1976-07-17.TRIUNFO.703.LA OPOSICION ANTE LA CRISIS AGT

Publicado: 1976-07-17 · Medio: TRIUNFO

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LA OPOSICION ANTE LA CRISIS 
DEBATE EN TRIUNFO. 17 JULIO 1976
INTERVENCIONES DE ANTONIO GARCIA-TREVIJANO
GARCIA TREVIJANO: 
"Negociar a posteriori"
Por el contrario, yo creo que tenemos todos los datos suficientes para discernir en la crisis actual aquellos elementos que permiten hacer una previsión. Hacer una previsión sobre la política concreta que ese Gobierno vaya a hacer es algo que carece de interés. En cambio, si nos atenemos a los rasgos fundamentales del proceso que vivimos, si que podemos hacer una previsión y eso es lo que voy a tratar de hacer ahora. La pregunta se refiere en concreto a si la oposición debe o no debe modificar su estrategia con relación al concepto elaborado de la ruptura democrática, y a si lo debe modificar en el sentido de acentuar la parte negociadora de la ruptura o si debe acentuar la parte de choque de la ruptura. La ruptura solamente se puede concebir cuando se produce la ruptura en el equilibrio de esfuerzos sociales, el desplazamiento del centro del equilibrio. Esta se puede hacer visible, por ejemplo, con movilizaciones pacificas, con manifestaciones, con el estado de opinión de la prensa. Ese desplazamiento del centro de equilibro es la ruptura. Entonces, la negociación y el pacto son conceptos indispensables y necesarios, pero "a posteriori", cuando se haga evidente para las fuerzas antagónicas de la democracia que el centro del equilibrio que se ha perdido. Entonces, para evitar la violencia, aparecen como necesarios el pacto y la negociación.
Pues bien; la crisis de la reforma lo que ha demostrado es pensar que se puede ir al proceso constituyente o que se puede constituir la democracia mediante un pacto entre la clase política del Gobierno y la clase política de la oposición es una ilusión. Y es una ilusión que ha costado el puesto a Areilza y a Fraga, y ha supuesto problemas para determinados partidos de la oposición. En cambio, si la oposición hoy con la crisis planteada, con el fracaso de la reforma, que era un proyecto artificial, que no era lógico dentro de la dinámica del sistema y del Régimen, la oposición toma conciencia de que su principal tarea es la construcción de una verdadera alternativa democrática, eso es lo que nos permitirá ir a un pacto, a una negociación con las fuerzas representativas de los poderes permanentes del Estado actual. No digo permanentes, digo con los poderes fundamentales. Ahora, ¿qué posibilidades tenemos hoy? Si nuestra presión es suficientemente fuerte es indiferente este Gobierno o cualquier otro. Negociarán cuando nosotros los obliguemos, porque la alternativa está ahí: a negociar.
GARCIA TREVUANO:
"Negociar con el Gobierno era una ilusión"
Después de oír los análisis de mis amigos, tengo que decir, por ejemplo, que después del análisis de Raúl Morodo, pocas veces yo me he sentido tan identificado con un análisis tan responsable, tan serio. Pero justamente porque estoy de acuerdo con lo que ha dicho Raúl Morodo, quisiera matizar alguna de sus palabras.
Raúl Morodo ha hablado de nacionalización de la Banca. Considero que en este momento, para la construcción de la democracia y para la apertura del período constituyente la oposición democrática no debe hacer ninguna reivindicación de tipo socialista. No os que yo esté en contra de las nacionalizaciones, pero creo que solamente cuando el período constituyente haya terminado y un Gobierno con un programa elegido por el pueblo entonces serán legitimas y serán fuertes y estarán consolidadas. Raúl ha dicho también que nosotros estamos siempre dispuestos a negociar. No es verdad; el problema no es ese: el problema no está en que nosotros estemos dispuestos a negociar, es que nosotros estamos obligados a saber, como hombres políticos, cuándo un gobierno está dispuestos a negociar con nosotros. Y considero que si alguien pensó que sí... era un iluso. El Gobierno de Arias estaba dispuesto a negociar. Nosotros estamos dispuestos a negociar, pero Insistir en la negociación cuando sabemos que no hay condiciones objetivas para que el Gobierno negocie con nosotros, es, en cierto modo, desviar la atención de la opinión pública, haciéndola creer que existe una situación que realmente no existe. Nosotros estamos dispuestos a negociar, pero no tenemos enfrente a un poder gubernamental que esté dispuesto a negociar. 
GARCIA TREVIJANO: 
"No es hora de enfrentamientos de partidos"
Sólo quiero decir, respecto a la intervención de Raúl, que yo a este Gobierno no le doy ningún margen de confianza, porque creo que este Gobierno no puede, aunque quiera, conducir al país hacia la democracia porque, primero, el Gobierno no es el poder, es un delegado, un funcionario del verdadero poder, y está elegido no para ir a la democracia sino para conservar intacto el poder de la oligarquía, el poder político. Pero reconozco, como Raúl reconoce, que este Gobierno, la formación de este Gobierno, es positivo para la oposición y es positivo para España, y voy a explicar por qué. Yo no estoy pensando en nosotros, no estoy pensando en la clase política ni en las minorías españolas que quizá lleguen a un 10 por 100, que tiene conciencia política autentica sino en los millones de españoles que no tienen todavía conciencia política. Durante cuarenta años han estado en una estructura corporativa; han tenido un sentimiento, una conciencia no política, sino de solidaridad profesional: el arquitecto se ha sentido solidario del arquitecto, el ingeniero del ingeniero, el médico del médico, el abogado del abogado, el obrero del obrero, y esta conciencia profesional se ha roto, se rompió, empezó a romperse, a nivel de las masas hablo, a nivel de la organización de la sociedad, con la muerte de Carrero y sobre todo con la muerte de Franco. Al romperse esa conciencia profesional no ha habido nunca un caso en la Historia en que se pase directamente de la conciencia profesional a la conciencia política. Siempre hay una etapa intermedia, que se llama o se conoce por la conciencia económica, mediante la cual las masas adquieren, a una velocidad enorme, conciencia de solidaridad, no con las profesiones, sino con intereses más amplios. Se pasa a la conciencia económica, y en ese momento estamos. Por eso a veces no me comprenden cuando digo en público que este no es el momento de los partidos políticos. Ahora específico; cuando digo que no es el momento de los partidos políticos es porque el momento de la conciencia económica es el momento propio de lo creación de las ideologías, creación o preparación de las ideologías. Pero las masas no entran en los partidos políticos, aunque vosotros veáis que hoy crecen vuestros partidos o crecen de una manera minoritaria. Yo hablo de un crecimiento por miles. El momento de los partidos llegará cuando sean centenares de miles de personas las que se ponen en movimiento alrededor de los partidos. Pero ese momento no ha llegado. En cambio, como estamos en un momento económico, sí ha llegado el momento sindical: por eso se comprende la virulencia por la que está planteado ya el tema, por ejemplo, de Comisiones Obreras, de UGT, de CNT: la crisis del Gobierno, la crisis gubernamental, que no es más que un aspecto parcial de la crisis general del Estado y de la sociedad es la respuesta a ese paso de la conciencia profesional a la conciencia económica. Por eso yo preveía que iba a ser nombrado Suárez. Es más; en las reuniones que hemos tenido con amigos mucho antes de que se conociera la noticia, yo dije que la crisis, al dimitir Arias, solamente tenía dos salidas. Una muy difícil: que un militar estuviese al frente del Gobierno, pero que los militares no querrían tomar protagonismo. Y otra: que el Rey tomara el proyecto político de Herrero Tejedor a través de Suárez. Por tanto, a mí no es que me haya sorprendido, si no que lo considero lógico. Y es una respuesta inteligente del sistema. Por eso yo creo que se formará un Gobierno de técnicos para preocuparse más de los problemas económicos, porque se han dado cuenta que la reforma ponía en peligro la coherencia de las fuerzas que sostienen al sistema. Por eso yo le doy mucha importancia a esta crisis, a esta designación de Suarez. Y esto es positivo, creo que bueno para España, porque está de acuerdo entre la estructura económica y los grupos sociales y su forma de respuesta política. La creación de este Gobierno va a provocar que las masas pasen a tomar conciencia política, y en este sentido nos va a ayudar muchísimo a la oposición, y creo que la respuesta de la oposición, como ha dicho antes Joaquín, es mantener la unidad. Que no nos importe que haya diferencias de ideologías hoy, porque no es momento de enfrentar las ideologías y si que estemos unidos para iniciar el proceso constituyente, y entonces será el momento de la lucha entre los partidos.
Por otro lado, quiero decirle a Ruiz-Giménez, a titulo de información, que hemos celebrado una reunión de Coordinación Democrática con las delegaciones de las nacionalidades y regiones, y hemos llegado al acuerdo siguiente: primero, una autoconvocatoria de todas las nacionalidades, de todas las plataformas y todas las regiones para tratar tres puntos del orden del día. Primero: examen de los resultados de la Semana pro Amnistía; segundo: análisis de la situación política: tercero: acciones de la oposición con vistas a la conquista de la libertad y de la democracia. Para la preparación de estos tres puntos del orden del día, que han sido aceptados por unanimidad, las delegaciones de las nacionalidades y de las regiones, todos sin excepción, todos expresaron la necesidad y la urgencia de que encontremos una articulación unitaria a nivel del Estado español...
GARCIA TREVIJANO: 
"Un Gobierno carrerista"
Mi posición es diferente en algunas cuestiones, que afortunadamente no afectan a la unidad de Coordinación Democrática. Ha dicho Morodo que no sabíamos hoy que línea va a seguir el Gobierno de Suárez. Yo al menos tengo una opinión bastante segura y me atrevo a adelantarla antes de que los acontecimientos la confirmen. Este Gobierno es, por un lado, carrerista en el doble sentido do la palabra. Es carrerista porque hace de su política una carrera. Un Gobierno carrerista que, además, está obligado a hacer la reforma. No son dos cosas incompatibles, sino, al contrario, complementarias. Y va a ser un Gobierno carrerista, porque la política de Carrero consistió en buscar una síntesis entre el franquismo mediante la combinación de fuerzas económicas interpretadas por el Opus Dei y las fuerzas burocráticas interpretadas por los hombres residuos de la Falange, junto con las fuerzas más o menos procedentes de los católicos organizados de la guerra civil.
En segundo lugar, no estoy de acuerdo con que Coordinación Democrática sea un club político. Coordinación Democrática es una superación cualitativa de lo que desgraciadamente ha sido la oposición durante casi cuarenta años. Pero si Coordinación Democrática no es un club, también es cierto que no es una asamblea. ¿Qué es Coordinación Democrática? Lo dicen sus documentos: es el órgano de expresión de cara a la organización de toda la oposición a nivel de todo el Estado español y el órgano ejecutivo para que esa coordinación no se quede en una discusión retórica, sino que sea la punta de lanza de una oposición que plantea la alternativa del poder democrático.
En tercer lugar, me refiero al problema sindical. Yo quiero dejar claro el malestar y la preocupación, en el mismo sentido que lo ha expresado Raúl Morodo, de que tenemos que hacer imposible a los hombres políticos que el Gobierno o los intereses económicos lancen a la clase obrera a una lucha sindical que iría contra ella misma y que iría también contra los intereses de la democracia. Yo no estoy defendiendo a la clase obrera. Estoy defendiendo a la democracia, y para que haya democracia en España hace falta que haya un sindicato unitario, porque los intereses de la oligarquía son muy fuertes y sólo se puede responder a esos intereses con un sindicato unitario. Lamento muchísimo los ataques de que están siendo víctimas las Comisiones Obreras. Yo, que llevo veinticinco añs en la oposición radical al franquismo, no vi, durante los años sesenta, más que la actuación de Comisiones Obreras. Y es doloroso ver que hoy pueda sufrir ataques de organizaciones sindicales, también obreras, esta organización sindical que ha actuado, que ha luchado por estar presente y por encontrar la respuesta espontánea al desarrollo económico capitalista de la oligarquía.
La legitimación del Estado
En cuarto lugar, me voy a referir al problema de la República y de la Monarquía- Yo he sufrido incomprensión y distanciamiento de muchas de las organizaciones políticas que hoy están aquí presentes porque desde hace más de veinte años he tenido una estrecha amistad con don Juan de Borbón y con don Juan Carlos de Borbón. Estrecha amistad que se inició expresando a don Juan la idea y el convencimiento de que yo no era monárquico y que no sería monárquico. Pero, sin embargo, he tenido la prudencia de mantener esa amistad-mientras se vio como posible en España que el mejor modo de llegar a las libertades era la restauración de la Monarquía. Sin embargo, con esos antecedentes, he de expresar mi opinión de que yo no aceptaré la legitimidad del Estado ni acepto la legitimidad de este Estado, ni aceptaré la legitimidad de la Monarquía, a no ser que sea el resultado de la decisión popular expresada en unas consultas libres y sin coacciones. Por tanto, yo considero que hoy la posición de Coordinación Democrática es la más moderada, la más inteligente para alcanzar la libertad. Es no impedir que la Monarquía pueda asumir el papel de árbitro en el momento de la ruptura. Pero advierto que mi posición es y será inequívoca: el grupo de los Demócratas Independientes tiene monárquicos en su seno, como Calvo Serer, pero los independientes lucharemos para que sea el pueblo el que pueda decidir la forma monárquica o republicana del Estado español. Y en ese tema no aceptaré ningún referéndum, ninguna consulta que se haga hoy desde el poder, como no sea el planteamiento libre y sin condiciones y con libertad de Información, para que se pueda elegir ente Monarquía o República. No aceptaré la legitimidad, cualquiera que sea el resultado del Estado, si el tema no se plantea directamente ante el pueblo.
La democracia española no será homologable
En cuanto al quinto punto —el contexto internacional-, me he alegrado muchísimo por la intervención de Enrique Múgica y por la de Joaquín Ruiz-Giménez porque han señalado el verdadero contexto en el cual se va a producir el cambio hacia un régimen de libertad y democracia. Por un lado, estamos indisolublemente abocados a una integración en Europa. Por otro lado, estamos bajo la influencia norteamericana. Es de lamentar y tenemos que protestar por ello los demócratas, de que en esta crisis gubernamental —parece que hay síntomas serios- la intervención norteamericana no haya sido escasa.
Respecto a las palabras que ha pronunciado antes Enrique Múgica y que ha contestado, en cierto modo Raúl Morodo, hay que tener un enorme equilibrio en esta cuestión tan delicada. Yo, personalmente, tengo un agradecimiento total y absoluto al Partimento europeo, a la Comisión de Bruselas, a los partidos europeos, porque a través de este apoyo a sus partidos hermanos homologables en España han ayudado fundamentalmente al restablecimiento de la democracia en España. Pero no debemos confundir las cosas: Una cosa es el apoyo de estos partidos europeos a sus hermanos españoles y otra que estos partidos europeos pretendan conformar la democracia en España. Una cosa es que haya partidos homologables y otra es que la democracia en España vaya a ser homologable con las europeas, cosa imposible materialmente. ¿Por qué? Porque la libertad en Europa Occidental ha sido una libertad debida fundamentalmente, a los ejércitos norteamericanos. Pero en España la libertad debe ser conquistada por nosotros solos.
Por otra parte, los Estados actualmente democráticos en Europa son producto de una evolución lenta y gradual del Estado liberal existente antes de la segunda guerra mundial, hasta al Estado Intervencionista neocapitalista, neosocialista. En España esto es imposible, porque por la fuerza de las circunstancias y del contexto nacional, estamos obligados a crear un Estado democrático que ya no puede ser el Estado liberal del que partió Europa. Desde ese momento ya no podemos tampoco homologarnos con Europa. Nosotros, sin embargo, lo vamos o hacer con plena conciencia política de la que supone un Estado que interviene en el campo económico. Nuestra democracia será tan importante, como la europea, pero más profunda. Vamos a dar a Europa una conciencia política de la que carece hoy.
La autodeterminación es reaccionaría
Respecto al problema de la autodeterminación, es posible que mi opinión escandalice a algunos de los representantes de partidos marxistas que aquí se han expresado. La teoría de la autodeterminación ha sido fundamentalmente elaborada por el marxismo. Muy poco en Carlos Marx y Engels, pero mucho en Kausky, que es, sobre todo, el creador, y luego en Lenin. Rosa Luxemburgo. Springer. Otto Bauer... Y la realidad es que en la doctrina marxista el derecho de la autodeterminación no ha sido proclamado como un derecho sagrado, como son los derechos humanos. Es un derecho histórico. Es un derecho relativo. Yo sostengo que reconocer el derecho a la autodeterminación, hoy, en España es reaccionario, porque solamente puede interesar hoy la autodeterminación a la pequeña burguesía, pero no a la gran burguesía ni a la clase obrera. Yo sé perfectamente que el derecho a la autodeterminación no quiere decir separación, pero sé también que el derecho a la autodeterminación significa de hecho la separación. Hay solamente unas ilusiones románticas de la pequeña burguesía de la clase media explican el interés por el derecho a la autodeterminación. Y como ha sido utilizado como un instrumento eficaz de lucha contra la dictadura y contra el fascismo, como ha señalado Raúl Morodo, ha tomado unas proporciones tan importantes, que hoy los partidos marxistas defienden el derecho a la autodeterminación, sin darse cuenta que la clase obrera, hoy, no tiene ningún interés en el derecho a la autodeterminación. Estoy totalmente a favor de las autonomías, pero solamente el pueblo español, en su conjunto, podrá utilizar el derecho de la autoconstitución, para ver si acepta o no un Estado federal. Yo considero que hoy es reaccionario el derecho a la autodeterminación.