2019-06-01.EL RINCON DE YANKA.ANTONIO NARIÑO Y ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO.DOS GIGANTES DE LA VERDADERA LIBERTAD POLÍTICA VICENTE JOSE FERRER DE PELLICER

Publicado: 2019-06-01 · Medio: EL RINCON DE YANKA

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S Á B A D O ,   1   D E   J U N I O   D E   2 0 1 9

ANTONIO NARIÑO Y ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO: DOS GIGANTES DE LA
VERDADERA LIBERTAD POLÍTICA 🗽

ANTONIO NARIÑO Y 
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO: 
DOS GIGANTES DE LA VERDADERA 
LIBERTAD POLÍTICA

*Vicente Ferrer de Pellicer

BREVE PRESENTACIÓN ACADÉMICA

su
SAUL  FRIEDLANDER  en 
obra"HISTORIA 
Y
PSICOANÁLISIS"considera  que
DAVID
esencialmente 
fue 
RAPOPORT  quién  se  propuso
integrar  la  noción  de  un  YO
LIBRE  al  marco  de  la  TEORÍA
PSICOANALÍTICA,  sosteniendo
que  el  comportamiento  del

de 

no 

pero 

respecto 

estímulos 

independencia 

hombre  está  determinado  por
los  instintos  que  lleva  en  sí
mismo, 
está
enteramente  a  su  merced;
cierta
dispone 
a
independencia 
del
ellas; 
comportamiento  respecto  de
los 
externos
denominada  como  "autonomía
del  YO  respecto  a  la  realidad
externa"  por  FRIEDLANDER.El
sesudo  y  riguroso  ensayo  de
Ferrer de Pellicer sobre Nariño
y  Garcia  Trevijano  es  un  claro
ejemplo  de  lo  anterior,  pues
muestra  la  capacidad  de  dos
DEMÓCRATAS  convencidos,  en
momentos 
históricos
diferentes,  de  superar  por
actos  de  voluntad 
la  fatal
relación  dialéctica  entre  AMO
y  ESCLAVO,  propia  de 
las
dictaduras.  Movimiento  del
ESPÍRITU 
impulsado  por  el
amor  a  la  LIBERTAD  y  a  la
VIDA.Doctor  Fernando  Barboza
DíazAcademia  de  Historia  de
Cartagena de Indias, Doctor en
Derecho  Público  y  Ciencias
Políticas, 
criminólogo
psicoanalista,  ex  fiscal  general
departamental, ex juez.

INTRODUCCIÓN: 
PARALELISMOS ENTRE LOS PRECURSORES 
NARIÑO Y GARCÍA-TREVIJANO

En las celebraciones de los bicentenarios de las naciones hispanoamericanas acaecidas
entre  2010  y  2011,  se  dio  un  fenómeno  inesperado  en  la  revisión  histórica  de  los
procesos  independentistas.  La  recuperación  y  resurgimiento  de  la  figura  de  Antonio
Nariño  como  el  verdadero  precursor  (título  que  le  es  ya  reconocido)  de  las  naciones
hispanas,  y  directamente  de  Colombia.  Si  hasta  ahora  el  oficialismo  académico
funcionarial,  apoyado  por  los  poderes  políticos  del  cambio  de  siglo  propugnadores  del
nacionalismo bolivariano socialista e indigenista, enaltecían el caudillismo de Bolívar, y
su  antecesor  y  maestro  Miranda  como  espada  precursora,  los  tabúes  del  dogmatismo
chavista se rompían ante una clave insoslayable: el camino abierto por Antonio Nariño
hacia la libertad política colectiva para provocar un período de libertad constituyente,
utilizando  como  herramienta  la  traducción  al  español,  edición  y  divulgación  de  la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1793. Ocurre cinco años antes
de que Miranda diera su primer paso político como independentista al hacer público en

1798  en  Londres,  su  tan  ambicioso  como  artificioso  plan  de  crear  una  gran  nación
continental hispanoamericana extendida desde California hasta Tierra del fuego. 

Como  si  hubiera  leído  o  escuchado  a  don  Antonio  García-Trevijano  a  dos  siglos  de
distancia,  Nariño  tiene  claro  que  vencer  a  una  tiranía  pasa  primero  por  destapar  y
esclarecer  la  VERDAD  del  régimen  opresor  vigente,  para  alcanzar  una  LIBERTAD  para
TODOS.  Una  LIBERTAD  COLECTIVA  que  sea  capaz  de  generar  un  tiempo  de  PODER
CONSTITUYENTE,  que  tenga  como  prioridad  el  fin  de  la  opresión  y  lograr  la
DEMOCRACIA REPRESENTATIVA. ¿Hace falta comenzar inventándose un país o diseñarlo
artificalmente, como hace Miranda? ¿Acaso no existe ya uno? ¿Es que el Virreinato de
Nueva  Granada  no  es  ya  una  realidad  política  material  y  objetiva?  ¿Un  país  con
sociedad, costumbres e instituciones de gobierno consolidadas en un siglo? Un país que
por  supuesto  es  colonia  y  parte  de  la  corona  española,  y  por  ello  con  un  régimen
tiránico impuesto. Igualmente, García-Trevijano no duda de la realidad de España como
nación, con una constitución material objetiva desde hace siglos. Ambos precursores de
la libertad y la independencia (pues García-Trevijano también amerita sobradamente el
título,  tanto  por  España  como  por  Guinea)  son  los  únicos  cada  uno  en  su  tiempo,
expresándolo  alegóricamente,  que  aciertan  en  saber  por  dónde  hay  que  empezar  a
construir una casa —y no es el tejado—. ¿Pero quiénes son Nariño y García-Trevijano?

1. DOS TRIUNFADORES COMPROMETIDOS
Antonio Nariño y la Imprenta patriótica.

Antonio Nariño es hijo de una importante familia criolla. Estudia en el mejor Colegio de
Bogotá,  el  Colegio  Mayor  y  Seminario  de  San  Bartolomé,  siendo  calificado  con
excelencia en sus estudios de Derecho y Filosofía. Pero esa formación es minúscula al
lado de lo que logrará como autodidacta en la biblioteca privada de su padre con más
dos  mil  volúmenes,  algo  inaudito  para  su  época,  y  como  discípulo  personal  de  nada
menos que José Celestino Mutis. De hecho es muy probable que participara en la Real
Expedición Mutis, a los dieciocho años, acompañado del sabio Caldas y del aristócrata
Tadeo Lozano. Pero ese afán de saber enciclopédico y de pasión por la Ilustración tiene
ya  un  sentido.  A  los  dieciséis  años  vive  la  traumática  experiencia  de  estar  obligado  a
ser abanderado de un batallón organizado por su colegio, contra la revuelta comunera
(una revuelta de criollos rurales contra la subida de impuestos de la metrópoli), y tener
que presenciar la ejecución de los jefes rebeldes en la plaza Mayor de Bogotá.

Qué  fascinante  similitud  con  la  pronta  pasión  de  Antonio  García-Trevijano  (de  familia
aristocrática) por profundizar en el saber filosófico y político como autodidacta, y por
la decisión personal de comprometerse a cambiar las cosas desde también los dieciséis
años, aunque con un primer acto de rebeldía en el colegio algo menos dramático que lo
sucedido al neogranadino. Comparte también el español desde su formación académica
una manifiesta mente preclara y al poco de concluir la carrera de derecho logrará ganar
una notaría.

La carrera de ambos es brillantísima y fulgurante. El uno como Tesorero del territorio,
Alcalde Mayor de Bogotá y mayor exportador de café, quina y té de la región. El otro
como  notario  y  después  abogado  de  éxito  con  grandes  operaciones  a  nivel  nacional  e
internacional.  Nariño  con  menos  de  treinta  años  y  García-Trevijano,  con  pocos  más,
están en la cúspide de su reconocimiento profesional y social. Ambos están dispuestos a
jugárselo  todo  en  busca  de  la  libertad…para  TODOS.  El  prócer  desde  los  veinte  años
publica La Gaceta de la Ciudad de Santa Fé, y siendo alcalde funda el más importante
casino  literario  de  tertulia  ilustrada  del  virreinato:  El  Arcano  de  la  Filosofía,  donde

aprenden  y  comentan  todo  el  fenómeno  político  de  EEUU:  la  Declaración  de
Independencia, la Constitución Federal —Benjamin Franklin es su preferido y decora las
paredes  del  “Santuario”  (nombre  de  la  habitación  de  la  tertulia)  con  sus  escritos—.
Obviamente esa forma de organizarse es de inspiración masónica, pero él es demasiado
práctico  y  prescinde  de  los  ritos.  Va  al  grano,  al  debate  filosófico  y  político.  La
Inquisición  y  La  Real  Audiencia  están  asombradas  por  el  descaro  del  prócer  con  su
posición  social  y  lo  mantienen  vigilado.  Trevijano,  en  plena  dictadura  franquista
(décadas  de  los  50  y  60  del  siglo  XX),  combina  su  gestión  de  relaciones  sociales  y
profesionales,  en  la  élite  de  España  y  de  Europa  occidental,  con  una  incesante
actividad  conspiradora  al  caer  la  noche.  Tiene  amigos  en  el  mismo  gobierno  de  la
dictadura sin engañar a nadie. Todos le respetan. Pero para ambos llegará un momento
en que el compromiso exigirá grandes pasos hacia delante, los cuales los harán entrar
en una dinámica de extremo peligro y finalmente persecución. Tienen demasiado que
perder, pero asumen ese riesgo y, si es necesario, el sacrificio.

2. DOS INSURGENTES PÚBLICOS

La  revolución  de  la  libertad  exige  a  priori  la  primera  de  las  tres  legitimaciones  de  la
fundación de EEUU, descritas por García-Trevijano en su Teoría Pura de la República: la
LEGITIMACIÓN MORAL, y no solo en las instituciones. Una vez casados, a ninguno de los
dos  Antonios  se  les  conoce  vida  licenciosa  o  viciosa.  La  ejemplaridad  de  la  virtud
personal  es  el  primer  círculo  concéntrico  para  limpiar  moralmente  la  sociedad,
manchada  por  la  infamia  de  la  aceptación  de  la  tiranía  o  la  oligarquía  y  los  disvalores
que estas arrastran. La LEALTAD y la VERDAD deben ser las columnas que guíen la vida
de  cualquiera  que  quiera  desacreditar  un  régimen  de  corrupción  y  maldad.  Antonio
Nariño  tiene  ante  sí  el  horror  de  la  Inquisición  y  de  la  opresión  de  la  monarquía
absoluta  española;  García-Trevijano,  el  de  una  dictadura  autoritaria  apoyada  por  la
oligarquía económica, y más tarde un Estado de partidos.

En 1792, con el nuevo gobierno de Madrid del Conde de Aranda, llega el último intento
de reformismo ilustrado. El Virrey Ezpeleta, ilustrado y masón como Aranda y Nariño,
se confía por la aparente buena perspectiva y hace llegar al Santuario un volumen de L
´Histoire  de  la  Révolution  de  1789.  Nariño  lo  lee  y  descubre  entusiasmado  la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Como políglota que es (sabe leer
y  escribir  en  español, 
los
acontecimientos políticos parecen acelerarse: la abolición de la monarquía francesa, la
proclamación  de  la  Primera  República  en  Francia  y  la  encarcelación  de  Luís  XVI  y  su
familia,  hunde  la  política  de  acercamiento  del  Conde  de  Aranda  a  la  Revolución
Francesa y sella su caída. Sube al poder Godoy, personificación de la mediocridad, del
nepotismo  y  la  corrupción  del  Régimen.  El  reformismo  ilustrado  ha  terminado
derrotado  para  siempre.  La  Inquisición  vuelve  a  tomar  vuelo  en  toda  la  Corona  y  sus
colonias. Es el momento de tomar decisiones y pasos decisivos.

inglés  y  francés) 

lo  traduce.  Pero 

latín,  griego, 

Nariño ordena la impresión y difusión de la Declaración traducida al español por toda la
colonia el 15 de diciembre de 1793. Renuncia a la alcaldía y todos sus cargos públicos y
se concentra en la acción política de difundir el histórico documento, organizando una
amplia  red  de  repartidores.  La  Real  Audiencia  no  consigue  atraparlos  ni  comprar
delaciones.  La  LEALTAD  de  su  organización  es  absoluta.  Tiene  que  idear  una  falsa
acusación  de  sedición  y  hace  que  la  Inquisición  torture  al  sobrino  de  su  muy  allegado
José Celestino Mutis para que le inculpe. Con esa excusa logran llevar a Nariño ante la
Real  Audiencia,  pero  una  vez  ahí  tienen  la  malicia  de  retirar  esos  falsos  cargos  y
acusarlo  de  los  verdaderos,  de  los  que  no  consiguieron  pruebas:  difusión  de  la  ya

prohibida Declaración. En el colmo de la abyección, pues saben que él demostraría su
inocencia  de  los  cargos  falsos,  tratan  de  aprovechar  su  sentido  del  honor  y  que  no
niegue los verdaderos aun no habiendo pruebas.

La tiranía utiliza hasta la virtud de los hombres para inculparlos. El ex alcalde y mayor
potentado  de  café,  quina,  y  té;  el  hombre  joven  más  admirado,  rico  y  apuesto  de  la
colonia; el mejor casado de la ciudad; el niño bonito de virreyes y grandes académicos,
se  presenta  ante  la  Real  Audiencia  tras  recibir  orden  de  captura  el  29  de  agosto  de
1794.  Podría  negarlo  todo  y  apelar  al  Virrey.  Podría  delatar  e  inculpar  a  muchísimos
amigos, o sobornar. Pero redacta una defensa, junto a su abogado y colaborador doctor
Ricaute,  en  la  que  rechaza  toda  delación  y  colaboración  con  el  tribunal,  niega  los
delitos  de  rebelión  y  reconoce  y  defiende  la  impresión  y  difusión  de  la  Declaración.
Además, hace encendida defensa de los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión.
Para mayor atrevimiento hace que Ricaute imprima y publique el pliego de defensa. 

La Real Audiencia, impactada, rechaza la sesión oral (la elocuencia y poderío verbal de
Nariño  es  conocida)  y  considerando  la  declaración  una  confesión,  dicta  sentencia.
Incluso condenará a su abogado que morirá en la cárcel. No se atreven a condenarlo a
muerte ni a llevarlo a la Inquisición en Nueva Granada. Su prestigio y reconocimiento,
incluso  entre  las  masas  humildes  de  la  población,  lo  hacen  demasiado  peligroso.  Lo
condenan  a  destierro  perpetuo  y  diez  años  de  prisión  en  África.  Será  considerado  el
enemigo  número  uno  de  la  Corona  en  las  Américas  hasta  el  estallido  de  la
emancipación.  Es  el  comienzo  de  una  andadura  de  tribulaciones,  cárceles  ,  fugas,
intentos de asesinato, etc. Ha salido a la luz como insurgente y como ejemplo público
de rebeldía. 

Paralelamente  el  Antonio  español  también  toma  compromisos  que  le  llevarán  por  su
propio vía crucis. Apoyó a don Juan de Borbón contra Franco y su propio hijo, gozando
este  último  de  su  absoluta  confianza,  pero  no  se  atrevió  a  seguir  al  abogado  hasta  el
final. Por ello, Antonio García Trevijano lo abandonó y fundó la Junta Democrática. Su
actividad  ya  se  hace  pública  y  conocida.  Consigue  el  control  del  Diario  Madrid  y  lo
editorializa  hacia  el  aperturismo.  Tendrán  literalmente  que  dinamitar  el  rotativo  para
hacerlo  callar.  Llega  a  fraguarse  su  asesinato  en  dos  Consejos  de  Ministros  presididos
por  el  mismísimo  Franco.  Sufre  palizas,  atentados  y  en  ocasiones  protagoniza  huidas.
Su  figura  toma  dimensión  internacional.  El  departamento  de  Estado  americano  llega  a
considerar  a  García-Trevijano  como  la  única  oposición  real  a  Franco,  calificándolo  de
“maverick”. Con don Juan llega a diseñar un modelo político innovador en la historia
mundial: la monarquía presidencialista. La propuesta es abalada por constitucionalistas
de prestigio continental. Su prestigio internacional y su audacia en la acción política es
tal, que él solo es capaz de gestionar la tramitación necesaria ante la ONU (incluida la
redacción de una constitución) para el reconocimiento de la independencia de Guinea
Ecuatorial, derrotando a toda la diplomacia española.

Como  escribirá  Trevijano  años  más  tarde  en  la  Teoría  Pura  de  la  República:  “VERDAD
POLÍTICA  Y  LIBERTAD  COLECTIVA  SON  LA  MISMA  COSA”.  Esta  afirmación  debe  llevar
inexorablemente  a  esa  primera  legitimación  necesaria,  la  legitimidad  moral.  Y  ambos
Antonios  se  convierten  en  vivo  ejemplo  con  sus  propias  vidas.  Es  imprescindible
ROMPER  con  la  INMORALIDAD  y  La  INFAMIA  de  un  régimen  ilegítimo  y  corrupto,  para
poder conquistar una libertad constituyente que genere una democracia representativa
formal.

3. DOS LÍDERES REVOLUCIONARIOS DE LA LIBERTAD

Ambos  precursores  se  convertirán  en  líderes  en  la  acción  política,  bien  de  un
movimiento político opositor, bien de su país en proceso revolucionario:

Nariño,  tras  escapar  antes  de  llegar  a  África,  vivirá  en  Francia  y  Gran  Bretaña.
Alcanzará su grado 33 en la masonería y tendrá el reconocimiento de ser el único capaz
de sublevarse en la América Española. Miranda aún siquiera ha llegado a Gran Bretaña
para  declararse  independentista  y  formular  el  Plan  de  1798.  Aprovechando  la  Guerra
anglo-española declarada en 1796, el ex alcalde se arriesga a volver en secreto a Santa
Fé de Bogotá. Allí intentará coordinarse con la Royal Navy y provocar una sublevación.
Pero una vez más la Real Audiencia sabe cómo neutralizarlo: jugando sucio. Amenazan
con  encarcelar  y  torturar  a  su  mujer  y  sus  hijos  y  él  se  entrega  voluntariamente  en
1797.  Encarcelado  y  liberado  varias  veces  bajo  arresto  domiciliario,  la  noticia  de  la
proclamación de independencia y deposición del último Virrey el 20 de julio de 1810,
la  recibirá  en  los  calabozos  de  Cartagena  de  Indias.  Una  vez  liberado  y  aunque  los
oligarcas  criollos  lo  quieren  contentar  haciéndolo  secretario  en  la  constitución  del
Congreso de Nueva Granada, pone en marcha otra publicación llamada La Bagatela. 

Aun  siendo  reconocido  y  llamado  “Mártir  de  la  libertad”,  no  se  deja  comprar  con
adulaciones.  Mientras  que  la  Junta  Provisional  no  abandona  la  idea  de  REFORMA  del
virreinato  y  negociación  con  la  metrópoli,  Nariño  trata  de  mostrarles  que  el  único
camino  es  el  de  la  RUPTURA  y  proclamación  de  una  república  independiente.  Ellos
creen que es radicalismo ideológico. No, es certeza en el análisis político. Nariño sabe
que si vuelve el poder español no habrá negociación posible. El absolutismo no negocia.
Se acata o no. Y ha visto que el movimiento liberal en España es debilísimo. Por eso no
tiene  piedad  en  sus  editoriales  contra  el  primer  presidente  electo  de  la  república
neogranadina  (Cundinamarca  en  ese  momento),  Juan  Tadeo  Lozano.  El  Presidente
Tadeo  ha  propugnado  una  constitución  que  formalmente  es  una  monarquía
constitucional  y  él  definido  como  “Presidente  de  la  Representación  Nacional”  en
nombre  de  Fernando  VII.  La  Bagatela  logra  la  hegemonía  de  la  opinión  pública
denunciando esa cobardía política y la anarquía de las provincias en manos de caciques
que solo se preocupan de su poder. Tadeo renuncia a su presidencia y refleja el fracaso
de  una  constitución  tan  débil  que  está  abierta  a  las  decisiones  de  cada  provincia  o
municipio poderoso.

El  pueblo  aclama  a  Nariño  y  obliga  a  la  Representación  Nacional  (la  comisión
permanente) a nombrarlo presidente. El Precursor se niega a aceptar si no es elegido
por  elección  popular.  Y  aquí  se  produce  el  único  caso  en  la  historia  de  Occidente,
además  del  de  George  Washington,  en  la  que  hay  una  proclamación  presidencial  por
unanimidad. La Junta Electoral certifica que nadie quiere oponerse a él y proclama a
Antonio Nariño segundo presidente electo de Cundinamarca el 21 de septiembre 1811
ante  el  jolgorio  y  algarabía  de  la  población.  Antonio  Nariño  se  convierte  en  el  Tercer
Presidente  Titular  en  la  nomenclatura  de  la  actual  República  de  Colombia,  segundo
electo y para muchos el primero de una nación integrada y republicana. En Diciembre
el Congreso de las Provincias Unidas de Nueva Granada lo reconoce Presidente de todo
el país.

El ya Presidente Nariño, como García-Trevijano buen conocedor tanto de la Revolución
Americana como de la Francesa, sabe que se necesita la segunda legitimación similar a
la  LEGITIMIDAD  REPUBLICANA  EN  TORNO  A  UN  PODER
la  estadounidense: 
PERSONALIZADO  Y  ELECTO.  Declara  la  ruptura  con  España  y  establece  la  república
presidencialista y centralista. Hay que mantener la unidad del país en una sola nación

con  un  estado  centralizado.  Y  al  contrario  de  lo  que  piensan  los  federalistas,  la
Constitución Federal de EEUU se hizo para unir y no disgregar. Si no, ¿cómo garantizar
la libertad de todos? ¿Cómo garantizar la ciudadanía a cada persona y su ejercicio? Los
federalistas pretenden disgregar el país en provincias federadas, es decir, separarlo en
mini  estados,  para  luego  negociar  su  unión.  ¡Es  absurdo!  Manteniendo  unida  a  toda
Nueva  Granada  mediante  un  estado  estructurado,  habrá  capacidad  para  vencer  a  los
realistas  y  construir  una  nación  fuerte  e  independiente.  Y  por  supuesto  con  una
democracia representativa formal que esté por encima del poder de la oligarquía criolla
provincial.  Estos  últimos  provocan  la  Primera  Guerra  Civil,  lanzándole  todas  las
provincias contra él y la capital. Los dos Antonios no tienen reparos en quedarse solos
frente al mundo, si es necesario, pero jamás renuncian a sus convicciones. 

Nariño gana la guerra en enero de 1813 (en la Batalla de San Victorino) y pone su cargo
a  disposición  del  Congreso  de  Nueva  Granada,  a  condición  de  que  el  país  una  sus
fuerzas  contra  la  todavía  presencia  realista  española  en  el  territorio.  Nuevamente
asombra  y  desarma  su  generosidad.  Sus  adversarios  políticos,  los  próceres  Tadeo,
Camilo  Torres,  el  sabio  Caldas,  los  generales  federalistas  como  Baraya,  se  rinden  ante
su  superioridad  moral  y  a  la  evidencia.  El  Congreso  rechaza  la  dimisión  y  lo  nombra
Presidente  Dictador  y  Teniente  General  de  todos  los  ejércitos  patriotas.  El  Precursor
instala el Colegio Electoral, dejando claro la vocación militar y temporal de su función
dictatorial,  y  realiza  “el  mejor  discurso  político  de  la  época”,  en  palabras  del
historiador español Ramón Ezquerra. Se declara la ruptura definitiva con la Corona de
España y se proclama la Primera República el 16 de julio de 1813. Su triunfo político es
completo.

Unos meses antes, en marzo de 1813, el Presidente Dictador había ayudado al entonces
brigadier  Simón  Bolívar  a  conseguir  medios  del  Congreso  para  iniciar  su  campaña  de
liberación  de  Venezuela  (“Oh  qué  grandes  espectáculos  se  presentan,  señor
presidente, en el teatro del Nuevo Mundo”, escribe agradecido el futuro Libertador al
Precursor). Nariño en persona se dirigirá al sur a liberar el territorio neogranadino de
Quito  (actual  Ecuador)  en  septiembre,  así  como  renuncia  al  poder  presidencial
temporalmente para vestirse de militar. Una vez más demuestra que no tiene apego al
poder  y  que  desea  estar  en  la  acción  política.  Su  legado  como  gobernante  no  tiene
precedentes:  la  Casa  de  la  Moneda  y  los  bonos  del  Tesoro;  reforma  de  la  educación,
sustituyendo  la  escolástica  por  criterios  científicos;  abolición  progresiva  de  la
esclavitud; una reforma agraria democratizadora frente a los latifundios; sistema social
estatal para atender a hospicios y hospitales; diseño de una economía de exportación,
etc. Él mismo marca la iniciativa política y diseña la campaña del Sur, dando libertad a
Bolívar  para  su  exitosa  Campaña  Admirable  sobre  Caracas.  De  nuevo  su  saber
enciclopédico, proyectado en el campo de batalla, lo convertirá en mejor estratega que
los profesionales y experimentados generales españoles Sámano y Aymerich, a quienes
derrota sucesivamente. Pero aquí aparecerá el único fenómeno capaz de derrotar tanto
a Nariño como a García-Trevijano: la TRAICIÓN.

Antonio García-Trevijano también vivirá el liderazgo en un gran proyecto libertador: la
unificación  de  toda  la  oposición  a  la  dictadura  franquista,  con  un  programa  básico  de
RUPTURA PACÍFICA que lleve a la LIBERTAD POLÍTICA. Protagonizando la iniciativa en la
acción política, es el único que logra convencer a todas las fuerzas opositoras de dentro
y fuera de España. Ya había dejado el proyecto liderado por Don Juan, al rendirse este
finalmente ante el nombramiento de su hijo Juan Carlos como sucesor oficial a Franco.
En maniobra sorprendente, tanto para las autoridades nacionales como internacionales,
Trevijano  desde  su  propio  despacho  de  abogado,  se  comunica,  coordina,  enlaza  y

convence a los grupos, partidos y movimientos políticos opositores (realmente activos)
a unirse en torno a doce puntos básicos redactados por él, más allá de toda ideología
determinada.  Se  propone  un  proceso  de  ruptura  pacífica  con  la  legalidad  franquista,
amnistía, establecimiento de un gobierno provisional y abrir un período constituyente
con libertad política. 

La Junta Democrática es un hecho en 1974, con un Franco cada vez más enfermo y su
régimen debilitándose. Desde el Departamento de Estado de EEUU, coordinado con los
gobiernos  socialdemócratas  de  Willy  Brandt  y  Helmut  Schmidt,  se  intenta  controlar  o
influir  de  alguna  forma  posibilitando  la  resurrección  de  un  partido  socialista  como  el
PSOE, que apenas era operativo en el exilio. En torno al PSOE se organiza la Plataforma
Convergente  Democrática  en  1975,  que  admite  exigencias  de  federalizar  España,  e
incluso  de  aceptar  los  pretendidos  derecho  de  autodeterminación  de  territorios
españoles. 

Tal vez creen que con esas propuestas atraerán a más fuerzas opositoras. Con curiosa
coincidencia  temporal,  don  Antonio  sufre  un  atentado  casi  mortal  por  parte  de  las
fuerzas del orden franquistas a finales de ese año y en momentos en que la Plataforma
liderada por Felipe González no está teniendo el éxito esperado. A comienzos de 1976,
ya  fallecido  el  dictador  y  con  Arias  Navarro  aún  de  Presidente  del  gobierno,  la
Plataforma tiene que aceptar la realidad del sólido proyecto de la Junta Democrática y
del  liderazgo  de  Trevijano,  renunciando  al  federalismo  y  fusionándose  con  esta.  Es  la
creación de la Coordinación Democrática presidida por don Antonio García-Trevijano (la
popular  “Platajunta”).  Su  triunfo  político  parece  imparable.  Y  como  con  el  otro
Antonio, solo hay una forma de poder derrotarlo: LA TRAICIÓN.

4. DOS HÉROES ÉPICOS TRAICIONADOS

Cuentan  las  crónicas  que  el  primer  ministro  inglés  Disraeli,  al  ser  informado  de  la
histórica derrota británica de Isandlwana por el ejército Zulú, que supondría su caída y
final  político,  exclamó:  ¿Pero  quiénes  son  estos  extraordinarios  zulúes,  que  vencen  a
nuestros  generales  y  convierten  a  nuestros  obispos?  Algo  parecido  debieron  exclamar
los mandatarios europeos y norteamericanos cuando vieron que no podían manipular el
proceso  político  de  cambio  de  régimen  en  España.  Porque  un  solo  hombre,  un
independiente, un “maverick”, un infatigable líder organizador y revolucionario, ajeno
a  todo  control  ni  servidumbre,  interior  ni  exterior,  iba  a  guiar  a  España  a  una  nueva
realidad  política.  Había  obtenido  el  reconocimiento  del  Parlamento  Europeo  en
Estrasburgo y hasta se atrevió a anunciarles a los europarlamentarios en un discurso en
la  eurocámara  que  España  iba  a  traer  a  Europa  la  libertad  política  que  no  habían
logrado las naciones europeas por ellas mismas, pues disfrutaban de la libertad que el
ejército norteamericano les había otorgado.

En la Primavera del 76, el Ministro de la Gobernación Fraga Iribarne estaba preocupado
por la unificación de la oposición en torno a Trevijano. Por indicación y complicidad del
dirigente  del  PSOE,  Felipe  González,  ordena  su  encarcelamiento  sin  procesarlo  para
dejarlo fuera de juego. La primera traición se materializa. Felipe González, títere de la
socialdemocracia alemana con la anuencia de Washington y de Madrid, quería tomar la
iniciativa negociando con el político del régimen que creyó más fuerte. Pero no es muy
acertada su apuesta porque sale excarcelado a los cuatro meses, al mismo tiempo del
cese del ministro, el 5 de julio de 1976. Durante ese tiempo la actividad opositora ha
sido completamente nula. Puesto en libertad don Antonio, la actividad opositora vuelve
a exhibirse con toda su fuerza: grandes manifestaciones como la de Canarias el 20 de

Julio, huelgas, protestas, etc. Tratando de anularlo acaban constatando su gigantesco e
incuestionable  liderazgo.  Es  imprescindible  derrocar  al  líder  que  ha  organizado  la
oposición en torno a la RUPTURA y aniquilarlo si no física, al menos civilmente.

El nuevo Presidente del Gobierno, Suárez, llama a la negociación intentando controlar
el  proceso  de  cambio  político  y  Trevijano  se  verá  sorprendido  por  una  traición
imposible  de  imaginar:  Santiago  Carrillo  y  su  PCE  aceptando  el  modelo  de  reforma  y
convivencia con el franquismo, junto con el ya traidor PSOE, y rompiendo la Platajunta
para  negociar  el  texto  de  ley  de  Reforma  Política,  que  Suárez  presentará  ante  las
cortes  franquistas  en  noviembre  de  1976.  ¿Pero  cómo  logran  acabar  por  fin  con  el
indestructible liderazgo de don Antonio en la cima de su prestigio público e influencia
en la dirección de toda la oposición antifranquista? La respuesta es el linchamiento civil
mediante  la  calumnia  y  la  difamación  planificada  y  masiva.  Los  hechos  se  sucederán
vertiginosamente haciendo casi imposible la defensa, tal como lo relató el propio don
Antonio  en  testimonio  realizado  personalmente  al  que  suscribe,  en  Marzo  de  2016,  y
que expongo a continuación:

"El 15 de septiembre de 1976 en el domicilio social del Partido Carlista en la calle del
Limón  de  Madrid,  en  el  Pleno  de  la  Coordinación  Democrática,  se  eligen  dos
representantes para integrar en la Platajunta a las asambleas de Cataluña, País Vasco y
Valencia.  Hay  que  elegir  a  dos  delegados  de  la  Platajunta  para  ir  a  Valencia.  García-
Trevijano, que preside la reunión, anuncia que él no quiere ser elegido como delegado,
presentándose como candidatos Simón Sánchez Montero, del PCE y Enrique Múgica, del
PSOE. Se procede a una elección secreta y resulta elegido en primer lugar Don Antonio,
con  cerca  de  treinta  votos;  en  segundo  lugar  se  elige  a  Simón  Sánchez  Montero,  con
pocos  votos  menos  y  en  tercer  lugar  es  elegido  Enrique  Múgica  con  cuatro  o  cinco
votos. En ese momento, este último se levanta abandonando la reunión y gritando que
el PSOE era moralmente incompatible con García-Trevijano y con un papel en la mano—
dossier  que  relacionaba  a  Trevijano  con  turbias  gestiones  en  Guinea  Ecuatorial—
diciendo:  leed  esto  en  la  prensa.  En  un  principio  la  reacción  es  de  apoyo  total  de  la
Platajunta a su líder natural y se le encarga la redacción del “Documento de Unidad”
para fijar los criterios rupturistas en la negociación, quien ante la amenaza de Múgica
acepta  el  nombramiento  de  presidente  de  la  delegación  y  en  esa  condición  va  a
Valencia  para  presidir  la  fusión  de  todos  los  organismos  políticos  de  oposición  al
régimen.  A  las  cuarenta  y  ocho  horas  del  acuerdo  de  unidad,  el  presidente  del
Gobierno,  Suárez,  levanta  la  declaración  de  “materia  reservada”  sobre  todo  asunto
referente  a  Guinea.  Al  día  siguiente,  Múgica  entrega  a  la  prensa  ese  “papelito”  que
llevaba  en  la  mano  —dos  folios  con  el  membrete  de  Asuntos  Exteriores  de  Guinea
Ecuatorial  sin  firmar  por  nadie—.  Toda  la  prensa  publica  esa  acusación  anónima  con
grandes  titulares:  la  carrera  política  de  Trevijano  ha  terminado.  Don  Antonio  convoca
una rueda de prensa en el Hotel Eurobuilding, a la que asisten unos cincuenta medios
de  toda  España,  a  los  cuales  les  entrega  un  dossier  demostrando  con  documentos
oficiales  del  Ministerio  de  Comercio  Español,  que  todos  los  hechos  atribuidos  al  señor
Trevijano eran absolutamente falsos. Un día después, salvo el periódico Ya, que publica
unas  líneas  en  páginas  interiores,  ningún  diario  se  hace  eco  de  la  susodicha  rueda  de
prensa.  Don  Antonio  presenta  trece  querellas  sobre  trece  medios  informativos  por
injurias y calumnias. Ninguna de ellas es admitida por los tribunales. El señor Trevijano
pide  entonces  a  Cesáreo  Rodríguez  Aguilera,  Magistrado  perteneciente  a  Justicia
Democrática,  que  reúna  a  la  Comisión  Nacional  de  esa  organización  clandestina  para
que emita un comunicado tras estudiar el extenso dossier que le entregó, dictaminando
que todo es falso y producto de una pura difamación. A Cesáreo le parece pertinente su
petición y la traslada a la Comisión Directiva sita en Barcelona. Dos días después, por

teléfono, Cesáreo comunica a Trevijano que Justicia Democrática no puede aceptar su
petición porque sabe que eso sería condenar al PSOE y no quieren hacerlo".

Tras pactar con González y Carrillo, Suárez presenta la Ley de Reforma Política el 18 de
noviembre  y  es  aprobada.  Compra  las  voluntades  de  los  procuradores  para  obtener
amplia mayoría y degrada públicamente a los que votan en contra al ser catalogados de
“búnker  del  Movimiento”.  Así  la  TRAICIÓN  y  el  SOBORNO  abren  paso  al  modelo
REFORMISTA  y  definen  ese  período  histórico  tan  alabado  conocido  como  LA
TRANSICIÓN.  Al  año  siguiente,  con  las  elecciones  de  junio  de  1977,  la  Monarquía
heredera  del  franquismo  y  travestida  en  régimen  de  ESTADO  DE  PARTIDOS,  es  ya  un
hecho.  La  Secretaría  de  Estado  de  EEUU  constata  con  agrado  el  fin  político  de
“maverick”  Trevijano,  en  cable  confidencial  recibido  de  la  Embajada  en  España  el  20
de  diciembre  de  1976:  se  le  reconoce  y  agradece  al  PSOE  la  muy  beneficiosa
destrucción  de  García-Trevijano  como  figura  política  creíble.  ¿Será  el  final  de  la  vida
política del precursor español?

Paralelamente  a  la  España  de  1976,  el  precursor  hispanoamericano  siente  cercana  la
victoria  definitiva  de  la  libertad  sobre  el  absolutismo,  y  de  la  independencia  sobre  el
colonialismo  en  enero  de  1814.  Con  la  toma  de  Popayán  y  las  victorias  de  Palacé  y
Calibío sobre el general Juan Sámano y de Tacines sobre el general Melchor Aymerich,
las últimas tropas realistas se refugian encajonadas en Pasto. Su inminente derrota final
parece  anunciar  la  caída  de  Quito  y  consecuentemente  la  unificación  de  toda  Nueva
Granada  en  torno  a  la  Primera  República.  Nariño  ordena  el  avance  con  él  en
vanguardia,  confiando  en  la  presión  de  sus  flancos  y  la  protección  de  su  retaguardia.
Pero aquí también los traidores aprovechan su oportunidad: el Presidente del Congreso,
Camilo Torres, en connivencia con toda la élite de próceres de la Primera República y
demás  oligarcas  criollos,  compra  a  algunos  oficiales  que  convencen  a  las  tropas  de
refuerzo en la retaguardia de que Nariño ha caído en combate y se retiran a Popayán.
Los  oficiales  de  los  flancos  se  percatan  de  la  retirada  general  y  les  siguen  los  pasos
dejando a la vanguardia a su suerte. Como un moderno Don Rodrigo, abandonado por
los witizanos en plena Batalla de Guadalete, el General y Presidente Nariño es rodeado
y  derrotado.  En  plena  desbandada  y  estando  entre  la  maleza,  decide  que  la  dignidad
presidencial  es  primero  que  la  supervivencia,  y  como  ya  hiciera  años  antes  por  su
familia se entrega voluntariamente a los oficiales realistas el 12 de mayo de 1814. Es
muy  reveladora  de  su  carácter  la  anécdota  de  su  entrega,  en  la  que  al  principio  no
delata  su  identidad  prometiendo  entregar  al  Presidente.  Una  vez  ante  Aymerich,  le
ruega  hablar  al  pueblo  de  Pasto,  monárquico  y  católico  a  ultranza,  antes  de  hacer  la
entrega. Y es ante el pueblo que lo ha derrotado cuando en memorable discurso revela
su  identidad  y  reconoce  su  derrota,  haciéndose  responsable  de  no  haberles  sabido
transmitir la necesidad de libertad e independencia.

El  general  Aymerich  no  se  atreve  ni  a  fusilarlo  ni  a  retenerlo  en  Quito.  Se  sabe  que
Fernando VII ha regresado a España, pero aún no ha llegado la noticia de la abolición de
la  Cortes  de  Cádiz  y  de  la  Constitución  de  1812,  por  lo  que  esta  aún  está  vigente.
Prudentemente lo envía prisionero a Cádiz. No sabe que acaba de salvarle la vida. Sin
Nariño el Congreso neogranadino abole la figura presidencial y sume en la anarquía a la
Primera  República.  El  contraataque  español  a  cargo  del  invicto  general  Morillo  no
tendrá piedad. La reconquista española y el fin de la Primera República se consuman en
1816.  Los  análisis  políticos  del  Nariño  periodista  se  cumplen  con  precisión  científica.
Todos  los  próceres  de  la  república  neogranadina  son  ejecutados.  En  el  pecado  de  la
traición llevarán su penitencia y condena. Camilo Torres, Juan Tadeo Lozano, el sabio
Caldas,  Baraya…  todos.  Por  suerte  Simón  Bolívar,  que  no  había  actuado  todavía  como

político sino solo como líder militar, tras ser derrotado, logra escapar a Jamaica. ¿Habrá
una tercera vida política para el Precursor?

5. DOS FÉNIX COMO REFERENTES UNIVERSALES 
Y CON AUCTORITAS INAPELABLES

“Lo moderno implica la reconquista de la parte de la tradición proyectada al futuro, es
decir, un continuo renacimiento y renovación vital de la genuina lealtad generacional a
la  especie  humana.  UNA  REVOLUCIÓN  INTELIGIBLE  Y  REALIZABLE  DE  LA  LIBERTAD
POLÍTICA COLECTIVA”.

Con  estas  palabras  concluye  García-Trevijano  su  Teoría  Pura  de  la  República,  en  su
edición de 2010. Su obra maestra que eleva a la política a categoría de ciencia por su
descubrimiento  de  las  mónadas  como  unidad  básica  de  representación  política.  Su
misma persona daba vida a cada una de esas palabras, porque como Ave Fénix parecía
renacer  y  renovarse  en  todas  las  etapas  políticas  de  los  últimos  cuarenta  años  del
Régimen  de  Estado  de  partidos,  liderando  y  demostrando  que  era  inteligible  y
realizable  la  revolución  de  la  libertad  política  colectiva.  Incluso  desde  el  ostracismo
social.

En  la  Transición  será  la  voz  que  clama  en  el  desierto.  Adquiere  la  revista  Reporter  y
publica el ensayo La Alternativa Democrática, pero ya el Régimen arrastra a la mayoría
social  a  refrendar  la  llamada  Constitución  de  1978  (en  realidad  carta  otorgada  o  Ley
Fundamental).  Tiende  a  retirarse  concentrándose  de  nuevo  en  su  actividad  como
abogado, sin dejar de publicar artículos y varios libros. En los noventa vuelve a tener
proyección mediática con presencia televisiva inclusive, al fundar, junto a influyentes
periodistas  líderes  de  opinión,  la  AEPI  (Asociación  de  Escritores  y  Periodistas
Independientes).  En  realidad  los  periodistas  tratan  de  utilizarlo  para  derrocar  el
cesarismo  del  presidente  González  y  don  Antonio  lo  aprovecha  para  recuperar  el
debate  sobre  la  realidad  de  la  falta  de  democracia  y  el  cuestionamiento  del  Régimen
del 78. En 1994 publica el Discurso de la República, cuyo exitoso acto de presentación
parece resucitar el republicanismo constitucional. Al producirse la alternancia política
en 1996, casualmente vuelven a intentar enredarlo en procesos legales y a condenarlo
al ostracismo mediático. La AEPI desaparece y toda la mass media parece obedecer al
establishment. Publica su obra maestra de ciencia política en 2005: La Teoría Pura de la
República.  Las  nuevas  formas  de  comunicación  del  siglo  XXI  y  el  progresivo  deterioro
del Régimen le hará renovarse y resurgir de nuevo.

La  naturaleza  de  Fénix  no  es  ajena  a  Nariño.  Liberado  en  1820  por  el  alzamiento  de
Riego  y  apoyado  por  hermanos  masones  españoles  y  británicos,  regresa  a  suelo
americano  en  1821.  Le  recibe  personalmente  el  ya  titulado  Libertador  y  electo
Presidente  Simón  Bolívar.  “Aparición  prodigiosa”  lo  llama  el  Libertador,  no  sin  placer
malicioso, conociendo el terror que causa la noticia de su regreso a toda la nueva élite
política y a la oligarquía criolla. Contradiciendo a sus consejeros lo elige Vicepresidente
interino encargado de instalar el Congreso de Cúcuta en mayo de 1821, que realizará la
Constitución de la Gran Colombia. Bolívar tiene que ausentarse a terminar de expulsar
a los españoles al Sur y teme que su vicepresidente y líder de la oligarquía Francisco de
Paula  Santander,  ejerza  poder  absoluto  en  su  ausencia  como  Presidente  interino.  La
presencia de la AUCTORITAS de Nariño es justo lo que busca para compensar la potestas
de Santander (que para más inri había sido suboficial federalista en la Guerra Civil). El
Precursor, carente ya de riquezas (salvo una pensión por sus méritos) ni de influencias,
se  atreve  a  presentar  un  texto  constitucional.  Trata  de  hacer  realidad  esa  tercera

legitimación  del  modelo  norteamericano: 
EJERCICIO DEL PODER. 

la  LEGITIMACIÓN  DEMOCRÁTICA  DEL

Por pura demostración de fuerza no se la aceptarán, pero en realidad asimilan casi toda
la  política  de  Nariño:  presidencialismo  electo  y  centralista;  abolición  progresiva  de  la
esclavitud;  división  de  poderes;  representación  popular  y  desde  unidades  mínimas
como las parroquias; justicia, hacienda, tesoro, ejército y educación administrados por
el Estado… Solo no le aceptan una fórmula de ley orgánica, precisamente para prever el
federalismo de los territorios aun por liberar como Quito y parte de Venezuela.

El interino Presidente Santander (que no se atreve a debatir con el Precursor de todo
lo  demás)  prefiere  una  convención  en  diez  años  que  reforme  la  Constitución.  Está
demasiado cómodo en un poder ilimitado, aun procediendo del federalismo, como para
preocuparse  de  eso  ahora.  El  gigante  de  la  auctoritas,  desde  su  incontestable  criterio
científico-político, le recuerda que hay que aprender de los errores y que relegar ese
problema  es  condenar  la  Constitución  y  la  unidad  nacional  al  fracaso.  Contrariado,
abandona el Congreso. Una vez más se cumplirá su análisis político y en 1830 la Gran
Colombia eclosiona en tres naciones independientes: Colombia, Venezuela y Ecuador.

A  los  dos  años  del  Congreso  de  Cúcuta  fallece  con  58  años,  estando  físicamente
deteriorado como un anciano por su ajetreada vida. Hasta sus últimos días no cejará en
la  batalla  política:  siendo  elegido  senador  en  1823,  venciendo  judicialmente  a
difamadores que quieren arruinarlo y fundando la publicación Los Toros de Fucha para
contrarrestar  el  gubernamental  El  patriota,  en  defensa  de  la  LIBERTAD  DE  EXPRESIÓN
frente  al  abuso  de  poder.  Y  continúa  la  batalla  política  dos  siglos  más  tarde,  como  el
REFERENTE  UNIVERSAL  que  renace  para  derrotar  la  cultura  política  del  nacionalismo
bolivariano, indigenista y socialista del Siglo XXI.

En  esta  nueva  dimensión  hallamos  el  último  paralelismo  plutarquiano  de  los  dos
Antonios. ¡ECCE PARALLELAE VITAE!

internacional  que  eleva 

En  2013,  se  produce  un  hecho 
incuestionable  y
definitivamente  a  don  Antonio  a  categoría  de  REFERENTE  UNIVERSAL  histórico  y
político. Se hacen públicos a partir de 2010 por Wikileaks a nivel mundial, gran parte
de los cables confidenciales de la Secretaría de Estado de EEUU. Los concernientes a la
España  entre  1974  y  1976  se  publican  en  2013,  confirmando  fehacientemente  lo  que
todo  el  Régimen  del  78,  tanto  por  la  clase  política  como  por  la  clase  académica,
periodística  y  medios  de  comunicación  han  logrado  ocultar  o  deformar  durante
décadas:  la  verdadera  naturaleza  de  la  figura  histórica  de  don  Antonia  García-
Trevijano, como único líder de la oposición democrática antifranquista y la VERDAD de
las  traiciones  y  manipulaciones  que  impidieron  a  España  lograr  la  libertad  política
colectiva  y  la  posibilidad  de  tener  una  constitución  con  democracia  representativa,
como  propugnaba  el  precursor  español.  El  alcance  de  estas  revelaciones  están  siendo
obviadas y frenadas por el régimen de partidos. Realmente la sociedad española aún no
es consciente mayoritariamente, de la repercusión de esos documentos y el significado
de lo que demuestran.

El “efecto supernova” de Wikileaks en toda su magnitud, tan lento como irreversible,
ya no podrá presenciarlo el propio maestro. Don Antonio García-Trevijano Forte falleció
el  pasado  28  de  Febrero  de  2018.  Único  científico  de  la  política  en  lengua  española
como él decía, su AUCTÓRITAS ilimitada e inapelable la seguirá ejerciendo tanto en su
inmensa  obra  audiovisual  y  escrita,  expuesta  en  las  redes  y  publicado  en  diferentes

medios,  cuanto  en  la  obra  y  actividades  de  los  seguidores  y  admiradores  de  su
pensamiento.  Como  ejemplo  paradigmático  el  grupo  de  medios  DEMOS,  que  en  estos
momentos más éxito está teniendo, junto a la asociación que lo apoya Demócratas por
la Libertad Constituyente.

Más allá de los expuestos paralelismos biográficos y de pensamiento político, hay algo
completamente IDÉNTICO en ambas vidas: vivir en la ACCIÓN. Así que concluyo con una
frase  del  PRECURSOR  Antonio  Nariño  y  Álvarez  del  Casal,  que  con  absoluta  seguridad
suscribiría literalmente el PRECURSOR Antonio García-Trevijano Forte:

“NO HAY NADA MÁS QUIETO 
QUE LOS ESCLAVOS Y LOS MUERTOS”

Publicado en La Bagatela en 1811.

*Vicente José Ferrer de Pellicer
Prescriptor jurídico 
y tecnológico internacional. 
International Business Manager 
de consultora ROCA ABOGADOS. 
Analista político.