llos momentos nada pudo ha­cer por la identificación de los dos desconocidos, puesto que habian huido rápidamente, - Hemos podido hablar con el señor García Trevijano, quien nos dice ai respecto:—Tras este lamentable, suce­so me reafirmó en mi decisión de continuar en una acción política por la ida pacífica. Me da pena de ellos, porque no saben a dónde pueden lle­var a España de seguir por este camino. Porque de lo que no me cabe duda es que los dos enmascarados pertenecen a la extrema derecha.GARCÍA TREVIJANO:DOS COSTILLAS ROTASMADRID, 6. — Según se in­forma del despacho de don Antonio'Garda Trevijano Forte a «Europa Press» los asaltan­tes estaban armados con pis» tolas (se cree que también con una metralleta), Hicieron un disparo y obligaron a loe allí presentes a qué se tiraran al süelo, agrediéndoles con una maza de armas (un palo' con una bola con pinchos), produciendo heridas y contu­siones diversas, tales como fractura de brazo a tuto, herida en la cabeza a otro y fractura de dos costillas al señor Gar­cía Trevijano. — (EUROPA PRESS),EXTRAÑO INCIDENTEMADRID, 6.— En medios alle­gados a la familia de don José Manuel Muñoz Salvadores, a quien a las 4,30 se le suponía declarando ante la Polirfa so­bre el incidente ocurrido en su despachó, no se ha querido de momento facilitar informa­ción acerca de las actividades comerciales del abogado, cuya esposa es de nacionalidad ve­nezolana.Se ha indicado, no bostante, que hace cúneo años en el do­micilio de la familia se registró un extraño incidente que aún no ha sido aclarado. Hada las nueve de la noche, al regre­sar don José Manuel de su tra­bajo, encontré forzadas y abier tas la puerta principal de en­trada a la casa y la del servi­cio: su mujer estaba dentro y no había oído nada, y del ho­gar no faltaba ningún objeto. (EUROPA PRESS).UNO DE LOS AGRESORES, ENMASCARADO, EMPUÑABA UNA PISTOLA CON SILENCIADORllevan ^cabo» “QUEJO 0 TE ABRASO”, GRITO AL ABOGADO MUÑOZ SALVADORESEurico de la Peña Díaz- Cela, uno, de los abogados agredidos ayer en Madrid, es gallego y reside, por tempo­radas, en La Coruña, donde dispone de vivienda. Persona muy vinculada a la región, nació en Santiago hace un poco más dé • medio siglo. Con Eurico de la Peña he­mos mantenido, anoche, una conversación telefónica.. —Voy a referirle una ver­sión objetiva de los hechos —dijo el letrado gallego—. No se trataba de una reunión política. Habíamos sido con­vocados —yo por Tin colega- para responder a diferentes preguntas, algunas en torno a la situación del país. En­tonces, aparecieron tres hom­bres encapuchados. Dos por­taban metralletas y otro una pistola. Este se hallaba más nervioso que sus compañeros. Nos ordenaron colocarnos de cara a la pared mientras ma­nifestaban que iban a ma­tamos y que nos dejarían fri­tos, asi como una retahila de frases soeces- Después nos obligaron a tiramos en el suelo y nos golpearon con las culatas de las armas. X¿>s golpes fueron dados en lu­gares estratégicos, donde pro­ducían dolor: cabeza, riño­nes, espalda... A continuación, lanzaron gases lacrimógenos y con un «spray» nos echa- . ron en la cara más gases. ■ Por último depositaron una bomba de humo en la estan­cia y huyeron.—¿Fue. entonces, una au­téntica y severa paliza?—Yo quiero decir que no fueron excesivos en Sus cas­tigos. Los golpes eran duros, pañeros orinó sangre. Pero - ya que alguno de mis com- los atacantes no se extrema­ron en su crueldad.—¿Los insultos eran de ti­po político?—No. Eran personales y fa­miliares. Al periodista, que se Identificó, le fracturaronun brazo. Y al fotógrafo, que le acompañaba, le rompieron sus bártulos.—Según usted, el intruso que llevaba pistola estaba nervioso.;.—Efectivamente. Portaba una «Parabellum». Sus co­legas denotaban gran domi­nio y actuaron con serenidad- No se exaltaron durante la operación. Entiendo que iban a cumplir una misión.—¿Qué juicio le merece el Incidente?—Ha sido una cosa sor­prendente y curiosa. Fíjese que ni tan siquiera se tra­taba de una reunión políti­ca... Era una cosa legal, un encuentro para dar opiniones.—¿A usted le invitaron a la asamblea por ser abo­gado?—Me llamó un colega y no pregunté en virtud de qué cargo asistía. Lo cierto es que allí estábamos un grupo de letrados, no jóvenes, con suficiente ponderación como para que nadie nos pueda llamar extremistas.—¿Temía, en algún momen­to, que empezasen a dispa­rar los intrusos?—He vivido experiencias de vida o muerte durante-la gue­rra española. Pensé, al en­trar los tres hombres, que no iban a hacer uso de sus armas, porque en ese caso ya hubieran empezado a' dis­parar desde la puerta. CreS que era un vulgar atraco. Más tarde temí que alguno de nosotros efectuase un in­voluntario movimiento y que fuese mal interpretado por los asaltantes, dando motivo al tiroteo.—¿Eran jóvenes los agre­sores?■ —Por su complexión, de­bían tener entre 20 y 23 años.—¿Ha recibido usted mu­chas muestras de solidaridad desde que ocurrió el suceso?—El teléfono no ha déja- (Pasa a la página 44)“Esto os pasa porque sois unos cerdos antifranquistas”Antes de marcharse hablaron de poner una bombaMADRID, 6. — (De nues­tra Redacció).Sobre las dos de la tarde, cuando se encontraban reuni­dos varios abogados en el des­pacho del señor Muñoz Salva­dores, un grito de la secreta­ria alerté a los reunidos. In­mediatamente después, un in­dividuo enmascarado con un pasamontañas marrón, y pro­visto de pistola con silenciador se dirigió al señor Muñoz Sal­vadores, que se había levan­tado al oír el grito y le dijo:—Quieto o te abraso. Manos arriba y contra la pared.El señor Muñoz Salvadores contestó dirigiéndose al indi­viduo:—No pierda la serenidad, aquí no estamos haciendo na­da malo.Inmediatamente después1 en­tré otro individuo y grité a los reunidos:—Todo el mundo al suele,Al mismo tiempo lanzaba so. bre ios ojos del señor Muñoz Salvadores un chorro de un re­cipiente tipo «spray», que I# produjo instantáneamente irri­tación en los °jos.APALEADOS ;En el despacho se encontra­ban reunidos los'abogados se­ñor García Trevijano; Figueroa, - Eurico de la Pena. Cortezo, Muñoz Salvadores y Eduardo Moreno. Con ellos so hallaba también el periodista venézola. no, Jesús Losada Rondón, de! «Nacional», de Caracas, y el fotógrafo del.mismo periódico Luis García Solis.Cuando todos los reunidos se hallaban en el suelo, los dos desconocidos —o quizá al. guno más, porque les aboga­dos y . periodistas no pudieron apreciarlo— comenzaron a apalearlos furiosamente, Lesapaleaban en lugares muy pre cisos: cabeza,- riñones y otras más sensibles.Concretamente el señor Mu­ñoz Salvadores, a quien he­mos podido ver en el lecho a primeras horas de la noche, le han herido con utt objeto de cristal que le ha producido va­rios cortes en el cuero cabellu-, do y un golpe con la culata de la metralleta en el riñón. Hemos podida comprobar qué la chaqueta que vestía y el pantalón presentan varios ro­tos producidos por las pata­das que le infirieron.Los abogados Jaime Cortezo, -José Figueroa y Muñoz Salva­dores han prestado declara­ción en el Hospital «Francisco Franco», adonde fueron tras­ladados después de la agre­sión, y adonde acudió la Po­licía al iniciar sus primeras gestiones aclaratorias,PERIODISTA: 'UN BRAZO ROTOEl periodista venezolano, Je­sús Losada Rondón, que es ero. nista. del Palacio Presidencial de Miraflores, y une de los más' prestigiosos de su país, los agresores Regaron a partir­le un brazo. En cuanto al fotó­grafo, se cree que los descono­cidos le robarOn "su equipo profesional, ya que a las diez de la noche no habia sido entregado a su dueño; ni se encontraba en el despacho después de los hechos.LA SECRETARIAUn tercer desconcido perma­neció durante todo el tiempo que sus compañeros emplea­ron en apalear a los reunidos vigilando a la- secretaria, ar- modo también, Se la obligó atumbarse sobre un diván que se encuentra en ia recepción, aunque quien la vigilaba pre­tendió calmarla con estas pa­labras:—Contra usted no tenemos nada, esto es un asunto polí­tico.«BUENO,PON LA BOMBA»Después de apalear a los re­unidos, los dos desconocidos que actuaban en el despacho gritaron;—Esto os pasa porque sois . unos cerdos antifranquistas,V otro añadió: ■-—Pon ia bomba y vámonos,A lo que respondió una ter­cera voz:—No, ño pongas la bomba.En ese momento abandona­ron el despacho y arrojaron unos botes de humo y más ga­ses lacrimógenos. Cuando las víctimas se pudieron incorpo­rar. 8q refugiaron en otro des­pacho y abrieron las ventanas. Ante el humo negro que de ellas salía, cundió Inmediata­mente la alarma en la calle Hermosrlla, y en seguida se presentó un coche de bombe­ros. Poco después tres de los abogados fueron trasladados a ' la Ciudad Sanitaria «Francisco Franco».En principio, los abogados no presentaron denuncia alguna, pero miembros- de la PoHefa gubernativa se presentaron en el Hospital, cuando los tres heridos más graves estaban siendo curados por los médicos de guardia, pidiéndoles decla­ración. y posteriormente, du­rante la tarde sabemos que han continuado las gestiones para el esclarecimiento de los hechos,'CARIDAD PLAZA