2000-11-06.LA VOZ DE GALICIA.APALEAMIENTO DE ABOGADOS

Publicado: 2000-11-06 · Medio: LA VOZ DE GALICIA

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APALEAMIENTO DE ABOGADOS . VEINTE DÍAS DE NOVIEMBRE 
LA VOZ DE GALICIA. 6 NOVIEMBRE 2000 - LA VOZ DE GALICIA. 7 NOVIEMBRE 1975
C.F.
http://web.archive.org/web/20140911081159/http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2000/11/06/275830.shtml
Una de las constantes de los últimos años del franquismo y primeros de la transición fue la impunidad con que la extrema derecha actuó contra las personas y grupos que demandaban una mayor apertura política. Mientras la policía ponía a buen recaudo a comunistas, socialistas, sindicalistas y hasta liberales, mostraba su inhibición con los cachorros del llamado búnker, cuya especialidad era el incendio de librerías. Ahora les tocaba el turno en Madrid a media docena de conocidos abogados.
Los abogados habían sido convocados en el despacho madrileño (sito en la calle Hermosilla) de uno de ellos, José Manuel Muñoz Salvadores, a petición de Jesús Losada, corresponsal en Madrid del diario El Nacional de Caracas, con el objeto de mantener una rueda de prensa sobre el momento político español. Los demás abogados eran Jaime Cortezo, Eurico de la Peña, José Figueroa, Eduardo Moreno y Antonio García Trevijano.
Sobre las dos de la tarde, dos individuos entraron en el despacho, mientras otro vigilaba en el antedespacho a la secretaria. Uno de aquellos, oculto su rostro con pasamontañas y empuñando una pistola con silenciador, les dio un grito (que años después patentaría Tejero): «Todo el mundo al suelo». Y los pistoleros comenzaron a apalearles en lugares muy precisos, como cabeza, riñones y testículos. Los agredidos más perjudicados fueron Muñoz Salvadores (al que golpearon con la culata de la ametralladora en un riñón), García Trevijano (resultó con dos costillas rotas) y el periodista venezolano, al que partieron un brazo.
Cuando terminó el apaleamiento, los dos desconocidos gritaron: «Esto os pasa porque sois unos cerdos antifranquistas». De todas maneras, los ultraderechistas se «apiadaron» de sus víctimas, pues pensaban poner una bomba en el despacho y al final decidieron dejarla para otra ocasión, aunque lanzaron unos botes de humo y otros de gases lacrimógenos.
El hecho causó gran conmoción en Madrid. Recientes estaban varios atentados a librerías y en la Universidad. Para el abogado García Trevijano, no cabía duda de que los asaltantes eran miembros de la extrema derecha. Otro de los letrados, De la Peña, muy vinculado a A Coruña, donde tenía un piso, decía que era la más grave agresión cometida contra abogados y una demostración de que había quien quería obstruir los cambios políticos.