1998-02-22.LA VANGUARDIA.ANSONADA

Publicado: 1998-02-22 · Medio: LA VANGUARDIA

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LAVA.NGJJARIIIA22

 I»  KI.’RRE14() I)I

 1998;0]

Paisaje  después de la;1]

s

Las  revelaciones  de Luis María Anson completan el rompecabezas  de la conspiración
perpetrada  por  un  grupo  de  personajes  de  la  prensa,  las  finanzas  y  la justicia  que
pusieron  en peligro la estabilidad del país para lograr sus fines políticos .  Páginas  2 a 7
Dictamen  sobre el cuarto poder

UN  ARTICULO DE JOSÉ ANTONIO  MARINA

ENTREVISTA
Juan  María Atutxa:
“El  mejor punto final
del  caso GAL es que se
esclarezca cuanto antes”
Páginas 19 y  11

Los
Windsor

La  subasta de toda una vida
Páginas  12 y  13

  -;0]

;1]

LA  SEMANA %ISfl  POR:  Eduardo  Chillida

REVISTA2

LA VANGUARDIA, DOMINGO, 22 FEBRERO 1998

La  operación de Acoso Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ

Escenarios
para uñ golpe
   depapel

Cómo segestó y desarrolló el plan que
pusó al límite la estabilidad del Estado

.

     .

El  último capítulo de la
conspiración  ha alumbrádo un
nuevo  término, la ansonada, la
confesión  que ha completado el
círculo  de la crispación que ha
sufrido España
Por Mtrius Caro!, Santiago
Tarín y E. Martín de Pozuelo

E llunes25 dejulio  de  1994, el diario
.      reunión

“ABC”  publicaba la noticia  de una
 secreta  entre  José  María
Aznar  y Julio Anguita, celebrada en
 el domicilio de Pedro J. Ramírez  en
la  calle Marqués de Riscal. La filtra
ciç5n no gustó  a los reunidos,  que  se habían  im
puesto  la máxima  discreción. En aquella cena se
gestó  la “pinza” contra  Felipe González. La idea
de  que “hay  que acabar  con el felipismo para  re-
generar  el sistema!” estuvo  presente  en  las con-
versaciones,  según escribió más tarde una biógra
fa  autorizada  del director  de “El Mundo”.  Pedro
J.,  un periodista  al frente de un diario  del que era
accionista  el procesado  Mario  Conde,  reunía  al
líder  de  la derecha  y al de la  izquierda  y sugería
“un  pacto a la griega”. Desde  luego no figuran en
los  manuales del periodismo  tales manejos como
consustanciales  al oficio, pero  así fue. A los pos-
tres,  Pedro  J. regaló los ocho tomos  de la “Histo
ria  de  la decadencia  y suma  del  Imperio Roma-
no”,  de Gibbon, a Aznar y Anguita, mientras  sub
rayaba:
 algo  tan  sólido  y
 si
aparentemente  imbatible  como  el Imperio  Ro-
mano  hubo un momento  en que cayó, ¿cómo no
va  a caer el césar González?”

 “Ya  véis,

Regenerar  el sistema fue el pretexto esgrimido
por  un grupo de periodistas, juristas y financieros
para  conspirar y terminar  con la figura política de
Felipe  González, en primér  término, y conseguir
la  abdicación  del Rey, en segunda instancia.  Así
lo  ha  explicado a la revista “Tiempo”  esta serna-
na  Luis María Anson, ex director de “ABC” y que
asistió  a muchas de las reuniones donde  se discu
tían  estos  asuntos.  La  fórmula  empleada  para
conseguir  estos  fines,  según  ha  dicho  el  propio
Anson,  fue elevar la crítica y la crispación “hasta
rozar  la  estabilidad  del Estado”.  Tenían buenas
excusas:  los GAL, el secuestro ytortura  de Lasa y
 la  malversación  de  los fondos  reserva-
Zabala,
dos,  la vida y milagros de  Luis Roldán y un rosa-
rio  de  escándalos  ocurridos  durante  el gobierno
socialista  que el propio  González no supo cortar
tras  las elecciones de  1 993 proporcionó  la muni
ción  que,  hábilmente  empleada  y en  ocasiones
 sacudió  la  vida  pública  española.
magnificada,
Mientras,
 las  corrupciones  de  otros  partidos
(como  los  avales  del  Caric,  que  salpicaron  a
CDC;  los casos Naseiro, Hormaechea y del alcal
de  de Burgos, que empantanaron  al PP, o las con-
cesiones  de  las  tragaperras,
 que  afectaron  al
PNV)  pasaban  de  puntillas  en  esa prensa.  Apa-
rentemente,

 sólo había corrupción  socialista.

Un  artículo  de José Luis de Vilallonga en  “La
Vanguardia”,  publicado  el 22 de agosto de  1994,
puso  sobre fa pista de que estaóa ocurriendo  algo.
Los  propios  conspiradores  ridiculizaron  aquel
escrito.  Ahora lo ha contado  un testigo de excep
 pues  no  en
ción  de  aquellos  acontecimientos,
vano  Anson estuvo allí. Para  que el PSOE perdie
ra  de una  vez las elecciones confluyeron  los inte
reses  de  un  grupo  de  periodistas,  agrupados  en
una  autodenominada  Asociación de Escritores y

Periodistas  Independientes,  y personajes  como el
notario  Antonio  García-Trevijano,
 todos  ellos
bajo  la sombra  de un ex banquero  en apuros que
tuvo  aspiraciones  políticas,  Mario Conde.  La in
formación  que  recibieron  aumentó  tertulias  ra
diofónicas  y portadas  de  periódicos;  un  arma-
mento  suministrado  y dosificado  por  el  propio
Conde  y por gente como el ex espía Perote,  y que
llegó  a contaminar  ajueces  que ahora han  queda-
do  salpicados por  el asunto, como Javier  Gómez
de  Liaño.  Estos son  los escenarios  en  los que  se
desarrolló  esta trama.

La  soleada mañana  del sábado  1 3 de agosto de
1994 un  grupo de profesionales  de la pluma  reu
nidos  en  el club  La Quinta  de Marbella, junto  a
los  “greens” del campo de golf, constituyeron  una
“asociación  independiente  en defensa de la liber
tad  de expresión”. El consejo fundador  de la Aso-
ciación  de Escritores  y Periodistas  Independien
tes  (AEPI) estaba  integrado por  Luis María  An
son,  José  Luis Balbín,  Antonio  Burgos, Camilo
José  Cela, Julio  Cerón, Antonio  Gala, José María
 Teodoro
 Antonio  García-Trevijano,
García,
González  Ballesteros, José Luis Gutiérrez,  Anto
nio  Herrero,  Federico  Jiménez  Losantos,  Julián
Lago,  Manuel Martín  Ferrand,  José  Luis Martín
 Luis  del  Olmo,  Raúl  del  Pozo,  Pedro
Prieto,
 Pablo Sebastián  y Francisco  Umbral.
J.Ramírez,
En  su  declaración  de  intenciones  denunciaban
“el  daño  a la libertad  de expresión  que causan  el
Gobierno  y los grupos  de  presión  afines”.  Um
bral  leyó un  romance  titulado  “El  sindicato  del
crimen”  que  decía:  “Los  Dalton  están  lloran-
do  1 al pie  de  una  rotativa  1 porque  Jesús  de
Polanco  1 sólo publica  mentiras”.

“El  Mundo”,  que  tenía  la  alineación  titular  y
parte  del banquillo en el equipo, dio noticia  escri
ta  de la constitución  señalando  que la A1E1I nacía
en  un  momento  de tensión  entre  poderes  públi
cos  y editores afines frente  a los medios y escrito-
res  indépendientes  (sic), “precisamente  cuando
los  hechos probados  han  dado la razón  a quienes
denuncian  la corrupción  política y el desprestigio
del  régimen  que  encarna  Felipe  González”.  El
primero  en irse fue Del Olmo: “Estuve en la AEPI
junto  a  otros ilustres colegas, pero en cuanto  oh-
mos  la mierda que allí había salimos zumbando”.

La frustración del 93  

L  cierto es que desde la victoria electoral

del  PSOE en  1 99 3, que el PP  nunca asu
mió  (Arenas hhegó a insinuar  irresponsa
blemente  que había habido  pucherazo),
cada  día desde los citados  diarios y desde la Cope
se  sacaba  punta  a  cualquier  elemento  para  em
brutecer  ha imagen  socialista.  En  un  debate  del
Coh•legi de  Periodistes  celebrado  en  Barcelona,
Antonio  Franco dijo que  determinados  periódi
cos  suministraban  “carne  de  cerdo  para  que  has
radios  hagan luego sus albóndigas”.  Pedro  J. Ra-
mírez  se defendió en su turno  de réplica: “Puede
que  engañemos  a la gente,  pero no  será por  una
equivocación  en  una  información,  sino  por  las
cosas  que  dejamos  de  publicar”.  En  cualquier
caso,  el  columnista  Federico  Jiménez  Losantos
reconocía  que  la  verdadera  oposición  era  la
prensa.  El 4 de  septiembre  Felipe  González  de-
claraba  en una  entrevista que  había “un proceso,
más  o menos organizado, de deslegitimación  ms-
titucional  que toca no sólo al Gobierno,  sino ato-
das  has instituciones”.

El  papel  de Pedro  J.  Ramírez  no  puede  pasar
inadvertido.  Esther Esteban escribió una  biogra

 Verano de  1995. Mario Conde sale del chalet
REUNIÓN DESCUBIERTA.
en  el que se había reunido con el coronel Perote, que le suministraría
datos  sobre los GAL En junio pasado, Conde admitió haber presiona
 do con los GAL al gobierno de Felipe González.

El 22 de julio de 1994
se  gestó la “pinza”
contra González
durante una cena
entre Aznar, Anguila
y  Pedro J. Ramírez

El director de “El
Mundo” demostró su
poder saliendo al
balcón con Rato y
Aznar a los quince
días de ganar el PP

El “armamento”
suministrado y
dosificado por
el  propio Conde
alirnentó la
ofensiva mediática

  Al Rey le llegó noticia
de  la conspiración
 antes de que José Luis
de  Vilallonga la
denunciara en “La
  Vanguardia”

.

fia  del periodista  titulada  “El tercer hombre.  Pe
dro  J. Ramírez,  la pesadilla de Felipe González”,
en  la que cuenta que durante  1 994 la vivienda  del
director  de  “El  Mundo”  fue  escenario  de  una
cena  en  la  que  estuvieron  invitados  José  María
Aznar  y Julio Anguita  y donde  sepusieron  las ba
ses  de la estrategia de la “pinza”.  IU y el PP actua
rían  como  en un partido  de dobles y Ramírez  ha-
ría  de juez árbitro  en su periódico.  El objetivo de
los  tres era el desalojo de González del poder. Na
die  ha  desmentido  la cena  y su objetivo,  lo que
hubierasido  relativamente  fácil porque  los tres
personajes  presentaron  públicamente  el libro  de
Esther  Esteban.

Al  mes de ganar  las elecciones del 3 de marzo
de  1 996, Rodrigo Rato invitó  a José María Aznar
y  a  Pedro  J.  Ramírez  a  su finca  en  la localidad
madrileñá  de Carabaña.  Allí, el vicesecretario ge-
neral  del  PP  y  vicepresidente  “in  pectore”  del
Gobierno  compartió  balcón  con  el matrimonio
Aznar  y la  pareja  Ramírez  y Agatha  Ruiz  de  la
Prada,  a fin de contemplar  la escenificación de la
Pasión  viviente.  La foto publicada  en la portada
de  “El País”  era el testimonio  gráfico de un agra-
decimiento.  En la primera  salida pública, el futu
ro  presidente  se hacía acompañar  por un director
de  periódico  a quien consideraba  no sólo su ami-
go,  sino también  su aliado. Esta amistad  se pon-
dría  de  manifiesto  después del escándalo  del ví
deo  sexual  de  Pedro  J. Ramírez;  cuando  en  los
mentideros  madrileños  se  subrayaba  que  el di-
rector  había caído en desgracia,  los Aznar  abrie
ron  has puertas del palacio de la Moncloa a Pedro
J.  Ramírez  y Agatha Ruiz  de la Prada.  Fue poco
antes  de  Navidad  y el ágape  se divulgó lo justo;
Aznar  es un hombre agradecido.

La conjura anunciada

D  Juan  Carlos es un ganador y no le gus

ta  perder ni al dominó.  El verano de  1994
eh  “Bribón”  consiguió  en  el  último  mo-
mento  la victoria en  alta mar,  a  pesar de  que las
preocupaciones  de su patrón,  el Rey, estaban  en
tierra.
 El presidente  del  Gobierno  he había  co-
mentado  las maniobras  orquestales contra  él por
parte  de algunos periodistas  y financieros. Las re-
laciones  entre  González y el Rey eran  buenas, lo
cual  disgustaba  a  ha derecha,  a la que  le hubiera
gustado  patrimonializar  en su favor al jefe del Es-
tado.  Desde  el PP  se  oían  voces partidarias  de
marcar  distancias  con la Corona, pues considera-
ban  que  el presidente  se estaba enrocando  tras el
Rey  sin que éste lo denunciara.  Por todo ello don
Juan  Carlos  quiso poner  la información  al baño

REVISTA  3

LA  VAN(;IJARDIA.

 DOMIN(i

 ). 22 FEBRERO  998

La  operación de ACOSO Y  DERRIBO  al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ

mente grave fue la maniobra  deiavierde  la Rosa.
que  actuaba corno compañero de viaje de Mario
Conde en su pretensión de escapar a una conde
na.  Este quiso implicar al Rey en una malversa
ción  de fondos en Torras. a travésde Manuel Pra
doy  Colón de Carvajal, amigo de don Juan Car
los  y  socio del financiero catalán en el pasado.
Dos  periodistas de “Diario  16” publicaron en
1995  un libro  en el que De  la Rosa declaraba:
“Haberme metido en la cárcel le va acostarla Co
rona  al Borbón”. Se intentó utilizar  unas cartas
con falsos membretes de la Casa Real para justifi
car  el desvío de parte de los 500 millones de dóla
res que le reclamaba el grupo ¡(lO. De la Rosa ar
guyó que estos pagos iban destinados a políticos
para  financiar un “lohhy”  favorable a los intere
ses kuwaities durante la guerra del Golfo.  Ma
nuel  Prado desvinculó a la Corona de su activi
dad  como empresario y  socio de Javier de la
Rosa.  Luis María Anson tituló  en  portada de
“ABC”:  “Trifulca  de financieros”.

Pero en los últimos tres años y  medio han apa
recido  más informaciones tortieeras que apun
taban  al  palacio de  la  Zarzuela, corno la  di
vulgación de escuchas del (‘esid al Rey, donde
aparecían los nombres de  Manuel Prado o  el
príncipe Zourab Tchokotoua. filtradas por la ex
traña  pareja Conde-Perote. También se ha dado
publicidad  a unas fotos antiguas de don Juan
Carlos tomando el sol sin bañador en la cubierta
del yate “Fortuna”.  Estas imágenes fueron publi
cadas en la revista italiana “Novella 2000”. del
grupo  Rizzoli. accionista mayoritarios en la so
ciedad editora de “El  Mundo”,  después de que
cuatro años antes las hubiera retirado de la circu
lación Javier de la Rosa para ganarse el favor de
la  Zarzuela. Porcierto, que el diario de Pedro J. y
“Época”  airearon la noticia  y reprodujeron las
páginas de “Novella 2000”, que era una manera
indirecta  de dar publicidad a las fotos.

Un  extraño suceso en el chalet de la actriz Bár
bara  Rey. por el cual ésta denunció el robo de
unosmaterialesdesucajafuerte. intentóserutili
zado igualmente contra el Monarca. De nuevo se
quiso  involucrar el nombre de Prado y nadie en
tendió  que la actriz acudiera a Mario Conde, an
tes que a la policía, para contarle el suceso.

A  pesar de esta campaña. la Corona siguió
siendo la institución más valorada en las encues
tas del CIS en las siguientes semanas.. El prestigio
de don Juan Carlos dentro del país. pero también
fuera  de las fronteras, era el resultado de varios
sumandos: su papel encauzador en la transición,
st’ defensa de la legalidad democrática el 23-F. su
consolidación con un partido de base republica
na  como el PSOE y su dimensión corno imagén
moderna  de España en el mundo. Como dijo el
Rey en su viaje de hace un año a Luxor, mientras
la  Reina daba siete vueltas alrededor de un esca
rabajo  de granito rojo para que le diera suerte:
“La suerte no hay que ternarIa; es como el surf.
hay que iren lacresta de las olas pero dejandoque
la  tabla te lleve, aunque con la mirada en el hori
zonte. En caso contrario, te revuelca.’

El vuelo de ÍcaroM ario Conde es la representación del

mito  de Icaro. que intentó volai-has
ta  el sol y  se le quemaron las alas de
cera en el intento. En 1990, muchas
madres querian que sus hijos fueran como él. el
joven  ahogado del Estado que. haciéndose a sí
mismo,  había llegado a la presidencia de Banes
to.  En las Navidades de 1994, cuando ingresó en
la  prisión  de Alcalá-Meco acusado de estafa y
apropiación  indebida, la mayoría de españoles
entonaban la conocida frase de “ya decía yo...”.

Mario  Conde cs un personaje que ha sufrido
muchas transformaciones en su vida. La última
fue  de muchacho alado a gárgola de temibles ga
rras. Su primer revés conocido fue el intento de
don) mar un grupo de empresas de comunicación
que  incluía diarios, emisoras de radio   cadenas
de televisión como paso previo antes de arrojarse
a la arena política como representante de un nue
vo  sector  moderado de  la  sociedad española.

continúa  en  la 1’ti cina siguiente

OPINIÓN

El  naufragio de
los conspiradores

CUANDO  LA FLEBITIS HACÍA estragos
en el dietadory la propaganda franquista se
empeñaba en meter a 40 españoles en cada
uno  de los 43.000 metros cuadrados de la
plaza de Oriente. Luis Maria Anson aún no
había dejado caer el acento de su apellido.
pero ya se habíaconvertidoen un clásico de
la  intriga.  Desde las páginas del  diario
 ergonzosa” la “co
“ABC”  consideraba “
bardía”  de la clase gobernante, denunciaba
su “rendición  incondicional”  y clamaba al
grito  de  “las  ratas están abandonando el’
barco del régimen”. (‘orno se ve. la jerga dt
los conspiradores siempre ha sido rotunda.
Asunto distinto es su talla.

Alfonso  Guerra sostiene que España pa
dece  una sobredosis de información —in
cluida  la manipulada— y  una escasa refle
xión.  Los pensadores han sido suplantados
por  tertulianos, una especie en la que la do

Las vías de agua en el barco de
la  conspiración son enormes y
amenazan  con arrasirar por la
borda  a algún vicepresidente

nización  arroja  resultados degenerat i. os.
Algunas  emisoras se han  convertido  en
teniplos  de conspiradores natos que pare
cen  salidos de una película de Tarantino.
Pero aunque su palabra escupa fuego. nada
tienen que vercon los periodistas del XIX  y
principios  del XX  que dirimían  sus dife
reneiaspoliticasen duelosasable. También
ellos querían saltar de las redacciones de los
diarios  a la jefatura del Gobierno. La dife
rencia estriba en que mientras los kamikaze
de entonces utilizaban la prensa partidista
para  promocionar sus partidos, ahora se
proclaman independientes.

El  desquicio ideológico de los neotaliha
nes conspirativos es notable. Rinden culto
a  la máxima goeheliana de repetir macha
eonamentc una mentira para disfrazarla de
verdad. Y. a la par. siguen la no menos in
quietante  recomendación de  Bakunin de
constituirse en “dictadura anónima y colec
tiva  de amigos”. Su pretendido sacerdocio
con  la libertad de información oculta la im
púdica pretensión deembaucara los súbdi
tos para que. sin saberlo, se pongan al servi
cio  de 1 urbios  poderes.

De  la misma forma que a Franco no le
bastaba que los españoles fuesen presunta
mente  cristianos —“son necesarias leyes
para cumplir los preceptos de la moral”—, a
los  conspiradores les resulta insuficiente
que  el felipismo haya sido batido en las ur
nas. Su planteamiento es rotundo: Gonzá
lez  sigue vivo, luego hay que rematarlo. Ba
rrionuevo  debe pudrise en prisión, aun a
costa de sacrificar a generales como Rodrí
guez Galindo. Y. sobretodo, hay que salvar
al  patrón Conde, que a partir  de mañana
corre  el serio riesgo de volver a lucir chan
dal  de presidiario. Ante este panorama, no
resulta extraño que un académico que ha
defendido más a la Guardia Civil que el du
que  de Ahumada opte por  abandonar el
barco. Las vias de agua son enormes y quién
sabe si acabarán por arrastrar por la borda a
algún  vicepresidente.

ALFREDO  ABIÁN;1]

EL ESPIA INDISCRETO.  El coronel Juan  Alberto  Perote, agente del Cesid,
abandona  el lugar  donde  se habia  reunido  con Mario  Conde  en junio
de  1995. Ambos  eran  vigilados por  los servicios  de  información,  que
los  captaron  en vídeo cuando  salían del domicilio  del ex banquero

 En los últimos fres
 años han aparecido

 toniceras  que

 apuntaban al palacio
 de  la Zarzuela

maría. Y en esas llegó Anson con la misma músi-
ea.  El director del “ABC”  era un coservador.
pero  por encima de todo un monarquico que no
podía traicionar a la institución por la que habiainformaciones
trabajado toda su vida. Así que cuando la eonspi-
racion  contra Gonzalez apunto a la Corona se
sintió  impelido a advertir a quien correspondía.
El  articulo del escritor José Luis de Vilallonga.
autor  de una biogral’ia autorizada del Rey, fue la
noticia  del  verano. Vilallonga publicó en  “La
Vanguardia”  una “Carta desde París” en la que
exponía que estaba en marcha una confabulación
para  desestabilizar a Felipe González y  Narcís
Serra,  que comportaria una campana en lavor de
Aznar.  “un  hombre que durará lo que queramos
que  dure”, y la filtración de “pequeñas noticias
en detrimento de la figura del Rey . Ademas. po
nía  nombres a la conspiración. aunque algunos
estuvieran en elipsis: el ex banquero Mario Con-
de. el periodista Pedroi.  Ramírez y el ex notario
Antonio  Garela-Trevijano. Los columnistas del
llamado “sindicato del crimen” descalificaron la
información  del aristócrata y. obsesionados con
la  contrainformación. no descubrieron que el ar-
ticulo  no era la fabulacion de un monarquieo al
Sol de Mallorca. Vilallonga había estado dos ve-
ces en el palacio de Marivent aquel mes de agos-
to,  una de ellas para llevar una copia del escrito
que vería la luz el día 22 de agosto y que el Rey
había guardado bajo llave.

 VIlallonga Intento
 desinflar el globo

 de la confabulacion
 divulgando el nombre

 de los implicados
 en  la frama

       Tras dominar
 Banesto, Mario Conde

 quiso constwir un
 imperio  mediático

 para saltar a la
 olítica

Vilallonga  intentó desinflar el globo conspira
tivo  haciendo pública la maniobra y el nombre de
sus pilotos. Es curioso ver cómo un año antes en
las páginas de “El  Mundo”  el constitucionalisia
Jorge de Esteban escribía algo que parecía una in
vitación:  “La  existencia de una prensa libre en
nuestra democracia ha acabado porderrumbarel
tabú deque el jefe del Estado no podía scrcritica
do”.  Desde entonces han ido goteando los inten
tos  de dañar la imagen de la Corona. Especial-

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.

REVISTA4

                        LA

 VANGUARDIA,

 DOMINGO, 22 FEBRERO 1 998

La operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ

       .

Un grupo de fiscales
de  la Audiencia, enfre
los que estaba
Fungairiño, se opuso
a  la querella contra
Mario  Conde

El ex fiscal jefe
Aranda declaró que
la  querello cóntra el
ex  banquero había
dinamitado la
Audiencia Nacional

En las charlas
carcelarias,
Sancristóbal dio
a  Conde información
clave que luego
completó Perote

Amedo y Domínguez
empezaron a hablar
cuando la ¡usticia
actuó contra el
ex  presidente de
Banisto

UN  JUEZ BAJO SOSPECHA. El magistrado Javier Gómez de Liaño y su compañera, la
fiscal María Dolores Márquez de Prado, dos de los personajes más controvertidos
de  la AudienciaNacional. Contra Liaño se han abierto diligencias por posible pre
varicación; Márquez de Prado fue sancionada y trasladada de la Audiencia

Viene de la página anterior

Pero,  precisamente,  el primer desengaño  fue no
conseguir  el control  del Grupo Godó  en  1992. Si
una  característica  tiene  Mario Conde es no ami-
lanarse,  así que, de la mano  de Antonio Asensio,
se  hizo  con un  paquete  accionarial de  Antena  3
Televisión.  En aquel momento, por medio  de Ba
nesto,  Conde y su equipo  poseían el 24,9 % de las
acciones  de esa cadena,  el  12,5 % del Grupo  Z, el
50  % de la  revista  “Epoca” —dirigida por  Jaime
Capmany—, el 20 % del diario  “El Independien
te”  —al frente  del cual estaba Pablo Sebastián— y,
oficialmente,  el 4 % de “El Mundo”,  el proyecto
de  Pedro  José Ramírez.

Este  poder en los medios de comunicación  no
le  bastó  para hacer frente  a los problemas de Ba
nesto.  El 28 de  diciembre  de  1993, el Banco de
España  ordenó  la destitución  del consejo  de ad
ministración  del banco. Los problemas de Mario
Conde  no finalizaron  ahí. El 16 de noviembre  de
1 994, la fiscalía de la Audiencia Nacional presen
tó  una querella contra él. Entonces echó el primer
pulso,  puesto  que un grupo  de fiscales de este de-
partamento  se opuso a la iniciativa. Las cabezas
visibles  de  esta rebelión  judicial  eran  Eduardo
Fungairiño,
 nombrado  jefe  de la Fiscalía por  el
PP,  y María  Dolores Márquez  de Prado,  compa
ñera  sentimental  del juez  Javier  Gómez de  Lia
 cuyo  hermano,  Mariano,  es  el abogado  de
ño,
Conde.
 Se les bautizó  como  “los indomables”,
siendo  su principal característica enfrentarse  a su
superiorjerárquico,

 José Aranda.

La  rebelión de los fiscales fue el primer  sínto
ma  de  que  la querella contra  Conde había  dina-
mitado  la Audiencia  Nacjonal. Pero el juez Gar
cía  Castellón  siguió con el sumario y, tras  tomar
declaración  durante  cinco días a Mario Conde, le
envió  a  prisión  el  viernes  23  de diciembre  de
1 993, acusándole  de estafa y apropiación indebi
da  cuantificada  en  7.000  millones  de  pesetas.
Conde  dejará el presidio bajo fianza de 2M00 mi-
llones  de pesetas el 3 1 de enero siguiente.

Mario  Conde tuvo como compañero de paseos
en  Alcalá-Meco a Julián  Sancristóbal, ex director
general  de  la  Seguridad del  Estado  encarcelado
por  el caso GAL. En las charlas  carcelarias, San-
cristóbal  dió a Conde  varios  cromos para  su co-
feccidri,  compieCada luego oir  r  relación con el
Perote.  Este y Conde fueron sorprendidos  en una
reunión  celebrada  en un  chalet de las afueras  de
Madrid  en junio  de ,l 995, cuando  algunas infor
maciones  sobre prácticas  del  Cesid,  como escu
chas  telefónicas  irregulares  a altas personalides,
entre  otras  al propio Rey, habían ya aparecido  en
“El  Mundo”.  El 1 8 de junio,  el juez militar  orde

EL BALCÓN DEL PODER. Semana Santa de 1 996. Después del “vía crucis”
de  González, Aznar, Rodrigo Rato y Pedro J. Ramírez compartieron
la  Pasión viviente de Carabaña. En la foto aparece también Ana Bote-
lla,  esposa del presidente del Gobierno

nó  la detención del coronel Perote,  a quien se im
putó  haberse llevado a casa 1.200 microfichas del
Cesid  cuando  el espía  salió del servicio secreto.
Parte  del contenido  deestos  informes fue poste-
riormente  publicado  en la prensa.

Conde  y  Perote  compartían  abogado,  Jesús
Santaella,  y sería él quien  escribiría  con letra más
clara  el capítulo  sobre el pulso que  sostenía  el ex
banquero  con  el Gobierno  socialista.  Santaella,
que  ocupó un alto cargo de Justicia con UCD, pi-
dió  a Adolfo Suárez que  mediara  ante González
para  conseguir una  entrevista.  El motivo:  inter
 la  información  sensible  sustraída  del
cambir
Cesid  por  14.000 millones  de  pesetas y un trato
de  favor en los procesosjudiciales  abiertos contra
el  ex banquero.  En la entrevista  estuvo presente
el  ex ministro  de Interior  y Justicia  Juan  Alberto
Belloch.  De esta incomprensible reunión  no salió
ningún  acuerdo. El sello de los GAL, la implica-
ción  de guardias civiles en actos ilegales en la-lu
cha  contra  ETA y las actividades  del Cesid  fue-
ron  filtradas a determinada  prensa.

La  batalla no sólo se disputaba  en la Moncloa.
También  en  el Co,nsejo Superior  del Poder  Judi
cial  (CSPJ) se discutía  si apartar  del caso Conde a
García  Castellón para  que el asunto  fuera a parar-

Miembros de la AEPI
impulsaron la
querello contra
Sogecable instruida
por el juez Javier
Gómez de Liaño

-

 Muchos de los
nombres que
aparecen en la trama
mantienen vínculos
familiares y

-

 -  -  1

a  Miguel Moreiras, que luego sería expedientado
y  apartado  d  la Audiencia.  Uno  de los vocales
del  CSPJ era Javier  Gómez de Liaño,  quien  des-
pués  accedería  al juzgado  central  de instrucción
número  1 de la Audiencia,  el que instruyó  los ca-
 sos Sogecable y Lasa y Zabala, entre  otros.

Otro  frente era el sumario  de los GAL facilita-
do  por las confesiones de los ex policías Amedo y
Domínguez.
 No  falta  quien  ve  la  mano  del  ex
banquero  tras  el empujón  dado  desde “El Mun
do”  al arrepentimiento  de ambos, quienes conta
ron  todo lo que sabían sobre la implicación  de sus
superiores  en las actividades  de los GAL, abrien
do  la puerta para que Baltasar Garzón  procediera
contra  la antigua  cúpula de Interior.

Campo de batalla

J osé Aranda,  que fue jefe de  la fiscalía de la

Audiencia  Nacional,  es un  hombre  reser
vado  e  incluso  agrio  en  su  trato  con  la
prensa,  pero en una  de las pocas ocasiones
en  que se decidió  a hablar  no se mordió la lengua.
En  una  entrevista  publicada  en  verano  de  1996
centró  en  la  presentación  de  la  querella  contra
Conde,  en  1 994, todos los problemas de su depar
tamento.

.

-

Al  final, la justicia  ha  sido el último  frente  de
batalla  de esta conspiración.  La trascendencia  de
los  casos que llegaban a los tribunales  y la-enjun
dia  de los personajes  quejaleaban  su difusión ha
hecho  a los jueces que trataban  estos asuntos tan
famosos  como  astros  del  fútbol.  Sólo  bajo  esta
presión  se entiende  que  sea tan  polémico  elegir a
los  magistrados  de la Sala Segunda del Supremo,
quejuzga  los casos de los aforados.

-

 Por  la Audiencia  Nacional  y  el Supremo  han
pasado  políticos,  como  José  Barrionuevo  o Ra-
fael  Vera; se ha  investigado  a financieros  como
Mario  Conde y Javier de la Rosa, y se ha dirimido
una  despiadada  guerra entre medios  de comuni
cación  con el caso Sogecable. Y, siempre,  se ha di-
bujado  desde distintos  sectores la larga mano  de
Conde  como agitador  de los procesos judiciales.
 Mientras  la fiscalía  de la Audiencia  Nacional
presentaba  lá querella contra  el financiero,  los ex
policías  Amedo y Domínguez rompían  a hablar y
volcaban  a  través  de  “El  Mundo”  todos  los  re-
cuerdos  que tenían  sobre el secuestro de Segundo
Marey  y el  inicio  de  los GAL.  Esos datos  eran
confirmados  al  día  siguiente  de  su  publicación
ante  el juez Baltasar Garzón,  un juez que  se con-
 virtió  en  una  pesadilla  para  los  socialistas  des-
pués  de  su tránsito  por  la política  como número
dos  del PSOE por Madrid  y tras renunciar  a su es-
caño  por sus discrepancias  con Felipe González.
La  querella contra  Mario Conde  reventó la fis-
calía  de la Audiencia  Nacional. El conflicto entre
Aranda  y los fiscales “indomables”  se saldó con la
remoción  del  primero  y  expedientes  para  sus
  opositores. Al final,  sólo María  Teresa Márquez
  de Prado  ha sido trasladada  y Eduardo  Fungairi
 ño, cabeza visible de los “indomables”,  es el nue
  yo fiscaijefe de la Audiencia  Nacional.

 El último  embróllo  judicial  es el caso Sogeca
 ble, en  el  que  parecen  unirse  casi todos  los ele-
mentos  de  la conspiración.  En resumen,  se trata
de  la  querella  presentada  a instancias  de  Jaime
Capmany  contra  la  sociedad  que  explota  Ca-
nal  +,  de  la órbita  de  Jesús  de  Polanco,  a  quien
acusaron  de  quedarse  con  los depósitos  de  los
abonados.  El asunto  fue  a manos  de Javier  Gó
mez  de Liaño, quien  fue recusado por  Sogecable. -
Al  resolver el trámite,  Baltasar  Garzón  dictó un
auto  en el que  decía conocer  maniobras  para  le-
sionar  a  Prisa, considerada  por la AEPI  como el
sostén  mediático  del felipismo.

-

 Según  una  información  publicada  el  viernes
por  “El País”, Anson —como parte  de una acción
que  ya se conoce como la ansonada— comunicó  a
Barrionuevo  y Vera que Mario Conde  quería aca
bar  con el sistema usando  el poderjudicial.  Con-
de  ha  dicho  que  no  es verdad,  pero es  evidente
que  muchos intereses confluyeron en un solo sen-
tido,  intereses reforzados  por vínculos familiares
y  mercantiles.  Véase.  El ex banquero  fue accio
nista  de algunos de los medios más virulentos  en
sus  ataques  al PSOE.  Muchos  de estos periodis
tas  se agrupaban  en  la AIEPI. Uno  de  sus miem
bros,  Jaime  Capmany,  director  de  “Epoca”,  im
pulsó  la querella  contra  Sogecable, que  fue ratifi
 columnista  de  “El
cada  por  Jesús  Cacho,
Mundo”  y  “Epoca”,  y  que  fue  instruida  por  el
juez  Javier Gómez de Liaño. El hermano  del ma-
gistrado,  Mariano,  es abogado  de Conde. Pero  la
compañera  sentimental  de Javier Gómez de Lia
ño,  María  Teresa Márquez  de  Prado,  tiene  una
hermana  casada  con  el hijo de  Jaime  Capmany.
Cuando  el Supremo llamó  a declarar  a Márquez
de  Prado  por  el conflicto  entre  Garzón  y Liaño
 por  el  asuntó  Sogecable, su  abogado  fue Jesús
Sántaella,  el letrado  de  Conde  y Perote.  Y, al fi-
nal,  el Supremo ha abierto una causa a Javier Gó
mez  de Liaño  al sospechar  que  pudo  prevaricar
en  el caso Sogecable..

-

REVISTA 5

LA VANGUARDIA,

 DOMINGO, 22FEBRERO1998

La  operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ

EL FRENTE COMÚN. De pie, de izquierda a derecha,, LuiS María Anson, José Ma-
ría  García, Pedro J. Ramírez, director de “El Mundo”; el republicano Antonio
García  Trevijano, José Luis Gutiérrez, director de “Diario 16”, y los periodis
tas  Julián  Lago  y  Antonio  Burgos. Sentados,  de  izquierda  a  derecha,

José Luis Balbín, Pablo Sebastián, Camilo José Cela, Antonio Gala y Raúl del
Pozo. La Asociación de Escritores y Periodistas Independientes, conocida por
las siglas AEPI, se formó en 1995 con la voluntad de ejercer una oposición me
diática  al gobierno presidido por González

U  na precipitada  pri

mavera  ha  hecho
florecer  los prunus
y los almendros  de
mi  jardín.  Estaba
eñfrascado  en  su
contemplación  —o sea, apartado  del
mundanal
 ruido— cuando  recibo
una  llamada  de  mis amigos  de  “La
Vanguardia”  pidiendo  mi  opinión
sobre  la  gresca  político-mediática
encendida  por  Luis  María  Anson.
Odio  opinar,  lo confieso. Desconfio
de  ese automatismo  de máquina  ex-
pendedora  que  vomita  una  opinión
cada  vez que  se introduce  una  pre
gunta  por  la  ranura.  Por  eso nunca
he  sido  ni tertuliano  de  café  ni  de
 Me  temo  que  ,entre
micrófono.
todos  estamos  haciendo  un  peno-
dismo  de  declaraciones  y  de  ocu
rnencias,  de ingeniosidades  e in’ipno
visaciones.  Un  informe de la Defen
 País”
sora
(22/VII/94)  señalaba  que  el 70  por,
ciento  de las secciones  de política  y
economía  y el 50 por ciento  de las de
cultura  y sociedad de la prensa escni
ta  están ocupadas por  declaraciones
de  “una autoridad”.  Y creo que con
los  años este porcentaje tal vez haya
subido.

 de  “El

 Lector

 del

El  público  debería  saber que  hay
“un  efecto tribuna’  que  predispone
a  los hablantes  a fingir certezas  que
no  tienen.  Es  decir,  la  rotundidad
con  que se exponen las opiniones en
los  medios de comunicación,  en los
púlpitos  o en las cátedras es superior
a  la que esos mismos voceros mues
tran  hablando  en privado.  También
la  brevedad  del  mensaje  fuerza  a
acentuar  las convicciones. Según los
manuales  americanos,  la  interven
ción  perfecta  en un  debate  televisi
yo  electoral  sólo debe durar  nueve
segundos.  Tiempo  para  el eslogan,
el  insulto  o  el chiste.  Así pues,  los
medios  favorecen  un paisaje de con-
tundencias  engañosas. (Mientras  es-
cribo  esto  he recibido  una  llamada
de  Radio Nacional  preguntándome
por  las dificultades  de la adolescen
cia,  y otra de “El País” para  pregun
tarme  sobre  la  vigencia  actual  del
marxismo.)

LAMIRADA

 DESDE  EL  PENSAMIENTO;0]

JOSÉ  ANTONIO MARINA
Autor  de “El laberinto sentimental’,  es uno de los principalesfilósofos españoles

Dictamen. .
,  sobre el cuarto poder

Aprovecho  que  “La Vanguardia”
no  me pide una  sentencia  ni una  in
geniosidad,
 sino  un  artículo,  para
proponerles  un nuevo género peno-
dístico:  el  dictamen.  Me  explico.
Usted  puede  pedir a un  abogado su
opinión  sobre un asunto legal o pue
de  pedirle  un  dictamen.  En  ambos
casos  el abogado  va  a  decir  lo que
piensa,  pero  con  dos  niveles  dife
rentes  de  reflexión,  implicación  y
responsabilidad.
 Dar  una  opinión
es  poco  comprometido  porque  las
opiniones  son libres.  Dar  un  dicta
men,
 en  cambio,  compromete  su
prestigio  profesional.  Para  presen
tarles  el nuevo género puedo  utilizar
el  tema  de la gresca político-niediá
tica  porque  entra  dentro  de  mis in
tereses  y ¿competencias?  teóricas.

Sobre  la  anécdota  conspiratonia
contada  por  Anson  no  tengo  nada
que  decir.  No  sé las  reuniones  que
tuvieron  ni lo que se dijo ni quién  lo
dijo.  Todo  eso es coyuntural  y a  mi
me  interesan  las cuestiones teóricas,
el entramado  de ideas, creencias, de
excusas  bajo  las  apariencias.  Aquí
me  preocupan  dos cosas. Anson jus
tifica  la acción política  de la prensa,
y  la justifica  por una  situaçión  con-
creta  que es a la vez su causa.

La  situaciónJj  supuesta conspiración

 motivada  porque
estaba
 “González  bloqueaba  algo
vital  en una  democracia:  la
alternancia”
 (‘Revista  “Tiempo”,
número  825,  página  26).  No  era

.

“por  los posibles abuso,s que  come-
tió,  si es que lo hizo, sino por el nies
go  de  anulación  de  la  alternancia”
(página  28).  Aquí  hay  una  confu
Sión.  Lo que es vital para una  demo
cracia  es  que  existan  mecanismos
legales  para cambiar  a los gobernan
tes,  no  que  forzosamente  haya  que
cambiarlos  a fecha fija. Esto no está
incluido  en  nuestra  Constitución,
que  es una  Constitución  democráti
ca,  y  tampoco  en  las  definiciones
tradicionales  de democracia.  Sarto
ri  la define como  “régimen  político
en  el que  existe responsabilidad  de

Lo que es vital para una
democracia es tener
mecanismos legales para
cambiar los gobernantes,
noquehayaque
 cambiarlos a fecha fija

,

los  gobernantes  ante  los  goberna
dos,  lo que  se concreta  en que  estos
últimos,  a través de las elecciones y
otras  instituciones,  ejercen  control
sobre  aquellos” . Es  el control,  no la
patada,  lo importante.  Sería antide
mocrático  que un gobernante  impi
diera  la alternancia,  no que  los yo-
tantes  decidieran su continuidad.  El
pueblo  se puede  equivocar  al elegir
a  sus  representantes,
 y  sin  duda
lo  hace con frecuencia,  pero incluso
en  ese caso el poder de los gobernan

tes  es legítimo  Si las elecciones son
limpias.
Daré  por  resuelta  ‘ esta cuestión
para  atender  al  segundo  asunto, de
enorme  importancia  en  este fin de
siglo:  ¿Cómo debeejercer  la prensa
su  poder  político?

La  informaciónH ace ya  muchos  años que

Macaulay  afirmó que “la
galería  del  Parlamento,
en  que  se sientan los pe
riodistas  se ha convertido en el cuar
to  poder  del reino”.  Lo es, sin duda,
y. más aún  en una  sociedad  que nos
gusta  llárnar  “de  la  información”.
Todos  sabemos que  la prensa  libre
es  indispensable  para  una  democra
cia,  pero  precisamente  por  ser una
pieza  clave de  nuestra  convivencia
es  urgente  saber qué  tipo de  poder
tiene,  cuál es su legitimidad  y cuáles
deben  ser sus limites.

Los  medios de comunicación  tie
nen  un “poder de influencia  social”,
ya  que  determinan  poderosamente
la  opinión  pública, y un  “poder  de
influencia  política” que  les permite
servirse  de su influencia  social para
realizar  negociaciones, tratos  o pre
siones  políticas.  Sospecho  que  hay
cierta  reticencia  a  considerar  este
tipo  de  poder.  Reviso  el  reciente
“Manual  de Ciencia Política”  edita
do  por  Rafael  del  Aguila  (Trotta,
1997)  y  compruebo  con  sorpresa
que  en ninguna parte,  ni siquiera en
los  capítulos  dedicados  a los grupos
de  présión  o a los retos contemporá

neos  de  la  política,  aparecen  men
cionados  los medios  de  comunica-
 .
ción  social.

 de  la  escuela.

Como  otras  instituciones,

 por
ejemplo,  la  escuela, la prensa  plan-
tea  problemas  enrevesados  porque
tiene  varias finalidades,  dificilmen
te  compatibles.  Les pondrá  el ejem-
pb
 Su  finalidad
intrínseca  es  educar.  La  finalidad
extrínseca  puede  ser  ganar  dinero
(en  el  caso  de  la escuela  privada).
Pero  todavía  puede tener una terce
ra  finalidad  instrumental:  servir de
vía  para  el adoctlinamiento  políti
co.  De esto último  les podría poner
muchos  casos. muy  actuales.  Está
claro  que estos propósitos  económi
cos  y políticos  pueden  atentar  con-
tra  el fin primordial  de la escuela, y
en  ese caso son espurios.

En  la prensa  —y en  todos  los me-
dios  de comunicación— la situación
es  muy  parecida.  Su  finalidad  in
trínseca  es  informar,  ayudar  a  fon-
mar  la opinión  pública  y diseñar  la
agenda  de los temas  de actualidad.
Esta  finalidad,  sin embargo,  está so-
metida  a las leyes del mercado.  Pie-
me Bourdieu,  en su interesante  libri
to  “Sobre la televisión”  (Anagrama,
1997)  señala  que  esta obsesión  por
el  mercado  hace  seleccionar  noti
cias  capaces de suscitar un gran inte
rés  “halagando  los impulsos y las pa-
siones  más  elementales  (en  casos
como  los secuestros  de  niños  y los
escándalos  susceptibles de provocar
la  indignación  popular),  e  incluso
conseguir  formas  de  movilización
puramente  sentimentales  y caritati
vas  o  apasionadamente  agresivas”
(página  75). La entrada  del periodis
nio  en  el campo de las actividades Ii-
gadas  al tiempo  libre —por ejemplo,
la  fusión  de  las  empresas  Time-
/Warner  Communications— lo hace
aún  más  susceptible  a  las  leyes del
mercado.

La  experiencia  muestra  que la su-
misión  a esas leyes no mejora  nece
sanamente  todos  los productos.  La
competencia  mejora  los automóvi
les,  los refrigeradores  o las con’ipu

Continúa en la página siguiepte;1]

REVISTA6

LA VANGUARDIA,

 DOMINGO, 22FEBRERO 1998

La  operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno dé FELIPE GONZÁLEZ

Anson, de la omnipotenciá a la mortalidad

vedo.  Un  artículo  suyo, “La  monarquía  de
todos”,  publicado  en “ABC” el 2 1 dejuliode
1966  (diario  en  el  que  colaboraba  desde
1954),  le valió un sumario  en el Tribunal  de
Orden  Público y un exilio de  un año  en Ex-
tremo  Oriente,  peripecia que después renta-
bilizanía  oportunamente  durante  la  transi
ción  política.  Monárquico  juanista,  ocupó
cargos  importantes  en el consejo privado de

ROGER  JIMÉNEZ

esulta

 muy  difícil  elaborar
un  retrato  psicológico  de
      Luis María  Anson  Oliart.
Quienes  han  trabajado  es-
trechamente  con  él  coinci
den  en  afirmar  que  han  Ile-
gado  a perder a su lado la noción del tiempo
y  del espacio debido  a  que se trata
de  un  “workaholic”,  atacado  de  la
enfermedad  profesional,  un ser he-
teróclito  y  dotado  de  un  carácter
épico  ingobernable.  Este  hombre
arrollador  que no hace pausas y que
no  ha tenido jamás  una  duda  en su
vida  está profundamente  idéntifi
cado  consigo mismo.  Poseedor  de
un  campo  magnético de extraordi
nana  fuerza,  es capaz de desbordar
todos  los registros posibles a  su al-
rededor.  Gran  sofista, su voz  gan
gosa  impone sus ideas por  encima
de  la barahúnda  con una energía ex-
cesivamente  metabolizada  y explo
sivamente  liberada.

sus  filiaciones,  expansionó  a  la  agencia,
 siempre,  Coral,  la única  que  se ha  atrevido
compró  edificios  (muchas  veces  sin contar
 en esta vida a llevarle la contraria,  que  de los
con  la pertinente  autorización  ministerial)  y  programas  de Televisión Española,  de la que
creó nuevos servicios.
 era  entonces su hermano  Rafael director  ge-
 neral,  sólo  presenciaba  los  domingos  “La
 casa de la pradera”  en compañía  de sus hijas,
 para acabar  dormido.

  A la sombra  de Anson  siempre ha  habido
muchos  protegidos,  y las colas en su despa-
cho  de  Efe para  pedirle  algo eran  famosas.
Una  corresponsalía,  una delegación, una co-  .
laboración..  .  Mercedes  Milá (quien después  -.

 .

.

 Su  concepto  del  periodismo  ha  pecado
 siempre  del sesgo antisocialista,  con una rei
teración  permanente  de  titulares  y
definiciones,  que  después  volcaría
en  las  páginas  de  “ABC”. Su rela
 ción  con  su  hermano  Rafael  está
llena  de  luces y sombras  (se habla
incluso  del factor  determinante  de
la  salida  de Luis María  de “ABC”),
dando  la impresión  en ocasiones de
que  apenas  se hablaban  cuando  no
pasaba  día  sin que  no  hubiera  un
contacto  entre  ellos.  Una  creencia
extendida  es que  son ciertas  amis-
tades  de  Rafael las que  disgustan a
Luis  María.

En  su sentido fenomenológico, la
figura  de Anson resulta francamen
te atractiva. De fibra dura, compla
ciente  con  la monomanía,  reprime
cuando  coñviene  sus temibles hu
mores  mercuriales  y sabe transmi
tir  a  sus  colaboradores  el  senti
miento  conocido  como  “the basic
truth”,  es decir, la confianza en uno
mismo. Eso le permitió cónvertir  a
Efe  en la quinta  agencia del mundo,
liberar  a  “ABC”  de  su asfixia eco-
nómica  y relanzarlo  en una  opera-
ción  de  imposible  componenda
para  otro  que no fuera Anson. “Se-
ría  un ser maravilloso  si fuera dife
rente”,
 han  llegado a decir algunas
de  las admiradas  y también  desbor
dadas  personas de su confianza, sin
advertir

Amueblado  con  ideas  bien  es-
 Luis  María  Anson
tructuradas,
siempre  ha  tenido  la  obsesión  del
avance  del comunismo,  con  teorías
de  estrategia geopolítica  robadas  a
Richard  Nixon (“The real war”). La
caída  del  muro  y  el advenimiento
de  las socialdemocracias  adminis
tradas  por  los gobiernos  socialistas
en  Europa  no  han  extinguido  sus
suspicacias.  En materia  de religión
siempre  se ha  confesado  creyente,
pero  sin alardes.

Han  ocurrido  demasiadas  cosas
en  demasiado  poco  tiempo,  pero
hay  un hecho incontrovertible.  An
son  se ve ahora fuera de la dirección
de  “ABC” y con un cargo en Televi
sa que no colma sufrenética  activi
dad.
 Ocupado  en  no  hacer  nada,
puede  resultar un  peligro para  cier
tos  personas e instancias.  Su drásti
co apartamiento del núcleo de toma  de deci
 siones le ha pillado con la brocha  pegada a la
pared.
 Ha  pasado  de  la  omnipotencia  a  la
mortalidad  y  no  le  va  el  oscurecimiento.
“Hay  servicios de tal magnitud que sólo pue
den  ser pagados con la ingratitud”,  comenta-
ba  un  día.  Nadie  duda  de  que  Luis  María
Anson  seguirá dando  motivos  de conversa
ción  y debate, y más de algún susto.

LA  PUESTA EN ESCENA. Anson, junto  a Ana Maria Matute e Ignacio Bosque, durante su in
greso en la Academia. El acto tuvo la pompa y los símbolos que cabía esperar, por ausencia
y  por presencia. Jamás la Academia vio tantos invitados ni tan variopintos

 el  contrasentido  de  la  frase.
Este  periodista  de 63 años, de padre  anda-
luz  y madre  catalana,  nació en Madrid  un  8
de  febrero, estudió el bachillerato en el Pilar
y  fue número uno de su promoción  en la en-
tonces  Escuela Oficial de Periodismo. Auto-
didacta,  por tanto, profundizó en la poesía y
en  la negritud,  y se ha declarado admirador
de  San Juan  de la Cruz, de Neruda y de Que-

don  Juan  de Borbón, dequien  ha escrito re-
cientemente  una  biografia,  y  siempre  ha
adoptado  un aire  aristocrático,  empezando
por  la supresión  del tilde de su apellido  An
son,  argumentando  que  proviene  de  la  di-
nastía  de lord Anson.

Su  etapa  en  la presidencia  de  Efe (1976-
1 982) fue triunfal. Se rodeó sin complejos de
buenos  profesionales  con independencia  de

caería  en desgracia),  Severo Moto  y Loyola
de  Palacio  figuran en la larga lista. Esta últi
ma  era la secretaria  de la Federación  de Aso-
ciaciones  de la Prensa,  que presidía Anson y
cuyas reuniones se celebraban en Efe.

.  Sus  críticos  argumentan  su  inexistente
vida  familiar.  Casadci con Beatriz Balmase
da,  con  la que tuvo tres hijos, el matrimonio
naufragó. Un  día  confesó a  su secretaria  de

.

Dictamen
sobre el cuarto poder
Viene  de  la página anterior

tadoras,
 productos  cuya  eficacia
práctica  es  fácil de  medir,  pero  no
mejora  sin  embargo  los  productos
culturales,  cuya valoración depende
del  gusto, de  la sensibilidad  o de la
educación  del  usuario.  Basta  con
ver  la evolución  de las  televisiones
españolas  en  los últimos  años para
comprobar
 que  la  competencia  no
mejora  automáticamente  la calidad
en  este campo.

Lo  mismo  puede  suceder  en  la
prensa.  Por  eso resulta  difícil aten-
der  simultáneamente  a la finalidad
intrínseca  —informar—, y a la finali
dad  extrínseca  —vender—. El  ideal
democrático  sería  ayudar  a  cons
truir  una opinión  pública autónoma
 pero  las  reglas
e  independiente,
del  mercado exigen hoy por hoy “fi
delizar”  al cliente, como se dice aho
ra.  Estamos viviendo en una cultura
de  consumidores  cautivos,  votos
cautivos  y lectores cautivos, formas
suaves  de  dependencia  todas  ellas.
Hay  una  razón  decisiva para  prefe
nr  el consumidor  flotante,  el  voto
flotante  y  el  lector  flotante:  son
los  únicos  que  pueden  actuar  críti
camcrit.

No  puedo  detenerme  en  las rela
ciones  de  la  prensa  con  la  publici
dad.  En este sentido  me limito a re-
comendarles  que  lean el dramático
y  divertido  informe  que  sobre  este
asunto  ha  publicado  Gloria  Stei
nem,  una  famosa  feminista  amen-

 redactora  jefe  de  la  revista
cana,
“Ms”  durante  muchos años, en el li
bro  “Ir  más  allá  de  las  palabras”
(Paidos).  Si la relación  de la prensa
con  el mercado  es  conflictiva,  más
lo  es su vinculación  con la política.
Lo  primero  que hay quedecir  es que
la  prensa  es un poder  fáctico, legíti
mo  pero no representativo.

Prensa y política
fJace

 poco me invitaron a
unas  Jornadas  sobre Pe
riodismo,  y me escanda
lizó  comprobar  que  los
periodistas  hablaban  de  ellos  mis-
mos  considerándose  representantes
de  la  opinión. pública.  En  la entre-
vista  de Anson me parece  escuchar
esta  misma  idea.  Por  sentirse  “re-
presentantes”,
 los sédicentes  cons
piradores  debían aprestarse a salvar
a  la  ciudadanía.  Hace  poco  Indro
 criticaba  este  afán  de
Montanelli
protagonismo
 “Cuando  muchos periodistas  italia-
nos  van a Montecitorio,  hablan con
un  político  y piensan  que, podrían
estar  en  su lugar en  vez de  sentirse
distanciados,
 protagonistas  de  un
papel  diverso”.

 del  periodista:

La  prensa, como la banca, las tele-
visiones,  las grandes  empresas,  las
grandes  fortunas, los personajes  in
fluyentes,
 sin  duda,
 tiene  poder,
pero  un  poder  sin  representación.
Cuando  hace  unos  meses la revista
“Time”  presentó  en  su  portada  a
Bill Gates con  el titular  “El hombre
que  puede  estar decidiendo  su futu
ro”  me sentí indignado. Yo no quie
ro  que  Gates decida mi futuro,  ni él

.

ni  ningún  otro  poder  fáctico.  Sin
duda,
 todos  ellos pueden  ejercerlo
dentro  de los límites permitidos  por
las  leyes. Según cálculos de la CE, en
1 993 existían  en Bruselas 3.000 gru
pos  de presión.  Estamos,  pues,  so-
metidos  a múltiples  mangoneos  le-
gítimos.  Lo  único  que  debemos  sa
ber  los afectados  es  que  existen  y
que  van  a  presentar  sus  intereses
particulares  como  intereses  genera
les.  O sea, como dijo el clásico, nece
sitamos  avivar el seso.

La  única acción  política  legítima
de  los periódicos  debe hacerse den-
tro  del marco  de su finalidad  intrín

La prensa, como la banca,
las televisiones, las
grandes empresas,
las grandes fortunas, tiene
poder, sin duda, pero un
poder sin representación

seca,  esencial. Es decir, presentando
la  información,  explicándola, inter
pretándola,
 investigando  o  propo
niendo  alternativas  o críticas en sus
páginas  editoriales.  Hacer  mal  pe
riodismo  por hacer políticá es jugar
con  el lector.  Utilizar  como  “poder
político”  el “poder social de influen
cia”  que tienen los periódicos  tam
 bién  puede  serlo.  Todo  el  juego
de  influencias,  favores, trapicheos,
 negocios  hechos  al
amabilidades,
margen  de  las páginas  pero usando
las  páginas como  bazas en  el juego,
estafa  al lector antes o después.

Esto  es  muy  importante  tenerlo
presente  ahora,  cuando  los  grupos
de  presión  mediática  se hacen  cada
vez  más  poderosos.  Aumentan  las
voces que alertan  contra  ese poder
anónimo.  Por la relevancia  del per
sonaje,  citaré  sólo a Noam  Choms
ky:  “los grandes  periódicos  y las ca-
denas  televisivas  fabrican  o  mani
pulan  la opinión  del 80 % de la po-
 Existe  un  modo  de  tratar
blación.
las  noticias, elegirlas, limitarlas y re-
lanzarlas  que  es funcional  a  la elite
del  poder. Es un sistema  penetrante
al
 En
 que  es  imposible  escapar.
EE.UU.  hay unos  1.800 periódicos,
1 1 .000 semanarios,
 1 1 .000  emiso
ras  de radio, 2.000 emisoras de tele-
visión,
 2.500  editoriales.  Más  del
50  % de  todo  esto  está  controlado
por  una veintena de compañías”.

El vigilante

E 1 poder  de  los  medios  de-

pende  de  su  poder  de  in
fluir  en la conformación  de
la  opinión  pública,  a través
de  la cual,  en una  democracia,  pue
de  influirse  sobre las decisiones po-
líticas.  Cuando  se dice que  vivimos
en  un  “régimen de opinión”,  se está
pensando  en esto. No es de extrañar
que  todas las instituciones se despe
piten  por influiren  la opinión  públi
ca.  No tengo datos recientes pero en
la  Agenda de la Comunicación  1994
de  nuestro  país figuran los nombres
de  425 jefes  de  prensa  de  organis
mos  públicos,  muchos  de los cuales
tienen  tras  de sí  todo  un  de3arta-
mento
 dedicado  a •  proporcionar
material  informativo  que sirva para

 del vigilante

difundir  la gestión política del orga
nismo  en cuestión.  La “sociedad  de
la  información”  produce  una  reali
dad  virtual  en la que  estamos  ya vi-
viendo,  que  privilegia  a  los media-
dores,  dándoles sobre nosotros  más
poder  del  que  deberían  tener.  Les
recomiendo  que lean el libro de José
Luis  Sánchez Noriega  “Crítica de la
seducción  mediática”  (Tecnos).

¿Hay  alguna solución?  Necesita-
mos  la  información,
 necesitamos
los  medios  de comunicación,  nece
sitamos el esforzado y a veces heroi
co  trabajo  de los periodistas,  no po-
demos  cambiar la estructura  econó
mica  de  la  prensa  ni  su  poder,
lo  único  que  podemos  hacer  es  ser
lectores  más  críticos  y autónomos.
Buscar  fuentes  de  información  al-
ternativas  y  variadas,  y  tener  pre
sentes  los mecanismos  sutiles y po-
derosos  de  adoctrinamiento.
 Polí
ticamente
 necesitamos  mayorías
ilustradas,  y lo que la ilustración  tra
jo  a nuestra cultura fue el afán de Sa-
ben y la crítica. Habermas,  que tanto
se ha esforzado en prolongar  el pro-
yecto de la ilustración,  dice con fre
cuencia  que  lo que  significa  la opi
ilión  pública  es su racionalidad.  Yo
añadiría  que  en el fondo de la racio
nalidad  está  la  actividad  y la  des-
confianza.
 Somos  con  demasiada
frecuencia  receptores pasivos y con-
fiados.  O sea, que nos pueden  dar el
timo  con muchísima  facilidad.

Habría  otra  solución más  defini
tiva:  sustituir el  dinamismo  social
regido  por  intereses  por  otro  dina-
mismo  regido por valores.  Pero  ha-
blar  de ello en este artículo sería sin
duda  picar  demasiado  alto.s

REVI  STA 7

LA VANGUARDIA,

 DOMINGO, 22 FEBRERO 1998

La  óperación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ

“La  versión  de  Luis María  Anson —ex director  del diario
“ABC” y hoy académico de la lengua— sobre los acontecimien
tos políticos que condujeron a la derrota electoral del PSOE es
una  versión de compromiso”, afirma el periodista Ernesto
Ekaizer, quien denunció en las páginas del diario “El País” el
chantaje  de Mario Conde al Gobierno de Felipe González y
más  tarde  ofreció  una  amplia  historia  de  las  tramas

conspirativas  en la España de los años 1994, 1995 y  1996 en
sus  libros “Vendetta” ( 1 996) y “El Farol”, en torno a la prime-
ra  condena de Mario Conde(1997). En conversación con “La
Vanguardia”, Ernesto Ekaizer señala quees “dificil” que el ex
banquero,  por las omp1icidades que halló en su camino, “rin-
da  cuentas por su chantaje” aunque sí lo hagá por sus delitos
económicos: Por Pablo García

ENTREVISTAa Érnesto Ekaizer, periodista,autordellibró“Vendetta”

cloa.  Es cierto  que  el  ex presidente
Adolfo  Suárez recomendó  a Gonzá
lez  que  recibiese  a  Santaella  si  el
asunto  era  grave. Pero  la responsa
bilidad  fue de González.

—Podía  haber hecho otra cosa?
—Sí. Podía haber  citado  a Santae
ha  y detenerle  posteriormente,  tras
la  entrevista.  Acto  seguido,  podía
practicar
 la  detención  de  Conde,
después  de que en la madrugada  del

18 dejunio  se envió  a detener  aleo-  -

Conde pagará por Banesto pero no
por su .operacion ae cnantaje .
P  ara el  periodista  Er

 Fr  
          .

 :i

 1

 ,,

 .

.

          -

ronel  Perote.  González  no  lo hizo
por  varias  razones.  Una  de ellas  es
que  el material  que  tenían  los chan-
tajistas  erainflamable.
 No digo que
los  documentos  del  Cesid  no  se
prestaran  a discusión,  pero hay que
admitir
 que  eran  comprometidos.
Los  contactos-entre  los chantajistas  -
y  el gobierno  siguieron  durante  los
meses  de julio,  agosto y septiembre
de  1 995. El 1 de septiembre,  Santae
lla  abandonó  la  Moncloa  on  este
menaje:
 “El  domingo  y  el  lunes
próximos  tengo  concertadas  entre-
vistas  con  PedroJ.
 Ramíréz  y Luis
María  Anson”. La realidad,  pues, es
que  el gobierno  socialista  fue mise-
rablemente
 presionado  por  una
banda  de  gente  que  tenía  cuentas
pendientes  con  la  justicia.
 Si -esa
banda  pudo  hacerlo,  fue porque  te-
nía  armas.  El material  del Cesid, los
documentos  clasificados  dé la lucha
antiterrorista.

—Los  contactos entre directores
y periodistas a los que alude Mson
fueron, pues, irrelevantes?

—Existieron. Pero  esas  reuniones
y  contactos  nada  hubieran  podido
cónseguir  sin  el material del Cesid.
Tomemos  un ejemplo actual de otro
país.  La mayor parte  de los grandes
medios  de  información  de  Estados
Unidos  desataron  en enero la cruza-
da  contra  Clinton  por  el  “affaire”
Lewinsky.  Por  el  momento  no han
conseguido  comprometer  al  presi
dente.  Ahora bien, si un “Perote”  de
la  IAo  del FBI nutriera  a los peno-
distas  con material  reservado sobre
los  presuntos  amoríos  del presiden-
te  u  otros  asuntos  y  éstos  deciden
 la  situación  variaría
publicarlo,
considerablemente.

—Pero el  ex  director de  “ABC”
ofrece  detalles  sobre  reuniones y
cierta  coordinación.  Parece  ms
una  actitud  política  conspirativa
que periodística.

—Tiene  esas  características,
 es
cierto.  Los hechos atribuidos  al go-
bierno  fueron  presentados  de forma
exagerada,  es innegable.  Pero hubo
hechos  de  importancia  susceptibles
de  ser agrandados y exagerados en la
marea  antigubernamental.  De todo
esto,  lo que  más  me  ha  interesado,
por  su audacia  sin límites, es cómo
un  aventureró  del  estilo  de  Mario
Conde,  que  antes había  logrado si-
tuarse  en  el  céntro  del  “establish
 utiliza  para  fines  privados,
ment”,
esto  es,  para  su  salvación judicial,
un  material  sensible  del  Cesid.  Y
tras  intentar  sin  éxito  entregar ese
material  al gobierno a cambio de un
 utiliza  a  la  prensa
salvoconducto,
para  “persuadir”  por la fuerza a sus
interlocutores  de que está dispuesto
a todo y de que será mejor rendirse a
sus  pretensiones.
 Es  muy  posible
que  este  individuo  pague  por  sus
presuntos  delitos  económicos.  En
cambio,  es -seguro que, habida cuen
ta  de las complicidades  que halló en
su  camino,  dificilmente  tenga  que
rendir
 cuentas  alguna  vez- por  su
operación  de chantaje..

nesto  Ekaizer, la  fuer-
        za
 motriz que  desgastó
al  gobierno  socialista
fue  la  utilización  por
parte  de Mario  Conde
del  arsenal  de  datos  del Centro  Su-
perior  de Informacióñ  de la Defensa.
(Cesid)  relacionados  con  temas  de
seguridad  y de la guerra sucia de los
GAL  que  fueron  robados por  el co-
ronel  Juan  Alberto  Perote.  Según
Ekaizer,  “todo plan  de chantaje  tie
ne  que  basarse  en material  verídico
que  pueda  hacer daño,  aun  cuando
ese  material  sea  susceptible  de  ser
interpretado  de  diversas maneras”.
Y  además,  “una narración  relativa-
mente  obligada, propulsada  o con el
telón  de fondo de una cinta  grabada
subrepticiamente  tiene  que quedar-
se en la superficie, dejando a la vista
un  agujero negro”.

—Existe  un  hecho:  Luis  María
Anson  ha  desatado  una tormenta
mediática  y política. ¿Qué valor tie
ne la versión que ofrece?

.

 —Su narración  transpira  compro-
misos.  Hay una  cinta grabada  de un
encuentro  que  mantuvieron  Rafael
Vera,  José  Barrionuevo  y José  Luis
Corcuera  con  Luis María  Anson  en
un  restaurante  de la sierra  madrile
 Esa  grabación  se  hizo  sin que
ña.
Anson  lo  supiese,  claro.  Ha  circu
lado.  Anson  lo sabe. A ello se añade
la  proximidad,  quizá  en  abril,  del
juicio  por  el secuestro  de  Segundo
Marey  por los GAL, en el que  están
acusados  Rafael Vera y José Barrio-
nuevo  entre otros. En este contexto
político,  Anson  es invitado  a hacer
declaraciones.

—Qué  quiere  decir con  que  es

“invitado”?

—Digo  que  le  conviene  hablar.
Trata  de quedar  bien con sus amigos
periodistas  y fraternizar conla  gente
que  es acusada por el GAL. Estos in
tentarán  utilizar  su versión  para  in
fluir  en eltribunal,  plantear  nulida
des...  Habrá  mucho  de  estó  en  las
próximas  semanas  y meses. Pero  lo
esencial  de lo que ha ocurrido  queda
soterrado.  Es una  1osa  marginal en
la  versión  de Anson.

—Felipe González  ha  irrumpido

inmediatamente...

—Las declaraciones  de  Goñzález
comparten  con Anson el agujero ne
gro.  Se  detienen  en  la  epidermis..
Quizá  Felipe  González  no  pueda
decir  más.

—,A qué se refiere?
 —Hombre,  Mario  Conde  logró

‘

“Anson fue grabado
sin su consentimiento
y,  después, invitado
a  hacer declaraciones”

-

“El gobierno socialista
fue  miserablemente
presionado por una banda
de  gente que tenía
cuentas pendientes
 con la justicia”

  -

“Las declaraciones-de
González comparten con
Anson el agujero negro.
Quedan en la epidermis”

   controlar  el material del Cesid roba-
do  por-el coronel  Perote.  El ex ban
 quero  quería  evitar  mediante  un
chantaje  algunas de las cosas que es-
tán  ocurriendo.

—j,Por éjemplo?
—El caso Banesto, por ejemplo. O
la  primera  condena  a  seis  años  de
prisión  por  el  caso Argentia  Trust.
Su  propósito:  sellar los papeles  del
Cesid  a cambio  de  una  carta  de in
munidad  en  el  terreno  judicial  y
14.000  millones  de  pesetas,  entre
otras  cosas. En la primera  fase, Ma-
rio  Conde,  através  de  su portavoz,
el  abogado Jesús Santaella, presionó
al  gobierno.  No  tuvo éxito. Fue  en-
tonces  cuando  pasó  a  la  acción  di-
recta,  poniendo  el material  a dispo
sición,  a través de diferentes  vías, de
un  periódico,  “El Mundo”, que le ha
sido  básicamente  fiel.  La  publica-
cidñ  de algunos papeles en  este dia
rio  buscó  ablandar  al gobierno.  No
olvidemos  que enjunio  de  1995 ca-
yeron  el  ministro  de Defensa,  el vi-
cepresidente  del  Gobierno  y  el di-
rector  del Cesid.  Y le recuerdo  una
cosa:  allí estuvo Anson.
   —LEn qué sentido?
—Pues fue Mario  Conde  quien  le

-

dijo,  el 3 1 de mayode  1 995 , a  Anson
que  le transmitiera  al general Emilio
Alonso  Manglano —director del Ce-
sid— que  si éste no declaraba  ante el
Tribunal  Supremo ciertas cosas, el  1
de  junio  se haría explotar la bomba.
Anson,que  ha actuado  muchas  ve-
ces’ de  confidente  del general  Man-
glano,
 Manglano
no  le hizo  caso. El 12 y 13 de junio,
Conde  apretó el botón. Y “El Mun
do”,  entonces,  “investigó”. Puso  la
bomba  en  su portada:  las escuchas
 del Cesid.

 se  lo transmitió.

—Volvamos a González. Dice us

ted  que no puede decir más.

—Claro. González conoce  la  ope
ración  chantaje  d irectamente.  Pri
mero  no  quiso  comparecer  perso
nalmente  en  el Congreso. Envió  al
ministro  Juan Alberto Belloch. Más
tarde,  el 8 de noviembre  de  1995, sí
 Como  dice  un  proverbio
acudió.
ruso,
 el  entonces  presidente  dijo
“poco,  pero  bueno”.  Esto  salió  de
sus  labios:  “Al menos  parte  de  esa
documentación  (del  Cesid)  se  en-
contraba  a disposición de  don  Ma-
rio  Conde”  Varios meses  antes,  el
12  dejuniode  1995, González  reci
bió  al abogado Santaella en la Mon

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