1998-02-22.LA VANGUARDIA.ANSONADA
Publicado: 1998-02-22 · Medio: LA VANGUARDIA
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LAVA.NGJJARIIIA22 I» KI.’RRE14() I)I 1998;0] Paisaje después de la;1] s Las revelaciones de Luis María Anson completan el rompecabezas de la conspiración perpetrada por un grupo de personajes de la prensa, las finanzas y la justicia que pusieron en peligro la estabilidad del país para lograr sus fines políticos . Páginas 2 a 7 Dictamen sobre el cuarto poder UN ARTICULO DE JOSÉ ANTONIO MARINA ENTREVISTA Juan María Atutxa: “El mejor punto final del caso GAL es que se esclarezca cuanto antes” Páginas 19 y 11 Los Windsor La subasta de toda una vida Páginas 12 y 13 -;0] ;1] LA SEMANA %ISfl POR: Eduardo Chillida REVISTA2 LA VANGUARDIA, DOMINGO, 22 FEBRERO 1998 La operación de Acoso Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ Escenarios para uñ golpe depapel Cómo segestó y desarrolló el plan que pusó al límite la estabilidad del Estado . . El último capítulo de la conspiración ha alumbrádo un nuevo término, la ansonada, la confesión que ha completado el círculo de la crispación que ha sufrido España Por Mtrius Caro!, Santiago Tarín y E. Martín de Pozuelo E llunes25 dejulio de 1994, el diario . reunión “ABC” publicaba la noticia de una secreta entre José María Aznar y Julio Anguita, celebrada en el domicilio de Pedro J. Ramírez en la calle Marqués de Riscal. La filtra ciç5n no gustó a los reunidos, que se habían im puesto la máxima discreción. En aquella cena se gestó la “pinza” contra Felipe González. La idea de que “hay que acabar con el felipismo para re- generar el sistema!” estuvo presente en las con- versaciones, según escribió más tarde una biógra fa autorizada del director de “El Mundo”. Pedro J., un periodista al frente de un diario del que era accionista el procesado Mario Conde, reunía al líder de la derecha y al de la izquierda y sugería “un pacto a la griega”. Desde luego no figuran en los manuales del periodismo tales manejos como consustanciales al oficio, pero así fue. A los pos- tres, Pedro J. regaló los ocho tomos de la “Histo ria de la decadencia y suma del Imperio Roma- no”, de Gibbon, a Aznar y Anguita, mientras sub rayaba: algo tan sólido y si aparentemente imbatible como el Imperio Ro- mano hubo un momento en que cayó, ¿cómo no va a caer el césar González?” “Ya véis, Regenerar el sistema fue el pretexto esgrimido por un grupo de periodistas, juristas y financieros para conspirar y terminar con la figura política de Felipe González, en primér término, y conseguir la abdicación del Rey, en segunda instancia. Así lo ha explicado a la revista “Tiempo” esta serna- na Luis María Anson, ex director de “ABC” y que asistió a muchas de las reuniones donde se discu tían estos asuntos. La fórmula empleada para conseguir estos fines, según ha dicho el propio Anson, fue elevar la crítica y la crispación “hasta rozar la estabilidad del Estado”. Tenían buenas excusas: los GAL, el secuestro ytortura de Lasa y la malversación de los fondos reserva- Zabala, dos, la vida y milagros de Luis Roldán y un rosa- rio de escándalos ocurridos durante el gobierno socialista que el propio González no supo cortar tras las elecciones de 1 993 proporcionó la muni ción que, hábilmente empleada y en ocasiones sacudió la vida pública española. magnificada, Mientras, las corrupciones de otros partidos (como los avales del Caric, que salpicaron a CDC; los casos Naseiro, Hormaechea y del alcal de de Burgos, que empantanaron al PP, o las con- cesiones de las tragaperras, que afectaron al PNV) pasaban de puntillas en esa prensa. Apa- rentemente, sólo había corrupción socialista. Un artículo de José Luis de Vilallonga en “La Vanguardia”, publicado el 22 de agosto de 1994, puso sobre fa pista de que estaóa ocurriendo algo. Los propios conspiradores ridiculizaron aquel escrito. Ahora lo ha contado un testigo de excep pues no en ción de aquellos acontecimientos, vano Anson estuvo allí. Para que el PSOE perdie ra de una vez las elecciones confluyeron los inte reses de un grupo de periodistas, agrupados en una autodenominada Asociación de Escritores y Periodistas Independientes, y personajes como el notario Antonio García-Trevijano, todos ellos bajo la sombra de un ex banquero en apuros que tuvo aspiraciones políticas, Mario Conde. La in formación que recibieron aumentó tertulias ra diofónicas y portadas de periódicos; un arma- mento suministrado y dosificado por el propio Conde y por gente como el ex espía Perote, y que llegó a contaminar ajueces que ahora han queda- do salpicados por el asunto, como Javier Gómez de Liaño. Estos son los escenarios en los que se desarrolló esta trama. La soleada mañana del sábado 1 3 de agosto de 1994 un grupo de profesionales de la pluma reu nidos en el club La Quinta de Marbella, junto a los “greens” del campo de golf, constituyeron una “asociación independiente en defensa de la liber tad de expresión”. El consejo fundador de la Aso- ciación de Escritores y Periodistas Independien tes (AEPI) estaba integrado por Luis María An son, José Luis Balbín, Antonio Burgos, Camilo José Cela, Julio Cerón, Antonio Gala, José María Teodoro Antonio García-Trevijano, García, González Ballesteros, José Luis Gutiérrez, Anto nio Herrero, Federico Jiménez Losantos, Julián Lago, Manuel Martín Ferrand, José Luis Martín Luis del Olmo, Raúl del Pozo, Pedro Prieto, Pablo Sebastián y Francisco Umbral. J.Ramírez, En su declaración de intenciones denunciaban “el daño a la libertad de expresión que causan el Gobierno y los grupos de presión afines”. Um bral leyó un romance titulado “El sindicato del crimen” que decía: “Los Dalton están lloran- do 1 al pie de una rotativa 1 porque Jesús de Polanco 1 sólo publica mentiras”. “El Mundo”, que tenía la alineación titular y parte del banquillo en el equipo, dio noticia escri ta de la constitución señalando que la A1E1I nacía en un momento de tensión entre poderes públi cos y editores afines frente a los medios y escrito- res indépendientes (sic), “precisamente cuando los hechos probados han dado la razón a quienes denuncian la corrupción política y el desprestigio del régimen que encarna Felipe González”. El primero en irse fue Del Olmo: “Estuve en la AEPI junto a otros ilustres colegas, pero en cuanto oh- mos la mierda que allí había salimos zumbando”. La frustración del 93 L cierto es que desde la victoria electoral del PSOE en 1 99 3, que el PP nunca asu mió (Arenas hhegó a insinuar irresponsa blemente que había habido pucherazo), cada día desde los citados diarios y desde la Cope se sacaba punta a cualquier elemento para em brutecer ha imagen socialista. En un debate del Coh•legi de Periodistes celebrado en Barcelona, Antonio Franco dijo que determinados periódi cos suministraban “carne de cerdo para que has radios hagan luego sus albóndigas”. Pedro J. Ra- mírez se defendió en su turno de réplica: “Puede que engañemos a la gente, pero no será por una equivocación en una información, sino por las cosas que dejamos de publicar”. En cualquier caso, el columnista Federico Jiménez Losantos reconocía que la verdadera oposición era la prensa. El 4 de septiembre Felipe González de- claraba en una entrevista que había “un proceso, más o menos organizado, de deslegitimación ms- titucional que toca no sólo al Gobierno, sino ato- das has instituciones”. El papel de Pedro J. Ramírez no puede pasar inadvertido. Esther Esteban escribió una biogra Verano de 1995. Mario Conde sale del chalet REUNIÓN DESCUBIERTA. en el que se había reunido con el coronel Perote, que le suministraría datos sobre los GAL En junio pasado, Conde admitió haber presiona do con los GAL al gobierno de Felipe González. El 22 de julio de 1994 se gestó la “pinza” contra González durante una cena entre Aznar, Anguila y Pedro J. Ramírez El director de “El Mundo” demostró su poder saliendo al balcón con Rato y Aznar a los quince días de ganar el PP El “armamento” suministrado y dosificado por el propio Conde alirnentó la ofensiva mediática Al Rey le llegó noticia de la conspiración antes de que José Luis de Vilallonga la denunciara en “La Vanguardia” . fia del periodista titulada “El tercer hombre. Pe dro J. Ramírez, la pesadilla de Felipe González”, en la que cuenta que durante 1 994 la vivienda del director de “El Mundo” fue escenario de una cena en la que estuvieron invitados José María Aznar y Julio Anguita y donde sepusieron las ba ses de la estrategia de la “pinza”. IU y el PP actua rían como en un partido de dobles y Ramírez ha- ría de juez árbitro en su periódico. El objetivo de los tres era el desalojo de González del poder. Na die ha desmentido la cena y su objetivo, lo que hubierasido relativamente fácil porque los tres personajes presentaron públicamente el libro de Esther Esteban. Al mes de ganar las elecciones del 3 de marzo de 1 996, Rodrigo Rato invitó a José María Aznar y a Pedro J. Ramírez a su finca en la localidad madrileñá de Carabaña. Allí, el vicesecretario ge- neral del PP y vicepresidente “in pectore” del Gobierno compartió balcón con el matrimonio Aznar y la pareja Ramírez y Agatha Ruiz de la Prada, a fin de contemplar la escenificación de la Pasión viviente. La foto publicada en la portada de “El País” era el testimonio gráfico de un agra- decimiento. En la primera salida pública, el futu ro presidente se hacía acompañar por un director de periódico a quien consideraba no sólo su ami- go, sino también su aliado. Esta amistad se pon- dría de manifiesto después del escándalo del ví deo sexual de Pedro J. Ramírez; cuando en los mentideros madrileños se subrayaba que el di- rector había caído en desgracia, los Aznar abrie ron has puertas del palacio de la Moncloa a Pedro J. Ramírez y Agatha Ruiz de la Prada. Fue poco antes de Navidad y el ágape se divulgó lo justo; Aznar es un hombre agradecido. La conjura anunciada D Juan Carlos es un ganador y no le gus ta perder ni al dominó. El verano de 1994 eh “Bribón” consiguió en el último mo- mento la victoria en alta mar, a pesar de que las preocupaciones de su patrón, el Rey, estaban en tierra. El presidente del Gobierno he había co- mentado las maniobras orquestales contra él por parte de algunos periodistas y financieros. Las re- laciones entre González y el Rey eran buenas, lo cual disgustaba a ha derecha, a la que le hubiera gustado patrimonializar en su favor al jefe del Es- tado. Desde el PP se oían voces partidarias de marcar distancias con la Corona, pues considera- ban que el presidente se estaba enrocando tras el Rey sin que éste lo denunciara. Por todo ello don Juan Carlos quiso poner la información al baño REVISTA 3 LA VAN(;IJARDIA. DOMIN(i ). 22 FEBRERO 998 La operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ mente grave fue la maniobra deiavierde la Rosa. que actuaba corno compañero de viaje de Mario Conde en su pretensión de escapar a una conde na. Este quiso implicar al Rey en una malversa ción de fondos en Torras. a travésde Manuel Pra doy Colón de Carvajal, amigo de don Juan Car los y socio del financiero catalán en el pasado. Dos periodistas de “Diario 16” publicaron en 1995 un libro en el que De la Rosa declaraba: “Haberme metido en la cárcel le va acostarla Co rona al Borbón”. Se intentó utilizar unas cartas con falsos membretes de la Casa Real para justifi car el desvío de parte de los 500 millones de dóla res que le reclamaba el grupo ¡(lO. De la Rosa ar guyó que estos pagos iban destinados a políticos para financiar un “lohhy” favorable a los intere ses kuwaities durante la guerra del Golfo. Ma nuel Prado desvinculó a la Corona de su activi dad como empresario y socio de Javier de la Rosa. Luis María Anson tituló en portada de “ABC”: “Trifulca de financieros”. Pero en los últimos tres años y medio han apa recido más informaciones tortieeras que apun taban al palacio de la Zarzuela, corno la di vulgación de escuchas del (‘esid al Rey, donde aparecían los nombres de Manuel Prado o el príncipe Zourab Tchokotoua. filtradas por la ex traña pareja Conde-Perote. También se ha dado publicidad a unas fotos antiguas de don Juan Carlos tomando el sol sin bañador en la cubierta del yate “Fortuna”. Estas imágenes fueron publi cadas en la revista italiana “Novella 2000”. del grupo Rizzoli. accionista mayoritarios en la so ciedad editora de “El Mundo”, después de que cuatro años antes las hubiera retirado de la circu lación Javier de la Rosa para ganarse el favor de la Zarzuela. Porcierto, que el diario de Pedro J. y “Época” airearon la noticia y reprodujeron las páginas de “Novella 2000”, que era una manera indirecta de dar publicidad a las fotos. Un extraño suceso en el chalet de la actriz Bár bara Rey. por el cual ésta denunció el robo de unosmaterialesdesucajafuerte. intentóserutili zado igualmente contra el Monarca. De nuevo se quiso involucrar el nombre de Prado y nadie en tendió que la actriz acudiera a Mario Conde, an tes que a la policía, para contarle el suceso. A pesar de esta campaña. la Corona siguió siendo la institución más valorada en las encues tas del CIS en las siguientes semanas.. El prestigio de don Juan Carlos dentro del país. pero también fuera de las fronteras, era el resultado de varios sumandos: su papel encauzador en la transición, st’ defensa de la legalidad democrática el 23-F. su consolidación con un partido de base republica na como el PSOE y su dimensión corno imagén moderna de España en el mundo. Como dijo el Rey en su viaje de hace un año a Luxor, mientras la Reina daba siete vueltas alrededor de un esca rabajo de granito rojo para que le diera suerte: “La suerte no hay que ternarIa; es como el surf. hay que iren lacresta de las olas pero dejandoque la tabla te lleve, aunque con la mirada en el hori zonte. En caso contrario, te revuelca.’ El vuelo de ÍcaroM ario Conde es la representación del mito de Icaro. que intentó volai-has ta el sol y se le quemaron las alas de cera en el intento. En 1990, muchas madres querian que sus hijos fueran como él. el joven ahogado del Estado que. haciéndose a sí mismo, había llegado a la presidencia de Banes to. En las Navidades de 1994, cuando ingresó en la prisión de Alcalá-Meco acusado de estafa y apropiación indebida, la mayoría de españoles entonaban la conocida frase de “ya decía yo...”. Mario Conde cs un personaje que ha sufrido muchas transformaciones en su vida. La última fue de muchacho alado a gárgola de temibles ga rras. Su primer revés conocido fue el intento de don) mar un grupo de empresas de comunicación que incluía diarios, emisoras de radio cadenas de televisión como paso previo antes de arrojarse a la arena política como representante de un nue vo sector moderado de la sociedad española. continúa en la 1’ti cina siguiente OPINIÓN El naufragio de los conspiradores CUANDO LA FLEBITIS HACÍA estragos en el dietadory la propaganda franquista se empeñaba en meter a 40 españoles en cada uno de los 43.000 metros cuadrados de la plaza de Oriente. Luis Maria Anson aún no había dejado caer el acento de su apellido. pero ya se habíaconvertidoen un clásico de la intriga. Desde las páginas del diario ergonzosa” la “co “ABC” consideraba “ bardía” de la clase gobernante, denunciaba su “rendición incondicional” y clamaba al grito de “las ratas están abandonando el’ barco del régimen”. (‘orno se ve. la jerga dt los conspiradores siempre ha sido rotunda. Asunto distinto es su talla. Alfonso Guerra sostiene que España pa dece una sobredosis de información —in cluida la manipulada— y una escasa refle xión. Los pensadores han sido suplantados por tertulianos, una especie en la que la do Las vías de agua en el barco de la conspiración son enormes y amenazan con arrasirar por la borda a algún vicepresidente nización arroja resultados degenerat i. os. Algunas emisoras se han convertido en teniplos de conspiradores natos que pare cen salidos de una película de Tarantino. Pero aunque su palabra escupa fuego. nada tienen que vercon los periodistas del XIX y principios del XX que dirimían sus dife reneiaspoliticasen duelosasable. También ellos querían saltar de las redacciones de los diarios a la jefatura del Gobierno. La dife rencia estriba en que mientras los kamikaze de entonces utilizaban la prensa partidista para promocionar sus partidos, ahora se proclaman independientes. El desquicio ideológico de los neotaliha nes conspirativos es notable. Rinden culto a la máxima goeheliana de repetir macha eonamentc una mentira para disfrazarla de verdad. Y. a la par. siguen la no menos in quietante recomendación de Bakunin de constituirse en “dictadura anónima y colec tiva de amigos”. Su pretendido sacerdocio con la libertad de información oculta la im púdica pretensión deembaucara los súbdi tos para que. sin saberlo, se pongan al servi cio de 1 urbios poderes. De la misma forma que a Franco no le bastaba que los españoles fuesen presunta mente cristianos —“son necesarias leyes para cumplir los preceptos de la moral”—, a los conspiradores les resulta insuficiente que el felipismo haya sido batido en las ur nas. Su planteamiento es rotundo: Gonzá lez sigue vivo, luego hay que rematarlo. Ba rrionuevo debe pudrise en prisión, aun a costa de sacrificar a generales como Rodrí guez Galindo. Y. sobretodo, hay que salvar al patrón Conde, que a partir de mañana corre el serio riesgo de volver a lucir chan dal de presidiario. Ante este panorama, no resulta extraño que un académico que ha defendido más a la Guardia Civil que el du que de Ahumada opte por abandonar el barco. Las vias de agua son enormes y quién sabe si acabarán por arrastrar por la borda a algún vicepresidente. ALFREDO ABIÁN;1] EL ESPIA INDISCRETO. El coronel Juan Alberto Perote, agente del Cesid, abandona el lugar donde se habia reunido con Mario Conde en junio de 1995. Ambos eran vigilados por los servicios de información, que los captaron en vídeo cuando salían del domicilio del ex banquero En los últimos fres años han aparecido toniceras que apuntaban al palacio de la Zarzuela maría. Y en esas llegó Anson con la misma músi- ea. El director del “ABC” era un coservador. pero por encima de todo un monarquico que no podía traicionar a la institución por la que habiainformaciones trabajado toda su vida. Así que cuando la eonspi- racion contra Gonzalez apunto a la Corona se sintió impelido a advertir a quien correspondía. El articulo del escritor José Luis de Vilallonga. autor de una biogral’ia autorizada del Rey, fue la noticia del verano. Vilallonga publicó en “La Vanguardia” una “Carta desde París” en la que exponía que estaba en marcha una confabulación para desestabilizar a Felipe González y Narcís Serra, que comportaria una campana en lavor de Aznar. “un hombre que durará lo que queramos que dure”, y la filtración de “pequeñas noticias en detrimento de la figura del Rey . Ademas. po nía nombres a la conspiración. aunque algunos estuvieran en elipsis: el ex banquero Mario Con- de. el periodista Pedroi. Ramírez y el ex notario Antonio Garela-Trevijano. Los columnistas del llamado “sindicato del crimen” descalificaron la información del aristócrata y. obsesionados con la contrainformación. no descubrieron que el ar- ticulo no era la fabulacion de un monarquieo al Sol de Mallorca. Vilallonga había estado dos ve- ces en el palacio de Marivent aquel mes de agos- to, una de ellas para llevar una copia del escrito que vería la luz el día 22 de agosto y que el Rey había guardado bajo llave. VIlallonga Intento desinflar el globo de la confabulacion divulgando el nombre de los implicados en la frama Tras dominar Banesto, Mario Conde quiso constwir un imperio mediático para saltar a la olítica Vilallonga intentó desinflar el globo conspira tivo haciendo pública la maniobra y el nombre de sus pilotos. Es curioso ver cómo un año antes en las páginas de “El Mundo” el constitucionalisia Jorge de Esteban escribía algo que parecía una in vitación: “La existencia de una prensa libre en nuestra democracia ha acabado porderrumbarel tabú deque el jefe del Estado no podía scrcritica do”. Desde entonces han ido goteando los inten tos de dañar la imagen de la Corona. Especial- SÚbados Tarde Abierto S EIIVEI ESTACIÓ p Hondo de Lunes a VIernes de 9’30h. a ¿4)’. yd. ió’t;h. a 30K • Sábados de 9’4511. a s.Ø. y de 26’3o h- a 2o’15h. BARCELONAti Arag6. 270-272 -Tel. 216 02 12;0] . REVISTA4 LA VANGUARDIA, DOMINGO, 22 FEBRERO 1 998 La operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ . Un grupo de fiscales de la Audiencia, enfre los que estaba Fungairiño, se opuso a la querella contra Mario Conde El ex fiscal jefe Aranda declaró que la querello cóntra el ex banquero había dinamitado la Audiencia Nacional En las charlas carcelarias, Sancristóbal dio a Conde información clave que luego completó Perote Amedo y Domínguez empezaron a hablar cuando la ¡usticia actuó contra el ex presidente de Banisto UN JUEZ BAJO SOSPECHA. El magistrado Javier Gómez de Liaño y su compañera, la fiscal María Dolores Márquez de Prado, dos de los personajes más controvertidos de la AudienciaNacional. Contra Liaño se han abierto diligencias por posible pre varicación; Márquez de Prado fue sancionada y trasladada de la Audiencia Viene de la página anterior Pero, precisamente, el primer desengaño fue no conseguir el control del Grupo Godó en 1992. Si una característica tiene Mario Conde es no ami- lanarse, así que, de la mano de Antonio Asensio, se hizo con un paquete accionarial de Antena 3 Televisión. En aquel momento, por medio de Ba nesto, Conde y su equipo poseían el 24,9 % de las acciones de esa cadena, el 12,5 % del Grupo Z, el 50 % de la revista “Epoca” —dirigida por Jaime Capmany—, el 20 % del diario “El Independien te” —al frente del cual estaba Pablo Sebastián— y, oficialmente, el 4 % de “El Mundo”, el proyecto de Pedro José Ramírez. Este poder en los medios de comunicación no le bastó para hacer frente a los problemas de Ba nesto. El 28 de diciembre de 1993, el Banco de España ordenó la destitución del consejo de ad ministración del banco. Los problemas de Mario Conde no finalizaron ahí. El 16 de noviembre de 1 994, la fiscalía de la Audiencia Nacional presen tó una querella contra él. Entonces echó el primer pulso, puesto que un grupo de fiscales de este de- partamento se opuso a la iniciativa. Las cabezas visibles de esta rebelión judicial eran Eduardo Fungairiño, nombrado jefe de la Fiscalía por el PP, y María Dolores Márquez de Prado, compa ñera sentimental del juez Javier Gómez de Lia cuyo hermano, Mariano, es el abogado de ño, Conde. Se les bautizó como “los indomables”, siendo su principal característica enfrentarse a su superiorjerárquico, José Aranda. La rebelión de los fiscales fue el primer sínto ma de que la querella contra Conde había dina- mitado la Audiencia Nacjonal. Pero el juez Gar cía Castellón siguió con el sumario y, tras tomar declaración durante cinco días a Mario Conde, le envió a prisión el viernes 23 de diciembre de 1 993, acusándole de estafa y apropiación indebi da cuantificada en 7.000 millones de pesetas. Conde dejará el presidio bajo fianza de 2M00 mi- llones de pesetas el 3 1 de enero siguiente. Mario Conde tuvo como compañero de paseos en Alcalá-Meco a Julián Sancristóbal, ex director general de la Seguridad del Estado encarcelado por el caso GAL. En las charlas carcelarias, San- cristóbal dió a Conde varios cromos para su co- feccidri, compieCada luego oir r relación con el Perote. Este y Conde fueron sorprendidos en una reunión celebrada en un chalet de las afueras de Madrid en junio de ,l 995, cuando algunas infor maciones sobre prácticas del Cesid, como escu chas telefónicas irregulares a altas personalides, entre otras al propio Rey, habían ya aparecido en “El Mundo”. El 1 8 de junio, el juez militar orde EL BALCÓN DEL PODER. Semana Santa de 1 996. Después del “vía crucis” de González, Aznar, Rodrigo Rato y Pedro J. Ramírez compartieron la Pasión viviente de Carabaña. En la foto aparece también Ana Bote- lla, esposa del presidente del Gobierno nó la detención del coronel Perote, a quien se im putó haberse llevado a casa 1.200 microfichas del Cesid cuando el espía salió del servicio secreto. Parte del contenido deestos informes fue poste- riormente publicado en la prensa. Conde y Perote compartían abogado, Jesús Santaella, y sería él quien escribiría con letra más clara el capítulo sobre el pulso que sostenía el ex banquero con el Gobierno socialista. Santaella, que ocupó un alto cargo de Justicia con UCD, pi- dió a Adolfo Suárez que mediara ante González para conseguir una entrevista. El motivo: inter la información sensible sustraída del cambir Cesid por 14.000 millones de pesetas y un trato de favor en los procesosjudiciales abiertos contra el ex banquero. En la entrevista estuvo presente el ex ministro de Interior y Justicia Juan Alberto Belloch. De esta incomprensible reunión no salió ningún acuerdo. El sello de los GAL, la implica- ción de guardias civiles en actos ilegales en la-lu cha contra ETA y las actividades del Cesid fue- ron filtradas a determinada prensa. La batalla no sólo se disputaba en la Moncloa. También en el Co,nsejo Superior del Poder Judi cial (CSPJ) se discutía si apartar del caso Conde a García Castellón para que el asunto fuera a parar- Miembros de la AEPI impulsaron la querello contra Sogecable instruida por el juez Javier Gómez de Liaño - Muchos de los nombres que aparecen en la trama mantienen vínculos familiares y - - - 1 a Miguel Moreiras, que luego sería expedientado y apartado d la Audiencia. Uno de los vocales del CSPJ era Javier Gómez de Liaño, quien des- pués accedería al juzgado central de instrucción número 1 de la Audiencia, el que instruyó los ca- sos Sogecable y Lasa y Zabala, entre otros. Otro frente era el sumario de los GAL facilita- do por las confesiones de los ex policías Amedo y Domínguez. No falta quien ve la mano del ex banquero tras el empujón dado desde “El Mun do” al arrepentimiento de ambos, quienes conta ron todo lo que sabían sobre la implicación de sus superiores en las actividades de los GAL, abrien do la puerta para que Baltasar Garzón procediera contra la antigua cúpula de Interior. Campo de batalla J osé Aranda, que fue jefe de la fiscalía de la Audiencia Nacional, es un hombre reser vado e incluso agrio en su trato con la prensa, pero en una de las pocas ocasiones en que se decidió a hablar no se mordió la lengua. En una entrevista publicada en verano de 1996 centró en la presentación de la querella contra Conde, en 1 994, todos los problemas de su depar tamento. . - Al final, la justicia ha sido el último frente de batalla de esta conspiración. La trascendencia de los casos que llegaban a los tribunales y la-enjun dia de los personajes quejaleaban su difusión ha hecho a los jueces que trataban estos asuntos tan famosos como astros del fútbol. Sólo bajo esta presión se entiende que sea tan polémico elegir a los magistrados de la Sala Segunda del Supremo, quejuzga los casos de los aforados. - Por la Audiencia Nacional y el Supremo han pasado políticos, como José Barrionuevo o Ra- fael Vera; se ha investigado a financieros como Mario Conde y Javier de la Rosa, y se ha dirimido una despiadada guerra entre medios de comuni cación con el caso Sogecable. Y, siempre, se ha di- bujado desde distintos sectores la larga mano de Conde como agitador de los procesos judiciales. Mientras la fiscalía de la Audiencia Nacional presentaba lá querella contra el financiero, los ex policías Amedo y Domínguez rompían a hablar y volcaban a través de “El Mundo” todos los re- cuerdos que tenían sobre el secuestro de Segundo Marey y el inicio de los GAL. Esos datos eran confirmados al día siguiente de su publicación ante el juez Baltasar Garzón, un juez que se con- virtió en una pesadilla para los socialistas des- pués de su tránsito por la política como número dos del PSOE por Madrid y tras renunciar a su es- caño por sus discrepancias con Felipe González. La querella contra Mario Conde reventó la fis- calía de la Audiencia Nacional. El conflicto entre Aranda y los fiscales “indomables” se saldó con la remoción del primero y expedientes para sus opositores. Al final, sólo María Teresa Márquez de Prado ha sido trasladada y Eduardo Fungairi ño, cabeza visible de los “indomables”, es el nue yo fiscaijefe de la Audiencia Nacional. El último embróllo judicial es el caso Sogeca ble, en el que parecen unirse casi todos los ele- mentos de la conspiración. En resumen, se trata de la querella presentada a instancias de Jaime Capmany contra la sociedad que explota Ca- nal +, de la órbita de Jesús de Polanco, a quien acusaron de quedarse con los depósitos de los abonados. El asunto fue a manos de Javier Gó mez de Liaño, quien fue recusado por Sogecable. - Al resolver el trámite, Baltasar Garzón dictó un auto en el que decía conocer maniobras para le- sionar a Prisa, considerada por la AEPI como el sostén mediático del felipismo. - Según una información publicada el viernes por “El País”, Anson —como parte de una acción que ya se conoce como la ansonada— comunicó a Barrionuevo y Vera que Mario Conde quería aca bar con el sistema usando el poderjudicial. Con- de ha dicho que no es verdad, pero es evidente que muchos intereses confluyeron en un solo sen- tido, intereses reforzados por vínculos familiares y mercantiles. Véase. El ex banquero fue accio nista de algunos de los medios más virulentos en sus ataques al PSOE. Muchos de estos periodis tas se agrupaban en la AIEPI. Uno de sus miem bros, Jaime Capmany, director de “Epoca”, im pulsó la querella contra Sogecable, que fue ratifi columnista de “El cada por Jesús Cacho, Mundo” y “Epoca”, y que fue instruida por el juez Javier Gómez de Liaño. El hermano del ma- gistrado, Mariano, es abogado de Conde. Pero la compañera sentimental de Javier Gómez de Lia ño, María Teresa Márquez de Prado, tiene una hermana casada con el hijo de Jaime Capmany. Cuando el Supremo llamó a declarar a Márquez de Prado por el conflicto entre Garzón y Liaño por el asuntó Sogecable, su abogado fue Jesús Sántaella, el letrado de Conde y Perote. Y, al fi- nal, el Supremo ha abierto una causa a Javier Gó mez de Liaño al sospechar que pudo prevaricar en el caso Sogecable.. - REVISTA 5 LA VANGUARDIA, DOMINGO, 22FEBRERO1998 La operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ EL FRENTE COMÚN. De pie, de izquierda a derecha,, LuiS María Anson, José Ma- ría García, Pedro J. Ramírez, director de “El Mundo”; el republicano Antonio García Trevijano, José Luis Gutiérrez, director de “Diario 16”, y los periodis tas Julián Lago y Antonio Burgos. Sentados, de izquierda a derecha, José Luis Balbín, Pablo Sebastián, Camilo José Cela, Antonio Gala y Raúl del Pozo. La Asociación de Escritores y Periodistas Independientes, conocida por las siglas AEPI, se formó en 1995 con la voluntad de ejercer una oposición me diática al gobierno presidido por González U na precipitada pri mavera ha hecho florecer los prunus y los almendros de mi jardín. Estaba eñfrascado en su contemplación —o sea, apartado del mundanal ruido— cuando recibo una llamada de mis amigos de “La Vanguardia” pidiendo mi opinión sobre la gresca político-mediática encendida por Luis María Anson. Odio opinar, lo confieso. Desconfio de ese automatismo de máquina ex- pendedora que vomita una opinión cada vez que se introduce una pre gunta por la ranura. Por eso nunca he sido ni tertuliano de café ni de Me temo que ,entre micrófono. todos estamos haciendo un peno- dismo de declaraciones y de ocu rnencias, de ingeniosidades e in’ipno visaciones. Un informe de la Defen País” sora (22/VII/94) señalaba que el 70 por, ciento de las secciones de política y economía y el 50 por ciento de las de cultura y sociedad de la prensa escni ta están ocupadas por declaraciones de “una autoridad”. Y creo que con los años este porcentaje tal vez haya subido. de “El Lector del El público debería saber que hay “un efecto tribuna’ que predispone a los hablantes a fingir certezas que no tienen. Es decir, la rotundidad con que se exponen las opiniones en los medios de comunicación, en los púlpitos o en las cátedras es superior a la que esos mismos voceros mues tran hablando en privado. También la brevedad del mensaje fuerza a acentuar las convicciones. Según los manuales americanos, la interven ción perfecta en un debate televisi yo electoral sólo debe durar nueve segundos. Tiempo para el eslogan, el insulto o el chiste. Así pues, los medios favorecen un paisaje de con- tundencias engañosas. (Mientras es- cribo esto he recibido una llamada de Radio Nacional preguntándome por las dificultades de la adolescen cia, y otra de “El País” para pregun tarme sobre la vigencia actual del marxismo.) LAMIRADA DESDE EL PENSAMIENTO;0] JOSÉ ANTONIO MARINA Autor de “El laberinto sentimental’, es uno de los principalesfilósofos españoles Dictamen. . , sobre el cuarto poder Aprovecho que “La Vanguardia” no me pide una sentencia ni una in geniosidad, sino un artículo, para proponerles un nuevo género peno- dístico: el dictamen. Me explico. Usted puede pedir a un abogado su opinión sobre un asunto legal o pue de pedirle un dictamen. En ambos casos el abogado va a decir lo que piensa, pero con dos niveles dife rentes de reflexión, implicación y responsabilidad. Dar una opinión es poco comprometido porque las opiniones son libres. Dar un dicta men, en cambio, compromete su prestigio profesional. Para presen tarles el nuevo género puedo utilizar el tema de la gresca político-niediá tica porque entra dentro de mis in tereses y ¿competencias? teóricas. Sobre la anécdota conspiratonia contada por Anson no tengo nada que decir. No sé las reuniones que tuvieron ni lo que se dijo ni quién lo dijo. Todo eso es coyuntural y a mi me interesan las cuestiones teóricas, el entramado de ideas, creencias, de excusas bajo las apariencias. Aquí me preocupan dos cosas. Anson jus tifica la acción política de la prensa, y la justifica por una situaçión con- creta que es a la vez su causa. La situaciónJj supuesta conspiración motivada porque estaba “González bloqueaba algo vital en una democracia: la alternancia” (‘Revista “Tiempo”, número 825, página 26). No era . “por los posibles abuso,s que come- tió, si es que lo hizo, sino por el nies go de anulación de la alternancia” (página 28). Aquí hay una confu Sión. Lo que es vital para una demo cracia es que existan mecanismos legales para cambiar a los gobernan tes, no que forzosamente haya que cambiarlos a fecha fija. Esto no está incluido en nuestra Constitución, que es una Constitución democráti ca, y tampoco en las definiciones tradicionales de democracia. Sarto ri la define como “régimen político en el que existe responsabilidad de Lo que es vital para una democracia es tener mecanismos legales para cambiar los gobernantes, noquehayaque cambiarlos a fecha fija , los gobernantes ante los goberna dos, lo que se concreta en que estos últimos, a través de las elecciones y otras instituciones, ejercen control sobre aquellos” . Es el control, no la patada, lo importante. Sería antide mocrático que un gobernante impi diera la alternancia, no que los yo- tantes decidieran su continuidad. El pueblo se puede equivocar al elegir a sus representantes, y sin duda lo hace con frecuencia, pero incluso en ese caso el poder de los gobernan tes es legítimo Si las elecciones son limpias. Daré por resuelta ‘ esta cuestión para atender al segundo asunto, de enorme importancia en este fin de siglo: ¿Cómo debeejercer la prensa su poder político? La informaciónH ace ya muchos años que Macaulay afirmó que “la galería del Parlamento, en que se sientan los pe riodistas se ha convertido en el cuar to poder del reino”. Lo es, sin duda, y. más aún en una sociedad que nos gusta llárnar “de la información”. Todos sabemos que la prensa libre es indispensable para una democra cia, pero precisamente por ser una pieza clave de nuestra convivencia es urgente saber qué tipo de poder tiene, cuál es su legitimidad y cuáles deben ser sus limites. Los medios de comunicación tie nen un “poder de influencia social”, ya que determinan poderosamente la opinión pública, y un “poder de influencia política” que les permite servirse de su influencia social para realizar negociaciones, tratos o pre siones políticas. Sospecho que hay cierta reticencia a considerar este tipo de poder. Reviso el reciente “Manual de Ciencia Política” edita do por Rafael del Aguila (Trotta, 1997) y compruebo con sorpresa que en ninguna parte, ni siquiera en los capítulos dedicados a los grupos de présión o a los retos contemporá neos de la política, aparecen men cionados los medios de comunica- . ción social. de la escuela. Como otras instituciones, por ejemplo, la escuela, la prensa plan- tea problemas enrevesados porque tiene varias finalidades, dificilmen te compatibles. Les pondrá el ejem- pb Su finalidad intrínseca es educar. La finalidad extrínseca puede ser ganar dinero (en el caso de la escuela privada). Pero todavía puede tener una terce ra finalidad instrumental: servir de vía para el adoctlinamiento políti co. De esto último les podría poner muchos casos. muy actuales. Está claro que estos propósitos económi cos y políticos pueden atentar con- tra el fin primordial de la escuela, y en ese caso son espurios. En la prensa —y en todos los me- dios de comunicación— la situación es muy parecida. Su finalidad in trínseca es informar, ayudar a fon- mar la opinión pública y diseñar la agenda de los temas de actualidad. Esta finalidad, sin embargo, está so- metida a las leyes del mercado. Pie- me Bourdieu, en su interesante libri to “Sobre la televisión” (Anagrama, 1997) señala que esta obsesión por el mercado hace seleccionar noti cias capaces de suscitar un gran inte rés “halagando los impulsos y las pa- siones más elementales (en casos como los secuestros de niños y los escándalos susceptibles de provocar la indignación popular), e incluso conseguir formas de movilización puramente sentimentales y caritati vas o apasionadamente agresivas” (página 75). La entrada del periodis nio en el campo de las actividades Ii- gadas al tiempo libre —por ejemplo, la fusión de las empresas Time- /Warner Communications— lo hace aún más susceptible a las leyes del mercado. La experiencia muestra que la su- misión a esas leyes no mejora nece sanamente todos los productos. La competencia mejora los automóvi les, los refrigeradores o las con’ipu Continúa en la página siguiepte;1] REVISTA6 LA VANGUARDIA, DOMINGO, 22FEBRERO 1998 La operación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno dé FELIPE GONZÁLEZ Anson, de la omnipotenciá a la mortalidad vedo. Un artículo suyo, “La monarquía de todos”, publicado en “ABC” el 2 1 dejuliode 1966 (diario en el que colaboraba desde 1954), le valió un sumario en el Tribunal de Orden Público y un exilio de un año en Ex- tremo Oriente, peripecia que después renta- bilizanía oportunamente durante la transi ción política. Monárquico juanista, ocupó cargos importantes en el consejo privado de ROGER JIMÉNEZ esulta muy difícil elaborar un retrato psicológico de Luis María Anson Oliart. Quienes han trabajado es- trechamente con él coinci den en afirmar que han Ile- gado a perder a su lado la noción del tiempo y del espacio debido a que se trata de un “workaholic”, atacado de la enfermedad profesional, un ser he- teróclito y dotado de un carácter épico ingobernable. Este hombre arrollador que no hace pausas y que no ha tenido jamás una duda en su vida está profundamente idéntifi cado consigo mismo. Poseedor de un campo magnético de extraordi nana fuerza, es capaz de desbordar todos los registros posibles a su al- rededor. Gran sofista, su voz gan gosa impone sus ideas por encima de la barahúnda con una energía ex- cesivamente metabolizada y explo sivamente liberada. sus filiaciones, expansionó a la agencia, siempre, Coral, la única que se ha atrevido compró edificios (muchas veces sin contar en esta vida a llevarle la contraria, que de los con la pertinente autorización ministerial) y programas de Televisión Española, de la que creó nuevos servicios. era entonces su hermano Rafael director ge- neral, sólo presenciaba los domingos “La casa de la pradera” en compañía de sus hijas, para acabar dormido. A la sombra de Anson siempre ha habido muchos protegidos, y las colas en su despa- cho de Efe para pedirle algo eran famosas. Una corresponsalía, una delegación, una co- . laboración.. . Mercedes Milá (quien después -. . . Su concepto del periodismo ha pecado siempre del sesgo antisocialista, con una rei teración permanente de titulares y definiciones, que después volcaría en las páginas de “ABC”. Su rela ción con su hermano Rafael está llena de luces y sombras (se habla incluso del factor determinante de la salida de Luis María de “ABC”), dando la impresión en ocasiones de que apenas se hablaban cuando no pasaba día sin que no hubiera un contacto entre ellos. Una creencia extendida es que son ciertas amis- tades de Rafael las que disgustan a Luis María. En su sentido fenomenológico, la figura de Anson resulta francamen te atractiva. De fibra dura, compla ciente con la monomanía, reprime cuando coñviene sus temibles hu mores mercuriales y sabe transmi tir a sus colaboradores el senti miento conocido como “the basic truth”, es decir, la confianza en uno mismo. Eso le permitió cónvertir a Efe en la quinta agencia del mundo, liberar a “ABC” de su asfixia eco- nómica y relanzarlo en una opera- ción de imposible componenda para otro que no fuera Anson. “Se- ría un ser maravilloso si fuera dife rente”, han llegado a decir algunas de las admiradas y también desbor dadas personas de su confianza, sin advertir Amueblado con ideas bien es- Luis María Anson tructuradas, siempre ha tenido la obsesión del avance del comunismo, con teorías de estrategia geopolítica robadas a Richard Nixon (“The real war”). La caída del muro y el advenimiento de las socialdemocracias adminis tradas por los gobiernos socialistas en Europa no han extinguido sus suspicacias. En materia de religión siempre se ha confesado creyente, pero sin alardes. Han ocurrido demasiadas cosas en demasiado poco tiempo, pero hay un hecho incontrovertible. An son se ve ahora fuera de la dirección de “ABC” y con un cargo en Televi sa que no colma sufrenética activi dad. Ocupado en no hacer nada, puede resultar un peligro para cier tos personas e instancias. Su drásti co apartamiento del núcleo de toma de deci siones le ha pillado con la brocha pegada a la pared. Ha pasado de la omnipotencia a la mortalidad y no le va el oscurecimiento. “Hay servicios de tal magnitud que sólo pue den ser pagados con la ingratitud”, comenta- ba un día. Nadie duda de que Luis María Anson seguirá dando motivos de conversa ción y debate, y más de algún susto. LA PUESTA EN ESCENA. Anson, junto a Ana Maria Matute e Ignacio Bosque, durante su in greso en la Academia. El acto tuvo la pompa y los símbolos que cabía esperar, por ausencia y por presencia. Jamás la Academia vio tantos invitados ni tan variopintos el contrasentido de la frase. Este periodista de 63 años, de padre anda- luz y madre catalana, nació en Madrid un 8 de febrero, estudió el bachillerato en el Pilar y fue número uno de su promoción en la en- tonces Escuela Oficial de Periodismo. Auto- didacta, por tanto, profundizó en la poesía y en la negritud, y se ha declarado admirador de San Juan de la Cruz, de Neruda y de Que- don Juan de Borbón, dequien ha escrito re- cientemente una biografia, y siempre ha adoptado un aire aristocrático, empezando por la supresión del tilde de su apellido An son, argumentando que proviene de la di- nastía de lord Anson. Su etapa en la presidencia de Efe (1976- 1 982) fue triunfal. Se rodeó sin complejos de buenos profesionales con independencia de caería en desgracia), Severo Moto y Loyola de Palacio figuran en la larga lista. Esta últi ma era la secretaria de la Federación de Aso- ciaciones de la Prensa, que presidía Anson y cuyas reuniones se celebraban en Efe. . Sus críticos argumentan su inexistente vida familiar. Casadci con Beatriz Balmase da, con la que tuvo tres hijos, el matrimonio naufragó. Un día confesó a su secretaria de . Dictamen sobre el cuarto poder Viene de la página anterior tadoras, productos cuya eficacia práctica es fácil de medir, pero no mejora sin embargo los productos culturales, cuya valoración depende del gusto, de la sensibilidad o de la educación del usuario. Basta con ver la evolución de las televisiones españolas en los últimos años para comprobar que la competencia no mejora automáticamente la calidad en este campo. Lo mismo puede suceder en la prensa. Por eso resulta difícil aten- der simultáneamente a la finalidad intrínseca —informar—, y a la finali dad extrínseca —vender—. El ideal democrático sería ayudar a cons truir una opinión pública autónoma pero las reglas e independiente, del mercado exigen hoy por hoy “fi delizar” al cliente, como se dice aho ra. Estamos viviendo en una cultura de consumidores cautivos, votos cautivos y lectores cautivos, formas suaves de dependencia todas ellas. Hay una razón decisiva para prefe nr el consumidor flotante, el voto flotante y el lector flotante: son los únicos que pueden actuar críti camcrit. No puedo detenerme en las rela ciones de la prensa con la publici dad. En este sentido me limito a re- comendarles que lean el dramático y divertido informe que sobre este asunto ha publicado Gloria Stei nem, una famosa feminista amen- redactora jefe de la revista cana, “Ms” durante muchos años, en el li bro “Ir más allá de las palabras” (Paidos). Si la relación de la prensa con el mercado es conflictiva, más lo es su vinculación con la política. Lo primero que hay quedecir es que la prensa es un poder fáctico, legíti mo pero no representativo. Prensa y política fJace poco me invitaron a unas Jornadas sobre Pe riodismo, y me escanda lizó comprobar que los periodistas hablaban de ellos mis- mos considerándose representantes de la opinión. pública. En la entre- vista de Anson me parece escuchar esta misma idea. Por sentirse “re- presentantes”, los sédicentes cons piradores debían aprestarse a salvar a la ciudadanía. Hace poco Indro criticaba este afán de Montanelli protagonismo “Cuando muchos periodistas italia- nos van a Montecitorio, hablan con un político y piensan que, podrían estar en su lugar en vez de sentirse distanciados, protagonistas de un papel diverso”. del periodista: La prensa, como la banca, las tele- visiones, las grandes empresas, las grandes fortunas, los personajes in fluyentes, sin duda, tiene poder, pero un poder sin representación. Cuando hace unos meses la revista “Time” presentó en su portada a Bill Gates con el titular “El hombre que puede estar decidiendo su futu ro” me sentí indignado. Yo no quie ro que Gates decida mi futuro, ni él . ni ningún otro poder fáctico. Sin duda, todos ellos pueden ejercerlo dentro de los límites permitidos por las leyes. Según cálculos de la CE, en 1 993 existían en Bruselas 3.000 gru pos de presión. Estamos, pues, so- metidos a múltiples mangoneos le- gítimos. Lo único que debemos sa ber los afectados es que existen y que van a presentar sus intereses particulares como intereses genera les. O sea, como dijo el clásico, nece sitamos avivar el seso. La única acción política legítima de los periódicos debe hacerse den- tro del marco de su finalidad intrín La prensa, como la banca, las televisiones, las grandes empresas, las grandes fortunas, tiene poder, sin duda, pero un poder sin representación seca, esencial. Es decir, presentando la información, explicándola, inter pretándola, investigando o propo niendo alternativas o críticas en sus páginas editoriales. Hacer mal pe riodismo por hacer políticá es jugar con el lector. Utilizar como “poder político” el “poder social de influen cia” que tienen los periódicos tam bién puede serlo. Todo el juego de influencias, favores, trapicheos, negocios hechos al amabilidades, margen de las páginas pero usando las páginas como bazas en el juego, estafa al lector antes o después. Esto es muy importante tenerlo presente ahora, cuando los grupos de presión mediática se hacen cada vez más poderosos. Aumentan las voces que alertan contra ese poder anónimo. Por la relevancia del per sonaje, citaré sólo a Noam Choms ky: “los grandes periódicos y las ca- denas televisivas fabrican o mani pulan la opinión del 80 % de la po- Existe un modo de tratar blación. las noticias, elegirlas, limitarlas y re- lanzarlas que es funcional a la elite del poder. Es un sistema penetrante al En que es imposible escapar. EE.UU. hay unos 1.800 periódicos, 1 1 .000 semanarios, 1 1 .000 emiso ras de radio, 2.000 emisoras de tele- visión, 2.500 editoriales. Más del 50 % de todo esto está controlado por una veintena de compañías”. El vigilante E 1 poder de los medios de- pende de su poder de in fluir en la conformación de la opinión pública, a través de la cual, en una democracia, pue de influirse sobre las decisiones po- líticas. Cuando se dice que vivimos en un “régimen de opinión”, se está pensando en esto. No es de extrañar que todas las instituciones se despe piten por influiren la opinión públi ca. No tengo datos recientes pero en la Agenda de la Comunicación 1994 de nuestro país figuran los nombres de 425 jefes de prensa de organis mos públicos, muchos de los cuales tienen tras de sí todo un de3arta- mento dedicado a • proporcionar material informativo que sirva para del vigilante difundir la gestión política del orga nismo en cuestión. La “sociedad de la información” produce una reali dad virtual en la que estamos ya vi- viendo, que privilegia a los media- dores, dándoles sobre nosotros más poder del que deberían tener. Les recomiendo que lean el libro de José Luis Sánchez Noriega “Crítica de la seducción mediática” (Tecnos). ¿Hay alguna solución? Necesita- mos la información, necesitamos los medios de comunicación, nece sitamos el esforzado y a veces heroi co trabajo de los periodistas, no po- demos cambiar la estructura econó mica de la prensa ni su poder, lo único que podemos hacer es ser lectores más críticos y autónomos. Buscar fuentes de información al- ternativas y variadas, y tener pre sentes los mecanismos sutiles y po- derosos de adoctrinamiento. Polí ticamente necesitamos mayorías ilustradas, y lo que la ilustración tra jo a nuestra cultura fue el afán de Sa- ben y la crítica. Habermas, que tanto se ha esforzado en prolongar el pro- yecto de la ilustración, dice con fre cuencia que lo que significa la opi ilión pública es su racionalidad. Yo añadiría que en el fondo de la racio nalidad está la actividad y la des- confianza. Somos con demasiada frecuencia receptores pasivos y con- fiados. O sea, que nos pueden dar el timo con muchísima facilidad. Habría otra solución más defini tiva: sustituir el dinamismo social regido por intereses por otro dina- mismo regido por valores. Pero ha- blar de ello en este artículo sería sin duda picar demasiado alto.s REVI STA 7 LA VANGUARDIA, DOMINGO, 22 FEBRERO 1998 La óperación de ACOSO Y DERRIBO al gobierno de FELIPE GONZÁLEZ “La versión de Luis María Anson —ex director del diario “ABC” y hoy académico de la lengua— sobre los acontecimien tos políticos que condujeron a la derrota electoral del PSOE es una versión de compromiso”, afirma el periodista Ernesto Ekaizer, quien denunció en las páginas del diario “El País” el chantaje de Mario Conde al Gobierno de Felipe González y más tarde ofreció una amplia historia de las tramas conspirativas en la España de los años 1994, 1995 y 1996 en sus libros “Vendetta” ( 1 996) y “El Farol”, en torno a la prime- ra condena de Mario Conde(1997). En conversación con “La Vanguardia”, Ernesto Ekaizer señala quees “dificil” que el ex banquero, por las omp1icidades que halló en su camino, “rin- da cuentas por su chantaje” aunque sí lo hagá por sus delitos económicos: Por Pablo García ENTREVISTAa Érnesto Ekaizer, periodista,autordellibró“Vendetta” cloa. Es cierto que el ex presidente Adolfo Suárez recomendó a Gonzá lez que recibiese a Santaella si el asunto era grave. Pero la responsa bilidad fue de González. —Podía haber hecho otra cosa? —Sí. Podía haber citado a Santae ha y detenerle posteriormente, tras la entrevista. Acto seguido, podía practicar la detención de Conde, después de que en la madrugada del 18 dejunio se envió a detener aleo- - Conde pagará por Banesto pero no por su .operacion ae cnantaje . P ara el periodista Er Fr . :i 1 ,, . . - ronel Perote. González no lo hizo por varias razones. Una de ellas es que el material que tenían los chan- tajistas erainflamable. No digo que los documentos del Cesid no se prestaran a discusión, pero hay que admitir que eran comprometidos. Los contactos-entre los chantajistas - y el gobierno siguieron durante los meses de julio, agosto y septiembre de 1 995. El 1 de septiembre, Santae lla abandonó la Moncloa on este menaje: “El domingo y el lunes próximos tengo concertadas entre- vistas con PedroJ. Ramíréz y Luis María Anson”. La realidad, pues, es que el gobierno socialista fue mise- rablemente presionado por una banda de gente que tenía cuentas pendientes con la justicia. Si -esa banda pudo hacerlo, fue porque te- nía armas. El material del Cesid, los documentos clasificados dé la lucha antiterrorista. —Los contactos entre directores y periodistas a los que alude Mson fueron, pues, irrelevantes? —Existieron. Pero esas reuniones y contactos nada hubieran podido cónseguir sin el material del Cesid. Tomemos un ejemplo actual de otro país. La mayor parte de los grandes medios de información de Estados Unidos desataron en enero la cruza- da contra Clinton por el “affaire” Lewinsky. Por el momento no han conseguido comprometer al presi dente. Ahora bien, si un “Perote” de la IAo del FBI nutriera a los peno- distas con material reservado sobre los presuntos amoríos del presiden- te u otros asuntos y éstos deciden la situación variaría publicarlo, considerablemente. —Pero el ex director de “ABC” ofrece detalles sobre reuniones y cierta coordinación. Parece ms una actitud política conspirativa que periodística. —Tiene esas características, es cierto. Los hechos atribuidos al go- bierno fueron presentados de forma exagerada, es innegable. Pero hubo hechos de importancia susceptibles de ser agrandados y exagerados en la marea antigubernamental. De todo esto, lo que más me ha interesado, por su audacia sin límites, es cómo un aventureró del estilo de Mario Conde, que antes había logrado si- tuarse en el céntro del “establish utiliza para fines privados, ment”, esto es, para su salvación judicial, un material sensible del Cesid. Y tras intentar sin éxito entregar ese material al gobierno a cambio de un utiliza a la prensa salvoconducto, para “persuadir” por la fuerza a sus interlocutores de que está dispuesto a todo y de que será mejor rendirse a sus pretensiones. Es muy posible que este individuo pague por sus presuntos delitos económicos. En cambio, es -seguro que, habida cuen ta de las complicidades que halló en su camino, dificilmente tenga que rendir cuentas alguna vez- por su operación de chantaje.. nesto Ekaizer, la fuer- za motriz que desgastó al gobierno socialista fue la utilización por parte de Mario Conde del arsenal de datos del Centro Su- perior de Informacióñ de la Defensa. (Cesid) relacionados con temas de seguridad y de la guerra sucia de los GAL que fueron robados por el co- ronel Juan Alberto Perote. Según Ekaizer, “todo plan de chantaje tie ne que basarse en material verídico que pueda hacer daño, aun cuando ese material sea susceptible de ser interpretado de diversas maneras”. Y además, “una narración relativa- mente obligada, propulsada o con el telón de fondo de una cinta grabada subrepticiamente tiene que quedar- se en la superficie, dejando a la vista un agujero negro”. —Existe un hecho: Luis María Anson ha desatado una tormenta mediática y política. ¿Qué valor tie ne la versión que ofrece? . —Su narración transpira compro- misos. Hay una cinta grabada de un encuentro que mantuvieron Rafael Vera, José Barrionuevo y José Luis Corcuera con Luis María Anson en un restaurante de la sierra madrile Esa grabación se hizo sin que ña. Anson lo supiese, claro. Ha circu lado. Anson lo sabe. A ello se añade la proximidad, quizá en abril, del juicio por el secuestro de Segundo Marey por los GAL, en el que están acusados Rafael Vera y José Barrio- nuevo entre otros. En este contexto político, Anson es invitado a hacer declaraciones. —Qué quiere decir con que es “invitado”? —Digo que le conviene hablar. Trata de quedar bien con sus amigos periodistas y fraternizar conla gente que es acusada por el GAL. Estos in tentarán utilizar su versión para in fluir en eltribunal, plantear nulida des... Habrá mucho de estó en las próximas semanas y meses. Pero lo esencial de lo que ha ocurrido queda soterrado. Es una 1osa marginal en la versión de Anson. —Felipe González ha irrumpido inmediatamente... —Las declaraciones de Goñzález comparten con Anson el agujero ne gro. Se detienen en la epidermis.. Quizá Felipe González no pueda decir más. —,A qué se refiere? —Hombre, Mario Conde logró ‘ “Anson fue grabado sin su consentimiento y, después, invitado a hacer declaraciones” - “El gobierno socialista fue miserablemente presionado por una banda de gente que tenía cuentas pendientes con la justicia” - “Las declaraciones-de González comparten con Anson el agujero negro. Quedan en la epidermis” controlar el material del Cesid roba- do por-el coronel Perote. El ex ban quero quería evitar mediante un chantaje algunas de las cosas que es- tán ocurriendo. —j,Por éjemplo? —El caso Banesto, por ejemplo. O la primera condena a seis años de prisión por el caso Argentia Trust. Su propósito: sellar los papeles del Cesid a cambio de una carta de in munidad en el terreno judicial y 14.000 millones de pesetas, entre otras cosas. En la primera fase, Ma- rio Conde, através de su portavoz, el abogado Jesús Santaella, presionó al gobierno. No tuvo éxito. Fue en- tonces cuando pasó a la acción di- recta, poniendo el material a dispo sición, a través de diferentes vías, de un periódico, “El Mundo”, que le ha sido básicamente fiel. La publica- cidñ de algunos papeles en este dia rio buscó ablandar al gobierno. No olvidemos que enjunio de 1995 ca- yeron el ministro de Defensa, el vi- cepresidente del Gobierno y el di- rector del Cesid. Y le recuerdo una cosa: allí estuvo Anson. —LEn qué sentido? —Pues fue Mario Conde quien le - dijo, el 3 1 de mayode 1 995 , a Anson que le transmitiera al general Emilio Alonso Manglano —director del Ce- sid— que si éste no declaraba ante el Tribunal Supremo ciertas cosas, el 1 de junio se haría explotar la bomba. Anson,que ha actuado muchas ve- ces’ de confidente del general Man- glano, Manglano no le hizo caso. El 12 y 13 de junio, Conde apretó el botón. Y “El Mun do”, entonces, “investigó”. Puso la bomba en su portada: las escuchas del Cesid. se lo transmitió. —Volvamos a González. Dice us ted que no puede decir más. —Claro. González conoce la ope ración chantaje d irectamente. Pri mero no quiso comparecer perso nalmente en el Congreso. Envió al ministro Juan Alberto Belloch. Más tarde, el 8 de noviembre de 1995, sí Como dice un proverbio acudió. ruso, el entonces presidente dijo “poco, pero bueno”. Esto salió de sus labios: “Al menos parte de esa documentación (del Cesid) se en- contraba a disposición de don Ma- rio Conde” Varios meses antes, el 12 dejuniode 1995, González reci bió al abogado Santaella en la Mon EN MUEBLES DE ESTA ES OFICINA 3 z;1] LA MEJOR OFERTA;0] Disponemos de 2.000 m2de exposicuon donde encontrara todo lo que busca a mitad de precio. _AIn1aT.JIo lSkM.40 17.900 p3. 3”. p.i4.5OO p3. ó._ 14.5OO Avda. Diagonal 219 (fnte Cenhe Cial. “s Glorias’) MUEBLES DE OFICINA A -- - - - __cIo 1